Este es mi homenaje sentimental al cine "de romanos", que por los pelos alcancé a ver en salas enormes y añejas, en sesiones con intermedio, cigarrito y ambigú. Al cine de interminable tele de tarde, o interminable tarde de tele, que tanto da, en casa con sofá y mantita. Al cine de aventuras, de milagros, de buenos sentimientos; al cine violento, voluptuoso y piadoso a la vez.
Nunca había dedicado a nadie una entrada, pero esta quiero dedicarla a mis alumnas y alumnos de cuando servidora de ustedes era profesora de lengua vasca, porque los torturaba sin piedad con Quo Vadis y Los Diez Mandamientos, en primorosas traducciones que grababa de EITB. Espero que algún día me perdonen.
Mucho antes de Wyler
Todo comenzó cuando Lewis Wallace, un militar de vida verdaderamente agitada, publicó en 1880 la novela Ben-Hur: a tale of the Christ.
Casi veinte años después llegó a conocer una adaptación teatral que tuvo bastante éxito: se programó y reprogramó varias veces, gracias a la osadía de subir caballos y cuadrigas al escenario [sí, señoras y señores, se dice y se escribe cuadrigas, no *cuádrigas].
En 1907, cuando Wallace llevaba ya dos años muerto, hicieron una primera peli. Duraba quince minutos, se limitaba casi a la carrera de cuadrigas y tiene el honor de haber provocado uno de los primeros litigios que se conocen sobre propiedad intelectual, ya que se rodó sin permiso de los herederos de Wallace, estos lo denunciaron y la sentencia les dio la razón.
En 1925 Fred Niblo rodó la versión protagonizada por el gran Ramón Novarro, un tipo que se merece un post para él solito. Aunque, a decir verdad, la peli entera carece de desperdicio, pues es el típico desparrame bíblico de los años 20, con unos pedacitos en blanco y negro y otros en tecnicolor y romanas semidesnudas que arrojan flores a los pies de los héroes.
No podía faltar tampoco en esta versión la famosa carrera de cuadrigas, en la que trabajó como assistant director un William Wyler de veinte añitos y, como figurantes entre el público del circo, John Barrymore, Lionel Barrymore, Joan Crawford, Marion Davies, Douglas Fairbanks, John Gilbert, Dorothy Gish, Lillian Gish, Samuel Goldwyn, Harold Lloyd y Mary Pickford.
El peliculón
Y llegamos ya a la madre de todos los péplum, a su apoteosis y canto del cisne, si olvidamos por un momento, que ya es olvidar, el Espartaco de Kubrick, película muy apreciada por servidora de ustedes, pero tan impecable, tan impecable, que carece del encanto kitsch de sus predecesoras.
Llegamos, pues, al clásico de tres horas y media que me sé de memoria, porque cada vez que lo pillo en la tele no me resisto y lo veo. Os juro que recito los diálogos al unísono con Charlton Heston y en varios idiomas, además.
Me quiero detener un momento a homenajear a William Wyler, el director, un tipo tremendamente prolífico, que tocó casi todos los palos y los tocó bien. Además, me acabo de enterar de que nació en Mulhouse, Alsacia, ciudad encantadora que hoy pertenece a Francia y en 1902, cuando Wyler nació, a Alemania. Aprovecho para recomendaros que visitéis Alsacia entera y especialmente, en Mulhouse, la Ciudad del Automóvil, un alucinante museo de coches muy para todos los públicos. Servidora de ustedes no es lo que se dice una loca del motor y, sin embargo, se lo pasó en grande.
Volviendo a la peli, si el éxito popular de un film se mide por la cantidad de leyendas urbanas que genera, a Ben-Hur seguro que le corresponde el dudoso honor de figurar en el palmarés, pues mira que ha dado pie a dimes, diretes y chascarrillos tontos para relleno de un tipo de programa presuntamente cinematográfico que personalmente detesto.
Como Internet es un caldo de cultivo perfecto para estas chorradicas, seguro que, si queréis, las encontraréis fácilmente en la red. Solo os cuento una; bueno, no, venga, dos; las dos relacionadas con las dichosas cuadrigas: que el especialista al que en el film vemos caer al suelo y ser arrastrado y pisoteado por los caballos, murió allí mismo y que durante la carrera se ve un Ferrari rojo. En fin.
La escenita de marras
Lo de Gore Vidal es otra cosa, porque yo al señor Vidal le tengo respeto y me lo creo.
Recapitulemos. El novelista Lewis Wallace había escrito Ben-Hur anegado de amor a Cristo y como exaltación de su fe católica. El también escritor y guionista Gore Vidal no era ni es, a sus casi noventa años, lo que se viene entendiendo por un cristiano ferviente y, al parecer, colaboró muy a su pesar en el guion de Ben-Hur. Tan a su pesar que, al final, no pudo evitar un conflicto gordo con la productora y por eso en los títulos de crédito suele aparecer solo Karl Turnberg como guionista oficial.
