viernes, 25 de octubre de 2013

WEEDS



Érase una vez un pequeño y tranquilo pueblo, Agrestic. Los niños van al colegio y juegan. Sus progenitores aplauden henchidos de orgullo. Futuros prometedores para una gran nación.



Nancy acaba de enviudar. Su marido cae fulminado mientras corre con su hijo pequeño. Alrededor, miradas compasivas, y pensamientos de alivio, por no ser las protagonistas de semejante tragedia. Toca reflotar la economía para poder mantener el estilo de vida al que están acostumbrados.

La solución, que en principio es un secreto, poco a poco se irá convirtiendo en un gran negocio y fuente inagotable de conflictos y problemas.

La dulce Nancy se dedica a la venta de marihuana. Los primeros clientes, sus vecinos. A medida que progresa, también se ampliará el círculo.

Qué argumento tan simple, y a la vez, qué jugoso.



La hipocresía de la sociedad, la falsedad de las amistades, las mentiras para proteger a los más vulnerables, y una mujer que ha de ser fuerte, muy fuerte y decidida.

Todo un ramillete de personajes, a cada cual más “curioso”. Para no aburriros, aquí va una breve semblanza de mis favoritos:



Nancy Botwin (Mary-Louise Parker), la que impulsa toda la acción, la que salva al resto de numerosos entuertos, y la que los lleva a situaciones de peligro y calamitosas. Triunfa, a la par que se desmorona. Infalible con los hombres…. Actriz todo terreno: cine, teatro y TV. En este papel está sublime.



Andy (Justin Kirk), cuñado que regresa para echar una mano. Inmaduro, ligón y siempre al lado de Nancy. Tendrá que hacerse cargo de la complicada tarea de educar a sus sobrinos. Vale, nadie dijo que fuera perfecto. Pone todo su empeño en una desternillante charla sobre la masturbación. Entra en pánico cuando lo llaman para defender a la patria. Tendrá que poner a prueba todo su ingenio y encantos para librarse:

Esto es una mierda.
Bienvenido al ejército



Doug  (Kevin Nealon). Con éste sí que no puedo. Vendería a su madre por un buen colocón. Es contable y trabaja para el ayuntamiento (sobra explicar cuáles son sus “armas”).



Y hay más, muchos más….

Algunas curiosidades



La canción 'Little Boxes', compuesta por Malvina Reynolds en 1962, abre todos los capítulos de la primera temporada. Después serán numerosas y variopintas versiones de: Elvis Costello, Death Cab for Cutie, Regina Spektor, Joan Baez, Linkin Park, Rise Against… En este enlace recopilan algunas.



Una vez que la escuchas, no te la puedes sacar de la cabeza:

Little boxes on the hillside,
Little boxes made of ticky tacky
Little boxes on the hillside,
Little boxes all the same,
There's a green one and a pink one
And a blue one and a yellow one
And they're all made out of ticky tacky
And they all look just the same.

And the people in the houses
All went to the university
Where they were put in boxes
And they came out all the same
And there's doctors and lawyers
And business executives
And they're all made out of ticky tacky
And they all look just the same.


Tres de los actores principales nacieron el 18 de noviembre, Elizabeth Perkins, Kevin Nealon  y Romany Malco.



Un cotilleo, durante la cuarta y quinta temporada, los componentes del equipo perciben cierta química entre Mary-Louise Parker y Justin Kirk. Eso no se podía desperdiciar y de pronto el guión los coloca juntos en más secuencias. Qué romántico!!!!



Dirección Jenji Kohan (Creator)Craig ZiskScott EllisMichael TrimPaul FeigLev L. Spiro,Julie Anne RobinsonBurr Steers. Guión Jenji Kohan, Roberto Benabib, Matthew Salsberg, Rolin Jones, Victoria Morrow, Ron Fitzgerald, Devon Shepard, Blair Singer, Michael Platt, Barry Safchik, Dave Holstein, Brendan Kelly, Stephen Falk Música Brandon Jay, Gwendolyn Sanford, Joey Santiago. Fotografía Michael Trim, Bobby Bukowski. Reparto Mary-Louise ParkerJustin KirkHunter ParrishAlexander GouldKevin Nealon,Elizabeth PerkinsRomany MalcoTonye PatanoAndy MilderDemián BichirAllie GrantEnrique CastilloMaulik PancholyGuillermo DíazRenee VictorIndigo,Matthew ModineAlanis MorissetteZooey DeschanelMary-Kate OlsenJulie Bowen,Jennifer Jason LeighRichard DreyfussAlbert Brooks. Productora Emitida por la cadena Showtime; Lions Gate Television / Tilted Productions / Weeds Productions. EE UU 2005 – 2012, 8 temporadas, 108 episodios. Web Oficial

“Weeds” ha recibido varios premios Emmy, a Mary-Louise Parker, Elizabeth Perkins y a la Mejor Comedia. Ha sido pionera en el canal de televisión Showtime.

