viernes, 26 de abril de 2024

Juego de Tronos y algunos perfiles psicológicos de plena actualidad

 


"Juego de Tronos" es una serie de ficción ambientada en la pugna constante de varios reinos a fin de acceder al  trono de hierro en el medievo.

Este es el punto de partida de esta serie estadounidense del 2011 ambientada en la edad media y sin embargo perfectamente aplicable en muchos aspectos a nuestros días.

Motivos para ver Juego de Tronos en 2024:

1) la grandiosa puesta en escena, los escenarios naturales, algunos reconocibles en España ,las espectaculares batallas, el vestuario, la banda sonora, las caracterizaciones, el sonido,la fotografía....

2)las luchas de poder, las intrigas palaciegas, son análogas a las que  a día de hoy no sólo mantiene la clase política sino también las empresas o los ambientes de según qué trabajos, donde hay en juego, porciones de influencia,prestigio,ascenso , reconocimiento o poder.

3) Los perfiles psicológicos de algunos personajes principales coinciden con muchos personajes reales que podemos encontrar en estos microcosmos anteriormente mencionados.Sus virtudes y sus defectos, sus ángeles y sus demonios, conviven con nosotros cuando hablamos por ejemplo de ámbitos "tóxicos" de trabajo, cuanto ni más en una sociedad que todavía se recupera de las secuelas de un pandemia mundial, también en lo que se refiere a su salud mental.

En este punto, ahondaremos un poco y tal vez podáis reconocer a algunos perfiles en vuestro entorno más próximo:



1)Cersei Lannister.Estamos ante la hija Tywin Lannister.Reina de la dinastía Lannister porque se casó con el rey Robert Baratheon , aunque por ser mujer esté relegada a permanecer siempre a la sombra de su esposo, de su padre y de sus hijos varones a la hora de ejercer el poder. Es cruel, ambiciosa, despiadada.No quiere a nadie, salvo a su hermano, con quien mantiene una relación incestuosa y sus hijos.

Cercei, sería en vuestro lugar de trabajo, esa mujer ambiciosa, narcisista y manipuladora que llega lejos debido a su ausencia de escrúpulos, capaz de administrar sufrimiento sin atisbo de arrepentimiento.

Si tienes la mala fortuna de que sea tu jefa, tarde o temprano, es posible cojas una baja o directamente, consideres pedir una excedencia voluntaria.



2) Tyrion Lannister

Hermano de Cersei.Su personaje presenta enanismo y en la Edad Media esta condición física, por muy noble que fueras, podría condenarte a la muerte debido a que constantemente se recurría a la fuerza física para poder sobrevivir en el campo de batalla y fuera de él. Tal vez por esta razón, Tyrion es un personaje resiliente que ha sabido valerse de otras fortalezas para subsistir en un mundo plagado de peligros y amenazas.Es por eso, que Tyrion ha cultivado su inteligencia y su cultura y cuenta con el  don de la palabra y la persuasión. Mujeriego y bebedor, ha sabido sacar partido de sus lecturas para seguir vivo en un mundo donde la sabiduría en un momento dado, también puede sacarte de más de un aprieto.

3) Sansa Stark


El linaje de los Stark es de un total de seis hijos y Sansa es de las hijas, la primogénita .

Su vida, aún siendo noble, se convierte en una pesadilla desde el momento en que su padre muere.Su personaje es humillado, explotado, expuesto a mil adversidades, traicionada por "Meñique"....etc...Su aparente fragilidad esconde fortaleza y estamos esperando que resurja de las cenizas cual Ave Fénix para que por fin se convierta en una mujer libre y empoderada.

Sansa tal vez podría ser esa compañera de trabajo que habiendo sufrido algún tipo de opresión, poco a poco, va rompiendo con todas esas cadenas hasta liberarse puede que en el mismo puesto o simplemente poniéndose a salvo promocionando o cambiando de contexto.

4) Meñique


Posiblemente uno de los personajes que más engañan con sus formas y apariencias.Sibilino y educado, resulta ser un manipulador que trata bien a sus aliados siempre y cuando les sirvan para lograr sus propios intereses.Inteligente, cruel, perverso y despiadado.Lo que vendría a ser un sociópata en toda regla.

Si en tu lugar de trabajo, encuentras un Meñique y encima tienes la desgracia de que sea un jefe, huye mientras puedas,a no ser que hayas logrado hacerte un expert@ en el arte del elogio y adulación.

5)Daenerys Targeryen


Uno de los personajes femeninos con más carisma y empoderamiento.Huérfana y entregada a un matrimonio que no desea, atraviesa todo tipo de dificultades y evoluciona convirtiendo cada adversidad en una oportunidad de crecimiento.Poderosa reina de dragones, valiente y resiliente con un gran sentido de la justicia, liberando a numerosos pueblos de la esclavitud hasta crear un gran ejército.Ella que era tímida e insegura ,crece y se convierte en una mujer líder a la que el pueblo sigue con profunda convicción.

Si tienes a una mujer así en tu trabajo , es posible ascienda por mérito propio, combatirá las injusticias y si tienes la suerte de que sea coordinadora, defenderá a su equipo aunque más de una vez ella misma ejerza de parapeto o rompeolas para que sus trabajadores no se lleven la peor parte,Son mujeres carismáticas y luchadoras.Merece la pena tenerlas cerca , si es que las dejan mantenerse en el cargo.

6)Arya Stark


Una niña que arrastra pérdidas familiares traumáticas.Arya es una chica que se hace pasar por chico para sobrevivir, es independiente, resiliente, actúa a la fuerza como si una adulta se tratara y resiste lo imposible con la fortaleza que le proporciona el deseo de venganza.

Arya será una adulta resentida, fuerte pero con heridas abiertas.

7) Joffrey Baratheon

Joffrey es rey.Su crueldad y sadismo es posiblemente es más impactante de la serie.Parece que le complace el sufrimiento ajeno, narcisista y egocéntrico, carece de escrúpulos y de empatía.

Si en tu lugar de trabajo topas con algún personaje similar, corre , más rápido aún, si tiene poder.

8) Jon Nieve



Es un líder triste pero carismático.Consagrado al linaje de los Stark, es noble, leal y tiene sentido de la justicia.Un jefe así es una fantasía hecha realidad.




Espero que con esta aproximación a algunos personajes de la serie, mínimo os haya entrado curiosidad.

La serie es absolutamente recomendable, da igual si os gusta o no la ciencia ficción, la fantasía o el toque mágico que en algún momento pueda tener.Es una serie con unos personajes fascinantes, con incesante acción y con un duelo constante entre el bien y el mal.Sobran los motivos para darle una oportunidad.

Si alguien quiere comentar sobre algún personaje no mencionado, seré toda oídos.

Féliz fin de semana.

Troyana


viernes, 19 de abril de 2024

Shogun: lealtad japonesa

Esta semana viajamos en el espacio y el tiempo hasta llegar al Japón de la época pre-Edo, a través de la serie Shogun, producto de FX que llega a la mayoría de las televisiones a través de Disney +.  Se basa en la novela de James Clavell publicada en 1975 y best seller del momento, que ya fue objeto de adaptación televisiva en los años 80, con el protagonismo de Richard Chamberlain y el gran Toshirō Mifune.

En este caso, y a falta del capítulo final, pues la serie regresa al concepto de "miniserie" sin continuaciones, podemos decir que, sin haber leído el libro ni visto la adaptación final, estamos muy agradecidas de que el Shogun de 2024 sea la serie que muchos llevábamos mucho tiempo esperando: aparentemente fiel al mundo del siglo XVII que representa, sin miedo a mostrar el choque culturarl de entonces y todo obviando los mecanismos actuales que se meten en series históricas (música anacrónica, puestas en escena modernas o personajes inclusivos y poco realistas con el momento).

