viernes, 11 de marzo de 2016

Zelig

¿Habéis oído hablar de Leonard Zelig?
¿No?
Woody Allen nos cuenta su vida en este… documental.


Título original Zelig
Año 1983
Duración 76 minutos
País Estados Unidos
Director Woody Allen
Guión Woody Allen
Música Dick Hyman
Fotografía Gordon Willis
Productora Warner Bros. Pictures

Reparto
Woody Allen, Mia Farrow, Gale Hansen, Stephanie Farrow, Garrett Brown, Mary Louise Wilson, Sol Lomita, John Rothman, Susan Sontag


Sinopsis
Falso documental sobre Leonard Zelig, el hombre camaleón que asombró a la sociedad norteamericana de la 'era del jazz'. Su historia arranca el día que miente al afirmar que ha leído Moby Dick, sólo para no sentirse excluido. Desde entonces, su necesidad de ser aceptado lo lleva a transformarse físicamente en las personas que lo rodean, convirtiéndose así en un fenómeno mediático, en una celebridad sin esencia. Testigo de algunos de los acontecimientos más importantes de los años treinta, encaja a la perfección en todas partes porque asume las características tanto físicas como psíquicas de las personas con quien está para caerles bien.




Los seguidores del gran Woody Allen sabemos que en sus películas hay muchas cosas que se repiten… por lo que también son muchos los que dicen que el neoyorquino hace constantemente la misma película cada año…. Algo con lo que personalmente estoy en desacuerdo pero sí que en su cine se repiten muchas cosas.



En 1983 realizó una película en forma de falso documental en la que nos cuenta la vida de un extraño y camaleónico personaje Leonard Zelig, al que da vida el propio Allen, que resulta ser un misterio para todos.

Como todo documental, se van alternando imágenes reales en blanco y negro sobre los años 20 en los que se desarrolla la historia, imágenes “reales” de la vida del propio Zelig con “entrevistas recientes” (alrededor de 1968) ya en color con diferentes “testigos” o “estudiosos” del protagonista, logrando con todo ello convencer al espectador de que le están contando hechos reales.



Teniendo en cuenta los medios disponibles en 1983, en Zelig nos resulta verdaderamente sorprendente cómo Woody Allen logra convencernos de que estamos viendo un documental real. Para que las imágenes parecieran reales, es decir, antiguas y sucias, los técnicos ensuciaron y estropearon las cintas logrando así ese efecto. También lograron incluir imágenes de Zelig en secuencias reales de la Alemania nazi o de la época de la Depresión Económica de Estados Unidos.



En cuanto a los diferentes cambios físicos que experimenta el protagonista y el argumento en sí, no dirá apenas nada porque lo bueno es ir descubriéndolo poco a poco con ese sentido del humor característico que caracteriza al director.

La actriz y pareja del director entonces, Mia Farrow da vida a la Doctora Fletcher, que fascinada por Zelig, se encarga de estudiar el caso y tratar de dar una explicación a los hechos que se nos relatan.



Como ya he dicho, no se trata de una película convencional por lo que sólo la recomiendo a los fans de Woody Allen –los que no la hayan visto todavía, claro- o para aquellos que disfruten de ver una maravillosa rareza ya que disfrutarán son esta extraña y diferente propuesta del gran Woody Allen.


6 comentarios:

ricard dijo...

Me parece una de las mejores películas del director, por lo ingenioso de la idea que la sustenta (ese hombre camaleón en el que todos podemos sentirnos reflejados hasta cierto punto) y por su perfección técnica.

Saludos.

TRoyaNa dijo...

Ya sabes que soy fan incondicional de Woody Allen,sin embargo siempre se me resistió esta película,así que la buscaré. Por otra parte,coincido contigo en que en su filmografía hay signos de identidad identificables que se repiten,pero desde luego, también hay giros radicales en el género y en el tratamiento de sus películas,como puede ser las comedias de sus inicios y por otra parte, algunas películas de corte mucho más filosófico y de alguna manera "serio"y profundo como podría ser "Match Point".
Particularmente disfruto tanto de estos cambios como de esos signos de cuño propio.
Un saludo.

Manderly dijo...

ricard,
desde luego ingeniosa sí que es, sobre todo si tenemos en cuenta la época en la que se realizó... y realmente nos llegamos a creer la historia.
Saludos.

Manderly dijo...

TRoyaNa,
yo también tenía esta película un poco de lado, pero merece la pena, ya verás... No la dejes pasar...más.
Todo lo de Woody Allen merece la pena.
Saludos.

Teo Calderón dijo...

Los que aún sostienen que Woody Allen siempre hace la misma película se delatan a sí mismos como espectadores poco atentos o más probablemente, como auténticos desconocedores de su obra. En fin, su apreciación tiene tanto sentido como asegurar que John Ford se repetía, o que Howard Hawks rodaba siempre el mismo western.
Esta peli que nos ocupa, es un filigranesco y virtuosista ejercicio que toma las formas –como ya decís– de un falso documental satirizante (con mayor alcance del aparente) que no duda en utilizar todos los ingredientes y la forma tradicional de presenta­ción de esos estudios de personalidades (que con frecuencia hemos podído ver emitidos por cadenas de televisión), escru­pulosamente reproducidos con tanta brillantez como inteligencia para dar forma a este breve, divertido –pero serio– y sorprendente trabajo del autor de "MANHATTAN" que una vez más daba un salto en el vacío en la mejor etapa de su carrera.
Un saludo.

Manderly dijo...

Teo Calderón,
somos muchos los que sabemos apreciar el talento de Allen. Espero que los que lo critican sea después de haber visto su cine... y si es así pues sobre gustos ya no hay nada que decir.
Para aquellos a los que nos gusta, "Zelig" es imprescindible.
Saludos.