viernes, 20 de febrero de 2015

Lo sentimos, pero no da la edad para el papel

La entrada de  sobre El Orgullo de los Yankees,  comentaba Juli Gan lo extraño que le resultaba ver a un Gary Cooper ya en los cuarenta, haciendo de estudiante, y eso me ha dado pie para esta entrada, así que gracias por la idea.

No descubro nada si digo que muchos actores, especialmente grandes estrellas, han interpretado papeles cuya edad superaban de largo. De hecho ya se ha convertido en un cliché que en las películas o series que transcurren en un instituto, los alumnos son actores que pasan de los veinte, a veces sobradamente.

Creo que podemos afirmar que es ya un chiste recurrente recordar los treinta años que tenía Olivia Newton-John cuando encarnó a una inocente estudiante en Grease, aunque eran pocos si se tiene en cuenta los treinta y cuatro (sí, 34) de Stockard Channing en aquella época, sin que a nadie le chocara demasiado su famosa Rizzo.

Aunque francamente creo que si algo se puede decir de Grease es que es una película que no se toma muy en serio a sí misma, algo que me parece que la beneficia en mucho, y que poco o nada pretendía resultar verosímil.

Como nota curiosa, el tema de estudiantes interpretados por actores que ya no pasan ni por repetidores, no es nuevo ni mucho menos, y un caso que recuerdo con especial cariño es el drama médico de los cincuenta "No serás un extraño", además de por ser una película de lo más curiosa, porque aparecen como estudiantes de medicina Robert Mitchum, más cerca de cumplir los cuarenta que los treinta y Frank Sinatra que tenía dos años más.

Vamos, que cumplió los cuarenta acabando Medicina. Y es que ya se sabe que Medicina es una carrera difícil. Sobre todo si eres Frank Sinatra.

Lo bueno es que la época en la que se rodó nos ahorra la penosa imagen de ambos vestidos de jovencitos ya que al parecer en aquella década aún era normal que los estudiantes llevaran traje y corbata, con lo cual aún parecen menos estudiantes, aunque por lo menos conservan la dignidad. Algo por otra parte fácil, si eres Robert Mitchum.

Aquí les tenemos junto a nada menos que ¡Lee Marvin! preocupados por quién les va a pasar los apuntes, foto cortesía de este interesante blog, cuya entrada al respecto os recomiendo.


Pero no me voy a fijar en esos casos tan numerosos en que la edad del actor resulta un problema, sino en los que curiosamente pasa desapercibida dicha diferencia.

Primer y llamativo ejemplo, El hombre que mató a Liberty Balance, James Stewart tenía la friolera de 54 años cuando interpretó al recién licenciado que llega al Oeste. Claro que es fácil olvidarse de la edad de nadie, cuando estás viendo una obra maestra interpretada por tan gran actor ¿Verdad?

Lo curioso es que es casi imposible olvidarse de la horrible caracterización de "anciano" del mismo personaje al principio de la película. Y eso que su edad se acercaba más a la del maduro senador que a la del joven idealista del flashback. Como se puede ver en esta fotografía.


La relación de la edad entre dos actores también puede ser un problema, o no serlo en absoluto, a pesar de lo inadecuada. A mí por lo menos jamás me han llamado la atención Cary Grant y Jessie Royce Landis cuando interpretaron a un hijo y su madre en "Con la muerte en los talones", siendo ella tan solo ocho años mayor que su hijo de la ficción.

Que ella tuviera sesenta y tres  años no sorprende mucho, pero es que Grant, que andaba por los cincuenta y cinco podía pasar por alguien de "cuarenta y pocos" sin ningún problema.

Pero es que Cary Grant... era mucho Cary Grant.


Esos mismos ocho años son la misma diferencia de edad que tenían Marisol y su primera (y casi única) madre de ficción María Mahor.

Pepa Flores tenía doce años aunque aparentaba bastantes menos y la pobre María Mahor era una jovencita de apenas veinte años (demasiado joven para el reparto de Grease), pero peinada y vestida con ese look de pelo abultado (o moño bajo) y falda de mezclilla con la que se castigaba a las pobres españolas de finales de los cincuenta, podía aparentar unos cuántos más.

