viernes, 13 de enero de 2012

Mesas Separadas

¿Habéis estado alguna vez en un restaurante de esos en los que hay que compartir mesa? Yo sí he estado, y nada tiene que ver con la categoría del mismo, puesto que lo he hecho en diferentes lugares. El caso es que, aunque en mi conversación no había nada que yo quisiera ocultar, era una situación extraña incluso a pesar de que las personas que me rodeaban tenían sus propia conversaciones y eran ajenos a la mía.  

Puesto que todos necesitamos aislarnos un poco y disfrutar de momentos de intimidad, no será tan disparatada la idea de que un pequeño hotel ofrezca ambiente familiar, cocina casera y comedor con mesas separadas.




Título original: Separate Tables
Año: 1958
Director: Delbert Mann
Guión: John Gay & Terence Rattigan (Teatro: Terence Rattigan)
Música: David Raksin
Fotografía: Charles Lang
Productora: United Artists
Duración: 108 minutos
Reparto: David Niven, Burt Lancaster, Rita Hayworth, Deborah Kerr, Wendy Hiller, Gladys Cooper, Rod Taylor, Audrey Dalton

Sipnopsis
En un hotel al viejo estilo conviven desde hace tiempo varios huéspedes fijos. Un militar retirado, con una gloriosa hoja de servicios, que teme que un suceso poco honroso llegue a comprometerle, una estricta y decadente madre y su hija, un matrimonio fracasado, un profesor de cultura griega... Viejas historias y nuevos problemas que se hacen carne viva entre los barrocos muros del hotel.



En los años 50, el dramaturgo británico Terence Rattigan, gozaba de gran popularidad y prestigio. Además de Mesas Separadas, también adaptó al cine otras de sus obras, como son La versión Browning (1951) o El Rolls Royce amarillo (1964) y también adaptaría novelas de otros autores como Adiós, Mr. Chips (1969).


En Mesas Separadas aborda un drama en el que, aunque hay algún punto de humor, lo que más destaca es la ironía. Es así como se nos muestran temas como la hipocresía moral de la sociedad, la falsedad, los prejuicios, la intolerancia, el tabú del sexo y diferentes tipos de relaciones amorosas que van desde la pasión hasta la conformidad. Vemos también cómo los tiempos cambian y nuevos aires entran en la vida cotidiana. La acción transcurre en la Inglaterra de los años 50 y algunos de los personajes están enganchados a la moda de los concursos televisados que tanto éxito tuvieron en aquella época.
 

Quizás no haya un claro protagonista. Todos los personajes van y vienen en un decorado de ambiente teatral en el que abundan los espejos y las puertas y ventanas con grandes cristales transparentes. Es así como, el director Delbert Mann [Marty (1955), Pijama para dos (1964)], logra que el ambiente no sea claustrofóbico a pesar de que la mayor parte de la película se desarrolla dentro del hotel, pero también hace que el espectador pueda mirar, y ver, a través de esos cristales o reflejos. Lo que nosotros, como espectadores, vemos como una ventaja, para el director de fotografía y los demás técnicos es un tortura debido a que todos estos reflejos y transparencias dejaban ver todo lo que se supone que no existe, es decir, focos, cables, etc…

En cuanto al reparto, sin la menor duda tengo que elogiar a todo su conjunto. Todos los actores están impresionantes, incluso aquellos que no son considerados grandes intérpretes a pesar de su popularidad. Estos personajes son seres solitarios, marginados y llenos de frustraciones que buscan afecto y compañía.


El británico David Niven [Cumbres borrascosas (1939), La vuelta al mundo en 80 días (1957)] es el Comandante Pollock, un militar retirado de pelo cano, modales protocolarios, un gran bigote y una forma de caminar muy peculiar. El actor refleja perfectamente las dos caras de un hombre que aparenta seguridad pero que está lleno de miedos. Esta interpretación le ha valido al actor varios premios, entre ellos el Premio Oscar.