Shogun cuenta la historia de John Blackthorne, un piloto inglés que naufraga en Japón, y que había sido enviado junto a sus compañeros en un navío holandés, para romper el monopolio portugués existente en el 1600, propagar el enfrentamiento católico-protestante en oriente, y empezar el imperio inglés. Su llegada al país nipón coincidirá con un periodo de casi guerra civil y lucha de clanes, que complicará más su supervivencia, en un entorno donde se le considera un "bárbaro".

La serie resalta porque en vez de centrarse en el protagonista inglés, se fija más en los miembros japoneses de los diferentes clanes y sus luchas. Tanto es así, que el idioma principal es el japonés, y salvo los momentos en los que hablan en "portugués" por cuestiones de la trama, hay que seguirla con subtítulos (salvo si se habla el idioma). Esto, que parece sorprendente en una serie producida por Estados Unidos, no lo resulta tanto, cuando se ve que en la producción también ha colaborado un equipo japonés. De hecho, uno de los actores principales, el conocido Hiroyuki Sanada, que actúa como Toranaga, es uno de los productores y para él la fidelidad histórica era uno de los pilares principales de esta producción (1)

Resulta una gozada, ver una serie que quiere ser rigurosa, que se siente más como una producción japonesa, de calidad cinematográfica, que como otro producto más comercial y hecho para las masas, porque además, nos muestra que hay otra manera de hacer las cosas, sin que resulten "pasivas" o "lentas", o poco apasionates. Aunque es verdad que al principio, para "venderla" dijeron que era la nueva "Juego de Tronos" (2), algo que incluso irritó a su director, Jonathan van Tulleken.

Sobre la historia y la producción, poco más voy a añadir. Ahora toca hablar de los actores y destaca Sanada y su corte,  porque todos son excelentes, resaltando Anna Sawai como Mariko, una mujer que os maravillará, que tiene su propio arco y no es una mera comparsa. Sobre Cosmo Jarvis, que hace de Blackthorne, afortunadamente podemos olvidar su participación en la terrible Persuasión de Netflix, y su interpretación nos puede recordar a Tom Hardy, como un tosco inglés de la época; en particular, me gustaría verlo en otros roles para confirmar si su "confusión" se debe a que quiere compartir la de John, o es su manera de actuar. De los demás, todos son muy profesionales, destacando por su carisma Takehiro Hira (Ishido), Tadanobu Asano (Yabushige), Tommy Bastow (Padre Martin Alvito) o los 10 minutos que aparece Nestor Carbonell como el español Vasco Rodrígues.

Poco más quiero decir de la serie, salvo que la veáis y os aseguro que la vais a disfrutar tanto que ni se os va a ocurrir haceros el hara-kiri, perdón, el seppuku.

Carmen

Fuentes:

  1. https://eu.usatoday.com/story/entertainment/tv/2024/02/28/shogun-producer-hiroyuki-sanada-interview/72702443007/
  2. https://as.com/meristation/noticias/shogun-no-es-como-juego-de-tronos-su-director-prefiere-compararla-con-estos-exitos-n/

viernes, 12 de abril de 2024

Griselda

Después de ver Griselda, he decidido que no me voy a hacer narcotraficante. ¿Que ganas dinero? Sí, pero llevas una vida muy perdulable, como decía una paciente mía. Además, os advierto que es un mundo completamente dominado por el heteropatriarcado. Pero os lo voy a contar despacio. La serie está basada en la vida de Griselda Blanco, una mujer colombiana que controló el tráfico de drogas en Miami entre los años 70 y 80. Por supuesto, la serie se permite bastantes licencias respecto a la vida real de esta mujer, pero los datos fundamentales son ciertos. Una cosa queda clara en la serie: para ser narco tienes que estás dispuesto a matar y a morir. Puedo entender que gente que vive en una situación de pobreza y rodeados de violencia lo acepte como medio de vida. En realidad, tienen poco que perder. La vida, pensaréis, pero no parece tener mucho valor para esta gente, es como si estuviera asumido que vas a morir joven, por lo tanto, hay que exprimir la vida a tope el tiempo que tengas. Me resulta más difícil de entender que no cojan más apego a la vida cuando ya se han hecho capos del tema, tienen un montón de dinero y una familia. A la protagonista le aconsejan varias veces que se retire, pero no sé si es por ambición, avaricia, amor al riesgo o venganza, siempre decide seguir. Yo hubiera esperado un comportamiento más conservador de los que están arriba, de establecer unas normas del juego que les proporcionen algo más de seguridad, pero se ve que esto no funciona así. En la serie vemos llegar a la protagonista a Miami con sus tres hijos después de matar a su marido. En la maleta lleva un kilo de coca para vender. ¿Os imagináis llegar a una ciudad que no conoces y donde no sabes cómo funciona el negocio e intentar vender la coca? El personaje queda retratada como una psicópata, pero no hay duda de que tenía valor. O desesperación. O las dos cosas. Sofía Vergara borda el papel. Está irreconocible. Construye un personaje que es una fuerza de la naturaleza, capaz de levantarse tantas veces como la derriban, inteligente, ambiciosa y sin ningún escrúpulo. Además de ser un mundo cruel y despiadado, es también un mundo completamente machista y que una mujer pretenda tener algún control resulta inadmisible para los narcos. Ella construye su imperio con el apoyo de un grupo de prostitutas que trabajan como sus mulas y un ejercito que constituye con marielitos que le son muy fieles. Otra que sufre el machismo en sus carnes es la policía que quiere resolver el caso. En la comisaría consideran que una mujer está en comisaría para hacer café y fotocopias, y se tendrá que dejar la piel para poder seguir adelante con el caso. Otra cosa que me fascina de la serie es la ambientación y, sobre todo, el vestuario y maquillaje. Es una vuelta al pasado muy lograda, imaginad un mundo de lujo ligado al tráfico de drogas en el Miami del 75 al 85. Ríete tú de Corrupción en Miami. Un despliegue de rasos, oros, casas con piscina y melenas a lo Farrah Fawcett. El director de la serie es Andrés Baiz, del que no he visto ninguna película, aunque Satanás ganó en el Festival de Montecarlo en 2007. Los actores están todos muy bien y hay alguna cara conocida entre nosotros, como Ernesto Alterio y Victor Ammann. Son solo seis capítulos y, aunque no es un tema novedoso, el hecho de que la protagonista sea una mujer en esos años, le aporta más interés. En la verdadera historia de Griselda Blanco, tres de sus cuatro hijos murieron asesinados y ella también a los 69 años, lo que se considera ser longeva para una traficante en activo. Como os he dicho, no me haré narco que me quedarían dos telediarios.

sábado, 23 de marzo de 2024

Se les fue la mano, aunque sea de hierro

No quiero repetirme, pero lo debo hacer una vez más. En mis últimas contribuciones he venido hablando de las series para plataformas de televisión y su gran momento. Hay una especie de edad de oro de las series, pero eso también significa que, entre tanta producción, suela haber bastante ejemplar mediocre. Yo deseaba poder hablar aquí de una seria epatante, pero acabo de ¿consumir? algún que otro gato que me habían vendido como liebre.

Destaca el gris...En todo.


Cierta plataforma televisiva  ha estrenado, y publicitado, una serie de acción española, trufada de grandes nombres en su reparto. El tráiler es trepidante, pero la serie pierde gas desde el primer capítulo. La sinopsis es la siguiente: Joaquín Manchado, also known as "el manco" (Eduard Fernández) es un hombre hecho a sí mismo, como nos demuestran los recurrentes flashbacks, que es el que maneja a su antojo el puerto de Barcelona, tanto en negocios legales como ilegales. No pasa nada en su puerto que él no sepa. Su familia convive y trabaja con y para él, desde su hermano Román (Sergi López), sus hijos (Enric Auquer y Natalia de Molina) y su yerno (Jaime Lorente).

La serie lleva el nombre de su personaje, pero no el peso.


