viernes, 4 de septiembre de 2015

Electric Boogaloo: Chuck Norris, aerobic, posesiones y ninjas

Y para volver del verano ¿qué mejor que un documental, verdad? Vale, no suena muy prometedor, pero realmente es ameno y muy, muy divertido: Electric Boogaloo, la loca historia de Cannon Films.

¿Os acordáis de Cannon? Los que seáis asiduos del canal de cine de Paramount aún podéis (queráis, o no) ver sus películas con cierta frecuencia. Resumiendo mucho podríamos decir que fueron los productores de las películas "de" Chuck Norris y Charles Bronson.


De hecho, en el documental, uno de los trabajadores de la Cannon explica que durante un cierto período de tiempo, le pedían que todos los guiones que recibieran los debía poner en dos montones, "los montones de los Chuck": Norris y Bronson.

Y cómo dice "Da igual que se hubiera tratado de Cumbres Borrascosas, hubiera tenido que hacerla Chuck Norris o Charles Bronson". Dejo de vuestra cuenta imaginaros quién hubiera sido más "inolvidable" en el papel de Heathclif.

Sin embargo, despachar dicha productora con tan solo esa definición, sería injusto y mucho menos divertido de lo que realmente es.

Su listado de películas es mucho más amplio y contradictorio: empezaron básicamente con porno suave, o con cualquier argumento al que se le añadían unos cuántos desnudos. Aunque para ello el propio Menahem Golam  se presentara en los rodajes para encargarse de que las actrices se quitaran el sujetador.

Y se hicieron famosos - y ricos - con las películas de acción y explosiones, pero también financiaron cine de autor, al tiempo que inventaban el género de ninjas y  musicales descacharrantes (como el Electric Boogaloo del título), películas ciencia-ficción épicas y hasta estrenaron una película de terror (involuntariamente) apta para todos los públicos.

Reconozco mi ignorancia, siempre había pensado que la Cannon era una máquina de hacer dinero invirtiendo lo menos posible, copiando cualquier fórmula de éxito, ofreciendo bazofia sin rubor alguno.

Para entendernos, siempre les había considerado el equivalente cinematográfico a los fabricantes (y digo "fabricantes" con toda intención) de choped, y sus (sub)productos me producían igual sensación física.

Pero lo que el documental de Mark Hartley nos desvela es qué había mucho más bajo esa fachada, y que en realidad, no se trataba de hacer dinero a través del cine (malo), sino de conseguir dinero para poder seguir haciendo cine (malo) .

Pero empecemos por el principio: Menahem Golam  dirigía y producía películas en su Israel natal, cuando se asoció con su primo Yoram Globus  juntos obtuvieron grandes éxitos (grandísimos) que les hubieran permitido mantener un negocio muy próspero de por vida. Pero los primos, en especial, Menahem Golam  no eran simples negociantes, eran realmente, grandes cinéfilos.

Y el sueño de cualquier cinéfilo es ir a Hollywood, eso y ganar un Oscar, porque esa es la idea, aunque sea difícil de creer, viendo los resultados.

Los primos, en su momento de mayor gloria

Y es que, si algo definía a Menahem Golam  era su amor al cine, de niño, iba al cine unas cuatro veces por semana, y de adulto, junto a su primo Yoram Globus, según los testimonios, solo hablaban de cine, pensaban en cine, y aprovechaban cualquier momento libre para ... ver cine.

Y eso es lo más sorprendente de "Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films", como nos ofrece una visión de Goram como un romántico, dispuesto a hacer cine sea como sea. Pero ¿Por qué un cinéfilo, una persona que había visto cine hasta el delirio, y que lo amaba así, solo hacía películas nefandas?

Según uno de los muchos entrevistados para el documental (cito de memoria): "Todo el mundo tiene malas ideas, pero es que él solo tenía ideas malas". Bueno, eso podría ser una explicación.

Otros entrevistados en "Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films" afirman que tenía que ver con que su gusto eran cien por cien israelí, y que nunca encajó del todo con el gusto de los americanos, especialmente cuando quería hacer cine específicamente americano.

Otros dicen que simplemente no tenían ningún criterio "Si hubiéramos puesto a un mono a escoger guiones, lo hubiera hecho mejor".