En un registro nada habitual, nos encontramos con una Deborah Kerr casi irreconocible. Sibyl es una mujer solterona y extremadamente tímida que vive en el hotel bajo las alas de su dominante, egoísta y manipuladora madre, a la que da vida Gladys Cooper [La extraña pasajera (1942)]. Totalmente sumisa a lo que su madre diga Sibyl está enamorada del Comandante Pollock. Impresionante Deborah Kerr, nominada al Oscar por este papel, en un estilo de personaje nada habitual en ella. Es chocante ver a la atractiva y siempre elegante actriz de Tú y yo (1957) o a la apasionada mujer de De aquí a la eternidad (1953) en una actitud retraída y encorvada, siempre mirando al suelo evitando las miradas del resto de los personajes, queriendo pasar desapercivida y sin ser vista por nadie.


En contraposición al personaje de Kerr, nos encontramos con Rita Hayworth [Gilda (1946)]. En su primera aparición, otro de los personajes hace una descripción perfecta de ella: 'esbelta como un junco, elegante como una modelo de París y ni un día más de los treinta'. Aunque la actriz, al igual que su personaje, tenía más edad de la que intentaba aparentar, es cierto que continuaba teniendo un gran atractivo. Esta belleza queda realzada con el exquisito vestuario que para ella diseñó la prestigiosa Edith Head [Eva al desnudo (1950), El golpe (1973)]. Al margen de su impresionante físico, Rita demuestra que también podía ser una buena actriz y con este papel se confirma. Sus mejores escenas son junto a un estupendo Burt Lancaster [Forajidos (1946) ], su ex-marido y ahora escritor alcohólico. Ambos son los protagonistas de una relación, que en la película se describe de esta manera: 'cuando estáis juntos os destrozáis mutuamente y cuando estáis separados os destrozáis a vosotros mismos'.



Esta perfecta descripción viene de boca de otro personaje, la señorita Cooper, a la que da vida Wendy Hiller [Un hombre para la eternidad (1966)]. Premiada con el Oscar por este papel, Wendy Hiller es la atenta y eficiente directora del hotel que está prometida en secreto con el personaje de Burt Lancaster. Este personaje tiene la característica de no estar nunca sin hacer nada. Siempre pendiente de que todo en el hotel esté donde debe estar, supervisándolo todo y atendiendo amablemente a todos sus huéspedes.


Los secundarios también están a la altura del resto. Uno de ellos es un joven Rod Taylor [Los pájaros (1963)], estudiante que vive en el hotel con su novia Audrey Dalton,  y cuya relación, basante abierta, es censurable a los ojos de otros. Otros secundarios, habituales en el cine, son Felix Aylmer [Hamlet (1948)], un viejo profesor olvidado ya de de sus alumnos, Cathleen Nesbitt [Tú y yo (1957)], anciana que vive sola y May Hallatt [Narciso negro (1947)], marimacho solterona obsesionada con las carreras de caballos.



Mesas separadas es un acierto en su conjunto. La fotografía en blanco y negro a cargo de Charles Lang [Sabrina (1954), Con faldas y a lo loco (1959)] en su mayor parte en interiores, es impecable. Y su banda sonora compuesta por David Raksin [Tiempos Modernos (1936), Laura (1944)], es orquestal, algo que da lugar a un ambiente acogedor, tranquilo y cálido.



La película optó a un total de siete nominaciones a los Premios Oscar: mejor película, mejor actriz principal para Deborah Kerr, mejor guión adaptado, mejor fotografía en blanco y negro y mejor banda sonora de drama ó comedia, logrando el Oscar al mejor actor principal para David Niven y mejor actriz de reparto para Wendy Hiller.

Es durante los títulos iniciales, cuando escuchamos una única canción de su banda sonora titulada 'Serarate Tables' interpretada por el cantante Vic Damone y cuya letra es una introducción de lo que veremos a continuación [escuchar aquí].

Mesas separadas
Dos personas solitarias se sientan en mesas separadas
Se sientan en el salón
Tan cerca y tan lejos.