La trama es tan clásica que sabes lo que va a pasar y eso le quita interés. Cada personaje, masculino, por supuesto, ya que las tres o cuatro mujeres que tienen letra en la serie hay poca cosa que reseñar, y es que en este campo de nabos las mujeres no dejan de ser una mera comparsa y se limitan a ser: la hija del jefe (Natalia de Molina), la hija y hermana de un gángster mexicano (Giannina Fruttero),  la puta de lujo a la que babosea el hermano  gregario del jefazo (María Belmonte), una secundaria misteriosa que tiene alguna escena al final de la serie inacabada (Melina Matthews), o el papel que se queda a medias de personaje importante que hace su aparición con cuentagotas (Ana Torrent)

Sergi López hecho un cristo.


Así que entre explosiones, tiros, sangre, palizas, puñaladas literales y de las figuradas, también, flashbacks fallidos que intentan explicar el por qué de la violenta situación actual, ambas tan falsas como una sonrisa de vendedor profesional, la serie va perdiendo fuelle. 

Las subtramas no están demasiado logradas. Chino Darín en plan ONG.


Hablando de flashbacks, sitúan los inicios del imperio del joven advenedizo que será "mano de hierro" en un puerto de Barcelona irreal que convierte a los estibadores en mafiosos que viven en una especie de gueto chabolista (Que quieren hacer pasar por lo que fue can Túnis, actual zona donde se aposenta "Mercabarna"). Entiendo que quieran mostrar un pasado oscuro y peligroso de un puerto corrompido, pero es que no da el pego.

Sicarios mexicanos, bueno, Raúl Briones, sí, su hermana, Giannona Fruttero es de bastabte más al sur.


En resumidas cuentas. Hay un conflicto con un cargamento que entra a puerto en el que se ven envueltos el mafioso local que tiene untado al picoleto que comanda el cuartel (Se agradece ver a Salva Reina en un registro que no es el habitual), a los mafiosos italianos, a los sicarios mexicanos (Aunque la peligrosa mexicana sea chilena) y a los arribistas que quieren dar el golpe de su vida. Nada demasiado original, que, además cumple con la estafa, no ya de dejar algún cabo suelto para una segunda parte, sino de no resolver absolutamente nada dejando muy descaradamente todo inacabado, lo cual es indignante. 


viernes, 15 de marzo de 2024

Carles Porta, el maestro del true crime

Si tienes una mínima afición por el true crime, seguro que conoces a Carles Porta y seguro que, como yo, lo consideras un maestro del género; así y todo, espero en este articulito darte algunas pistas. Y si no lo conoces, enhorabuena: tienes mucho bueno por descubrir. No puedo hacerte una mejor recomendación.

Carles Porta ha cultivado y cultiva el true crime en, que yo sepa, al menos cuatro formatos: exposición, podcast, libros y series de televisión. No voy a hacer un repaso exhaustivo de toda su obra; si la queréis más o menos completa, visitad su entrada en Wikipedia.

Crims, l’Exposicio permaneció abierta en el Palau Robert de Barcelona entre el 25 de octubre de 2022 y el 10 de abril de 2023, con gran éxito de público. Lamentablemente no pude visitarla, así que no puedo contaros mucho más sobre ella; solo que no estaría mal llevarla por provincias y por provincias me refiero a enfrente de mi casa.

De sus podcasts tampoco os voy a decir gran cosa, porque no los he escuchado; tiene unos cuantos, pero yo solo os voy a citar el que se titula ¿Por qué matamos? y tenéis disponible en Audible.


De los libros, en cambio, os podría decir mucho, porque son todos interesantes, pero, como este es un blog de cine y televisión, me limitaré a recomendaros Tor. La montaña maldita (Anagrama, 2006), sobre los crímenes cometidos en esa bellísima y diminuta aldea leridana, fronteriza con Andorra; La farmacéutica. 492 días secuestrada (Reservoir Books, 2021), sobre el caso de Maria Ángels Feliu, de Olot; y, por supuesto, la saga Crímenes, que tiene varias entregas y una versión televisiva de la que vamos a hablar ahora.

Crímenes es la obra estrella de Porta, una serie televisiva de tres temporadas que recoge episodios (unos sencillos y otros dobles) sobre asesinatos cometidos en Cataluña. Los hay de todo tipo, más o menos recientes, más o menos vulgares (de móvil económico) y más o menos perversos; muchos resueltos y otros, los menos, sin resolver. A mí me han impresionado especialmente un par de asesinAs en serie de ancianas que actuaron en Barcelona y la tremenda cifra de chicas jóvenes víctimas de la violencia sexual contra las mujeres.

Añado otras dos series suyas también muy recomendables. La primera, además de recomendable, llega a ser imprescindible. Me refiero a El crimen de la guardia urbana, el famoso asesinato de un agente de la Policía Local de Barcelona, a manos (iba a añadir “presuntamente”, pero no: ya están juzgados y condenados) de otros dos. Este crimen real, que ha dado pie posteriormente a otra serie de ficción, El cuerpo en llamas, se trata en tres episodios: el primero recoge la versión de la condenada Rosa Peral; el segundo, la del otro condenado, Albert López; y el tercero intenta ofrecer una visión objetiva de los hechos. Como podéis imaginar, si el asunto ha dado tanto pie audiovisual, es porque tiene mucha tela que cortar.


La otra serie de Porta que os voy a citar es Luz en la oscuridad, en la misma línea de Crímenes, pero rebasados los límites geográficos de Cataluña. Son cuatro episodios sobre dos casos muy diferentes: uno reciente, de 2019, el asesinato en Zaragoza de un informático de Getxo que había acudido a una cita a través de una aplicación de internet; y otro de hace casi cuarenta años, pero que no pierde actualidad: la desaparición de David Guerrero, el niño pintor de Málaga.


Como dice el prologuista de uno de sus libros, Porta reúne las tres erres imprescindibles para que un true crime sea un producto brillante y digno: rigor, respeto y ritmo. Esas tres palabras lo dicen todo, pero me apetece añadir que Porta mantiene un tono sobrio y a la vez apasionante; no supera nunca los límites de la tragedia, no se recrea jamás en el morbo ni en el mal gusto; a veces hace gala de un humor negro nunca hiriente y siempre elegante; e impone un ritmo narrativo, una manera de contar historias, que resulta amena, nunca embrollada, sencilla y absolutamente eficaz.

Como te decía al principio, si te gusta el true crime, no puedo hacerte una mejor recomendación. Sin más, te saluda tu amiga