Otros, que la velocidad en producir películas era tan sumamente elevada, que era imposible que se pudiera cuidar lo más mínimo cada una de las producciones. Y es que al parecer, la estrategia de la compañía era una constante huída hacia adelante. Jamás había que preguntarse por qué un título había fallado, había que estrenar rápidamente otro, y rezar para que éste triunfara y cubriera las pérdidas del anterior.

Por supuesto el bajo presupuesto tenía algo que ver con la falta de calidad de las películas, y sin duda es lo que justifica decorados de cartón piedra, falta de días de rodaje, y muchas otras carencias.

Pero es que en sus producciones hay algo que no justifica de ninguna manera la falta de dinero, algo que podríamos llamar un plus de mal gusto. Y no solo eso, de incoherencia, de ideas absurdas, de combinar géneros imposibles de mezclar.
Sí, también produjeron Masters del Universo

Y eso es lo que más fascina a Mark Hartley, el director y guionista de "Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films", tanto que se olvida un poco - digamos que pasa sobre ese tema de puntillas - de la forma terrible de tratar a sus empleados y colaboradores de la Cannon y de que probablemente Menahem Golam  y Yoram Globus eran dos personas con las que jamás hubieras querido trabajar (ni conocer).

Y obvia todo esto, quizá seducido por el lado romántico de la Cannon, o quizá demasiado interesado por describir la increíble galería de anécdotas que ha conseguido recopilar ¿y quién no estaría deseando contarlas? Veamos unos ejemplos.

- Cómo Menahem Golam  intentó explicar a un chimpancé que iba a "actuar" en una de sus películas de las motivaciones de su personaje.

- Y cómo, poco después, dicho chimpancé fue sustituido por un enano con un disfraz barato de mono.

- Las increíbles combinaciones de géneros a las que Menahem Golam  era tan aficionado: Aerobic, posesiones y ninjas; extraterrestres y vampiros, extraterrestres desnudas, por supuesto.

- Cuando Menahem Golam  gritó a sus colaboradores que quería a "la chica de la piedra" para protagonizar "Las minas del rey Salomón" y se quedó de piedra (perdón por el chiste) al contemplar a Sharon Stone en la cinta, cuando él esperaba a Kathleen Turner (protagonista de "Tras el corazón verde" y "La joya del Nilo")

Electric Boogaloo, itself

Son tantas y tantas las demostraciones de que la vida y forma de hacer negocios de Menahem Golam  y Yoram Globus era mucho más interesante como guión a cualquiera salido de su productora, que uno no puede culpar a los responsables de "Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films" de que al final, nos haga querer un poquito a esta delirante pareja, y hasta nos haga olvidar aquella vez que renegamos cuando nos pusieron en un autocar, a traición, "Delta Force" o "Desaparecido en Combate 2", que por cierto fue producida antes que la primera porque ...

Si queréis saber por qué, o cómo terminaron produciendo una ópera con Franco Zefirelli, o el último Superman que contó con Christopher Reeve, o cómo se les ocurrió crear la primera películas "de ninjas", os invito a ver esta rápida, ágil y abiertamente humorística sucesión de entrevistas a colaboradores de la productora, empleados y actores, junto a algunas de sus escenas más descacharrantes.

En serio, no os arrepentiréis. Palabra de profesora de aerobic poseída por el espíritu de un ninja.

Loque

9 comentarios:

ricard dijo...

Entre otras hazañas, produjeron "King Lear" (1987), extraña adaptación de la obra de Shakespeare protagonizada por -entre otros- Woody Allen y Molly Ringwald. También aparecía y colaboró en el guión el escritor Norman Mailer, tal vez en agradecimiento por la calamitosa "Los hombres duros no bailan" (1987), adaptación de su novela homónima igualmente producida por Cannon.

Saludos.

loquemeahorro dijo...

Ricard: Sí, sí, hablan de esa adaptación en el documental.

La propia Molly Ringwald confiesa que había una escena en la que tuvo que preguntar si su personaje estaba dormida, muerta, ida o qué, y que no le respondieron absolutamente nada. Delirante, insisto.

Juli Gan dijo...

