Tú a Londres y yo a París.
Dos pelis filmadas prácticamente en la misma época , europeas, que cuentan un par de historias que, casualmente, tienen el trasfondo común de las relaciones homosexuales fememinas tan mal vistas por las familias de sus protagonistas, añadiendo, además, que pertenecen a la misma religión, y, sin embargo difieren en que si la británica es un drama, la francesa es una comedia; la británica se debe al corsé asfixiante de una comunidad religiosa hasídica (judía ortodoxa) mientras la francesa narra las vicisitudes de la hija de una familia algo más liberal en lo religioso por abrir la puerta de su armario y romper con los tabúes. Este segundo film opta por tratar la historia con el desenfado habitual que tienen los franceses a la hora de contar sus historias para el cine.
Disobedience con spoiler espolvoreado
Como decía arriba, Troyana nos obsequió con un estupendo artículo sobre esta película dirigida por el chileno Sebastián Lelio que narra con exquisita sobriedad la vuelta a casa de Ronit (Rachel Weisz) tras la muerte de su padre, su reencuentro con Dovid su, digamos, hermanastro, porque así parece que se criaron, que resulta que se ha casado con Esti (Rachel McAdams) que lanza furtivas miradas a su ahora cuñada lo cual nos indica, de una manera tan sutil, que su historia de amor en el pasado fue el desencadenante de la huida de Ronit del hogar paterno desde Londres a Nueva York.
Haciendo tímidas manitas (Disobedience)
Ronit ha dejado atrás las marcadas tradiciones de su comunidad y a punto está de trasgredir la norma, sin quererlo, de tocar, ella, mujer y, por tanto, impura, a su hermano nada más llegar. ¡Cosa impensable, por Jehová bendito! Y allá está Esti, con su peluca, porque, como mujer debe ocultar su cabeza por impura, que intenta ser una buena esposa aunque se muere de ganas (McAdams está soberbia) de abalanzarse sobre Ronit desde que vuelve a verla.
Los gustos y los colores, otra comedieta de Netflix.
Simone (Sarah Stern) es una eficiente economista parisina nacida en el seno de una familia hebrea mixta ya que el padre es sefardí y la madre, askenazí. La única chica entre de los tres hijos que conforman la familia Benloulou. Simone lleva tres años de relación de pareja con Claire (Julia Piaton) sólo que sus padres siguen creyendo que son "compañeras de piso". Simone está fuera del armario hasta en su trabajo pero no con sus padres y su hermano mayor. Su otro hermano, Nathaniel es el único que lo sabe, pero aún así Simone no se atreve a decir nada en casa porque cree que mataría de un disgusto a su padre, que ya sufre demasiado al saber que Nathaniel es abiertamente gay.
Simone está a punto de dar la patada a la puerta de su armario familiar cuando aparece Wali (Jean Cristophe Folly), un cocinero francés de familia senegalesa por el cual se siente atraída, cosa que nunca antes le había pasado con un varón. A partir de este punto Simone va dando bandazos. Comienzan los problemas confesando su infidelidad y no sabiendo muy bien qué hacer con su vida. Menos mal que se acaban de inventar esto del poliamor, a ver si cuela, y nos intentan hacer creer que es capaz de vivir la vida loca con su mujer rubia y su novio moreno.
Celebrando 3 años de convivencia, Nathaniel y su novio se muestran orgullosos de Simone (Les gôuts et les couleurs)
Mujer judía lesbiana busca:
Seguramente estéis pensando en qué tienen que ver un serio drama anglosajón con una comedia francesa ligera y algo inconexa. Realmente, poco, pero ha sido la casualidad que traten un tema como es el de la homosexualidad femenina en el seno de familias de religión hebrea. Es cierto que en el caso de la británica, el ambiente de la comunidad ortodoxa es una pieza clave mientras que en la comedia francesa sirve como contraposición a las otras tradiciones religiosas "del libro" de las que provienen la novia cristiana y el novio musulmán, como por ejemplo es el hecho de que el cocinero senegalés no pruebe el cerdo y Simone, sí, cosa que, curiosamente, Esti no haría, Ronit quizá sí.
Hay otro punto clave que une a las dos pelis y es la decisión que han de tomar sus protagonistas. Mientras en Disobedience se presenta como algo que es posible, gracias, sobre todo a las determinaciones que toman sus personajes, (Significativo es el abrazo que acaba fundiendo a Dovid con las dos mujeres), la chapuza final de la comedia dirigida por Myriam Azizi se carga la peli dándole un final incomprensible, poco creíble y precipitado después de tanta diatriba. Mejor lo resolvió Paco León en "Kiki, el amor se hace" donde nos explica que es el poliamor. Porque está claro que nos quieren meter esta posibilidad de esilo de vida como sea.
Al final, ambas historias se centran en decidir sobre su vida. Tanto Esti en Londres como Simone en París resuelven un final que queda, como ya he dicho, natural en la primera y forzada e irreal en la segunda.
Al final, ambas historias se centran en decidir sobre su vida. Tanto Esti en Londres como Simone en París resuelven un final que queda, como ya he dicho, natural en la primera y forzada e irreal en la segunda.
Seguro que alguno le está dando a la cabeza pensando en otros títulos con equívocos lésbicos dentro de comunidades hebreas como "Yentl" o "Besando a Jessica Stein", pero ni son actuales ni están centradas en esta Europa en la que vivimos.
Hasta otro rato,
Juli Gan
2 comentarios:
Hola JUli
estupenda reseña y gracias por la mención.
Intenté en su día encontrar la pelí francesa a la que aludes y a día de hoy se me resiste. Por lo que mencionas,con tratamiento muy diferenciando,ambas películas,la inglesa y la francesa tienen como telón de fondo una temática común: una historia de amor entre mujeres en el seno de la comunidad judía.
Estoy muy de acuerdo en relación a lo que mencionas del poliamor,pues no siempre a mi modo de ver es introducido de forma acertada en las historias lésbicas en el cine.A veces mi impresión es que se intenta añadir de forma poco natural incluso forzada.Así me pareció en "Kiki,el amor se hace" y no por poner un ejemplo de acierto,en la serie "Yo,tu y ella" donde pienso se hizo con mayor tino y fortuna.
Por supuesto son impresiones mías, subjetivísimas.
Volveré a probar suerte buscando la película francesa a la que aludes y si la veo, te hago llegar si quieres,mis impresiones.
Un saludooo y gracias por esta interesante reseña.Ha sido una feliz vuelta al curso "blogero".
Juli
vuelvo porque por fin vi la peli francesa "los gustos y los colores".Me ha parecido una peli ligera y por momentos como dices,inconexa.
Hay escenas divertidas pero estoy contigo en la idea de que el final es precipitado y no muy creible.No parece probable que el poliamor sea la solución a todos los males.A veces incluso me da la sensación de que es como un "atenuante" para calzar una relación lésbica en un entorno en este caso hostil.
Aún con todo, como entretenimiento,no está mal,aunque tal vez,podrían haber resuelto de otra manera,de ser yo la directora,por ejemplo,la habría dejado sola,tomándose un tiempo para ella después de tanto vaivén sentimental y ante una situación que denota confusión y muy poco convencimiento hacia ninguna de las opciones que se le presentaban.
Un saludo y gracias por el descubrimiento
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