viernes, 14 de enero de 2022

VIDA PERFECTA 2



En Zinéfilaz reseñé en su día la primera temporada de la serie Vida Perfecta y en 2019 se estrena la 2ª temporada con 6 episodios más que no sólo está a la altura de la primera sino que por momentos, la supera por lo que no podía dejar pasar la oportunidad de reseñarla.

El reparto corre a cargo de los guionistas de la serie: Dolera y Burque,  junto a Celia Freijeiro y Aixa Villagran y Enric Auquer. En esta segunda temporada, las tres mujeres  protagonistas ,pasada ya la treintena, siguen enfrentándose al choque entre lo que soñaban que iba a ser su vida y lo que realmente viven. 

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-María (interpretada por Leticia Dolera) ha visto su vida desmoronarse con la maternidad. Nada es tan idílico y maravilloso como le habían contado y se encuentra con una depresión post-parto de la que le resulta muy difícil salir.Este tema suele ser poco tratado en la pantalla pero al parecer un 10% de las mujeres que son madres, lo sufren y Leticia Dolera da en la diana al abordarlo en esta segunda temporada.


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Gari ( Enric Auquer) es el padre biológico de la criatura de Leticia pero no es la pareja de Leticia. Él tiene otra pareja que también como él tiene diversidad intelectual.

Otro de los puntos fuertes de la serie es abordar la salud mental y transmitir el mensaje de que es preciso cuidarla apoyándonos en las personas que nos quieren. Enric Auquer sigue siendo uno de los puntos fuertes de Vida perfecta porque borda el papel de Gari, un personaje que nos enamora desde el principio.

- Esther (Aixa Villagrán) es la hermana de María. Es un personaje carismático, vividora, bohemia, hedonista y algo inmadura a nivel emocional. Sin embargo, en esta segunda temporada su vida sentimental dará un giro inesperado que desde luego, no lo veíamos venir.



- Cistina (Celia Freijerio) ,sigue casada y con dos niñas ,es abogada pero tiene la sensación de que su vida transcurre en línea recta y algo se está perdiendo. Por eso es complicado renunciar a una inesperada pasión que se cruza en su vida.



Qué difícil madurar, cumplir las expectativas ajenas y las propias, encontrar el punto de satisfacción mínimo que parapete las frustraciones casi inevitables de la vida adulta.

De todos estos temas va la segunda temporada de esta serie que Filmaffinity puntúa con un 6,9 y que hay que ver sí o sí. Se ponen sobre la palestra temas como el amor, la amistad, la infidelidad, los desengaños y el humor una vez más como tabla de salvación, sin restar importancia a las situaciones, pero sin caer en la desesperanza absoluta.Ellas se aferran a la sororidad para salir lo más ilesas posibles de los infortunios que la vida les tiende, pero además, nos muestran que la comedia   y el drama a veces , van de la mano.

No dejéis escapar esta serie porque os hará reír y llorar por igual. El resultado es que seguro os dejará con ganas de más. 

Feliz fin de semana.

 Troyana




4 comentarios:

Juli Gan dijo...

Yo diría que me ha gustado más esta segunda temporada que la primera. Todos sus personajes tienen su pequeña parcela de protagonismo. Me parece una serie bien hecha y es que para hacer algo bueno tampoco se necesita gastar una pasta en efectos especiales. Lo que menos me ha gustado quizá sea que sólo hayan sido seis capítulos que me han sabido a poco. Eso y...¿Bailar country, en serio?

TRoyaNa dijo...

Juli Gan
muy de acuerdo con tu visión. Lo único que le reprocho es que sólo hayan hecho 6 capítulos, porque Vida Perfecta engancha y mucho. Queremos saber más de esas tres mujeres en crisis permanente, sus filias, sus fobias, sus momentazos de gloria y ese venirse arriba en cualquier momento con la canción adecuada, porque no lo he dicho que la banda sonora es gloria bendita.
Y sí, lo del country es muy curioso....ja,ja,ja,ja,ja

ricard dijo...

La seguí con interés y los personajes son curiosos pero también muy realistas.

Un abrazo.

TRoyaNa dijo...

Ricard,
si, más de lo que pueda parecer, más allá de las apariencias y de lo políticamente correcto, hay muchas mujeres en la treintena perdidas y abrumadas bajo el peso de las expectativas ajenas.
Un abrazo