Jaaaajajajaja. Me parrrto. No puedo dejar de pensar en Menahem Golan cada vez que la Paramount Channel nos echa por enésima vez "Delta force" (Como anoche, again)con el caracartón de Chuck Norris repartiendo coces. Capaz de producir pelis zafias con tufo reaganiano como grandes clásicos de los 80 "flashdance" o "bolero". ¿Y esos polos de limón antes de que aquí se viera otra peli israelí?

Pero nada como los vaqueros ajustados de Michael Dudikoff en otra militarada karatecoide de "el guerrero americano".

No, si al final, sus pelis se ven por cansinas.

Doctora dijo...

Tengo que agradecerte que hayas hablado de este documental, porque no lo conocía y me ha encantado.

Me estaba pareciendo muy divertido, pero cuando han contado la escena del director hablándole al orangután ha sido cuando me he imaginado una peli de esta gente, la historia y los personajes tienen muchísimo potencial.

Aún me río con algunas frases de Menahem como "Hacer películas es como estar en guerra, y en las guerras hay heridos" y de algunos de sus empleados:

"Cannon tenía muy mala fama en Hollywood, de sucios y rastreros... y lo eramos"

"Tenía el guión en la mano y dijo 'Esto es una mierda' y lo tiró a la papelera diciendo 'Quería una película de Hércules para niños y aquí están todo el rato haciéndole mamadas' "

"Menahem dijo 'Tengo una gran idea, quiero juntar a Boris Karloff y Bela Lugosi' y alguien dijo 'Pero si están muertos' "

Doctora dijo...

Si alguien no sabe dónde encontrarlo aquí puede ver el documental entero.

loquemeahorro dijo...

Juli Gan: Te juro que no me había dado cuenta de que Paramount Channel pusiera tantas pelis de esta gente hasta que vi el documental, pero ahora, las veré con otros otros ojos.

Bueno, mentira, pienso seguir sin ver "El Guerrero Americano", aunque Dudikoff me cae mucho mejor después de haberlo visto en esta película. Hast Bo Dereck me gusta más, y Bolero... yo te digo que algún día veré Bolero. Bueno... puede.

Doctora: Gracias a ti por verlo, a mí me parece que es de lo más gracioso que he visto en mucho tiempo.

Las frases son gloriosas, como su proceso creativo: un título, un cartel y ya está, ya había película.

Se me había olvidado lo de Boris Karloff y Bela Lugosi, me sorprende que no quisiera sacarlos de la tumba.

¿Era un orangután? Lo había olvidado, pero no que el director lloraba en el estreno ... de lo mala que era.

Natalia D. dijo...

¡Qué interesante! Sabía de la existencia de estos primos (ver su nombre en los créditos es una garantía de cutrez), pero nunca me había planteado lo que había detrás de sus producciones (suponía que simplemente “amasar pasta”). Desde luego, no podía imaginármelos como cinéfilos, aunque disparatados. No me extraña que, con anécdotas tan buenas, el documental sea apasionante.

Juli Gan dijo...

He visto el documental. Es muy bueno. Corrobora el rumor de lo desesperante que debe ser Sharon Stone. Dan por cierto que cuando rodaron "las minas del rey Salomón" con Richard Chamberlain, el equipo, harto de los humos de la actriz, mearon todos en un caldero donde ella tenía que meterse para rodar una escena. Jaaaaajajaja.

loquemeahorro dijo...

Natalia D: Cada minuto de este documental está hecho para que lo disfrutemos los cinéfilos, aunque este no sea "nuestro género". Y sí, yo también pensé que era gente que tan solo quería ganar dinero, y que lo mismo les daba hacer cine, que vender muebles en un polígono industrial. Pero no, resulta que hacía auténtico amor al cine detrás de tanta película infecta (quién lo hubiera dicho).

Juli Gan: ¿Verdad que es bueno? Sí, se cuenta esa anécdota aunque creo que dicen que fue en la bañera de la actriz, pero es cierto, parece que la fama de "soy la más lista del mundo" de la "actriz de la piedra" ya estaba muy afianzada mucho antes de ser famosa, que ya es meritorio, porque endiosarse al conseguir el éxito, vale, pero mucho antes...