viernes, 15 de abril de 2016

Mi nombre es Bourne, Jason Bourne

La saga Bourne

Vayan por delante unos pocos datos, por si alguien no conoce esta saga, que lo dudo.
Se compone, por el momento, de cuatro títulos:

La franquicia Bourne
Todo empezó con las novelas del norteamericano Robert Ludlum (1927-2001), escritor prolífico donde los hubiera, pues llegó a publicar 27 thrillers en 40 países y 33 lenguas diferentes. Se calcula que las tiradas de sus libros oscilan entre los 290 y los 500 millones de ejemplares. Y eso solo si nos referimos a lo que publicó como Robert Ludlum, porque también utilizó los seudónimos Jonathan Ryder y Michael Shepherd.
Las novelas de Ludlum suelen estar protagonizadas por un héroe que lucha contra malvados y poderosísimos enemigos (corporaciones globales, oscuras fuerzas militares, intrigantes agencias gubernamentales) que no dudan en utilizar todos los mecanismos políticos y económicos a su alcance para extender el imperio del mal.
A menudo se inspiran en teorías conspiratorias para recrear episodios tanto históricos como contemporáneos. Así, por ejemplo, en El pacto de Holcroft y El círculo Matarese los terroristas no son bandas aisladas de fanáticos extremistas, sino mercenarios al servicio de gobiernos o instituciones privadas que pretenden así afianzar su autoridad.

Las pelis Bourne
La primera entrega de la saga, (“The Bourne Identity” (2002); en español,“El caso Bourne”), fue dirigida por Doug Liman; Paul Greengrass participó en el guion. Greengrass dirigió la segunda y la tercera, pero fue retirado del proyecto de la cuarta y por eso se apartó Damon también. Así, se pensó en un film con otro actor y otro director. El director no fue tan otro, porque resultó ser Tony Gilroy,  que había sido guionista en entregas anteriores y en esta cuarta también.
La cuarta entrega, El legado de Bourne, no es exactamente una “precuela”, aunque así la definió Damon en una entrevista. Tampoco es un “reboot”. Digamos que las tres anteriores películas son el detonante de lo que sucede en esta cuarta, en la que Jason Bourne es una mera referencia, pero no está desaparecido, sino presente en otro plano paralelo de la narración.
El actor sí que fue bastante otro: se trató del desconocido Jeremy Renner, que interpretó al superagente Aaron Cross. No diría yo que la elección de Cross fue un acierto de casting. Sí lo fue, en cambio, la de Rachel Weisz como “chica Bourne”, a la altura de la anterior, la estupenda Franka Potente.
En 1988 la factoría Bourne produjo también una miniserie, “The Bourne Identity”, interpretada por los televisivos Richard Chamberlain y Jaclyn Smith.

La quinta entrega Bourne
En julio de 2016 se estrenará el quinto de los filmes de la saga, todavía sin título. La novedad es que vuelve como protagonista Matt Damon y como director Paul Greengrass. Parece ser que el argumento enlaza directamente con el final de “El ultimátum”, obviando por completo “El legado”. Aunque en un principio se publicó que Jeremy Renner volvería a interpretar a Aaron Cross, al final se lo han guardado para un sexto film.También se frustró el fichaje de Viggo Mortensen como antagonista.
En el reparto definitivo están finalmente de nuevo Julia Stiles y se incorporan Alicia Vikander como “chica Bourne”, Tommy Lee Jones como jefazo de la CIA y Vincent Cassel como malo malísimo.
Esta quinta entrega tendrá como escenarios Londres, el barrio berlinés de Kreuzberg,  los Constitution Gardens de Washington DC, Grecia y Las Vegas.

Qué me gusta y qué no me gusta de la saga Bourne
Creo que lo que más me gusta son los escenarios internacionales, sobre todo los europeos. Me encanta que Bourne hable absolutamente todas las lenguas: cuando decida abandonar el espionaje de élite, puede trabajar la diversidad lingüística en las instituciones europeas.
Me gusta que las acompañantes de Bourne no sean simples gatitas sexy; me gusta que den patadas y sean antipáticas, que su papel no se reduzca a la historia de amor con el héroe.
No me gustan las peleas y persecuciones interminables; siempre he preferido las escenas  rápidas, sencillas y limpias; que se entienda lo que sucede, que la velocidad y la elipsis no enmascaren una chapucilla del guion.

El resto de la filmografía de Ludlum
Ya os he hablado de las pelis de Bourne con y sin Damon y de la miniserie de Richard Chamberlain, pero, además,  Ludlum produjo literatura que fue llevada a la pantalla grande y a la pequeña en bastantes más ocasiones. Os dejo, como despedida, la lista, para que la disftutéis:
·         1977 – The Rhinemann Exchange, miniserie con Stephen Collins y Lauren Hutton
·         1983 – The Osterman Weekend, film protagonizado por Rutger Hauer y dirigido por Sam Peckinpah
·         1985 – The Holcroft Covenant, film con Michael Caine
·         1997 – The Apocalypse Watch, miniserie con Patrick Bergin
·         2006 – Covert One: The Hades Factor, miniserie con Stephen Dorff
·         2010 – El director Marc Forster compra los derechos de The Chancellor Manuscript  para convertirla novela en una peli protagonizada y dirigida por Leonardo DiCaprio 

Y esto es todo, amigas. Esperando que os haya gustado esta entrada, se despide hasta la próxima
     Noemí Pastor

2 comentarios:

Manderly dijo...

Creo que he visto la primera, pero lo cierto es que no soy mucho de este tipo de películas de acción y lo mismo me ocurre con las novelas. Leía más thrillers antes.
Saludos.

Noemí Pastor dijo...

Hola, Manderly. En realidad, acabo de darme cuenta de que yo no veo demasiadas pelis de acción. Sí lo hago en la tele, cuando coincido con alguna. Ahora sí:de lo que he visto, esta saga es lo mejorcito.
Novelas de Ludlum he leído cero, pero tengo una en casa, así que igual pico. Quién sabe, igual me entusiasma.