No tengo término medio. Me pongo
a escribir y, de pronto soy consciente de que la entrada es demasiado extensa.
No me había pasado nunca, yo, la reina de lo escueto. Solución, cortar (no, no
pretendo seguir las tendencias actuales), y por eso me voy a centrar en
filmografía reciente, y dejar para 2013 la posibilidad de retroceder en el
tiempo (aunque parezca ciencia ficción).
En concreto he elegido 5
películas, todas de este siglo XXI. Se me da fatal esto de seleccionar, y puede
que una vez publicada, se me ocurran otras tantas, o más, que podría haber incluido.
En cualquier caso, allá va. Que lo disfrutéis.
Air doll (Hirokazu Kore-eda, 2009)
La protagonista es una muñeca
creada para proporcionar placer. Su rutina transcurre entre las cuatro paredes
de la casa en la que vive el hombre que hace años la compró. De repente cobra
vida, y empieza a observar a su alrededor. Imita los movimientos de una mujer,
los gestos de una niña. Todo le deslumbra, los vidrios de colores de las
botellas, la ropa. Un día entra en un videoclub y allí descubrirá el amor y el
miedo, aprenderá a sentir.
Me ha encantado, la
delicadeza que transmite, las ganas de vivir y la desesperanza. La actriz
principal borda este complicado papel y nos atrapa lentamente.
Un año antes, ya me había
cautivado este mismo director con el retrato familiar de: Still walking (2008).
Se reúnen todos en la casa familiar para compartir una deliciosa comida y
recordar al hermano muerto hace años en un trágico incidente. El sofocante
calor, el abuelo huraño, la abuela afanosa en la cocina, la hija ayudando y
charlando, el hijo que acude a regañadientes acompañado de su actual esposa,
una mujer viuda con un niño. Se entremezclan recuerdos entrañables y dardos
envenenados de reproches. El dolor por la pérdida, y el odio como único
resquicio para superarlo.
Cosas que no se dicen a los padres, deseos que no se pueden hacer realidad.
Faltan adjetivos para
definirla, es una joya.
Despedidas (Yojiro Takita, 2008). Oscar a Mejor película de habla no inglesa. WEB OFICIAL
Parece que todas sus ilusiones se
desvanecen. Toca el violonchelo en una orquesta, pero se disuelve y se ve
obligado a vender el instrumento al no poder afrontar su elevadísimo precio. No
cree en su talento y busca una oportunidad lejos de la gran ciudad. Vuelve al
pueblo natal, a la casa materna que ha heredado. Responde a un anuncio y de
inmediato le contratan, ante su sorpresa. El trabajo que le ofrecen no es exactamente
lo que él esperaba, una agencia dedicada a preparar a los difuntos. La
ceremonia del amortajamiento consiste en lavar, maquillar y embellecer a la
persona ante sus seres queridos. Ha de vencer la repulsión y el estigma social,
y, de paso, no dejar que se hunda su matrimonio.
Ese enclave donde se desarrolló su infancia le devuelve a los tristes recuerdos de su padre, quien le abandonó siendo cuando era pequeño. Y a la ternura de la mujer que regenta los baños públicos.
Delicadeza sería la mejor definición para esta preciosa película. El mimo con el que trata a los muertos, ese respeto infinito. El propio protagonista va cambiando su actitud hacia su nuevo empleo. Un jefe comprensivo le ayudará.
El mensaje de las piedras
lisas, esas manos que ofrecen el paño para limpiar el rostro, esa melodía que
evoca al pasado, ese frío con la llegada de los primeros copos de nieve, el
agua templada en las bañeras calentada lentamente con leña, esa infinidad de
pequeños cuencos y sabrosas comidas. La muerte vista como una puerta, como el
umbral ante otro camino.
Salpicado con momentos de humor y otros de extrema belleza. Me quedo con esas imágenes, tocando el pequeño violonchelo con el que aprendió sus primeras notas, en plena naturaleza.
Salpicado con momentos de humor y otros de extrema belleza. Me quedo con esas imágenes, tocando el pequeño violonchelo con el que aprendió sus primeras notas, en plena naturaleza.
