viernes, 24 de febrero de 2023

Reeducación para jóvenes homosexuales (Un drama y una comedia)

La semana pasada echaron por la tele una película de 2018 titulada "la (des)educación de Cameron Post". Un drama adolescente sobre una chica norteamericana que, ante las primeras sospechas de homosexualidad, ella, criada en una comunidad ultracristiana es enviada a un centro para reeducarse en la heterosexualidad gracias a Dios. La peli me recordó mucho a una vieja parodia descacharrante llamada "but I'm a cheerleader", por eso, porque se parecen mucho, vamos a hablar de ellas.





La cinta está basada en una novela ambientada en los años 90. Cameron Post es una chica huérfana que vive con su tía. Criada en una comunidad cristiana  donde se le machaca con la culpabilidad de los actos y la rectitud moral, Cam, a pesar de tener noviete, siente una atracción por una amiga y ese es el detonante de su envío a un centro cristiano de reeducación. Dios te salvará de tu homosexualidad. Allá conocerá a otros jóvenes como Jane Fonda, criada en una comuna hippy o Adam, que es un nativo americano al que han enviado a curarse la homosexualidad porque su padre, para medrar en política se ha convertido al cristianismo. He aquí a unos adolescentes a los que todo el mundo les marca el camino y a los que continuamente les dicen que están equivocados. Hasta el reverendo que "les sirve de guía" vio la luz en un bar gay. 




La película cuenta sin grandes dramatismos esta historia de búsqueda de una misma. La peli consiguió en 2018 el premio del jurado del festival de Sundance. La directora, Desirée Akhavan  proviene de una familia que emigró desde Irán a los EEUU. 







Sin duda, esta peli recuerda muchísimo a la parodia desaforada "But I'm a Cheerleader" donde Matasha Lyon es otra rubia adolescente, y animadora, novia de la estrella del equipo de fútbol del insti. Sus padres, su novio y sus amigas sospechan que Megan (Lyonne) es lesbiana, y por eso la envían a un centro de reeducación, no tan religioso como el de la otra peli, pero formador en valores netamente americanos y segregador de sexos.




Esta peli está dirigida por Jamie Babbit y es un guión original, a diferencia de la peli de "la deseducación". Al contrario que la cinta "indie", a esta comedia llena de alegres colores pastel y que tanto recuerda a las cintas de John Waters, le llovieron bastantes críticas, quizá porque nadie la ha sabido entender como lo que es: Una parodia. A pesar de las alabanzas a la primera y los palos a la segunda, y aunque se lleven casi veinte años de diferencia, tienen bastantes similitudes. Ambas presentan a una joven que se enfrenta a u montón de gente que les dice cómo deben ser. La diferencia está en que en la comedia todo es disparatado. En ambas hay una mujer que dirige el internado correctivo con mano de hierro y el terapeuta gay que se ha curado. Cuesta reconocer a Ru Paul con gorra de béisbol y bigote.

Mike el orgulloso hetero (Ru Paul en un registro diferente)


En ambos centros  hay internos que llevan mejor o peor su estancia en pro de la curación. Los compañeros del centro tendrán cierto peso en la evolución de las protagonistas, contando aspectos de sus propias historias. En ambas cintas sus protas acaban tomando una decisión sobre sus vidas enfrentándose a la realidad y a las mentiras que esas "curaciones" les ofrecen.

viernes, 17 de febrero de 2023

Revolutionary Road


Sam Mendes

Revolutionary Road es una peli norteamericana del año 2008 dirigida por Sam Mendes y eso a mí ya me dice mucho. Mucho y bueno. Mendes es un director inglés especialista en entomologizar la sociedad estadounidense; en concreto, el idílico sueño americano de la felicidad en los suburbios, que en sus filmes, como ya sabéis porque los habéis visto o, si no, como os podréis imaginar, no es ni idílico ni feliz ni sueño (más bien pesadilla).  

Así hizo en American Beauty, una de las mejores piezas de los últimos años, y así hace en Revolutionary Road, con un especial añadido de cinismo al escoger como pareja protagonista de una historia de desintegración personal y familiar a Kate Winslet y Leonardo Dicaprio, quienes unos años antes, en Titanic, habían encarnado el prototipo del amor romántico.

Mendes tiene en su currículum otros filmes reseñables, como un par de la serie de James Bond, Skyfall y Spectre, interpretados ambos por Daniel Craig, que no son precisamente los mejores de la saga. Sin duda, de toda su filmografía, me quedo con American Beauty y esta Revolutionary Road.

 

April Wheeler

Cuando se rodó Revolutionary Road, Kate Winslet estaba casada con Mendes y ni ella ni Dicaprio se habían
revelado aún como los monstruos de la interpretación que son; no habían alcanzado aún el grado de consagración del que hoy disfrutan, lo cual demuestra el grandísimo ojo del bueno de Mendes.