Para rizar el rizo, la segunda (y penúltima) madre cinematográfica de Marisol fue la inefable Isabel Garcés en "Rumbo a Río", que algo difícilmente hubiera podido ser madre a los cuarenta y seis años de la estrella infantil, aunque no tanto de María Mahor, a la que sacaba treinta y ocho años.

Y es que Marisol no tenía suerte con sus padres de ficción, nunca le vivieron los dos, o bien era huérfana absoluta, o había perdido a su padre o madre. En todo caso, a los dos no se los dejaron vivos ni en un solo título de su época infantil, que yo recuerde, y que recuerden en esta web, de donde por cierto he sacado la foto de la primera película de la malagueña.

Claro que menos suerte tuvieron ambas "madres", ya que la Mahor tuvo que soport... digo colaboró con Joselito ese mismo año 1960 (no empezó bien la década) y la pobre Isabel Garcés sufrió en sus carnes los gorgoritos de casi todos los niños cantores de este país: además de coincidir con Marisol varias veces, también tuvo la fortuna de compartir plató con Pili y Mili y de paso, con la más crecidita Rocío Durcal.

Aunque es posible que ningún niño cantor pudiera asustarla después de ver el increíble logro de cantar (o así) sin mover ni un solo músculo de la cara de Sara Montiel en "Mi último tango", no confundir con "El último tango en París", aunque sí se puede confundir con "El último cuplé", porque básicamente era una copia descarada únicamente pensada para explotar el sorprendente éxito de la Montiel intentando pasar por cantante, algo infinitamente más increíble que una niña de ocho años pueda tener un hijo.

Pero así es la magia del cine.


Nota: He calculado las edades atendiendo a los datos de IMDB
Nota 2: Me ha gustado el tema, volveré a atacar!

9 comentarios:

Juli Gan dijo...

¡Qué bueno! Todo un ejercicio de cálculo. De todo el elenco de Grease, Stockard Channing era la mayor, pero, vete tú a saber por qué. chirriaba bastante menos que la "jovenzuela" Newton-John.

No sé por qué me ha venido a la cabeza esa peli de Douglas Sirk (Obsesión, 1954) en la que Rock Hudson es un farruquito con pasta que atropella al marido de Jane Wymann (¿Será por Scockard CHANNING, jijiji) y él es más joven que ella (En la realidad se llevaban 8 años) y él consigue hacerse maduro (¡Y neurocirujano!) plateándole las sienes.

¿Y el pobre Joselito, haciendo de prepúber a los 18? Pobrecico este chaval. Con este sí que se hicieron barbaridades.

Ah, en el Mago de Oz, a la pobre Judy Garland, para hacer de Dorothy infantil, le vendaban los pechos de moza de 17 que tenía. ¡Cuántas cosas!

Muy buen post.

Tarambana dijo...

Pues es un tema muy interesante. Es verdad que en algunos casos la diferencia de edad entre el actor y el personaje canta bastante, pero en otras ocasiones queda bien disimulada.

Me ha hecho gracia recorar a la madre de Cary Grant en Con la muerte en los talones. Recuerdo que era un personaje de lo más curioso: con lo arregladito que iba siempre Cary (aunque también era un personaje divertidamente despreocupado) y lo, ejem, excéntrica, que era la madre. Una peli curiosa: era de intriga pero tenía momentos que la acercaban más a la comedia que a otra cosa. :D

Doctora dijo...

Una entrada muy currada y muy curiosa.

Mira, un 2x1, Rachel McAdams tenía 26 años cuando interpretó a una adolescente en "Chicas malas", y Amy Poehler, que hace de su madre, sólo es 7 años mayor que ella. Andrew Garfield también estaba cerca de la treintena cuando hizo de un adolescente Peter Parker y Sally Field, madre de Forrest Gump, sólo se lleva 10 años con Tom Hanks.

De todas formas el caso que más chirría es el de Angelina Jolie y Colin Farrell, madre e hijo en "Alejandro Magno", y que se llevan 1 año.

Y en cuanto a edades engañosas, sé que no es de cine, pero el que me dejó más sorprendida fue Jason Earles, el que hacía de hermano de Miley Cyrus en Hannah Montana. Bueno, pues este señor parece realmente un adolescente, pero cuando empezó la serie tenía 28 años, y ahora tiene ya 37, o sea, que casi podría ser el padre de Miley.

TRoyaNa dijo...

