Aunque no seas fan de La Guerra de las Galaxias, o Star Wars como se conoce desde hace años, es muy probable que en algún momento te hayas topado con un Yoda bebé, ya sabes, una versión infantil de aquel sabio maestro que le hablaba a Luke Skywalker de "extraña" manera. Y es bastante posible que tu curiosidad se haya despertado, al ver que "el niño" y a su guardián, un señor con casco que jamás se lo quita.
Admito que nunca he sido una fan de este universo que creó George Lucas, pero desde que llegó The Mandalorian o El Mandaloriano, estoy totalmente enganchada a sus aventuras. Porque una de las grandes ventajas de esta serie, es que no necesitas saber nada de Star Wars, de los Sith, los clones, o el culebrón familiar de los Skywalker, para meterte en la misma, y si lo conoces, pues vas a disfrutar con un visionado con lectura extra.
El Mandaloriano es un western donde las praderas se sustituyen por galaxias lejanas. Su protagonista es el clásico "desarraigado", un cazarrecompensas que no se casa con nadie, que vive con su propio código ("el camino del Mando"), y que lleva una vida solitaria hasta que a sus manos llega "el niño", un pequeño que apenas anda, habla, pero eso sí, que come todo lo que puede, pues es prácticamente un bebé muy pequeñín e inocente.
Tras un dilema moral evidente, nuestro protagonista tiene corazón, como iremos viendo a lo largo de los capítulos, y el hueco que el pequeño cubre en su alma, será el tema principal de la serie y la fuerza de la misma. Es muy similar en ese aspecto al conocido manga El Lobo Solitario y su Cachorro, donde un solitario asesino debe proteger a un crio desvalido en un mundo cruel.
La historia sigue un ciclo de aventuras clásicas, y veremos que Mando, el protagonista, irá haciendo amistades y alianzas, y también enemigos, creciendo como personaje, a la par que nos deleita con escenas de acción muy espectaculares y efectivas, que son un regalo para los ojos en un medio como el televisivo.
Los capítulos rondan entre los 30 minutos y la hora, y en general, al ser temporadas de 8 capítulos, no suele haber apenas relleno, y si lo parece, al final siempre encuentra una justificación.
Mando, al que apenas vemos su rostro, y oímos bastante poco (es parco en palabras), está interpretado por Pedro Pascal, que muestra su buen hacer y profesionalidad en pantalla (aunque seguramente en alguna escena está sustituido por un doble). Junto a él, el equipo técnico que crea al "niño" tiene también su mérito, y el resto del elenco está lleno de nombres importantes como Werner Herzog o Giancarlo Esposito, rostros de Star Wars como el del veterano Carl Weathers, y buenos actores o maestros de la acción como Gina Carano o Taika Waititi, y cameos de calidad como el de Timothy Olyphant o Katee Sackhoff, entre otros muchos.
Detrás de las cámaras, también hay buenos nombres, pero lo principal, es su creador y guionista, el actor, director y polifacético Jon Favreau, que ha tomado mucho control de una historia de un universo en el que el público general creía que ya lo había visto todo. Y aunque El Mandaloriano no deja de ser una serie del oeste donde vemos los bandidos, los pueblos amenazados, los salvajes o los malvados, como tantas veces, está tan bien llevada como historia de aventuras clásicas, con humor y valores de antaño, que no podemos dejar de recomendarla.
Rodada en un estudio con una técnica de escenarios LED que da una mayor realidad y luminosidad que las famosas pantallas verdes, verdaderamente parece que estás metido en esos mundos. Y la guinda la pone una banda sonora maravillosa creada por Ludwig Göransson, que se aleja del clásico Williams, dando tal personalidad a la historia, que su tema principal será uno de esos que se quedarán para el futuro. Tampoco olvidar las imágenes de los storyboards, hechos con todo el cariño, que se muestran al final de cada capítulo.
Sin querer contar más, y esperando el próximo capítulo (pues Disney + ha sido muy inteligente volviendo a poner 1 sólo capítulo por semana en los estrenos, generando emoción entre el público), sólo podemos recomendarosla, si necesitais ver aventuras, con buenos y malos, humor, amistad, detalles y volver a los ocho años, aquí la tenéis. Es una rara avis, que nos ha hecho recuperar la ilusión en que todavía se pueden hacer productos de entretenimiento así.
Carmen R
2 comentarios:
Muy fan del mandaloriano!
Como debe ser 😀
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