Noemí Pastor

viernes, 8 de marzo de 2024

Emily

Escrita y dirigida por Frances O´Connor y estrenada en 2022, es una ficción basada en la vida de la escritora británica Emily Brontë. Impacta la interpretación de la actriz protagonista. Emma Mackey es Emily y Emily es la película. La sutileza de sus expresiones faciales y de todo su lenguaje corporal es sublime. Sorprende la cantidad y variedad de emociones, sensaciones y matices que es capaz de transmitir, hasta el punto de conseguir que no solo sepamos lo que piensa, sino que podamos imaginar lo que imagina. (Si bien, no deja de resultar un poco paradójica esa expresividad sin palabras para recrear a una escritora). La película indaga en el mundo emocional de la poeta y novelista. Revela tanto sus afectos —familia, amor y escasas amistades—, como sus temores, en especial una fobia social que, al parecer, padecía. Sus vivencias peculiares e intensas en torno a la literatura. Sus coqueteos con el opio, sus inquietudes como mujer, su rebeldía en defensa del libre pensamiento frente al dogmatismo religioso imperante en la época y, sobre todo, su gran talento y su naturaleza explosivamente creadora. Otro gran logro es la estructura narrativa. Está dividida en cuatro bloques, que sin tener nada que ver con las cuatro estaciones o las cuatro edades, sí resulta fácil ver un paralelismo con esos esquemas. Aunque abarca unos pocos años de la vida de la escritora, todos de su juventud (falleció a los 30), logra mostrar una primera etapa más infantil en la que vive vinculada a sus hermanas y llena de ilusiones de futuro. Una segunda fase de rebeldía juvenil marcada por la influencia de su hermano. En la tercera, la plenitud del amor. Mientras que la última refleja una madurez presidida por el dominio de sí misma. Dentro de cada bloque, las escenas se suceden como si fueran capítulos, con su planteamiento y su desenlace, o como relatos breves, cada uno con una historia para el espectador. Algunas de ellas son poemas, como la de la lluvia o la de las sábanas tendidas. Me parece remarcable la audacia del planteamiento estético. Con una mezcla de elementos de distintos géneros —cuento de hadas, ambientación tradicional de la época victoriana, terror, magia, efectos teatrales...— logra una combinación exquisita de arte y naturaleza en su estado más salvaje. Es la misma dualidad que encarna la propia protagonista y que se advierte en todos los detalles: peinado, vestuario, y atrezzo —máscara, sábanas...—. Además de las artes que explícitamente se muestran —literatura y música— en cada escena se aprecia la belleza y genialidad de las aportaciones pictóricas, una fotografía exquisita y de las coreografías que subyacen en el movimiento de actores y actrices. (No bailan, evolucionan de forma coordinada y armónica). La música merece un comentario aparte. La banda sonora es obra del compositor polaco Abel Korzeniowski y se adapta como una segunda piel a la mirada de Emily. Explica, anticipa, enfatiza, advierte o acompaña en determinados momentos. En otros, simplemente, crea magia. También contribuye a la grandeza del conjunto el resto del reparto. Oliver Jackson-Cohen, que interpreta a William Weightman; Fionn Whitehead como Branwell, Alexandra Dowling como Charlotte y Amelia Gething como Anne, los otros tres hermanos Brontë. No sé, ni considero relevante si la historia se ajusta o no a la auténtica biografía de la escritora, porque sería igual de magnífica si la protagonista fuera de ficción, pero tiene el valor añadido de que al terminarla —un poco abducida, creo que se me nota en el vocabulario de esta reseña— te entran unas ganas incontrolables de releer Cumbres Borrascosas. Almudena Fernández Ostolaza

viernes, 1 de marzo de 2024

Un amor

 


La última película de Isabel Coixet no se ha llevado ningún goya pero sin embargo, se merecía más de uno en mi opinión.



"Un amor"( 2023) está basada en el libro homónimo de Esther Mesa. Nos cuenta la historia de Nat ( Laia Costa) que es una traductora que escapa de la ciudad a un pueblo del interior de Aragón para reconducir su vida.

Aviso que ahondaré en la trama y los personajes. Si alguien no ha visto la película y no quiere detalles puede aplazar la lectura de esta reseña ahora y retomarla una vez haya visto la película.




El idílico mundo rural, a menudo tan idealizado por los urbanitas,  acogerá a Nat con desconfianza e incluso con hostilidad y poco a poco se irá dando cuenta de que el entorno no es tan bucólico y apacible como en un principio prometía. En este  contexto, su casero (Luis Bermejo) se mostrará grosero e incluso agresivo y recibirá una insólita propuesta sexual por parte de otro vecino conocido como "el alemán" (Keuchkerian) a cambio de unos arreglos caseros en la casa que ha alquilado y que literalmente se cae a pedazos.


Nat se verá inmersa en una relación pasional con " el alemán" que le hará plantearse qué clase de mujer es o qué clase de mujer creía ser.

De esta manera, primero Mesa y después Coixet nos dejan una reflexión sobre la devastación del amor, la contraposición del apego evitativo con el apego dependiente, la soledad, el poder del deseo casi animal como una fuerza poderosa e irracional que escapa por completo a nuestro control y nos lleva por derroteros insospechados que no pensábamos podríamos llegar a transitar.

"Un amor" es una película honda, compleja, con muchas capas y larga digestión. Os aconsejo la veáis en compañía porque da lugar al debate, a la reflexión, al intercambio de impresiones , es de las que te deja varios días con el personaje de Nat en la cabeza, o al menos eso me pasó a mí.


En un entorno en el que se suceden las micro-agresiones por parte de los habitantes del pueblo, Nat a veces soporta estoicamente los embistes de los demás y otras ella misma deja sacar a la luz el lado más oscuro de su condición humana, cual animal apaleado que ataca de manera inesperada por efecto de acumulación.

Es ese baile tribal de Nat al aire libre bien se podría ver como un momento de liberación y catarsis tras una verdadera tortura psicológica por parte de casi todos, incluida de ella misma. Un baile que nos podría llevar, tal cual le pasó a mi prima con quien vi la película , al Joker de Joaquín Phoenix en ese descenso a los infiernos bajando por las escaleras.

Ese mismo descenso a los infiernos es el que transita Nat en esa turbia y perturbadora relación con el alemán , objeto insospechado de deseo en un abismo de soledad y decadencia del que es muy difícil escapar.¿ será cierto eso de que siempre ansiamos aquello que no podemos tener? ¿ qué educación emocional hemos vivido en general y las mujeres en particular para no ser capaces de anteponernos, de levantar el estandarte del amor propio y la dignidad cuando el deseo nos tiende la trampa del triple salto mortal en el momento en que sólo recibimos rechazo e indiferencia?

No quisiera olvidarme de otro personaje masculino que parece inofensivo y también esconde condescendencia y crueldad bajo un halo de formas políticamente correctas y sin embargo alberga todo un abanico de gestos pasivo agresivos. Peter (Hugo Silva)es ese personaje que a menudo encontramos en los pueblos pequeños, alternativo y artesano, narcisista sin embargo tras ese discurso complaciente de "buen rollo", con el ego hinchado e incapaz de empatizar, de respetar el espacio ajeno, invasivo y moralista, desleal.

No hay tregua para la forastera, la progre que viene de la ciudad  con no se sabe qué intenciones. Y es así, tal cual el perro que adopta, que el animal herido, también se convierte en agresor en el momento más aleatorio e inesperado.

Isabel Coixet nos deja un relato interesante y perturbador de la condición humana, la maldad que habita en tod@s, el deseo animal, el amor y el desamor, la sociedad que atenta contra la libertad individual y la dependencia que transita donde habita el desapego.


No os la perdáis porque lejos de dejaros un mal sabor de boca, como diría Leonard Cohen , en todo hay una grieta por la que entra la luz.

Troyana 


viernes, 16 de febrero de 2024

Sala de profesores

Desde que vi el tráiler, decidí que quería verla. Es curioso el efecto que esos fragmentos de película te provocan. Los hay que te hacen jurar que jamás irás a ver eso, otros que te ilusionan y luego defraudan y algunos que resultan interesantes y muestran lo que de verdad te van a ofrecer después. Este es el caso de Sala de profesores, una película alemana dirigida por Ilker Catak. Este joven director (40 años, para mí un pipiolo) es hijo de inmigrantes turcos y vivió parte de su adolescencia en Estambul. Al terminar la escuela regresó y estudió cine en Berlín. Ha dirigido cuatro películas de las que no he visto ninguna. Ni siquiera estoy muy segura de que se hayan estrenado aquí. Sorprendentemente, Sala de profesores está nominada a los Óscar, lo que no es muy frecuente en películas pequeñas, sin gran presupuesto ni nombres muy famosos detrás. Catak nos cuenta una historia sencilla, pero de gran interés. Una joven profesora está haciendo una sustitución en una escuela. Es la tutora de un grupo de alumnos de doce años a los que da clase de Matemáticas y Educación Física. Es una mujer implicada a la que importa hacer bien su trabajo y que se interesa por sus alumnos. Discrepa en algunas decisiones del resto del claustro que emprenden acciones más que moralmente dudosas para descubrir quién está detrás de unos robos. Todas las críticas dicen que el director se sirve de un problema escolar para mostrar grandes problemas sociales: racismo, machismo, clasismo. Seguro que es cierto, todas las pequeñas organizaciones sociales lo hacen. En cualquier ámbito de trabajo, en una comunidad de vecinos o en un equipo deportivo podemos ver estructuras de poder, recelos hacia lo diferente, conductas de sumisión o rebelión. Lo que comienza como un pequeño incidente, va aumentando de tamaño y colocando en el centro a una profesora que comete un error, pero es que la que más se preocupa por los alumnos. Podríamos decir que, con la mejor de las intenciones, acaba siendo el origen de todos los problemas. Al margen del reflejo social que supone la película, a mí también me parece muy interesante la imagen de la enseñanza que proporciona. La actitud de falta de respeto de los alumnos hacia los profesores, incluso a edades muy tempranas; la dificultad de mantener un mínimo de disciplina; el estatus de los profesores jóvenes o nuevos, a los que los demás tachan de inocentes y utópicos; la actitud de los padres, que nunca quieren reconocer que el problema está en sus hijos. Está muy bien que se haya abolido el sistema educativo basado en el miedo, la represión y el castigo, pero no sé si hemos sabido construir un modelo alternativo. La película muestra una escuela con un número escaso de profesores que, además, están cansados, desmotivados y perdidos. Me recuerda también a los problemas actuales de la sanidad, sobre todo de la Atención Primaria. Deberíamos tener mucho cuidado con las cosas importantes. Da para un rato de reflexión y comentarios pospeli, como cuando hacíamos cinefórum (allá por la prehistoria). Leonie Benesch está estupenda en el papel de Carla, la joven maestra protagonista. No me sonaba de nada esta actriz, pero he descubierto que aparece en películas como La cinta blanca y en series como The Crown y Babylon Berlin. Me parece muy acertado el final de la película. No voy a hacer ningún spoiler, pero creo que es el cierre correcto. Sin duda, la recomiendo.