No te pierdas estas promos que nos ilustran sobre la historia del cannabis:

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Y la segunda parte:




LO MEJOR: episodios breves y ágiles. Un guión repleto de diálogos magníficos. Humor ácido de calidad. Comedia y drama. Estupendo reparto y personajes que van creciendo.

PERO…. En mi opinión decae un poco en su etapa mexicana (cuarta y quinta temporada). Ahí mismo me he quedado yo, que nadie adelante el final, que todavía me quedan unas cuantas horas. He leído que las dos últimas temporadas son de lo mejor. A mi me ha enganchado.

Aviso es adictiva,

Hasta la próxima.

LU


viernes, 18 de octubre de 2013

El chico que construyó el Hollywood de los 70



El chico que conquistó Hollywood (“The Kid Stays in the Picture” Brett Morgen, Nanette Burstein, 2002) es un documental basado en el libro autobiográfico del mismo título  escrito por Robert Evans, el famoso productor de Hollywood.

¿Famoso? ¿Realmente alguien conoce a algún productor? No se vale que también haya sido director o actor.
¿Productor? En Imdb apenas aparecen 18 referencias, y varias de ellas sin acreditar.
The Kid Stays in the Picture (2002) Poster
En realidad lo que a Evans le convirtió en el chico que conquistó absolutamente  todo en el mundo del cine durante aproximadamente una década fue su trabajo como directivo de un estudio cinematográfico, estando detrás de películas tan comerciales como Love Story y de títulos que forman parte de la historia del cine como  El Padrino, Chinatown, La Semilla del Diablo, Marathon Man, Cotton Club ..

¿Directivo de estudio? ¿quién conoce a un directivo de Hollywood? ¿no son los malos de la  historia de cualquier película?

 “Los directivos del estudio mutilaron horriblemente el metraje antes de su estreno” se lee a menudo. ¿Hay algún director que no haya aducido los recortes presupuestarios  o de otro tipo, de tan viles personajes que consiguieron hundir su obra de arte?

“El chico que conquistó Hollywood” es la oportunidad para conocer la versión de los hechos del malvado directivo cinematográfico y cuál fue su verdadero papel en las películas citadas, los directores (en este caso nada más y nada menos que Coppola  y Polanski)  tendrán las suyas y seguro que las han contado muchas veces, pero este es el momento de conocer la otra cara de la moneda.

Advierto que todo lo que se cuenta en dicho documental proviene única y exclusivamente de Robert Evans y lo que cuenta de sí mismo, no existe pues objetividad ninguna, aunque sí un punto de vista muy interesante.
Evans se muestra a sí mismo, no como un simple financiador de proyectos, sino como un creador mucho más implicado y responsable del producto final que ningún otro participante en una película, incluidos director y guionistas.

Una frase es definitiva para resumir su parte en la autoría de los títulos citados “Yo trabajé en Chinatown dos años, Polanski nueve meses”.

Sus argumentos son claros: el proyecto surgía del estudio y posteriormente se buscaba un director adecuado, como se podría buscar un electricista o un encargado del vestuario.

Así explica que Coppola fue escogido para dirigir un proyecto que le era ajeno (El Padrino) no por sus éxitos como director, que al parecer eran escasos en aquellos momentos, sino únicamente porque Evans buscaba a un director siciliano para una película sobre la mafia. Entendiendo por  “siciliano” a  alguien como Coppola nacido y criado en los Estados Unidos, hijo a su vez de padre y madre estadounidenses, aunque nieto (al parecer) de un napolitano.

Incluso sugiere que varios libros fueron escritos por su mediación afirmando que El Padrino (novela) no existía antes de que él interviniera “Mario Puzo me presentó un borrador de 20 páginas”
Todo esto es muy discutible, pero en todo caso “El chico que conquistó Hollywood” es una película recomendable para los que decidan que quieran conocer otro punto de vista sobre la gestación de una película.

Preguntaba si alguien conoce a algún directivo de un gran estudio. Sinceramente yo, además del personaje de Tim Robbins en El Juego de Hollywood, solo recuerdo a Irving Thalberg, y eso gracias a Groucho Marx.

Thalberg  fue, probablemente, uno de los hombres más influyentes de la época dorada del cine americano y el número de grandes títulos de los 20 y los 30 en los participó es sencillamente apabullante, sobre todo teniendo en cuenta que murió a los 37 años.

