viernes, 16 de junio de 2023

Spider-Man: a través del multiverso y del tiempo


Se ha estrenado hace nada la continuación de Spider-man: Into the Spider-Verse, ganadora más que merecida del Óscar de animación en su momento, y una propuesta original en un universo, el nuestro, que parece más que desgastado para superhéroes en general, y para el Hombre Araña en particular. Y es que desde que Sam Raimi nos trajo su versión interpretada por Tobey Maguire en 2002, hemos visto en pantalla al personaje diez veces en películas propias, sin contar cameos o apariciones prestadas. Por no decir que ha tenido las caras de Maguire, Andrew Garfield y Tom Holland en las películas de "carne y hueso". Cualquier diría que ésos son suficientes "Spider-Men" para varias generaciones, pero admitamos que la historia del "empollón" convertido en héroe de masas, aunque incomprendido, siempre nos ha atraído.

Realmente, a mí me sorprendió muchísimo que Sony se lanzara a seguir "exprimiendo el limón" mediante la animación, y ni siquiera le presté atención, pero aquella "Into the Spider-Verse", escrita por Phil Lord y Rodney Rothman (los que habían resucitado 21 Jump Street de forma maravillosamente divertida), hacían lo imposible, que un personaje que estaba más que "explotado" nos volviera a resultar atractivo, con una película con mejor guion que la mayoría de superhéroes de aquel 2018. Y lo mejor es que lo hacía no a través de Peter Parker, el clásico Hombre Araña, esta vez era Miles Morales, el protagonista, aunque rodeado del mismísimo Peter Parker, Gwen Stacy (Spider-Woman), Spider-Ham, Peni Parker (con su robot) y un Spider-Man Noir. Mezclar la fantasía del multiverso era una idea que había rondado por las cabezas de los responsables de las películas de superhéroes, puesto que era una herramienta habitual en los tebeos, pero sin mucha suerte hasta ese momento (estábamos más interesados en "juntar" diferentes personajes como habían mostrado The Avengers).

La película, además de por aquella historia que era un claro guiño y homenaje a los lectores de los cómics, además, permitía, al ser animación, una maravillosa puesta en escena que hacía que más que una película de dibujos tradicional, sintieras el vértigo de lo que se expone en el papel, pero con el movimiento que permite el cine. Y además de imagen e historia, se escogieron a unos buenos actores para todos los personajes (Shameik Moore, Hailee Steinfeld, Jake Johnson, Liev Schreiber, Nicolas Cage y más) y se acompañó con una maravillosa banda sonora, cuyos temas originales y orquestales estaban compuestos por Daniel Pemberton (al que yo descubrí en Operación UNCLE, cuya BSO es genial).

Dicho esto, el éxito de la película permitió a Sony, y la productora Amy Pascal, volver a reinar en la propiedad que es el Trepamuros, y por supuesto, no soltarlo por mucho que Marvel/Disney insistieran. Además, aprendieron la lección e hicieron lo imposible, trasladar con éxito el concepto del "multiverso" a su Spider-man real en el éxito de 2021 Spider-man: No Way Home, que demostraba que pese al Covid y los servicios de Streaming, los espectadores querían seguir teniendo un espectáculo, y ahí se lo dieron: cerraban la trilogía (de momento) de Tom Holland, sin romper el universo creado con sus préstamos de personaje a Disney, y tiraban con fuerza del efecto nostalgia con la aparición de Tobey Maguire y Andrew Garfield (que incluso se redimía de aquellas películas que vivió), incluyendo a los villanos de los films de estos dos. ¿Cómo no iban a tener éxito si estarían Willem Dafoe y Alfred Molina con ellos también?. Y para más inri, el Spider-man de Holland dejaba de ser el "Iron-boy" "nerd" y guay, con su traje de fantasía, y por fin abrazaba el camino de la madurez de lo que significa ser Peter Parker y Spider-Man.

 

Naturalmente, con los 384.3 millones de dólares que generó Into the Spider-Verse, frente a los 90 que costó y superando al mayor éxito de animación de la compañía que era Hotel Transylvania 2, la secuela se puso en marcha. ¿Y qué puedo decir de esta película que ya vi este fin de semana? Pues sinceramente que hace lo imposible, que es que visualmente supera a la primera, con la que se conecta bien, que es aún más un homenaje a los tebeos, a los fans y al mundo del Hombre Araña, pero que también, resulta que su historia no está tan bien hilvanada, y sientes que te han dado demasiada "madeja" para el resultado que ves al final. Y es que aquí está el problema, al acabar con un "cliffhanger" que no se resolverá hasta la próxima película (Spider-Man: Beyond the Spider-Verse, que llegará en marzo del año que viene), tienes la sensación de que ha habido demasiado desarrollo para tan poco resultado, y sientes que la película ha sido algo inflada. Pese a esto, la sensación de espectáculo continua y es muy disfrutable.

¿Deberías verla? Si eres fan del Trepamuros, o te gustó la primera o bien disfrutas de una animación espectacular, o una película para no dejar de mirar en ningún momento porque es increíble en ese aspecto, es una de las buenas opciones que tendrás este verano, aunque eso sí, ya me han dicho que la evites doblada al español, pues ahí no han hecho las mejores elecciones. En cualquier caso, disfrutad del aire acondicionado de las salas en los próximos meses de calor, a ver qué clásicos, independientes o blockbusters vemos.

Carmen R

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