viernes, 9 de febrero de 2024

Las Brigadas del Tigre, serie de televisión.

 Estamos en la época dorada de las series para formato televisivo y en ese maremágnum de géneros y subgéneros encontramos las series de detectives. Antiguamente destacaba la figura de un sólo detective, sagaz y brillante. En los ochenta empezaron a entrar las parejas de policía y más tarde lo hicieron los equipos. Esas series con un buen puñado de personajes, cada uno con su subtrama. Los norteamericanos coparon las cadenas de televisión con personajes como Colombo, Kojak, Mike Hammer o Jessica Fletcher, primero y luego sus Starsky y Hutch, sus Cagney y Lacey o su Miami Vice.


Pero Europa no se queda atrás. Quizá impelida por su profusión de narrativa policíaca hemos tenido desde monsieur Poirot, Miss Marple, personajes de Agatha Christie, o el padre Brown, de Chesterton, ambos autores británicos, a las series televisivas basadas en personajes literarios del continente europeo, como el caso del comisario Montalbano, y que tanto éxito tuvo su reposición en La 2 el verano pasado, teniendo en cuenta que la serie es más vieja que los teléfonos con rueda para marcar, lo cual tiene gracia. Leí una vez que su autor, Andrea Camilleri, bautizó a su personaje Montalbano en memoria de Vázquez Montalbán, autor, a su vez de personajes como Pepe Carvalho. 


Los polis de la Belle Epoque

Italia también es la cuna de la serie del comisario veneciano Brunetti, aunque su autora sea la norteamericana Donna Leon, y, en España hace nada se emitió la serie de esa autora ficticia tres-en-uno que es Carmen Mola sobre la policía Elena Blanco, por no recordar el estropicio que le hicieron al personaje barcelonés de Alicia Giménez Bartlett, llamada Petra Delicado, convirtiéndola en una inspectora de policía encarnada por Ana Belén paseándose por Madrid seguida del subinspector Garzón, que lejos de ser un hombre prejublilado se había convertido en un treintañero Santiago Segura. Todo un despropósito. 

Cierto es que salen pocas mujeres. 

Los franceses no han sido menos, claro está, y nos han ofrecido innumerables ejemplos de sus detectives tanto de pasado literario como los creados para la pantalla. Da igual si es Maigret, Navarro, Candice Renoir o Bright Minds, con su mujer policía de mundo y su brillante colaboradora autista. Desde luego, los franceses saben hacer buenas historias para cine o televisión. Casi se podría decir que por algo inventaron el cine, si me permitís la gracia.


El comisario Valentin y su bigote a la moda (Jean-Claude Bouillon)

Pero estoy saliéndome del tema de hoy porque esto iba de serie de policías, concretamente una serie de policías francesa que cumple 50 años del inicio de su emisión y que narraba con bastante talento y buen gusto en la ambientación a esa Francia de la belle epoque. La serie se titulaba “las brigadas del tigre” y cuenta la historia de una pequeña brigada de policía recién creada en los albores del siglo XX para combatir el crimen de una manera metódica y moderna.


A principios del siglo XX, Georges Clemenceau, apodado “el tigre” accede al ministerio de interior galo y, aparte de reprimir con saña a los obreros socialistas, crea, entre otras cosas, a la primera brigada policial especializada en homicidios. A estas brigadas se las llamó “las brigadas del tigre” porque el tigre era Clemenceau.

Brigadas creadas también para cargarse el movimiento obrero


Basándose en este grupo policial, el cineasta de origen ruso Victor Vicas, rodó entre 1974 y 1983 la serie llamada “las brigadas del tigre”. El pequeño grupo de policías se dedica a investigar crímenes y está conformado por el comisario Paul Valentin (Jean Claude Bouillon), el inspector Gustave Pujol (Jean Paul Tribaut) y el inspector Marcel Terrasson (Pierre Maguelon). Todos con bigote y cabeza cubierta por gorra o bombín, conduciendo esos primeros automóviles descapotables con radios en las ruedas.

El inspector Pujol (Jean-Paul Tribaut)

Las seis temporadas están divididas en dos épocas. Las cuatro primeras narran investigaciones entre 1907 hasta antes de la primera guerra mundial y las dos últimas se sitúan pasada la contienda bélica, hacia 1919. El comisario jefe Faivre ha muerto en la guerra y el el jefe de la brigada, comisario Valentin, ha perdido hasta el bigote.

El inspector Terrasson (Pierre Maguelon) con lo último en telefonía.


Era una serie muy bien ambientada en la que, justo antes de empezar el capítulo, ponían en antecedentes al espectador. Sobre qué era “la mano negra” (Un grupo anarquista activo en los inicios de la lucha obrera), sobre el incipiente tráfico de narcóticos, etcétera. 

Por la ropa, esta escena es de las últimas temporadas ya ambientadas en los locos años 20.

A principios del siglo XXI, justo antes del centenario de la creación de las brigadas de Clemenceau, los franceses estrenaron una película de unas dos horas protagonizada por los mismos personajes: Valentin, Pujol y Terrasson. No he visto la peli pero guardo un buen recuerdo de la serie, aunque hace más de treinta años que la vi.

Juli Gan.



viernes, 2 de febrero de 2024

Chismes oscuros de Hollywood

 

No puede afirmarse que la industria del chismorreo sobre celebridades la inventara Hollywood en sus inicios, porque ya existían antecedentes en Francia y en Broadway, pero sí puede decirse que Hollywood la asentó y la consolidó, ya que fue una de las muchas actividades económicas paralelas a la creación cinematográfica que luego levantó vuelo por sí sola y se extendió a otros ámbitos de la cultura popular.

Sin pretender dejaros aquí un tratado exhaustivo de historia del salseo, sí os recordaré mínimamente que en las primeras décadas del pasado siglo XX ya existían publicaciones dedicadas a construir mitos alrededor de actrices y actores de Hollywood, las cuales viraron hacia un carácter “destructivo” (tanto servían para construir como para destruir reputaciones y carreras) entrados los años veinte.

Os hago esta introducción para contaros que me he leído un libro de esos que yo llamo, como he puesto en el título, de chismes ocuros de Hollywood.

Se titula “Maldiciones y malditos en Hollywood”, se subtitula “Glamour y tormento indivisibles” (me fascina; luego volveré a este subtítulo), lo publicó Ediciones Luciérnaga en 2023 y lo firma Patricia Prida, una profesional de la difusión cultural.