Mientras escuchamos esta canción al comienzo, un travelling nos introduce en las vidas de unos seres solitarios con los que poco a poco lograremos simpatizar, mientras que al final, otro largo y memorable travelling nos aleja de ese pequeño y aislado hotel, que ofrece ambiente familiar, cocina casera y comedor con mesas separadas.




29 comentarios:

Juli Gan dijo...

Recuerdo haber visto esta peli en ese programa con tertulia post fílmica llena de intelectuales pagados de sí mismos llamada "qué grande es el cine". Me gustó. Recordaba a Rod Taylor teniendo que disimular la erección que le había provocado su novia con el cojín de una butaca.Para la época, me pareció una cosa muy atrevida. Ni sabía cómo se llamaba la peli. Me había olvidado de ella. Gracias por traérmela a la memoria.

Mario Salazar dijo...

No conocía la película pero me ha encantado tu exposición de ella, con actores muy destacados o interesantes, Lancaster, Niven, Hayworth o Kerr. Esas pasiones, inseguridades, miedos... se ven bastante atrayentes, me crea expectativa, mucho sabiendo que el cine clásico americano es un goce. Voy a tenerla presente. Gracias. Besos.

TRoyaNa dijo...

Manderly,
no he visto la película,pero es una gozada cómo nos hacéis llegar el cine clásico.
Hubiera preferido leerte con la música que enlazas desde el principio,pero aún así,la reseña ha conseguido despertar mi interés y curiosidad por verla.
Me gusta este planteamiento de mesas separadas,a modo de presentación de diferentes personajes.
La buscaré.
saludos!

Manderly dijo...

Juli Gan,
sí, este tipo de cine era el habitual en aquel programa que a mi me descubrió muy buenas películas. En cuanto a las opiniones de los tertulianos, pues son eso, opiniones. Cada uno tenemos las nuestras.
En el Cine Clásico había que ingeniárselas para pasar inadvertidos ante los ojos del censor y no ante los del público. No recuerdo bien se el personaje de Rob Taylor se oculta tras un cojín o tras el libro, precisamente de anatomía, que estaba estudiando. Otro de los personajes, la mujer aficionada a los caballos, dice que se aceptó tal como es hace tiempo y que ahora es considerada una ruina. Creo que se puede entender que es lesbiana y por ello vive aislada de la gente.
Saludos.

Manderly dijo...

Mario,
lo que más llama la atención es su reparto. Actores y actrices consagrados y con grandes carreras a sus espaldas. A ellos se les une un argumento que trata sobre las personas, por lo que es fácil que encontremos parte de nosotros mismos en ellos.
Saludos.

Manderly dijo...

Troyana,
el Cine de hoy se inspira y debe mucho al Cine Clásico, y eso es algo que debemos tener en cuenta. Como con los libros, hay películas clásicas que tratan temas que, a pesar del paso del tiempo, continúan estando de actualidad. En este caso es un análisis del comportamiento humano. ¿Acaso las personas eran menos complejas antes que ahora? ¿Sus sentimientos eran diferentes a los nuestros?
Espero que te decidas a verla.
Saludos.

Cristina dijo...

Hola Manderly! Me encantó esta película, una estupenda adaptación y unos fantásticos actores,Niven aparece genial y Rita ya en plena madurez dejando atrás la belleza que tan famosa la hizo resulta realmente conmovedora,por supuesto Deborah Keer una actriz grande pero en cierta manera algo obviada por el cine de Hollywood y el gran Lancaster que engrandece con su presencia cualquier producción; el ambiente y el guión son fabulosos;en fin... super recomendable, te hace pasar un buen rato y te entretiene de principio a fin. ¡Qué dificiles resultan a veces las relaciones humanas! Saludos.

LU dijo...

Excelente propuesta. Me encantan este tipo de historias tan corales, con varios personajes y con un toque de ironía. La busco y en breve la veo.