Hago hincapié en su juventud y en la época en la que triunfó, cuando los directivos eran como mínimo de medina edad  mientras él tenía 20 años (como dice Evans “No tenía edad para firmar un cheque”)  y ya organizaba un gran estudio.

Comentaba que conocí de su existencia gracias al homenaje que le rinde Groucho Marx en “Groucho y yo” su imprescindible (y divertidísima) autobiografía, en la que le reconoce como uno de los artífices del éxito de los Hermanos Marx en el cine. Y digo “en el cine” porque los Marx eran grandes estrellas (de muy largo recorrido) en los escenarios, pero hasta que Thalberg no redefinió sus películas, no alcanzaron el éxito cinematográfico.

Irónicamente el protagonista de este documental, Robert Evans, entró en el cine de la mano de Thalberg, para ser exactos, interpretando al exitoso ejecutivo.

Después de haber sido actor (radiofónico) infantil y haber intentado, sin éxito, actuar en el cine ya siendo adulto, hacia el final de los años cincuenta  disfrutaba de  una próspera carrera como directivo de una rentable empresa familiar de ropa en Nueva York (“nosotros pusimos de moda los pantalones de mujer” ).

Hasta que un día, durante un viaje de negocios en Los Ángeles, decide darse un baño en la piscina de su hotel y una mujer se le acerca y le pregunta si es actor. La mujer era, ni más ni menos que la viuda de Thalberg, Norma Shearer , una gran estrella en los primeros años del sonoro (probablemente hoy poco conocida) que a menudo representaba el papel de mujer fuerte y poco convencional, que no se dejaba dominar por ningún hombre (sí, hubo un momento en que ese tipo de personaje femenino triunfaba en Hollywood)

Así pues, Shearer propuso a un este desconocido para representar el papel de su marido en  la película basada en la vida de  Lon Chaney “El hombre de las mil caras” 

A partir de ese golpe de suerte, Robert Evans participó en Fiesta película basada en la novela de Ernest Hemingway que, por algún motivo, se negó en redondo a que Evans interpretara el papel del torero, así como (casi) todos los actores del film (Ava Gardner, Tyrone Power…) que juntos firmaron una petición al productor, Darryl F. Zanuck, para que le echaran de la película. Cuando Zanuck (otro productor/directivo mítico) se presentó en el rodaje, al parecer tomó un megáfono delante de todo el equipo artístico y les dijo, muy claro, que el reciente actor se quedaba en la película y al que no le gustara, podía irse.

En ese momento, Evans  lo vio claro: no sería un actor siempre pendiente de un nuevo contrato, sino el que coge el que decía quién trabajaba y quién no. Y en esta película nos explica cómo llega a serlo.

Así pues, esta película es imprescindible para los que quieran saber qué hay detrás de un rodaje, pero también una película sumamente divertida y apta para cualquier amante de las historias rocambolescas, llenas de giros sorpresa, golpes de suerte (o mala suerte), sucesos increíbles y por lo tanto reales.

Y por último, no  decepcionará a los que quieran conocer anécdotas jugosas sobre famosos como Jack Nicholson (el hombre que consiguió que le devolvieran su casa), Steve McQueen (que no consiguió caerle mal aún después de fugarse con su mujer), Frank Sinatra, Mia Farrow…

viernes, 11 de octubre de 2013

El jovencito Frankenstein (1974) - Se pronuncia "Fronkonsteen"


En estos momentos que estamos sufriendo, de vez en cuando necesitamos desconectar de los problemas cotidianos. Hay muchas maneras de hacerlo, y ver una buena película es una de ellas, una buena y divertida película como “El jovencito Frankenstein”.


Frederick Frankenstein (Gene Wilder) es un cirujano que quiere esconder a toda costa su parentesco con su tristemente célebre abuelo, el Barón Víctor Frankenstein. Pero cuando debe viajar al pueblo de su antepasado para conocer el testamento, Frederick descubre el laboratorio y diario de vida del Barón, despertándose en él los deseos de dar vida a materia muerta. Ayudado por el jorobado Igor (Marty Feldman) y la hermosa Inga (Teri Garr) crea una criatura (Peter Boyle) que sólo busca ser amado. 
El “Jovencito Frankenstein” es una parodia de la novela de Mary Shelley pero también homenajea los filmes clásicos de Frankenstein, de hecho, la mayoría de los artilugios del laboratorio son los mismos que se usaron entonces. Pero sobre todo caricaturiza la película de 1939 “The Son of Frankenstein” más que ninguna otra.