No os voy a engañar: a mí el cotilleo y el morbito me han atraído siempre. Leí con avidez las dos entregas de “Hollywood Babilonia”, aunque me desagradó del todo el tono literario que adoptó Kenneth Anger. Por cierto, este elemento (falleció el mes de mayo pasado, por si no os habíais enterado) y sus rollos ocultistas-satánicos aparecen en este libro de Patricia Prida que me sirve de excusa para hablaros de todo esto.

Lo que os decía: no me pierdo un buen salseo; en la peluquería me leo (bueno, más bien hojeo) el “Hola”, no la “Crítica de la razón pura” de Immanuel Kant, me conozco casi todos los chismorreos coetáneos, aunque se me empiezan a escapar los asuntos de jovenzuelos salidos del Disney Channel. Quiero decir que soy la consumidora ideal, el target perfecto de este tipo de publicaciones, PEEEEERO hay cosas que me llevan a una reflexión un poco amarga, que os expondré en las últimas líneas.

En “Maldiciones y malditos en Hollywood”, Prida me cuenta algunas historias de Hollywood que ya conocía, como la de Jayne Mansfield (aprovecho la ocasión para volver a recomendaros “Jayne Mansfield 1967”, de Simon Liberati) o la Dalia Negra (porque la conoce todo el mundo); y otras que no conocía, no conocía tanto o sencillamente había olvidado porque me interesaban cero.

Entre las que me interesan cero, de siempre, las de mansiones encantadas, fantasmas, espectros y maldiciones de diverso tipo. Entre las que conocía poco o nada y me han enternecido, os destaco la de Vampira, a quien descubrí en esa tristísima y hermosísima película de Tim Burton que es “Ed Wood”.

En fin, para ir terminando, rescato el subtítulo del libro, como os decía antes, y os expongo mi reflexión amarga. El subtítulo dice “Glamour y tormento indivisibles” y yo lo reescribiría así: “Violencia contra las mujeres barnizada de glamur”.  La historia del chismorreo es la historia de la misoginia popular, un relato que no ha llamado por su verdadero nombre a la violencia psicológica, física, sexual y económica (por lo menos) ejercida contra las mujeres, sino que nos la ha ofrecido envuelta en el mito del amor romántico y en estereotipos misóginos.

Así, por ejemplo, las tragedias de las “diosas platino” no eran maldiciones del hado, sino las consecuencias lógicas de un sistema que las explotaba sobre todo sexualmente antes incluso de alcanzar la mayoría de edad.

Una de las historias más crudas y más verdaderas del libro es la de Natalie Wood y Robert Wagner.  Lo que las revistas del colorinchi presentaban en su momento como una pareja idílica, una auténtica power couple de profesionales exitosos, jóvenes y bellos, era un pozo de toxicidad y violencia que tuvo un final oscuro y horrible y unos comienzos que tampoco fueron mejores, pues, entre otros atropellos a su integridad, con diecisiete años Natalie Wood ya había sufrido una brutal agresión sexual durante una entrevista de trabajo. Epstein y Weinstein tuvieron de quién aprender.

¿Estáis de acuerdo conmigo? Leed el libro de Prida y sacad vuestras propias conclusiones. Entre tanto, os saluda cariñosamente vuestra amiga