Lo de compartir mesa es toda una experiencia, a veces bastante incómoda; sin embargo con cierto encanto. Aquí en Vigo hay una “taberna” de toda la vida donde se come el mejor pescado y marisco, y las mesas, cuadradas, están juntas, y si está lleno, te toca compartir, pero en ese ambiente, de verdad que se disfruta (ayudan los excelentes manjares…)

Biquiños

Noemí Pastor dijo...

Hola, Manderly. Odio tener que escribir que no he visto esta peli o que, si la he visto, no me acuerdo, lo cual equivale a no conocerla.
Así que me dirijo a quien corresponda para rogarle: polfavol, polfavol, necesito un año sabático (o dos) para ver lo que no he visto, requetever lo que sí, leer y releer, escribir, pasear, hacer ejercicio... vivir, a fin de cuentas.
Me has hecho pensar en las veces que he compartido mesa y me he dado cuenta de que ahí hay literatura. Y cine, of course. Besos, querida.

Javier Simpson dijo...

Me acuerdo tambie´n de El rolls royce amarillo, una peli interesante, de esas en las que un objeto era el hilo conductor de una buena historia, similar a lo que sucedía en pelis como Winchester 73, pero ésta en otro estilo y género.
No sabía que Delbert Mann fuera el de Pijama para dos, una peli a la que le tengo muchas ganas, de esos clásicos que aún no he visto y espero hacerlo pronto.
Muy buena entrada, Manderly, especialmente en lo que toca a las interpretaciones de esos grandes y conocidos actores clásicos.

Un saludo.

Manderly dijo...

SqSmaravillosa,
nada puedo añadir a lo que has dicho sobre la película, pero sí que Deborah Kerr aún teniendo buenas interpretaciones y éxito entre el público pocas veces se lo han reconocido y muchas de sus películas se encuentran entre los grandes clásicos de siempre.
¿Son difíciles las relaciones o las hacemos difíciles las personas?
Saludos.

Manderly dijo...

LU,
Apuntada queda la taberna esa que mencionas para mi próxima visita por tu tierra. Estos sitios suelen ser lugares donde la gente no hace tertulia después de comer y se van pronto del lugar, dejando así el sitio a otros que están esperando. Por cierto, acabo de recordar un sitio como el que mencionas pero que me que un poco más cerca, en Ribadeo.
Besinos.

Manderly dijo...

Noemí Pastor,
bueno, no te preocupes, a mi eso de que no recuerde si la he visto hace mucho o no, me pasa constantemente. Otras veces ocurre que la has visto hace tanto que es como si no la hubieras visto o incluso depende del momento o de la edad a la que la vieras, ya sabes.
Cuando encuentres el método de encontrar más tiempo para ver cine o leer o miles de cosas más háznoslo saber ¿eh?
Para los que nos gusta el cine o la lectura, la encontramos en los sitios más insospechados ¿no es cierto?
Saludos.

Manderly dijo...

Javier Simpson,
hablando de Pijama para dos protagonizada por Hudson y Day, yo prefiero Confidencias a medianoche, donde además también interviene Thelma Ritter que es genial!
Muchas gracias.
Saludos.

Bargalloneta dijo...

La recuerdo aunque muy vagamente, a mi también me impresionó sobretodo el papel de Kerr, como tu bien dices lejos de lo que nos tenia acostumbradas,
Me han venido muchas ganas de recuperarla, la buscaré..
besos

Manderly dijo...

Bargalloneta,
el no recordarla ya sabes que es un punto positivo para volver a disfrutarla a tope.
Ahora mismo es que no recuerdo que Deborah Kerr haya interpretado otro personaje con las características de este. No era habitual en ella.
Saludos.

Bel Kendall dijo...

Esta película la ví y me gustó pero cada vez que la recuerdo, la recuerdo con más cariño y me gusta más!
Adoro a Deborah Kerr y David Niven está inmenso, pero para mí quizás la sorpresa del film está en Rita Hayworth, actriz por la que nunca di un duro y que aqúi me encantó con su mano a mano con Lancaster.
Gracias por recordar películas tan olvidadas!

deWitt dijo...