Interesante post Loque

chocante el caso de "Grease" y en el formato serie,era un poco llamativo la escasa diferencia de edad entre padre e hijo en Frasier.

Kelsey Grammer, el inolvidable Dr Frasier Crane, nació en 1955 y su padre en la ficción John Mahoney nació en 1940, por lo que si tuviéramos que atender a sus edades reales padre e hijo se llevarían sólo 15 años.

Y he encontrado,esta interesante lista en internet,para complementar un poco:

http://cinemania.es/noticias/10-papeles-jovenes-para-actores-no-tan-jovenes/


loquemeahorro dijo...

Juli Gan: Muchas gracias! Tú me inspiraste.

Las caracterizaciones de los actores con unas cuántas canas y unas arrugas de pega, son realmente lamentables, y muy frecuentes en el cine clásico.

Es verdad, el final de Obsesión con ese Rock Hudson maduro y reformado es un poco lamentable.

Aunque mucho peor los pobres adolescentes que tenían que hacerse pasar por críos, lo de los pechos vendados... qué chungo, yo también lo he oído de Marisol y es terrible.


Tarambana ¿Verdad? A mí me parece un tema que da para mucho. Y sí, el personaje de la madre de Cary Grant, diciendole a los que persiguen a su hijo "Ustedes ¿no querrán matar a mi hijo, verdad?", total.

Es una GRAN película


Doctora: Gracias! No había reconocido a Amy Poehler en la madre de Chicas Malas. Curiosamente la misma actriz hace de jovencita que tiene el hijo de Tina Fey
en "Mamá de alquiler" llevándose ambas un año apenas.

Pensé en "el hermano de Hanna Montana" como siempre le conoceré, para esta entrada, no te creas! Y porque me lo habías dicho tú.

Lo de Alejandro Magno no tiene nombre, en serio... no lo entiendo.

TroyaNa Gracias. No había caído en la edad de Kelsey Grammer y John Mahoney y eso que adoraba la serie, o quizá por eso.

Gracias por el enlace, seguro que me da muchas ideas.

garcigomez dijo...

Travolta debe sentirse aún como en los tiempos de "Grease", que anoche en los Oscar estaba "on fire", arrimándose a todas las que le salían a su paso aún a costa de ponerse pesado (que se lo digan a Scarlett Johansson).

Sobre las diferencias de edad que solo el cine puede conseguir, una célebre es la de la peli "El Graduado", donde Anne Bancroft hacía de una mujer que doblaba la edad al protagonista y realmente solo le sacaba 7 años a Dustin Hoffman, que hacía de tío de veintipocos con 30 años y Bancroft de cuarentona a sus 37

Manderly dijo...

Cierto! A veces estas cosas de las edades 'cantan' demasiado en las películas.
A mi personalmente no me gusta mucho cuando se trata de emparejar románticamente a dos estrellas.. pase una vez pero a veces es demasiado. Es el caso de Audrey Hepburn con Cary Grant, Gary Cooper o Fred Astaire...
Saludos.

Natalia D. dijo...

Sí que has encontrado un buen tema y de lo más divertido. A mí especialmente me ha gustado ve a Lee Marvin de estudiante talludito (muy talludito), que es un papel que no le pega nada, pero nada.
Y tu entrada me ha hecho pensar, aunque no es el tema, en lo divertidos que estaban C. Gran y Ginger Roger en "Me siento rejuvenecer".

loquemeahorro dijo...

Garcigomez: Qué pena, me lo perdí pero debió ser épico. Ahora que lo pienso, creo que hacía de padre de Scarlett J. en una película (oh, cielos!)

Que Anne Bancroft era mucho más guapa y sexy y todo, que ese pazguato de D. Hoffman, ya lo sabía, que solo se llevaban 7 años, lo ignoraba.


Manderly Estoy de acuerdo con lo que dices, no me gusta, sobre todo porque siempre (o casi) es chica jovencísima monísimo, con tipo muy cascado.
Sin embargo, en Charada, no me llamó nada la atención, pero es que Cary Grant... era único

Natalia D Muchas gracias. Qué divertida es Me siento rejuvenecer! Me da rabia la de gente más o menos joven, que no la conoce, porque lo pasarían genial.

Curiosamente Lee Marvin, era bastante más joven que los protagonistas, pero parecía mucho mayor, es de esa gente que ya nació siendo "un señor".