Vidal siempre ha sostenido que, en la escena del rencuentro del protagonista Judá (Charlton Heston) con su amigo de la infancia Messala (Stephen Boyd), a Boyd le pidieron que actuara como si estuviera loquito de amor por Heston, sin que este se enterara, claro.
Tanto Heston como Wyler han negado siempre que esto fuera cierto. Vidal, en cambio, lo sostiene y así lo declaró en ese precioso documental que es El celuloide oculto (The Celluloid Closet, 1995).
Repesco la escena para que Vidal lo explique directamente, que lo explica muy bien, y para que ustedes juzguen. A mí, desde luego, siempre me ha parecido que Boyd se lo come con los ojitos y nunca me ha extrañado, porque Heston sería como actor un leñazo, como persona un fascistilla y todo lo que queráis, pero estaba buenorro.
Tachán, tachán
Para acabar, os dejo con la banda sonora, una de las grandes bazas de Ben-Hur, la musicota romanticona, emocionante y épica del gran Miklos Rozsa.
Y envuelta en este fragor de trompetas y timbales se despide vuestra amiga
Noemí Pastor
Ben-Hur (USA, 1939)
Dirección: William Wyler.
Intérpretes: Charlton Heston (Judah Ben-Hur), Jack Hawkins (Quintus Arrius), Haya Harareet (Esther), Stephen Boyd (Messala), Hugh Griffith (Sheik Ilderim), Martha Scott (Miriam), Cathy O'Donnell (Tirzah), Sam Jaffe (Simonides), Finlae Currie (Balthasar), Frank Thing (Pontius Pilate), Terence Longdon (Drusus), George Relph (Tiberius), André Morell (Sextus).
Guión: Karl Tunberg, basado en la novela de Lew Wallace.
Producción: Sam Zimbalist.
Fotografía: Robert Surtees.
Música: Miklós Rózsa.
Montaje: John D. Dunning y Ralph E. Winters.
Dirección de producción: Edward Woehler.
Dirección artística: Edward C. Carfagno y William A. Horning.
Decorados: Hugh Hunt.
Vestuario: Elizabeth Haffenden.
20 comentarios:
Si a mis años no hubiera visto esta película varias veces, sería más ET de lo que soy. Muy buen post. Gracias.
Yo también me apunto al club de fans de Ben-Hur gloria del peplum y estrella absoluta del cine semanasantero.
Al hablar de Ben-Hur hablamos de cine a lo grande, una autentica superproducción de las de antes, con todos los ingredientes para mantener atornillados al asiento a los espectadores en los nada despreciables 3 horas y 34 minutos que dura su metraje.
Los ingredientes principales son un maravilloso guión que trata temas universales: Amistad, traición, venganza, amor y redención.
Las interpretaciones de unos Heston y Boyd en estado de gracia y la de los brillantes(unos)y eficaces(otros)secundarios.
Y por supuesto la mano maestra de Wyler, que maneja de forma impresionante secuencias de acción como la tremenda carrera de cuádrigas o la batalla naval; las dramáticas y románticas muy bien apoyado por la banda sonora de Rozsa y la iluminación de Robert Surtees; y por supuesto las secuencias multitudinarias con miles de extras.
Verás que rompo una lanza por Charlton, facha o no facha a mi me parece un gran actor; su trabajo me gusta especialmente cuando se sale del típico papel de machote duro y chulesco y aporta matices a sus personajes. Me parece que es un actor especialmente dotado para interpretar personajes fuertes pero no faltos de sensibilidad, apasionados y sometidos a duras pruebas. Como ya demostró en "El fuego y la palabra", "El señor de la guerra" y en nuestra "Ben-Hur".
Un saludo y a seguir castigándose con Ben-Hur, que es lo que toca.
Tardes largas de cine, sofá y manta, perfecto para este viernes santo un tanto anodino, je je
Me has hecho retroceder a los años en los que la tele eran 2 canales y la programación de Semana Santa sólo tenía un color. Y menos mal que estaban estas grandes producciones.
Esta misma semana han puesto Quo Vadis.
Wyler era un genio, con cuadrigas y con lo que se le pusiera por delante.
Biquiños
La primera vez que la vi tuve que hacerlo en dos partes, me parecio excesivamente larga (quizas porque tenia solo 14 años y disfrutaba mas con las peliculas "entretenidas" de corta duracion) pero poco a poco le fui tomando mas cariño a esta pelicula y hoy puedo asegurar que me encanta bastante. No cabe duda que es una de las mas representativas en el genero y epoca.