Winslet y Dicaprio interpretan a April y Frank Wheeler, una pareja neoyorquina de jóvenes enamorados que, en la década de 1950, se muestran disconformes con la vida que ven venir a imponerse sobre sus voluntades y deseosos de romper con un destino de hermosa casa en las afueras y jardines poblados de criaturas rubias y barbacoas.

En un principio ambos abominan de esa existencia prefabricada a la que se encaminan. Pero resulta que ese american way of life no los trata a ambos por igual, porque está diseñado a la medida de los hombres como Frank. A las mujeres como April les cuesta más encajar, ya que les toca una parte menos dulce y menos resplandeciente. Así que Frank se acomoda, acepta el futuro previsto de ascensos laborales y canas al aire con los amigotes. April no. Y ahí comienza a desencadenarse la tragedia, la tragedia de Frank y, sobre todo, la de April, pero también la de todos los seres humanos que no consiguen escapar de lo que se espera de ellos.

 

Laura Brown

El personaje de April Wheeler nos lleva sin remedio a pensar en Laura Brown, alias “el monstruo”. Me refiero al personaje del filme Las Horas (2002), de Stephen Daldry, interpretado por Julianne Moore.

Tanto Laura como April encarnan el tabú de la madre que no se porta canónicamente con sus criaturas, un asunto de tintes mitológicos que me daría para un artículo (o varios) más, pero, de momento, lo vamos a dejar ahí. Solo añadiré que Las Horas está basada en la novela homónima que Michael Cunningham publicó en 1998 y que contiene otros interesantes personajes femeninos, como a la mismísima Wirginia Woolf.

 


Richard Yates

Revolutionary Road también está basada en una novela con el mismo título, que en 1961 publicó el
norteamericano Richard Yates. Yates fue escritor y escribidor por encargo, ya que durante un tiempo se dedicó a redactar los discursos del mismísimo presidente John Fitzgerald Kennedy. También fue guionista en Hollywood. Como murió en 1992, no llegó a conocer la versión cinematográfica de Revolutionary Road, y no sé por qué, pero creo que le habría gustado. Además, la película lo rescató del olvido y trajo consigo la reedición de sus obras.

Revolutionary Road fue la primera novela de Yates y desde su aparición fue aclamada por la crítica. No la he leído, pero le tengo ganas, porque, según dicen, la peli no alcanza ni de lejos sus niveles de amargura y desgarro.

 


John Givings

Puede decirse que la fuerza de Revolutionary Road descansa preferentemente sobre sus personajes, así que, para terminar este articulito no puedo dejar de mencionar a uno de los más logrados: John Givings, magistralmente interpretado por Michael Shannon.

Givings es uno de esos locos crudamente lúcidos, el único que se atreve a señalar al elefante rosa que duerme plácido sobre el cuidadísimo césped de los casoplones suburbiales y en los primorosos salones donde se reunen las vecinas y vecinos a tomar el té. Givings es el único que nombra lo innombrable y, claro, eso lo convierte en alguien terriblemente incómodo.

Sus palabras son tan hirientes como hermosas y esa es también una buena forma de calificar Revolutionary Road: una película tan cruel como bella.

Noemí Pastor

 

viernes, 10 de febrero de 2023

Tuya

“Porque, en definitiva, y por más que a una le pese, a toda mujer, en algún momento, le meten los cuernos. Es como la menopausia, puede tardar más o menos, pero ninguna se salva. Lo que pasa es que hay algunas que nunca se enteran. Y esas la pasan mejor, porque para ellas la vida sigue igual”. Es la filosofía de la protagonista de “Tuya”, interpretada por Andrea Pietra, alma indiscutible de esta película argentina dirigida por Edgardo González Amer en 2015, basada en la novela homónima de la genial Claudia Piñeiro, que vuelve a la actualidad por la reciente publicación de la segunda parte de la novela: “El tiempo de las moscas”. Inés es una mujer tradicional, ama de casa de clase media-alta en permanente conflicto con su hija adolescente, que un buen día descubre que su marido le es infiel y prefiere no preguntarle nada por temor a que le suceda como a su madre: “Porque ella lo veía medio raro a papá y un día fue y le preguntó: “¿Te pasa algo, Roberto?” Y él le dijo: “¡Sí, me pasa que no te soporto más!” Ahí mismo se fue dando un portazo y no lo volvimos a ver”. Inés tiene un peculiar sentido del bien y del mal. Es capaz de cualquier cosa para defender su matrimonio, que para ella es su estatus y su identidad (en el fondo, no parece que el hombre le importe mucho). Y su rasgo más característico, que la hace única y muy divertida, es la conversación permanente que mantiene consigo misma con una lógica tan aplastante como adaptada a sus intereses: “empecé a revisarle los bolsillos, a abrirle la correspondencia, a controlarle la agenda, a escuchar del otro teléfono cuando él hablaba. Todo ese tipo de cosas que haría cualquier mujer en un caso como este”. Además, es una mujer resolutiva. Toma decisiones, segura de sí misma, y las ejecuta sin dudar: elimina pruebas de un crimen con la misma tranquilidad con la que pasa el aspirador por el salón de su casa u hornea un pastel.
El resto de los personajes son Ernesto, el marido (Jorge Marrale); Alicia, la secretaria (Ana Celentano); Charo, la sobrina de la secretaria (Juana Viale), y, con un reconocimiento especial, Lali, la hija, brillantemente interpretada por Malena Sánchez. Aunque la película es una adaptación muy fiel de la novela, creo que el humor es mucho más evidente en el libro. Y es que uno de los motivos que me llevan a recomendarla es, precisamente, mi admiración por la escritora argentina Claudia Piñeiro, novelista, dramaturga y guionista galardonada con prestigiosos premios nacionales e internacionales. Otras de sus obras que también han sido llevadas a la pantalla son “Las viudas de los jueves”, “Betibú” y “Las grietas de Jara”, y es cocreadora junto a Marcelo Piñeyro de la serie de Netflix “El reino Vacío”. Como mencionaba al principio, ahora acaba de publicar “El tiempo de las moscas”, donde nos encontramos a Inés, quince años después, con una vida muy distinta en un mundo diferente que trata de entender y adaptar a su particular manera de ver las cosas. Almudena Fernández Ostolaza.