Tres historias: Sawako y
Matsumoto eran una pareja feliz, pero finalmente él decide casarse con la hija
de su jefe... Hiro es un anciano jefe de la yakuza. 30 años atrás era un pobre
trabajador en una fábrica que abandonó a su amada novia por sus sueños de
prosperar... Haruna era una famosa cantante hasta que un accidente de tráfico
le desfigura el rostro....
Ecléctico Kitano desde “Humor amarillo” hasta películas como “Dolls”; no se puede negar su amplio abanico de opciones. Partiendo de las tradiciones, Bunraku, o representación de marionetas, y empleando un precioso mundo simbólico, nos va sumergiendo en la tristeza, abandono, pérdida del amor y de los sueños. La música es parte fundamental del ambiente que se crea, de los silencios, de los paisajes que van cambiando al ritmo de las estaciones: los cerezos en flor, las hojas rojas y el frío manto de nieve final. Fascinante.
Todo sobre Lily Chou Chou (Shunji Iwai, 2001)
Alrededor de Lily se crea una web donde sus fans comparten todo lo que la música de esta cantante significa en sus vidas. Mensajes del foro sobre el negro de la pantalla en caracteres japoneses, dan paso al deslumbrante campo verde de arroz, donde un chico solitario, con su discman entre las manos y los auriculares, se aísla del mundo.
Grupo de adolescentes de un pueblo de Tokio asisten a clase y a su club de estudiantes para practicar Kendo o ensayar con el coro. Inocencia efímera transformada en actos de rebeldía que van ganando en fuerza y brutalidad: robo de un CD de la tienda y de dinero a un hombre que sale del centro comercial; peleas, violencia, humillaciones, acoso, prostitución, violación, MUERTE.
Profesores y familias impotentes e incapaces de llegar al fondo del problema. Pasividad, desorientación, falta de referencias afectivas y de normas, vacío que se llena a golpe de impulsos y que desata conductas aberrantes.
El director ensalza al ídolo
ficticio, compone una hipnótica banda sonora junto a Takeshi Kobayashi, crea una
web y a partir de ahí escribe la novela en la que se basa el guión. Demoledora,
con un exquisito repertorio de imágenes que muestran desde el más íntimo
sufrimiento hasta la fragilidad de una cometa que vuela a lo más alto y cae en
picado sin posibilidad de salvación.
Esto es todo, amig@s.
Sayonara!!!
LU
10 comentarios:
Lu,
primero que nada felicitarte por la entrada.De la selección que nos dejas,sólo he visto una de las cinco que has seleccionado: "Despedidas (Departures)" que siempre cito como una de las películas que más me gustaron en el 2008.Sensibilidad,tradición,familia,una historia que se mueve entre la vida y la muerte,donde también el destino juega su papel, con esa cadencia que los orientales manejan a la perfección.
Por cierto,en el género de thriller hay una película japonesa que me encantó y que si no has visto, te recomiendo sin reservas: "Confessions"de Tetsuya Nakashima,del 2010.No te preocupes que no da miedo,es más suspense,drama y thriller psicológico,que terror.
Pienso en cine oriental en general y otro director que me viene a la cabeza es el coreano Kim-ki-duk.De él,me llegaron especialmente "Primavera,verano,otoño,invierno..." y "Hierro 3".
Volviendo a tu lista,tengo tan buenas referencias de "Still walking (2008)" que no tengo más remedio que verla sí o sí,pero en general,me pongo a buscar las cuatro que no he visto y que tu nos dejas aquí.
Biquiños
El cine oriental lo tengo bastante de lado. Veo poco y en general me gusta. De las cinco que has elegido he visto dos: Air Doll y Despedidas. Ambas me han gustado a pesar de ser muy duras.
Creo que me cuesta un poco entrar en esta forma de comportarse de los orientales tan comedida y tan lejos de los latinos y quizás por eso a veces no acabo de enfatizar con los personajes a los que muchas veces llego a encontrar inespresivos (físicamente inespresivos).
Enhorabuena. Qué entradón. Voy a leerlo otra vez, que me he levantado espesa.
