127 horas

Nominada en la próxima edición de los oscars,como mejor película y mejor actor para James Franco, "127 horas" es la historia de un montañero,un alpinista que vivió una experiencia al límite cuando se vio atrapado en una roca del desierto de Utha,en EEUU


Con un comienzo trepidante, el director Danny Boyle ( "Trainspotting", “28 días después” o “Slumdog Millionaire”-que dicho sea de paso,ésta última no me entusiasmó ni un poco-),nos cuenta la odisea de Aron Ralston,un montañero que se hizo famoso porque estuvo varios días inmovilizado y ante la improbabilidad de ser rescatado,tuvo que tomar una drástica decisión.


Incluso cuando se ha catalogado a la película como de acción sin moverse del sitio,James Franco,consigue que los 93 minutos que dura la película,pasen volando y que el espectador se meta en su piel de Aron Ralston desde el minuto cero y viva paso a paso todas las emociones y sensaciones a las que se ve expuesto durante su estancia en la brecha natural de la montaña en la queda atrapado.



Una experiencia que parte de un imprevisto "sin sentido" y que le hará vivir episodios de lucidez y de delirio.La habilidad para traer otras escenas en forma de flash-back,en ocasiones,a modo de alucinación,hace que la película se mueva en lapsos de tiempo que abarcan el antes,el ahora e incluso el después de ocurrir el accidente.Ese recurso añadido a los personajes con los que se encuentra por el camino antes de quedarse atrapado hace que no tengas la sensación de que en realidad hay un solo personaje en esta historia aunque es evidente que el peso del largometraje recae por completo en James Franco.Quien iba a decir que el pijo malo de Spiderman podría dejarnos aquí posiblemente la mejor de sus interpretaciones en toda su carrera como actor hasta la fecha.


Al parecer muchos espectadores han encontrado analogías con la película "Enterrado (Buried)" pero salvando las distancias( y que no he visto Buried) a mí me ha recordado a "Hacia rutas salvajes" aunque evidentemente hay una diferencia que las separa: el protagonista de "127 horas" está en esa situación extrema no voluntariamente,más bien,contra su voluntad,mientras que el protagonista de "Hacia rutas salvajes" vive esa experiencia como resultado de su libre elección. En ambas sin embargo,puede haber una lectura común: no sólo vale sobrevivir o vivir. Valdrá la pena hacerlo si hay alguien con quien compartir la vida o alguien que nos espera si conseguimos contarlo,incluso cuando ese alguien no ha llegado todavía y se trata de una premonición,como en el caso de Aron Ralston.



Una película sorprendente,ágil,incomprensiblemente dinámica en una sola localización,con manejo magistral de la cámara y un banda sonora muy bien traída,pero sobre todo,con un actor que demuestra tener un registro interpretativo contra todo pronóstico, amplio y elogiable y más allá del morbo que algunos puedan buscar (los espectadores/as más sensibles cerrarán los ojos en alguna escena final),una historia que habla de supervivencia,y de que, aunque a veces lo olvidemos,hay cientos y cientos de motivos que hacen que el mero hecho de vivir merezca la pena,como por ejemplo,sin ir más lejos, sentir el calor del sol aunque sea 15 o 20 minutos al día.


Troyana.