Esta fue la última película en la que Boris Karloff interpretó al monstruo de Frankenstein

El director de este peliculón es Mel Brooks, probablemente una de las personas más divertidas de Hollywood, Broadway y de la vida en general. Fue co-creador de la serie “Super agente 86” y productor y director de algunas de las películas más hilarantes de la historia, como “Los Productores”, “Máxima Ansiedad” (estas dos pelis junto a la del “Jovencito Frankenstein” forman mi trío de películas anti-bajones), “El misterio de las doce sillas”, “Sillas de montar calientes”, “Spaceballs”, “Silent movie”, entre otras. También produjo “El hombre elefante” y el remake de “La Mosca” de David Cronemberg, aunque no aparece en los créditos ya que eliminó su nombre porque no quería que la gente pensara que se trataba de comedias.


Los guionistas fueron el propio Mel Brooks y Gene Wilder. Gene Wilder es, sin duda, uno de los mejores actores de comedia del mundo, aunque tengo la sensación de que se le suele infravalorar, y sí, a mi me gustan sus comedias con Richard Pryor y me da igual lo que opinen los demás. Además de co-guionista fue el protagonista de la película, ya que interpretó a Frederick Frankenstein, es decir, al jovencito Frankenstein, aunque en realidad ya no era tan jovencito porque Gene Wilder entonces tenía 41 años. También fue el quien concibió la historia. Según Mel Brooks cuando Gene Wilder se unió al reparto de “Sillas de montar calientes”, pidió a Brooks que su siguiente película estuviera basada en una idea que había tenido.


Todo en esta película roza la perfección, desde su magnífica fotografía en blanco y negro, hasta su maravillosa música. Pero el punto fuerte de esta obra son sin duda los personajes, estupendamente perfilados del primero al último, y que encajan en los gags (al más puro estilo Mel Brooks) como perfectas piezas de un puzzle sideral (como diría el Gran Wyoming): el monstruo, interpretado por Peter Boyle, salvaje, divertido y, en ocasiones, conmovedor, y eso que apenas tiene diálogos; un inolvidable Marty Feldman como Igor, la estricta ama de llaves Frau Blücher (un caballo relincha) interpretada por Cloris Leachman, la bella y perturbadora Inga (Teri Garr), Madeleine Kahn como Elizabeth la novia calienta-braguetas, y no olvidemos un cameo épico: el de Gene Hackman como el ciego del bosque.  
Por cierto, para los que habéis visto la peli, la última frase que dice el ciego (“No te vayas todavía, iba a hacer un expresso”) no estaba en el guión, fue algo improvisado por Hackman. Destaco aquí a mi personaje favorito: el inspector Kemp 
(Kenneth Mars), un oficial de policía que alienta los motines contra el castillo de Frankenstein y que lleva un parche en el ojo y sobre ese parche un monóculo. Tiene un brazo ortopédico que se encasquilla continuamente y un acento tan cerrado que ni siquiera la gente de su propio pueblo lo entiende.


En 1974 la banda de rock Aerosmith hizo un descanso tras una larga noche de grabación y decidieron ver “El jovencito Frankenstein” . A la mañana siguiente Steven Tyler escribía uno de los mayores éxitos de la banda, “Walk this way”, basándose en la primera escena de Marty Feldman, la de “walk this way...this way”.



En el año 2007 se realizó un musical en Broadway sobre la película, y estuvo representándose dos años. Si lo vuelven a poner, yo ahorro y voy, lo tengo claro ¿quién se apunta?


Moniruki

viernes, 4 de octubre de 2013

El rock de la cárcel (Bandits, 1997)

En una prisión femenina de Alemania unas reclusas que han montado un grupo musical, con el beneplácito del alcaide y la junta de reinserción de presos, buscan a alguien que sepa usar las baquetas de la batería. El cásting es desesperante.

Las cuatro bandidas


Finalmente aparece alguien aceptable. Al ritmo de “all along the wachtower”, de Bob Dylan, comienza el film de Katja von Garnier, una joven directora que decide imprimir a esta historia alguna imagen de videoclip.


Títulos de crédito (Si afináis el oído oiréis  hablar castellano)

Al penal acaba de llegar Emma Moor (Katja Riemann), le acaban de meter una condena de muchos años por haber asesinado a su pareja, que la maltrataba, harta de tanto soportar sus golpes. No vale la rebaja de años por defensa propia. A esta música de jazz le cae una condena severa.