Noemí Pastor

viernes, 26 de enero de 2024

Caballos lentos tercera temporada: Tigres de verdad

“Como todo fantasma sabe, pocos seres son tan complicados como los vivos”. Mick Herron, “Tigres de verdad”. Hace no mucho comenté las temporadas primera y segunda de esta serie británica de espías, dirigida por James Hawes, Jeremy Lovering y Mark Denton, y tengo que insistir con la tercera porque es aún mejor. Se inspira en la novela “Tigres de verdad”, de Mick Herron, tercera de la saga de Jackson Lamb. Nuevamente, los protagonistas son los “Caballos Lentos”, agentes del MI5 casti-gados a la Casa de la Ciénaga —que en la novela denominan “mazmorra adminis-trativa”— un lugar horrible dirigido por el veterano y poliédrico Jackson Lamb. En esta ocasión los desventurados y desmotivados agentes se enfrentan al secues-tro de uno de los suyos... sin que se pueda contar nada más de la trama, que aunque no coincide del todo con el argumento de la novela, en ambos casos está muy bien resuelta. Los personajes son el otro punto fuerte. Si ya estaban maravillosamente caracteri-zados en la novela, los actores que les dan vida se superan. Aunque no está claro quién es el protagonista porque hay varios con mucho peso, yo me inclino por River Cartwright, interpretado por Jack Lowden. Cartwright es joven, guapo, valiente, inteligente, con el apellido adecuado y ansioso por salir de la Ciénaga para ocupar un puesto digno en el servicio secreto. El puesto que él piensa que sin duda le corresponde, ya que no en vano es nieto de un legendario agente que estuvo a punto de ser “Primera Mesa”. Además, es imprudente, impulsivo y un poco chulo (lo son todos los espías), pero buen tío. Jackson Lamb es el director de la Ciénaga. Cualquier apelativo negativo que se me ocurra le encajaría, empezando por que es un marrano faltón egoísta e insoli-dario y, sin embargo, tiene buen ojo. Como agente veterano ha visto mucho y es capaz de hacerse composiciones que a los demás se les escapan, va siempre un paso por delante... “Si estuviera en su lugar, Lamb no se detendría, pensó; no el Lamb actual, sino el de antes, el que vivía cosas que acabaron por convertirlo en el Lamb ac-tual”. La interpretación de Gary Oldman merece todos los premios a los que me imagino que lo nominarán. La agente Catherine Standish, interpretada por Saskia Reeves, es una secretaria exalcohólica. Una mezcla de mujer mayor, triste y solitaria con agente hábil y ex-perimentada de notable sangre fría. Es como descubrir que tu tía-abuela es agen-te secreta. De un lado, aferrada al orden y la tradición que parece que son los va-lores que la mantienen a flote —es deliciosa su frase cuando consigue mejorar una taza de té en determinado contexto, toda una declaración de principios—, pero, por otra parte, es valiente cuestionando la ética de sus jefes. Roderick Ho, interpretado por Christopher Chung, es otro de los desterrados a la Ciénaga. Informático, friki, enganchado a los juegos y al mundo virtual, y desco-nectado del real. Una especie de dibujo animado en un cuerpo de adulto. Más en la novela que en la serie, aparecen retazos de su pensamiento y su extraña forma de razonar muy logrados: “Tomó nota mental de la necesidad de hacer algo al respecto, anotación que guardó en su carpeta interior titulada ´Cuando sea rey´, y volvió a consul-tar el GPS”. Hay otros tres caballos lentos, a los que Lamb martiriza, entre otras mil maneras, comparándolos con los inocentes personajes de las novelas infantiles de Enid Blyton. Son Louisa Guy (Rosalind Eleazar), Shirley Dander (Aimee-Ffion Ed-wards) y Marcus Longridge (Kadiff Kirwan), cada uno interesante y con sus pro-pias coordenadas. Entre muchas escenas remarcables, elijo la del abrazo en el co-che entre River y Louisa. Fuera de la Ciénaga está el MI5 auténtico, el edificio de Park. Ultramoderno y elegante, alberga hombres y mujeres bien entrenados que han superado las prue-bas más duras para velar por la seguridad de la nación. Desde los Perros, meros soldados que el las novelas de John le Carré se llamaban faroleros, hasta la élite de la élite: el Ministro del Interior; la “Primera Mesa”, Ingrid Tearney, interpreta-da por Sophie Okonedo, y la “Segunda Mesa”, Diana Taverner, a quien da vida Kristin Scott Thomas, otro de los personajes principales de la serie, dura y fasci-nante: “Los únicos enemigos inequívocos eran los amantes, todos los demás fluctuaban según las circunstancias”. Los diálogos entre Tearny y Taverner a lo largo de esta temporada son míticos. Los poderosos, los que manejan los hilos, están tan cega-dos por sus propias ambiciones y tan alejados del ciudadano al que dicen defen-der que uno se pregunta si no ven una realidad tan distorsionada como la del ca-ricaturizado Ho. Elogié de las dos primeras temporadas la acertada actualización del género de es-pías a la realidad de nuestros días, y ¿qué mejor ejemplo de problema contempo-ráneo que la privatización de servicios públicos por intereses económicos priva-dos? (Todas las citas transcritas pertenecen a la novela “Tigres de verdad”). Almudena Fernández Ostolaza “Como todo fantasma sabe, pocos seres son tan complicados como los vivos”. Mick Herron, “Tigres de verdad”. Hace no mucho comenté las temporadas primera y segunda de esta serie británica de espías, dirigida por James Hawes, Jeremy Lovering y Mark Denton, y tengo que insistir con la tercera porque es aún mejor. Se inspira en la novela “Tigres de verdad”, de Mick Herron, tercera de la saga de Jackson Lamb. Nuevamente, los protagonistas son los “Caballos Lentos”, agentes del MI5 casti-gados a la Casa de la Ciénaga —que en la novela denominan “mazmorra adminis-trativa”— un lugar horrible dirigido por el veterano y poliédrico Jackson Lamb. En esta ocasión los desventurados y desmotivados agentes se enfrentan al secues-tro de uno de los suyos... sin que se pueda contar nada más de la trama, que aunque no coincide del todo con el argumento de la novela, en ambos casos está muy bien resuelta. Los personajes son el otro punto fuerte. Si ya estaban maravillosamente caracteri-zados en la novela, los actores que les dan vida se superan. Aunque no está claro quién es el protagonista porque hay varios con mucho peso, yo me inclino por River Cartwright, interpretado por Jack Lowden. Cartwright es joven, guapo, valiente, inteligente, con el apellido adecuado y ansioso por salir de la Ciénaga para ocupar un puesto digno en el servicio secreto. El puesto que él piensa que sin duda le corresponde, ya que no en vano es nieto de un legendario agente que estuvo a punto de ser “Primera Mesa”. Además, es imprudente, impulsivo y un poco chulo (lo son todos los espías), pero buen tío. Jackson Lamb es el director de la Ciénaga. Cualquier apelativo negativo que se me ocurra le encajaría, empezando por que es un marrano faltón egoísta e insoli-dario y, sin embargo, tiene buen ojo. Como agente veterano ha visto mucho y es capaz de hacerse composiciones que a los demás se les escapan, va siempre un paso por delante... “Si estuviera en su lugar, Lamb no se detendría, pensó; no el Lamb actual, sino el de antes, el que vivía cosas que acabaron por convertirlo en el Lamb ac-tual”. La interpretación de Gary Oldman merece todos los premios a los que me imagino que lo nominarán. La agente Catherine Standish, interpretada por Saskia Reeves, es una secretaria exalcohólica. Una mezcla de mujer mayor, triste y solitaria con agente hábil y ex-perimentada de notable sangre fría. Es como descubrir que tu tía-abuela es agen-te secreta. De un lado, aferrada al orden y la tradición que parece que son los va-lores que la mantienen a flote —es deliciosa su frase cuando consigue mejorar una taza de té en determinado contexto, toda una declaración de principios—, pero, por otra parte, es valiente cuestionando la ética de sus jefes. Roderick Ho, interpretado por Christopher Chung, es otro de los desterrados a la Ciénaga. Informático, friki, enganchado a los juegos y al mundo virtual, y desco-nectado del real. Una especie de dibujo animado en un cuerpo de adulto. Más en la novela que en la serie, aparecen retazos de su pensamiento y su extraña forma de razonar muy logrados: “Tomó nota mental de la necesidad de hacer algo al respecto, anotación que guardó en su carpeta interior titulada ´Cuando sea rey´, y volvió a consul-tar el GPS”. Hay otros tres caballos lentos, a los que Lamb martiriza, entre otras mil maneras, comparándolos con los inocentes personajes de las novelas infantiles de Enid Blyton. Son Louisa Guy (Rosalind Eleazar), Shirley Dander (Aimee-Ffion Ed-wards) y Marcus Longridge (Kadiff Kirwan), cada uno interesante y con sus pro-pias coordenadas. Entre muchas escenas remarcables, elijo la del abrazo en el co-che entre River y Louisa. Fuera de la Ciénaga está el MI5 auténtico, el edificio de Park. Ultramoderno y elegante, alberga hombres y mujeres bien entrenados que han superado las prue-bas más duras para velar por la seguridad de la nación. Desde los Perros, meros soldados que el las novelas de John le Carré se llamaban faroleros, hasta la élite de la élite: el Ministro del Interior; la “Primera Mesa”, Ingrid Tearney, interpreta-da por Sophie Okonedo, y la “Segunda Mesa”, Diana Taverner, a quien da vida Kristin Scott Thomas, otro de los personajes principales de la serie, dura y fasci-nante: “Los únicos enemigos inequívocos eran los amantes, todos los demás fluctuaban según las circunstancias”. Los diálogos entre Tearny y Taverner a lo largo de esta temporada son míticos. Los poderosos, los que manejan los hilos, están tan cega-dos por sus propias ambiciones y tan alejados del ciudadano al que dicen defen-der que uno se pregunta si no ven una realidad tan distorsionada como la del ca-ricaturizado Ho. Elogié de las dos primeras temporadas la acertada actualización del género de es-pías a la realidad de nuestros días, y ¿qué mejor ejemplo de problema contempo-ráneo que la privatización de servicios públicos por intereses económicos priva-dos? (Todas las citas transcritas pertenecen a la novela “Tigres de verdad”). Almudena Fernández Ostolaza

viernes, 19 de enero de 2024

Chicas malas y peores

En esa moda del reciclaje continuo en el que vivimos, hemos visto llegar un nuevo género del remake, precuela o secuala, en su versión musical. El avispamiento de los productores les lleva de la película original, al musical de teatro, y en un nuevo paso e invención, a la vuelta a la película pero en su versión cantada, porque si dos cosas tienen éxito (la primera película y su spin-off teatrero), la combinación de ambas debería estar abocada a un triunfo por la llegada del público de ambos medios, y por tanto, a un nuevo rédito económico.

Así, hemos visto como el clásico Matilda saltaba del libro de Roadl Dahl, a la película de éxito de los 90, y de ahí al West End y Broadway en 2010, para finalmente ser producida en un formato híbrido por parte de Netflix, aunque el éxito no fue como los anteriores.

De igual manera, hoy hablamos del musical de Paramount de "Chicas Malas" (Mean Girls),  que se ha estrenado de forma tan discreta como reservada fue también su llegada a través de un trailer que anticipaba más un remake para la Generación Z del clásico firmado por Tina Fey (que también guioniza aquí), y en la que no se sospechaba que pudiera haber canciones....aunque la película de 2004 tenía su musical desde 2017 (como muchas otras películas de éxito como Una Rubia Muy Legal).

Así que lo primero que llama la atención es que la película no diga lo que es realmente, que ignore lo que debería aportar al universo de las "Chicas Malas" o "Plásicas", y por tanto, esconda su verdadera esencia, porque ¿qué otra cosa aporta esta nueva "versión"? Sinceramente, poco más aporta aparte de las canciones, porque aunque sigue conservando cierto nivel de crítica a la época del instituto, aunque de forma muy descafeinada en comparación con la original, no da nada nuevo al espectador (a no ser que el espectador no haya visto jamás le película protagonizada por Lindsay Lohan y Rachel McAdams).