sábado, 4 de febrero de 2023

Smiley

 


Smiley es una serie española creada por Guillem Clua (Creador), David Martín Porras y Marta Pahissa en 2022. Se trata de una adaptación de la obra de teatro homónima de Guillem Clua, quien también escribe todos los guiones de la serie , estrenada en el teatro hace diez años.

Esta miniserie de televisión de 8 capítulos  a mi me ha recordado a Love Actually pero versión LGTBI. Puede que porque ambas, la serie y la peli están ambientadas en época navideña o puede porque ambas giran en torno al amor escurridizo a veces y casi siempre azaroso.


Sea como sea esta comedia dramática hace un buen dibujo de los personajes y parte de un equívoco, un enredo, como en las comedias clásicas americanas, en las que un malentendido da lugar a que dos desconocidos entablen relación. Así empieza "Smiley" con un error al dejar un mensaje en el contestador equivocado. Y así es como se conocen  Álex (Carles Cuevas) y Brun (Miki Esparbé)



Álex, respondiendo al estereotipo de musculitos cuyo principal hobbie es ir al gimnasio se cruza en el camino de Bruno, un arquitecto algo más pijo e intelectual que jamás hubiera imaginado que podría sentirse atraído por alguien como Álex. Ambos deciden tener una cita para ver qué pasa y lo que comienza siendo una quedada "random " termina cogiendo poco a poco mayor trascendencia.


Además hay otras historias de amor o desamor paralelas o de trasfondo que también son dignas de remarcar. Por ejemplo hay una relación lésbica entre dos amigas de Álex. Es la pareja  formada por Vero (Meritxell Calvo) y  Patri (Giannina Fruttero). Ambas están a punto de mudarse juntas sin embargo atraviesan una crisis debido  la disparidad de objetivos de cada una  y que no terminan de vivir la relación de cara a los demás de la misma manera.



Hay otra relación de fondo que surge de manera completamente inesperada entre dos hombres de mediana edad, uno de ellos está interpretado por Pepón Nieto , que para mí está espléndido, pero no desvelaré detalles por no hacer spoiler.

¿ por qué ver Smiley?

1) porque es una tragicomedia divertida, de enredo, donde además se da cabida a la diversidad y todo tipo de orientaciones sexuales.

2) porque rompe ESTEREOTIPOS  y no siempre lo igual atrae a lo igual, a veces basta una base común de valores, aunque difiera el envoltorio y la persona se aleje de lo que tu entiendes por tu prototipo.

3) porque admitámoslo, el amor ,por muchas zascas que nos haya dado, lo vemos cada día en First Dates, no tiene edad y aquí hay una historia muy bonita entre dos personas que seguramente se habían resignado a no tener pareja nunca más.

4) porque la serie es corta y en cada capítulo nos deja con ganas de más. ENGANCHA. Es un aviso.

5) porque está bien interpretada y tiene un guion ágil donde se ponen en jaque cuestiones tan interesantes como la monogamia, el destino, los amores imposibles de juventud, las oportunidades inesperadas a edades maduras, la necesidad de ser parecidos para poder estar juntos....etc...etc.....

Si tras todo esto, he conseguido al menos despertar tu curiosidad y decides darle una oportunidad ,me encantaría compartir impresiones en comentarios.


Feliz fin de semana

Troyana