Es una película que me gusta especialmente. Es como una "colmena" en donde todo el mundo parece ocultar algo ( en realidad lo hacen) y donde todo cobra un doble sentido.

Para mi es una joyita de guión e interpretaciones, dirigida muy eficazmente por un director que viene de la televisión y estaba acostumbrado a dirigir dramas en directo y aquí deja constancia de ello.

Como dices, todos los actores están soberbios pero yo destaco a dos secundarias de lujo: Wendy Hiller y Gladys Cooper.

Me ha gustado mucho la reseña!!

saludos

lola dijo...

Primero vi la obra en teleteatro allá por el pleistoceno. Y años más tarde vi la película, creo que precisamente en el programa de Garci, pero como la memoria ya no es la misma creo que tendré que verla de nuevo.
Que tengas una buena semana.

Manderly dijo...

Bel Kendall,
no se puede negar que Rita hace un gran trabajo y eso no es algo habitual. Como dices, sus escenas con Lancaster son impresionantes pero también me gusta mucho en su relación con el personaje de Deborah Kerr, lleno de ternura y cariño.
Es un placer hablar y recordar estas películas clásicas.
Gracias.
Saludos.

Manderly dijo...

deWitt,
lo cierto es que Gladys Cooper es una actriz que ha dado vida a personajes diferentes. Yo me quedo con este de Mesas separadas y con el de La extraña pasajera, que prácticamente son idénticos: mujeres egoístas y con gran carácter. Pero también la hemos visto en My fair lady o en Rebeca, en personajes opuestos a los anteriores que he mencionado. ¡Una secundaria de lujo!
Gracias.
Saludos.

Manderly dijo...

lola,
la obra es teatral y así que hizo antes que la película. ¿Quizás la hayas visto en los míticos Estudio 1 que tanto éxito tuvieron hace años? Era un gran espacio y una forma de llevar el teatro a la gente. He visto alguna reposición protagonizada por los grandes actores del cine español y eran estupendos. Creo que hace unos años, la obra estuvo de gira por España.
Buena semana para ti también.
Saludos.

Antonia Romero dijo...

Yo la vi también en Estudio 1, pero la película me gusta mucho más. Lancaster está soberbio, en un papel que no era nada habitual para él. Estupenda película.

Un abrazo!

Jordicine dijo...

Tendré que revisarla porque no la tengo muy presente. Está bien lo de volver a ver las grandes películas de la historia del cine. Un beso.

Manderly dijo...

Antonia Romero,
yo no he visto la versión en teatro de esta película así que no puedo comparar. En teatro, al ser en directo, se suele ver con otra emoción y otros ojos, aunque claro, depende de los actores, que para estos papeles deberían ser de gran categoría.
Gracias por comentar.
Un saludo.

Manderly dijo...

jordicine,
para mi lo de recordar y re-ver es algo habitual, ya que el cine clásico me apasiona, pero aún así todavía sigo descubriendo grandes películas de las que desconocía su existencia.
Saludos.

Sandra Sánchez dijo...

Madre míaaaaaaaaaaa esto tiene una pinta de peliculón que pa qué!! y la verdad es que no la conocía así que me ha encantado la aportación así como la entrada en sí.
Pues nada a hacerme con ella ya porque esto no se puede dejar pasar. En las fotos que has puesto me ha sorprendido Deborah Kerr que me ha recordado a Joan Fontaine en Rebeca con esa pose tímida y un tanto "rancia" jeje...
Pues nada, a ello y felicidades por la entrada!
;)

Manderly dijo...

Pulgacroft,
pues sí, lo es!! Es de las nuestras!!!.
Yo creo que Deborah Kerr está aquí mucho más rancia que la segunda señora de Winter. Ya lo verás!!
Estoy segura de que el texto original habla más expícitamente de muchas cosas que en la película se suavizaron o se cambiaron (por aquello de la censura, claro).
No te arrepentirás!!!

Anónimo dijo...

Molt gran, desprès s'ha de veure la Noche de la Iguana de John Houston, sempre les recordo pel personatge de la D.Keer.