Ava Gardner era una mujer preciosa, no en vano la calificaron de el animal más bello del mundo, no la mujer, si no de entre todas las criaturas que existen, era la más bella. No sé quien dio a conocer esta afirmación, pero sin duda alguna yo estoy de acuerdo con él o con ella.Pero Gardner además era una buena actriz, una actriz de profesión aunque por culpa de su físico, (o no!), predominaba más su belleza que su actuación. A veces y sin tener nada que ver la una con la otra me recuerda mucho a la manera de ser de Greta Garbo, de hecho no estaban interesadas en la fama, y a veces ni en actuar, eran chicas de campo, una de Carolina del Norte y la otra de Estocolmo, y la fama les sobrepasó a las dos, de distinta forma , por supuesto....
Ava no era de las actrices que particularmente me gustaran más pero he de reconocer que su belleza atrae como un imán.
Hace años tuve la oportunidad de poder ver La condesa descalza en pantalla grande, y después de tantos años aún tengo grabada en mi retina la escena del barco, cuando están todos observándola y ella, en la proa, se tapa con la toalla pero lo piensa mejor y desafiándolos a todos se la quita y se estira en el suelo, impresionante!!! y verlo en cine es más que espectacular!!!.
Soy cinéfila , lo reconozco, pero además mi mitomanía me pierde y cuando veo un libro sobre biografías de actores o actrices me lo compro. Hace un tiempo me compré un libro de Marcos Ordoñez que se llama Beberse la vida: los años de Ava Gardner en España.
Interesantísima lectura y altamente recomendable para conocer los años en que Ava se “escapó” a España y donde las malas lenguas, las leyendas urbanas o quizás simplemente la verdad, decían que literalmente cerraba los bares de la capital. Atrapada por ella misma, por su fama y por todos lo que la envolvía, Ava no tuvo una vida feliz , pero a nosotros, afortunadamente nos quedan sus películas y su belleza en ellas.
Por cierto si alguna vez vais a Tossa de Mar, un pequeño pueblo de la Costa Brava, donde se rodó Pandora y el holandés errante, hay una hermosa estatua dedicada a ella.
Ahora Isaki Lacuesta, cuya última producción había sido Los condenados, ha dirigido con la producción de TCM Classics un excelente documental sobre Ava: La noche que no acaba, en la que hace referencia al libro de Ordoñez que antes he comentado.
Estuve con la boca abierta desde el primer momento del metraje, con las voces de Ariadna Gil y Charo López representado a una Ava joven y otra más madura, y empieza con la llegada de Ava por primera vez a España, de hecho era la primera vez que salia de los Estados Unidos y llegó a Tossa de Mar para rodar Pandora.
En sus memorias ella decía: "De todas las condenadas películas que hice, Pandora sea quizás la menos famosa y sin embargo casi nada me ha influido tanto. Esa película cambió mi vida". Para ella estar en España fue su válvula de escape a una sociedad y a unos estudios que la tenían prisionera.
En La noche que no acaba sigue el rastro de Ava, una vida alocada , exagerada y llena de flamenco, toros y alcohol.
A través de entrevistas e imágenes de la época, la película recuerda sus relaciones con los toreros Mario Cabré y Luís Miguel Dominguín, en la cinta Lucía Bose confiesa que Ava le dijo que ella se casaría con el diestro porque seria la madre de sus hijos.
Además hay la entrevista interesante de su doble en la playa, y de Silvia Marsó, cuando muy jovencita, casi debutante le pidió consejo cuando trabajaron juntas en Harem, la última película en la que trabajó en nuestro país.
Vuelvo a decir: muy recomendable!!!
Y aprovecho para desearos unas felices vacaciones, Zinéfilas se despide de vosotros hasta principios de setiembre en que volveremos con la energias renovadas.
Un abrazo
Bargalloneta
