La actuacion de Heston es grandiosa... No cabe ninguna duda.
Genial aporte.
Saludos!
Hola, PEKE. Las y los ET también son bienvenidos en este blog. Bicos enormes.
Hola, DAVID. Me gusta que cites la batalla naval, porque es otra de las joyas de la peli. Yo me he dejado muchas cosas, porque no me gustan los posts exhautivos y algo hay que dejar a los comentarios.
Por supuesto que yo también soy la fan número uno de Heston, especialmente en "Sed de mal". Besos.
Hola, LU. Sí, ya eché un ojo a Quo Vadis y pensé en mis antiguas alumnas y alumnos que se estarían acordando de mí y de mis antepasados.
Te recomiendo "Grupo 7" para pasar una de estas tardes en una sala de cine. Me ha gustado mucho.
Hola, DANIEL. Yo también la vi por primera vez en dos partes: en una sala de cine con intermedio. Pero no cuando se estrenó; soy mayor, pero no tanto. Un abrazo.
Noemi,de entrada,disculpa si faltan acentos,estoy de pascuera y escribo con movil porque no tengo otro medio con internet y no controlo mucho.
No se cuantas veces he visto BenHur,Quo Vadis o Los 10 Mandamientos,enteras y a trozos.En mi casa,Semana Santa sigue siendo sinonimo d este cine en la tele,tan presente como las torrijas.Esta vez,ha tocadoLa Tunica Sagrada.
Charston Heston esta magnifico a todos los niveles,asi que dada la escena que nos traes,no veo descartable su aparicion
en El Celuloide Oculto,documental que se ha mencionado en Zinefilas con anterioridad y que me parece muy recomendable.
bsts
Pues siento ser la nota discordante, antes me quedo con Quo Vadis (aiiii ese Neron (Ustinov) diciendo una para Petronio otra para mi!!! aun lo tengo grabado en mi retina jejjeje) o Espartaco, con ese final de Douglas, me gustan más que Ben Hur, tio al que como tu dices esta buenorro pero yo desde que se declaró amante de los rifles le puse tal cruz roja en mi lista que no he vuelto a ver una peli de él , jjejejejje
petons
Hola, TROYANA. Disculpada. Yo también suelo trabajar con el móvil sin tildes. Es curioso cómo estas pelis se han sumado a las tradiciones semanasanteras, al mismo nivel, como tú dices, que las torrijas o las procesiones. Mil besos.
Hola, BARGA. A mí lo de los rifles no me hace ni puñetera gracia, pero qué le voy a hacer. Le cogí carño mucho antes. Snif! ¡Traedme el vaso de las lágrimas!
Sin duda esta es una de esas cintas imprescindibles para la semana.
Yo también soy forofa de Ben Hur y especialmente de las galeras.
Nunca he entendido muy bien a qué viene ese odio tan repentino de Mesala por su amigo, que o bien era por lo que decía Gore Vidal (hasta ahora pensaba que era una leyenda urbana más, la verdad), o porque se quedaron sin gasolina en la vespa, y le tocó a él empujar.
pd. Buenísima la foto.
No me canso de verla!!
Además un Semana Santa o una Navidad sin este tipo de películas épicas, no es lo mismo!
Es una película imprescindible!
Saludos.
Hola, SARAIBA. Una vez al año es un buen ritmo para requeteverla, ¿no? Besos mil.
Hola, LOQUE. La relación de amor-odio furibundo entre Judá y Messala siempre me ha parecido de manual de psicología, una rivalidad entre machos literariamente muy productiva.
La foto de la moto la tenía en un pendrive desde hace meses y he tenido que improvisar un post para poder publicarla. Besos.
Sí, MANDERLY, la épica y la religión, la Biblia y la espada, de la mano casi siempre. Añádele algunos accesorios morbosos y ya tienes la narración de narraciones. Besos muchos.
Llego tarde, pero llego, después de la semanica de las pelis ad hoc. Habiendo visto parte de Ben-Hur, claro está. Gracias al yankee L.Wallace, me enteré de la procedencia de cada rey mago. La peli es magnífica, aunque larga, me acuedrdo que nos la pusieron en clase y por una cosa u otra, tardamos tres meses en verla entera, años ha.
El trocico de la banda sonora que se usa como marcha militar (El desfile de Quinto Arrio tras la victoria naval, por ejemplo, suele oirse en muchas otras películas peplum)
Un post fantástico este :)
Hola, JULI. Ahora me han entrado ganas de releerme la novela, cosa que hice muy a gusto allá por mi remota infancia. Bueno, no, quizás ya era adolescente. Como siempre he sido aficionada a los relatos mitológicos y a la historia sagrada, disfruté mucho con el novelón. Besos enormes.
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