Las nuevas Chicas Malas tienen un barniz de Generación Z frente a la original Millenial, que ni siquiera es realmente bien aprovechado. Porque aunque actualiza en temas de inclusión o diversidad (los personajes son de diferentes razas, y ya no hay que esconder las preferencias sexuales), hay escenas que son verdaderas copias plano por plano, y cuando se producen ligeras modificaciones, tampoco se aprovecha el momento para hacer una crítica al adolescente de 2024 o el mundo que lo rodea actualmente. Es por tanto, claramente artificial en ese sentido. Creo, sin llegar a equivocarme, que el primer film, el de 2004 es una de las mejores representaciones de su generación en el género de cine de adolescentes (y sobretodo del universo femenino). Pocas veces se consiguen este tipo de clásicos, y pienso que como Clueless (de 1995), ha podido salir de su "momento histórico", y son películas tan bien contadas y actuadas, que pueden ser vistas 20 o 30 años por una adolescente actual, y sentir que han sido escritas también para ella.

Respecto a la parte musical, da la sensación de que parece una puesta de escena más de teatro o televisión, que un verdadero film para la pantalla grande. Hay una continua sensación de agobio, porque casi todo sucede en el instituto, y no hay espectacularidad alguna en las escenas de baile, por mucho que se mueva la cámara para dar sensación de dinamismo. Y las canciones, pues tampoco es que resulten espectaculares (quizá se salva Sexy, interpretada por Avantika o Someone Gets Hurt por Renée Rapp), y el cast actual haga todo lo posible por hacer lo mejor que pueden. Sobre el elenco, es otro caso más de actores/cantantes que hacen lo que pueden con el material que tienen, y no lo hacen mal, pero acaban palideciendo con respecto a los del film de 2004 (además de Lohan o McAddams, estaban Lizzy Caplan o Amanda Seyfried entre otros, que bordaban su papel).

Quizá, si no conoces otra cosa, el film te puede llegar a gustar y resultar entretenido, pero para el que ha visto (o adora la original y la ve cada 3 de octubre), puede serle difícil (a no ser que se sea "Feymaniaco" ;)). Además de lo dicho anteriormente, se nota mucho lo poco que se han aprovechado a los actores (clama al Cielo lo de John Hamm), la suavización de las tramas (desaparición de los chistes políticamente poco correctos en la actualidad como el de "África", por ejemplo), rebaja de personajes (hay algunos que son poco más que un cliché, como los chicos, si es que no desaparecen (los padres)). Y como en todo producto de nuestros tiempos, se produce una "suavización" de los villanos, dando a entender que las Plásticas también tienen su corazón, y no que son sólo unas "víboras", algo que la original nunca se permitía, lo que también influía en las motivaciones de la protagonista: la Cady de 2004 se unía a la venganza de los marginales no sólo por estar despechada en lo amoroso, también había una relación de "amor-odio" con Regina Georges, la gran arpía del cine adolescente del siglo XXI, que era tan "bruja" como "atrayente", y que era magníficamente interpretada por McAdams. El querer que no haya una "villana", que también sea una "víctima", de igual modo impacta en el significado de la película, porque el acto de "redención" tanto de la protagonista, como de su némesis, quedan ninguneados con esta "humanización".

Con esto ya concluyo y quiero sólo decir, que hay que estar muy seguro de poder crear algo original cuando se pasa al género músical un film que es un auténico clásico, y ni las referencias, ni los guiños o los cameos, pueden "levantarlo", si no hay algo más, aparte de la clara intención de aprovechar la nostalgia de la generación anterior y la novedad de la siguiente.

¡Nos vemos en el cine, perdedores!

Carmen R


domingo, 14 de enero de 2024

La sociedad de la nieve



Juan Antonio Bayona es uno de los directores españoles más internacionalmente reconocidos y se ha convertido en un referente en el cine de catástrofes. 

En 2012, nos dejó a tod@s boquiabiertos con "lo imposible" la película que reflejaba el tsunami ocurrido en Thailandia en 2004. Nos la contó poniendo el foco en una familia que residía en Japón y que aleatoriamente decidió ir a pasar allí sus vacaciones buscando sol y sosiego y se encontró con una catástrofe natural que cambiaría sus vidas para siempre. Ese año, a ese peliculón , le dediqué una reseña aquí  por si tenéis curiosidad.

Ahora, J.A. Bayona nos vuelve a sorprender con "La sociedad de la nieve"( 2023) esa producción de la que todo el mundo habla y de la que no podemos más que elogiar por narrar tan cinematográfica y espectacularmente la tragedia que sufrió la selección uruguaya de rugby en un accidente aéreo en la cordillera de los Andes en 1972.

Es inevitable acordarse de la película "Viven" de 1993 dirigida por Frank Marshall  e interpretada por Ethan Hacke, entre otros. Aquella película nos impactó y se quedó grabada en la memoria de todos los espectadores que la vimos.

Bayona se basa en el libro "La sociedad de la nieve " de Pablo Vierci, que a su vez se basa en el documental homónimo de Gonzalo Arijón. Tardó 10 años en hacer "La sociedad de la nieve y la rodó en Chile, Argentina y España.

"La sociedad de la nieve" es un cine espectacular que nos narra la vivencia de los supervivientes en los 72 días que permanecieron en la cordillera de los Andes. El saber el desenlace en la historia real no resta interés en el espectador que permanece anclado a la butaca viviendo en primera persona el frío, el miedo, el hambre, la desesperación, la lucha por la supervivencia día a día.

La película de Bayona nos deja una narración respetuosa y digna de cara a los fallecidos y nos lleva de la mano de la voz en off para acompañar la odisea que vivieron o malvivieron los supervivientes en ese entorno tan bello como hostil, tan imponente como inhóspito.



Este relato nos hace replantearnos cuestiones como : ¿ qué es la vida ? ¿ qué es lo importante en una situación tan extrema? ¿ cómo hacer habitable un entorno que no lo es? ¿ qué sentido tiene sobrevivir cuando en ese periplo hay otros que se quedan atrás?

Lo que Bayona refleja es que si sobrevivieron como grupo fue precisamente porque actuaron como colectividad (como ya el título de la película adelanta )y es de manera coral cómo está contada la historia sin dar protagonismo a ninguno, sabiéndose la suma de las partes por encima de la individualidad.

Es la naturaleza un protagonista más, como el sonido que está cuidado hasta el extremo así como la música y la fotografía. El resultado es carne de Oscar en mi opinión y de goyas, como no.

En relación a las interpretaciones, decir que todas son creíbles y honestas. Todo un acierto el reparto uruguayo y argentino, porque el rodaje en español aún se acerca más a la historia real.

Esa preocupación por el director de ser precisos con la historia real se percibe en todos los detalles, como el parecido físico de los actores y actrices con los protagonistas reales de la historia, las fotografías, la recreación de los exteriores, los testimonios orales, los documentos físicos....

Desde el punto de vista sociológico ,esta película resulta todo un antídoto contra el veneno de una sociedad cada vez más individualista y superficial, propia de países desarrollados donde sólo prima el interés propio y como mucho por extensión, el de tu familia. La condición de humano aquí destaca por primar el grupo, tus iguales en una situación límite en la que vivir depende de la colectividad, de la suma de esfuerzos, con independencia de que lleven o no tu misma sangre.

Los dilemas morales, la ética, lo que está bien o está mal, son cuestiones que cobran otra dimensión cuando está en juego seguir o no con vida. Los límites se difuminan, se relativizan, las prioridades son otras. Esta película a nivel filosófico, también es una fuente de inspiración para el debate y la sana y educativa confrontación.

" Lo que está pasando acá ,no se puede ver con los ojos de antes"

"Ese Dios de antes ahora es un dios transmutado en las manos de .....los ojos de .... los brazos de ...los ojos de........"

" lo que al principio parecía impensable, se convirtió en habitual"

La fe, el sentido de la vida, la dimensión más espiritual también se transforma con la vivencia en la montaña y cada uno encuentra sus respuestas en lugares diferentes.

En resumen, no os perdáis este peliculón de Bayona, es toda una lección de lucha por la supervivencia colectiva, una  muestra de cine espectacular donde se disecciona la condición humana en situaciones límites en las que mientras se pueda respirar, hay esperanza para seguir.


Feliz semana,

Troyana