viernes, 6 de mayo de 2016

Los siete magníficos

-Aunque tuviéramos armas, sabemos labrar y cuidar la tierra, pero no sabemos matar.
-Pues aprended. O morid.

"Los siete magníficos" John Sturges
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Los habitantes de una pequeña aldea mexicana asisten impotentes a los continuos saqueos que lleva a cabo en su pueblo una numerosa banda de ladrones. Para poner fin a esta situación contratarán a siete pistoleros a sueldo, que aceptarán una mísera recompensa por adiestrar a los campesinos en combate y luchar contra los bandidos.

En efecto, parece el argumento del típico western, pero en realidad es una versión de una peli de samurais dirigida por Akira Kurosawa, quien quedó tan entusiasmado al ver el filme de hoy que le regaló a su director una espada japonesa.

Este hombre fue John Sturges, que ya había rodado otras pelis del oeste como "Duelo de titanes" o "Fort Bravo". La cosa es que el director estaba acostumbrado a trabajar con estrellas como Kirk Douglas, Burt Lancaster o Frank Sinatra, pero en esta ocasión contó con un reparto casi desconocido.

En principio se contempló la idea de que los pistoleros fuesen más veteranos, barajándose el nombre de Spencer Tracy como protagonista, pero fue Yul Bryner quien puso en marcha el proyecto, y se reservó para sí el papel principal. Clark Gable, George Peppard, Stewart Ganger o Glenn Ford fueron considerados para formar parte del grupo, pero al final el casting se compuso por actores menos famosos en aquel entonces.

Porque Steve McQueen había rodado ya algunas películas, pero con papeles secundarios, y lo mismo podía decirse de Charles Bronson o James Coburn, cuyas carreras despegaron sin duda tras participar en "Los siete magníficos". El director los fue reclutando de forma similar a la que se ve en el filme, contando con la supervisión de Yul Bryner, quien se arrepentiría más tarde de haber contratado a Steve McQueen.


Y es que McQueen estaba obsesionado por centrar la atención. Se quejaba continuamente del excesivo protagonismo que tenía el más joven del grupo (y con razón) y en cada escena que compartía con Bryner no paraba de hacer gestos y movimientos como quitarse y ponerse el sombrero con el fin de eclipsar al protagonista.

Esto creó mal ambiente durante el rodaje y el resto de los actores empezó a hacer lo mismo que McQueen, excepto Charles Bronson, que sólo se hablaba con James Coburn (aunque esto no tenía que ver con las movidas del rodaje, simplemente Bronson era así).

Además de lidiar con las niñerías del reparto, Sturges tuvo que adaptar el guión a la censura mexicana.
Y es que la peli se rodó en México y las autoridades exigieron revisar el guión para asegurarse de que no se degradaba en forma alguna al pueblo mexicano. Así, los campesinos viajan a la ciudad en busca de armas y no para contratar pistoleros (cosa de la que les convencería el personaje de Bryner), pues resultaba humillante que los mexicanos tuvieran que pedir ayuda a unos yankis. 
También exigieron que la ropa de los aldeanos estuviese siempre limpia, luciendo durante todo el filme más blanca que una patena, pese a estar trabajando la tierra.

Y todo para que la peli fuera un fracaso. En efecto, hoy en día "Los siete magníficos" es considerada uno de los mejores westerns de la historia y se hicieron tres secuelas, una serie de televisión y recientemente un remake con Denzel Washington como protagonista que se estrenará este año (que Dios nos pille confesados), pero en su día la peli no triunfó en la taquilla americana, salvándose por el enorme éxito que tuvo en Europa, y que motivó sus decepcionantes secuelas.

A parte de lanzar la carrera de sus protagonistas, "Los siete magníficos" cambió el género en cierto modo. Tras ella se rodaron otras pelis protagonizadas por una cuadrilla de pistoleros como "Los profesionales" o "Grupo salvaje" y fue también la semilla que dio pie a los spaghetti western, siempre protagonizados por tipos fuera de la ley, más violentos que las pelis del oeste que se filmaban hasta la fecha.

