Esta película de 2007, protagonizada por Sandra Bullock, se tituló en inglés simplemente Premonition y en España se le añadió la coletilla de 7 días, añadido que resultó curiosamente premonitorio, ya que, unos años después, en 2015, se estrenó Premonición, con Anthony Hopkins, Abbie Cornish y Jeffrey Dean Morgan, que originariamente, en inglés, se titulaba Solace.
En el canal Mad han programado estos
dos filmes en una misma tarde, uno después del otro, y los han titulado Premonición (7 días) y Premonición (Solaz), de manera un tanto
confusa, hasta el punto de que llegó a pasárseme por la cabeza que formaban
parte de una especie de saga o serie. Pero no. No tienen nada que ver el uno
con el otro.
Yo hoy os hablaré de
Premonition: 7 días, con Sandra Bullock, y quizás otro día me anime con el
otro.
Premonition (le quito la coletilla de ahora en adelante) es básicamente un thriller de
suspense que pasó en su época bastante muy desapercibido. En los Estados Unidos
tuvo una acogida en salas entre mediocre y buena y en Europa y Sudamérica fue un
poco peor.
La crítica tampoco le fue, en
general, favorable y esto me sirve de perfecto ejemplo del sexismo y la
misoginia de la crítica cinematográfica. Todavía hoy he podido leer en alguna
reseña que un aspecto negativo de Premonition es que su trama “se limita a lo
cotidiano” o que “lo que pasa no es importante”. Os traduzco gratis: no suceden
cosas masculinas y lo que les pasa a las mujeres no nos interesa. No tengo ni
media duda de que, si en vez de UNA prota ama de casa, Premonition tuviera UN
prota, pongamos, desarrollador de videojuegos, esta peli sería de culto, porque tiene cualidades para ello.
Bueno, tras la pataleta
necesaria, ya ha llegado el momento de exponeros el high concept de Premonition, aunque yo no lo voy a
exponer muy high, sino a mi manera.
Allá voy. Un ama de casa
acomodada, de casoplón en las afueras y Volvo para llevar a las niñas al
colegio de élite, vive una experiencia raruna. De pronto, le bailan los días.
Se acuesta un domingo por la noche y se levanta un miércoles; de ahí vuelve al
lunes y luego salta al sábado, al jueves, al martes, luego al viernes… No es
así exactamente, pero más o menos. Y así continúa, a lo loco, durante los siete
días del título, durante una semana. Solo que, durante esa semana, su marido
fallece en la carretera, se entera de que tenía una aventurilla, su hija sufre
un accidente doméstico, la internan a la fuerza en un psiquiátrico… En fin, muy
mala semana para vivirla desordenada y saltando adelante y atrás en el tiempo,
cosa que, quieras que no, te lía y te confunde mucho.
El guion no tiene fisuras. Todo
encaja bien y de forma natural, nada forzada. Fluye. Y la intriga está bien
trabajada. La tensión se mantiene perfecta durante todo el metraje y la atmósfera
inquietante funciona desde el principio; desde las primeras escenas sabemos que
en ese escenario idílico de periferia adinerada y familia reluciente va a caer
una bomba de neutrones que va a dejarlo todo patas arriba. Y mola.
El peso de la peli cae del todo
sobre Sandra Bullock; prueba de ello es que el resto del elenco es un elenco de
perfectos desconocidos, a excepción del grandioso Peter Stormare, que hace un papel
breve, pero desasosegante, como siempre o casi siempre. La diferencia es que en esta peli sale incluso guapete (ved foto), pero sigue dando miedo.
Bullock está correcta. Esta señora, que a mí me cae bien, no sé por qué, porque no ha hecho gran cosa en el cine, no es un dechado de expresividad, pero esa templanza le va bien a su personaje, porque no necesita intensidad ninguna: bastante intensito es ya lo que le pasa.
El final de Premonition es
agridulce. Si de mí hubiera dependido, le habría quitado ese poquito de dulce y
el mensaje final pelín ñoño, pero confieso que la calmada escena final supone
un cierto alivio, tras tantos minutos de tensión.
El director es Mennan Yapo, un
alemán de evidente ascendencia turca, nacido en 1966. Premonition fue su
segundo film largo, de manera que solo tiene uno anterior, Lautlos (en inglés
Soundless), que rodó en Alemania en 2004. Lautlos pasó con más pena que gloria
por la taquilla, pero se llevó el Premio Especial del Jurado en el prestigioso
Festival du Film Policier de Cognac. De ahí, Yapo saltó a Hollywood, hizo
Premonition y no me consta ningún trabajo posterior suyo.
Y hasta aquí lo que me apetece
contaros sobre esta peli que no os cambiará la vida, pero no sale nada mal
parada. Se despide vuestra amiga
Noemí Pastor