Para mi son todas grandes obras, si se trata de citarlas por gustos me iria primero sin ninguna duda con Still Walking, no es que me disgustgase Air Doll pero prefiero más el "Koreda" más clásico. Luego esa tremenda obra de Shunji Iwai, un adelantado a su tiempo. Dolls y Despedidas, sobre toda esta última. me parecen más bien flojas, pero bien visibles, sobre todo el kitano que es todo color. Me parece estupenda esta idea tuya de dar a conocer estos títulos para que la gente que tiene ciertos miedos al cine asiático se hagan un buena programación casera. Empezando al revés de mis gustos, es decir ver primero Okuribito.
Saludos
Roy
Troyana, tengo Confessions en casa para ver, pero todavía no ha caído. Anoto de todas formas esa recomendación para adelantarla varios puestos.
A mi personalmente el cine oriental me deja muy buenas sensaciones – no todo, por supuesto -. Directores como kim ki Duk, Wong Kar Wai o el maravilloso Zhang Yimou…
Eso dentro de lo más contemporáneo, pero los clásicos son otro universo. No descarto hacer un repaso por los grandes maestros del cine japonés de décadas muy anteriores.
Creo que Still walking te va a encantar. Pero ya me dirás cuando la veas.
Biquiños
Manderly, ciertamente son formas de expresiones muy distantes a lo que para nosotros es cotidiano. Aunque, por suerte o desgracia, la globalización está delimitando las características más tradicionales o arraigadas de un pueblo cada vez más occidentalizado. DE alguna manera conservan parte de sus señas de identidad y las expresiones faciales, por ejemplo, son casi como de otro planeta. La forma despresar emociones y sentimientos, el mundo afectivo. Esa ceremoniosidad en sus reverencias de saludo y respeto.
De las otras tres que no has visto, si te apetece, yo te recomiendo Still walking.
Biquiños
Noemí, gracias, y a despejarse que aún queda fin de semana para disfrutar.
Roy, para mi es muy difícil elegir y después decidir cuál me ha gustado más.
Kore eda, me lo hizo pasar fatal (tuve imágenes de esos niños en mi cabeza durante semanas) con su durísima historia de Nadie sabe. Still walking es una joya, pero Air doll tiene esa mezcla de mundo irreal, inocencia e ilusión dentro de una muñeca que cada segundo descubre fascinada algo de lo que le rodea, que me dejó anonadada. Tanta delicadeza, toda esa carga de sensibilidad…
Lily, tremenda, dura, durísima, etérea, un sinfín de sensaciones. A este director le tengo muchas ganas porque apenas conozco 2 o 3 de sus obras.
Con kitano tengo una relación de amor – no amor, sus mafias no me hacen ni la más mínima ilusión, pero otras de sus pelis me parecen una maravilla. Dolls es como una isla extraña, amarga y con esas imágenes que se nos clavan en la retina.
Gracias y ya sabes que aquí tratamos el cine desde cualquier punto de vista, con perspectivas de lo más variado.
Biquiños
Lu,
El cine oriental siempre me ha fascinado , seguramente por desconocido y por lo poco que conozco de él, sus muchos puntos en común que puede tener con el occidental.
Empecé a ver cine de Ozu, Kurosawa, Mizoguchi.... y todos los grandes hace años y la extrema delicadeza y sensibilidad de muchas de sus películas me atraparon...
sus herederos , los que mencionas tu, han captado la esencia de los grandes y asi lo demuestran cintas como Despedidas que me captivó!!
las otras no las he visto pero tu repaso hace que me vengan ganas terribles de buscarlas y disfrutarlas...
gracias por la entrada!!
petons
Barga, el punto de partida de esta entrada eran los grandes clásicos, Ozu, Kurosawa, Mizoguchi; pero entonces esto se havcía kilométrico, y precisamente me decanté por cine actual porque también hay una gran producción que no llega a las salas comerciales. Pequeños tesoros que a veces descubrimos entre los estantes de la biblioteca, o navegando por la red.
Ojalá disfrutes tanto como yo con las que no has visto.
Biquiños
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