Seguramente no sea la mejor peli del oeste, pero sí una de las más entretenidas. Cuenta con una historia simple, mucha acción y un reparto ideal después de todo (destacar a Eli Wallach como el líder de los bandidos, un primo cercano del Tuco que interpretaría poco después en "El bueno, el feo y el malo").

Ah, y la mejor banda sonora del género, sin lugar a dudas. Todas las que vinieron después fueron imitaciones e incluso Marlboro se hizo con sus derechos para aquellos anuncios de vaqueros que hacían antes.




Imprescindible para cualquier fan del western o cualquiera que quiera empezar a curiosear en el género.



Doctora

4 comentarios:

Juli Gan dijo...

Desde luego, la banda sonora es uno de los alicientes de esta peli. Que hubiera codazos por pillar protagonismo para hacer todas las pelis posibles, me lo creo. Aunque el papel del joven, que encarnaba el alemán Horst Buchholz (Uno, dos, tres), sí que era bastante más mosca cojonera, quizá porque el tal Buchholz debía ser un tío bastante difícil de tratar.

Por ahí anda Eli Wallach haciendo de Calvera antes de ser Tuco, "el feo".

¿Te has fijado que llevamos 2 westerns seguidos en el blog? A ver qué nos depara el remake.

Teo Calderón dijo...

Desconocía la intrahistoria del rodaje de esta película. Y casi hubiera preferido seguir ignorándola, mayormente, por eso de que condicione mi próximo visionado de la peli. En cuanto al enésimo remake que se nos viene encima, la verdad, tampoco me hace mucha ilusión a pesar de que su director, Antoine Fuqua, tenga algún título interesante ("DÍA DE ENTRENAMIENTO") en su trayectoria. Veremos. Una cosa me parece casi segura: estará influenciado por los neo-westerns de Quentin Tarantino.
En fin, me centro en la que ahora nos ocupa: tras el pertinente prólogo mexicano que puntualiza el contexto, a continuación, a través de varias acciones aisladas perfectamente medidas (filmadas y montadas de manera casi musical), se nos va ofreciendo una afortunada, sintética presentación de personajes. Ahora, el espectador ya está "capturado" para participar emocionalmente en esa aventura que se inicia.
Diálogos parcos, pero sabiamente construidos, una antológica selección de intérpretes (alguno de los cuales, como sabemos, se convertiría en estrella a raíz de su intervención en este film), un impecable ritmo narrativo y una partitura musical a cargo de Elmer Bernstein sencillamente antológica (de la que posteriormente se ha abusado hasta la saciedad), conforman uno de los westerns más populares y carismáticos de la historia del cine, tratándose en este caso de un habilísimo traslado al escenario del far west de la historia narrada por Akira Kurosawa en "LOS SIETE SAMURAIS" (él necesitó más de tres horas para contarnos lo mismo).
Como apuntáis en vuestro texto, a lo largo de los años, esta cinta ha sido objeto de múltiples secuelas, oficiales o encubiertas, y se realizaron manteniendo todas el mismo esquema argumental. Ninguna pasará a la historia. Todas cansinas y decepcionantes: “EL REGRESO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS” (1966) de Burt Kennedy, “LA FURIA DE LOS SIETE MAGNÍFICOS” (1969) de Paul Wendkos y “EL DESAFÍO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS” (1972) de George McCowan. En realidad, no se las puede considerar secuelas en sentido estricto, sino más bien "remakes" (salvo que la vida del pistolero Chris sea un continuo "eterno retorno").
Un saludo.

Manderly dijo...

¡Estupenda! Tiene todos los ingredientes del género y como dices, ha sido la base para muchas otras. ¡Y con una banda sonora inconfundible y maravillosa!
Saludos.

Yolanda Noir dijo...

Me ha encantado conocer los entresijos del rodaje... Tuvo que ser de lo más estresante para los pobres ayudantes de producción. Pero el resultado fue muy bueno. Lástima de secuelas, bien se las podían haber ahorrado.