Yo quería ser Lauren
Bacall. Y no me digáis que eso lo queríamos todas. Ni hablar: unas querían ser
Marilyn, otras Ingrid Bergman, muchas Audrey Hepburn, bastantes Katherine
Hepburn y hasta algunas Liz Taylor (por aquello de los ojos violetas).
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Cayo Largo |
No fue una decisión
que tomara a tontas y a locas, lo pensé bastante tiempo. No fuera a ser que me
pasara como a esa gente que les conceden tres deseos y los malgastan de mala
manera. Había que sopesar pros y contras y, una vez hecha la elección, no se
podía cambiar. Y no penséis que era una cría cuando tomé esa decisión. Tenía
más de veinte años cuando me compré en los traperos de Emaús una falda de pata
de gallo que pretendía recordar al traje de chaqueta que llevaba la actriz en Tener y no tener. Creo que el efecto era
más bien “look hospiciana de la posguerra”, pero yo lo intentaba.
Creo que esa pasión
por ser como ella me entró en unos ciclos dedicados a Humphrey Bogart que
organizaban cada verano en un cine de Barcelona con dos pequeñas salas, el Casablanca.
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La mirada |
Me fascinaban esas películas y cada verano me las veía todas: Casablanca, Tener y no tener, El sueño
eterno, El halcón maltés, Cayo largo… No recuerdo que pusieran La reina de Africa, esa era como de otra
ventanilla, con otro Bogart muy distinto. Me gustó mucho cuando la vi, pero no
la asocio a ese grupo. Dentro de esas películas tenía mis preferencias. El halcón maltés me gustaba, aunque al
final siempre me armaba un poco de lío entre todos los malos implicados en la
trama. Durante muchos años pensé que la frase “estaba hecha del material del
que se hacen los sueños” era original de esta película, pero hace poco me enteré
que pertenece a La tempestad de
Shakespeare (mi incultura es infinita). Casablanca
era la reina, por supuesto, ese Rick tan duro y tierno, esa Ingrid Bergman
que parecía brillar como si fuera santa (siempre recuerdo la luz tan especial
que tenían esas películas en blanco y negro) y creo que era muy apropiada para
ese papel, con esa historia. Desde luego, Lauren Bacall no se hubiera ido con
Laszlo que era un lechuguino con cara de ensaimada y nunca hubiera dicho
“Tienes que pensar por los dos, por todos nosotros”. No, Mi Lauren decía cosas
como: “Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿verdad Steve? Solo tienes que
juntar los labios y soplar”. Mataría por haber dicho algo así alguna vez en.
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Si me necesitas, silba |
Qué se le va a hacer, son naturalezas o quizás es que vamos por la vida sin que
nos escriba los diálogos un guionista y por eso nuestras conversaciones son tan
poco lucidas. Tenía diecinueve años la criatura cuando interpretó ese papel en
Tener y no tener, película dirigida por Howard Hawks basada en una novela de
Hemingway. Bogart se enamoró de ella en el rodaje y se casaron un año después,
aunque él le llevaba veinticinco años. Dicen que en el rodaje de esa película
estaba tan nerviosa que temblaba y agachaba la cabeza, lo que dio origen a esa
mirada que se hizo tan famosa. La verdad es que encarnaba muy bien ese
prototipo de mujer fatal, de respuestas rápidas y mirada felina que tanto
gustaba a los autores de novela negra. No me digáis que este párrafo de Dasiell
Hammett no parece la descripción de la actriz: “Aquellos ojos revelaban que se
trataba de una mujer marcadamente felina: Todos sus movimientos eran lentos,
suaves, seguros como los de una gata. Las líneas de su bonito rostro, el
contorno de su boca, la nariz breve, la forma de sus ojos, la hinchazón de las
cejas, todo en ella era felino”. O esta
otra: “era tan bella como Lucifer y dos veces más peligrosa”.
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Aquellos besos... |
Otra de mis
favoritas era El sueño eterno. Y eso que, fácil de entender, tampoco era. Por
lo visto ni el propio Howard Hawks sabía quién cuernos mató al chofer. Pero a
mí eso me daba igual. Ver a la pareja Bogart-Bacall mantener esos duelos
verbales, encender cigarrillos como si fumar fuese saludable y moverse entre el
hampa y la clase alta me parecía más que suficiente. ¡A quién le importa quién
mató al chofer!
Cayo largo me
gustaba menos. Dirigida por John Houston
está basada en una obra de teatro y se nota. Los personajes se pasan la
película encerrados en un hotel en Florida a causa de una tormenta terrible. Un
grupo de gánsters dirigidos por Edward G. Robinson (uno de los mejores malos de
la historia) mantiene prisioneros a los dueños del hotel (Lauren Bacall, una
joven viuda de guerra y Lionel Barrymore, su suegro) y a un veterano de guerra
interpretado por Bogart. No estaba mal, pero era otro estilo y el papel de mi
musa era más soso.
Y luego estaba La
senda tenebrosa dirigida por Delmer Daves donde Lauren Bacall ayuda a Bogart,
injustamente acusado del asesinato de su esposa.
Son películas que
puedes ver una y otra vez sin cansarte. Ellas siguen estando divinas, con ese
estilo, esa elegancia… No se necesitan muchos efectos especiales ni inversiones
millonarias para conseguir que te quedes atrapado en una historia. Ahora estoy
pensando que, ya que nunca conseguí parecerme a Lauren Bacall, debo decidir
cómo quién quiero envejecer. Dudo entre Meryl Streep, Helen Mirren o Judi Dench
¿qué me aconsejáis?
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El sueño eterno |
Laura Balagué (Mona Jacinta)
6 comentarios:
Hola, me encanta el tándem Bacall-Bogart. De Lauren Bacall en solitario no he visto muchas películas, hay una comedia con Gregory Peck que me encanta pero no recuerdo el nombre.
Pero hablando de querer ser como alguna de esas divas maravillosas; Ava Gardner era mi opción.
Saludos y buen fin de semana.
Ava Gardner era la favorita de mi padre, tanto que le pidió permiso a mi madre para serle infiel con ella si tenía ocasión. Mi madre se lo concedió. Por casualidades de la vida tuvo ocasión de conocerla (cuando rodaba una película con Mario Cabré) y la invitó a comer a casa. Ella, por supuesto, declinó la invitación, pero mi madre se indignó ante la remota posibilidad de que Ava Gardner la viera en zapatillas y delantal. Le dijo a mi padre que el trato era que podía acostarse con ella, pero nunca llevarla a comer a casa.
Hellen Mirren está superior, mucho mejor que hace unos años.
Yo me pido ser Judi Dench, que está fantástica..
¡Difícil nos lo pones! Las 3 son fantásticas y además envejecen con dignidad y, me lo parece, inteligencia. Bueeeeno, elijo a Meryl Streep que además creo que lo hace con buen humor.
¡Así no me ayudáis nada! Esa división de opiniones me confunde. He estado a punto de pedirme Sofía Loren pero me temo que me iba a pasar como con Lauren Bacall. Creo que optaré por Helen Mirren.
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