Lo sé. Hoy no tenéis tiempo de leer blogs. Os han dado las vacaciones, tenéis que desplazaros o estáis muy liados con los preparativos de la cena de mañana y aún os falta un regalo que deberíais tener para ayer. Así que prometo no entreteneros mucho y el único propósito de ésta entrada es sacaros una sonrisa y traeros un poco de nostalgia.
El re-estreno de El Rey León en 3D éste mes nos tiene a los de mi generación con el alma en vilo, los pelos de punta y la nostalgia a flor de piel. Porque para aquellos que en enero del año 1994 éramos niños (9 años en mi caso) ésta película nos marcó profundamente.
¿Quién no recuerda el "aaaaaaaaaaaaaaaa cigüeña (como decíamos todos) o el hakuna matata? ¿Quién de mi generación no ha cantado aquello de "yo quiero ser Rey León?". ¿Quien no recuerda a Simba diciéndole a Scar: "no Scar, no voy a matarte, yo no soy como tú"? y dándonos una lección a todos de que se puede perdonar y de que la venganza no es el mejor camino, cuando, si, todos queríamos que lo despeñase por el acantilado.
Aprendimos lealtad de los fieles Timón y Pumba.
Porque eran leales y, sobre todo, eran amigos. Y no importaba que a Pumba le oliera el aliento, estuviese gordo o fuese un cobarde. Tampoco importaba que Timón fuese un pesado, que hablase demasiado y que le chiflasen las faldas hawaianas
Estuvieron al lado de Simba cuando fue un cachorro repudiado y exiliado y Simba matuvo su amistad cuando llegó a ser el Rey León. Allí estaban el jabalí y el suricato, orgullosos amigos, en lo bueno y en lo malo.
Lo mejor de ésta canción no es la frase en sí, hakuna matata, sino lo que nos decía al principio y nos hicieron repetir hasta la saciedad, "Vive y deja vivir", ese gran lema.
Otra emotiva relación de amistad fue la de Mufasa con Rafiki.
También nos emocionamos con la historia de amor de Simba y Nala, y la canción de Elton John, "La Noche del Amor". "Se perderá sus juergas de león y todo por amor".
Y ahora confesad, cuántos gatos y perros habéis oído llamar por el nombre de Simba y Nala.
También aprendimos que la envidia no trae nada bueno. Y que lo importante no es el individuo, sino el grupo cuando la manada, dirigida por Scar, se quedó sin comida. Porque la envidia, la avaricia y la codicia no traen nada bueno.
Nos emocionamos con el re-encuentro entre Simba y su madre, Sarabi, años más tarde, cuando Sarabi creía que Simba habría muerto. La llegada del hijo pródigo.
Y cómo las mentiras siempre se descubren. Pasaron muchos años pero al final Simba, que había cargado con la culpa de creer que había matado a su padre, descubrió que él no había tenido nada que ver con aquello. Porque las mentiras, tarde o temprano, siempre se descubren.
Son incontables los valores, emociones y recuerdos que me trae ésta película, que fue la primera que me regalaron en mi vida. Y ahora, 18 años después, podré volver a verla en el cine y "El Rey León" volverá a marcar a una nueva generación.
Zinéfilaz os desea una muy Feliz Navidad. Sed felices, disfrutad todo lo que podáis, pero sobre todo, tened MUCHO cuidado en la carretera.
Felices fiestas.
6 comentarios:
La próxima vez que la vea será en el Musical!
Hakuna matata!
Feliz Navidad!
hay casualidades en estos mundos de internet que me dejan sin palabras...
estas navidades he comprado solo dos pelis de dibujos animados para unos sobrinillos que tengo...
una ha sido esta... la otra, la bella y la bestia (posteada en vuestro otro blog...)
así que sí... me encanta la peli y me ha encantado tu post navideño!!
feliz navidad truca!!
y muchos besos!!
Hakuna matata!!!
Felices fiestas.
No sería capaz de volver a verla! Mi memoria ha archivado grandes escenas y en el recuerdo me producen mucha nostalgia. No quiero romper esa magia ^_^
Bruja,
qué gran lema: Vive y deja vivir.
Féliz navidad,Bruja,que nada ni nadie te impida entonar el Hakuna matata!
Bsts
Una autentica maravilla!!!!!
és una de las mejores pelis de Disney, sin duda, un gran clásico!!!
petons de Nadal , aunque un poco tarde!!!
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