Las reclusas

Mientras tanto, en la capilla, las reclusas rockeras siguen ensayando. La más veterana, Marie Irrgang (Jutta Hoffmann) es una reclusa con una patología psíquica que la lleva a intentar suicidarse repetidamente. Lleva una larga condena por envenenar a su marido. Toca el órgano con las muñecas vendadas. Angelika “Angel” Kleinschmidt (Nicolette Krebitz) es una pequeña estafadora, encerrada por matrimonio fraudulento, que se pelea con el bajo. Como líder indiscutible del conjunto musical figura Ludmila Nabiba, “Luna” (Jasmin Tabatabai) una violenta atracadora que desfoga su rabia mal digerida rasgando las seis cuerdas de una guitarra.

El rock de la cárcel

Sea como fuere, la torturada Emma, un buen día, descubre la batería y empieza a darle caña. Ya tienen batería, aunque a Luna, que huele la rivalidad, no le hace demasiada gracia que otra gata rebelde haga peligrar su liderazgo. Luna ve en la música la única salida de su vida. Hasta manda maquetas a las discográficas.



La junta de reinserción de presos decide que esta banda de rock actúe en el baile anual de la policía. Desde que se inscriben, para oler un rato la calle, aunque sea rodeada de bofias, deciden darse el nombre de bandits, que suena a banda y bandidas. Yendo camino del concierto, el típico madero facha, machista y prepotente, al que sólo le falta hacerse hincha del atlético de Madrid, ya me entendéis, decide reírse de ellas. Luna, aprovecha el momento de bajarse del furgón para darle la paliza de su vida al madero. Emma ve la oportunidad de escapar. Agarran la furgona y se largan del baile de la policía convirtiéndose en fugitivas de la ley.

Camino al concierto

Se sienten frustradas de que, por ser mujeres nadie las considere peligrosas. Bueno, Emma, no. Lo que ella quiere es largarse del país pero ya. Marie dice conocer a alguien en el puerto de Hamburgo que las puede embarcar hacia América del sur. Mientras tanto, una noche, en un pub de mala muerte, aprovechando el descanso del grupo que toca, ellas se adueñan del escenario y tocan hasta que aparece la policía y entonces toman de rehén a un yankee guapete, West,  que para en el lugar (Werner Schreyer, el modelo de Hugo Boss)

Un rehén de Hugo Boss

Eso hace que un avispado directivo de discográfica, con enormes aspiraciones, sobre todo nasales, decida aprovechar el tirón de las bandits para hacer negocio. De repente se convierten en un fenómeno de masas. Venden discos como rosquillas y allá donde van la gente espera sus conciertos. Hasta la policía se debate entre ir a arrestarlas o  avisar del concierto a sus amigos. Y así las bandits, a veces disfrutan y a veces reniegan de su popularidad, amenazadas por el comisario Schwarz (Hannes Jaenicke) y la inspectora Ludwig (Andrea Sawatzki).  Y hasta aquí puedo leer. De las casi dos horas de la peli no creo que os haya contado ni la mitad.

Huir y tocar

A medio camino entre el drama y la película musical, quizá más bien sea una “película con canciones de rock potentes”, esta cinta cercana a la estética videoclip, mezcla realidad y retazos oníricos. Es una peli simpática, desenfadada, con buenas canciones y con bastante gracia.

Momento pelín friki del film

Habría que añadir, además, que las actrices aprendieron a tocar sus instrumentos y ensayaban como un grupo. Cuando acudieron en el 97 al festival de cine de San Sebastián, las dos actrices que  promocionaban la peli (Riemann y Tabatabai) dieron un concierto acústico muy majo. La peli, proyectada en la seccón Zabaltegi, optaba al premio a nuevos directores (von Garnier) Ya no recuerdo si ganó o no, sólo que la peli me hizo mucha gracia y que acabé comprándome la banda sonora. Llegaron a estrenar la peli en España un año después.




Es una historia simpática de unas jóvenes en circunstancias difíciles. No ahonda demasiado en sus historias personales porque se centra en la música y el fenómeno de fans, pero tiene su cierta gracia y se deja ver. Para pasar un rato entretenido no está mal.


BANDITS (1997)

Nacionalidad: Alemania.
Duración: 109 minutos
Dirección: Katja von Garnier.
Guión: Katja von Garnier, Uwe Wilhelm
Fotografía: Torsten Breuer
Drama; musical
Reparto:

Katja Riemann: Emma Moor
Jasmin Tabatabai: Ludmila "Luna" Nabiba
Nicolette Krebitz: Angelika "Angel" Kleinschmidt
Jutta Hoffmann: Marie Irrgang
Werner Schreyer: West
Hannes Jaenicke: Comisario Schwarz
Andrea Sawatzki: Inspectora Ludwig

Por último, y si tenéis mucho interés. Podéis verla, eso sí, en versión original.

Buen finde,

Juli Gan