Dráculas hay muchos, pero Lee es único
A comienzos de los años dorados del cine había grandes intérpretes de cine de terror: Bela Lugosi, Boris Karloff, Lon Chaney, pero con una diferencia de cuarenta años hubo un actor, el señor Lee, que fue el condre Drácula más absoluto durante los años 60 gracias a las producciones de la casa Hammer, dedicada al terror.
Esos ojicos rojos..¿Qué ha fumado, conde?
Christopher Lee, un conde Drácula de altura, no en vano medía casi dos metros, nació en Londres en 1923 en el barrio pijo de Belgravia, hijo de un militar británico y una noble italiana. Estudió en Suiza sus primeros años de escolar y luego regresó al Reino Unido para sus estudios superiores. Quiso entrar en Eton, pero M.R. James, escritor de historias de terror, de voz tenebrosa y figura inquietante, rechazó su solicitud. Mira tú por donde, James rechazó al conde Drácula cuando era universitario.
Simpática imagen
Cuando empezó la segunda guerra mundial, Lee era un joven que se alistó en la Royal Air Force, haciendo campañas militares por el Mediterráneo y acabó licenciándose como teniente, lo cual tiene su gracia, porque cuando preparaban la ambiciosa peli-mito sobre el desembarco de Normandía, que se tituló "el día más largo" (1962), lo rechazaron porque no daba el nivel de militar, lo cual no deja de tener su gracia. John Wayne, por lo visto si lo daba, aunque en esta ocasión no hubiera caballos, ni indios disparando flechas.
Qué miedito da carlos de Inglaterra
Después de algún papel menor de figurante, la Hammer productions, especialista en pelis de terror, lo contrató a él y al también inquietante Peter Cushing para rodar "la maldición de Frankenstein", donde Lee hace de Frankenstein, gracias a su altura, y Cushing al doctor Víctor Frankenstein, padre de la criartura. Desde este momento, estos dos actores, iconos del terror, se convirtieron en grandes amigos.
Drácula y Van Helsing son amigos
Después de hacer del monstruo-puzzle, la Hammer lo enfunda en un smocking y una capa tipo la de Ramón García para dar las campanadas, y lo manda a una Transilvania de cartón-piedra para encarnar a un conde Dracula con brillantina en el pelo y bastante dandy. Desde este momento, Christopher Lee pasa a ser el conde Drácula en infinidad de películas que, a buen seguro, que tenemos escondidas en nuestra memoria. Con permiso de Lugosi, Christopher Lee ES EL CONDE DRÁCULA. En ese compendio de vampiros que hizo nuestra compañera Bargalloneta, destaca, como no, nuestro elegante Lee, aunque también hizo de la momia y hasta del señor de Baskerville en una peli donde su amigo Cushing hacía de Sherlock Holmes.
Nada dura eternamente, y el interés por el cine de terror decae en los 70 (Más o menos a la par que el western) Lee busca otras interpretaciones y, sin alejarse demasiado del terror, encarna a Fu Manchú. Sus ojos almendrados ayudan bastante para "orientalizarnos" a Lee.
El malvado oriental
Hace, como no puede ser de otra manera, de malvado en una de las pelis de James Bond, donde 007 es Roger Moore, y esto tiene gracia porque Lee era primo (Más bien "primastro") de Ian Fleming, autor del agente chulopiscinas del servicio secreto británico.
Malo de Bond
En los 70, cuando Richard Lester rueda una de las versiones de "los tres mosqueteros", donde Michael York hace de D'artagnan, Lee es ni más ni menos que Rochefort.
Espadachín francés
Durante los 70 participa en infinidad de proyectos para cine y televisión. Sale en aeropuerto 77, porque el cine de terror está de capa caída, pero el de catástrofes en plena ebullición, y hasta rueda con Spielberg haciendo de nazi en 1941.
Lee, Price y Cushing, tres inquietantes del cine de terror.
Tim Burton, ese inspirado director del género de terror, rescata a Lee para sus góticas pelis y acaba haciendo de alcalde en Sleepy hollow, de dr. Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate, y prestando su gran voz en la peli de animación la novia cadáver.
Caballero del lado oscuro
Porque, esa es otra, Lee, que poseía una dicción impecable (Sobre todo para los que somos duros de oído en inglés), tenía un tono de voz tan imponente como su estatura, y así, cuando el boom de los videojuegos alcanzó al cine, prestó, en incontables ocasiones, sus cuerdas vocales para otorgar alma a los personajes en estos pasatiempos.
Saruman
Como broche a su filmografía, sus últimos papeles estelares fueron con dos sagas míticas: Star Wars, donde hace del conde Dooku, pero, sobre todo, con el señor de los anillos, de Peter Jackson, donde interpreta al mago Saruman, gracias al cual, las jóvenes generaciones que no tienen bien ubicado a Drácula, conocen al gran Christopher Lee. Sus réplicas como Saruman a Gandalf, Dos magos barbudos, largos y poderosos, han hecho las delicias de los espectadores aficionados a Tolkien.
Inquietante...¿No?
Christopher Lee tuvo el lujo, además de una longeva vida, de trabajar hasta el último momento de su vida. Y es que Lee es inmortal, como sus personajes. Como el mismo Drácula.
Juli Gan
5 comentarios:
Hablando de su voz y su dicción, resulta que le molaba mucho el heavy metal (de ahí esa foto tan graciosa) y además de tener algún disco, hacía colaboraciones con grupos similares a la de Vincent Price en Thriller.
Lo cierto es que hizo bastantes tipos de personajes aunque como es lógico unos lo recordaremos por Drácula y las nuevas generaciones por Saruman.
Saludos.
Era un actor con presencia y carisma, cosa que adolecen muchas estrellitas fugaces de ahora, las pelis de la Hammer en las que participó no serían lo mismo sin él.
Por cierto, no solo le molaba el heavy metal como bien ha dicho Doctora, sino que además sacó varios discos navideños enmarcados en este estilo, os recomiendo youtube para investigar porque no tienen precio.
Merecido homenaje,Juli Gan.
No hubo otro Drácula como él.
Saludoss
Qué bonito homenaje, realmente me ha gustado. Era un actor único, por su currículum, su historia personal, su increíble longevidad interpretativa...
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