viernes, 19 de octubre de 2018

El Capitán Veneno (1951) o Así se librará usted del peligro de enamorarse de mí

Hace unos días, por Twitter, me recomendaron una novela sobre amor no correspondido, en apariencia, y así fue como conocí la obra "El Capitán Veneno" de Pedro Antonio de Alarcón. Escrita en 1881, pero situada en 1848, la obra recoge una historia didáctica y sentimental en medio de las revoluciones europeas de la época, y en particular de aquella entre los seguidores de Isabel II y los republicanos en España. Pero no crean que vamos a hablar de guerras, si no que aquí, lo importante va a suceder entre paredes y mujeres, donde es confinado el protagonista, una "Fierecilla" con pantalones y bigotes, que no soporta el universo femenino, al que tiene prejuzgado, y del que huye como si no hubiera mañana.


El libro, muy breve y lleno de diálogos jugosos, es una de esas obras que piden ser adaptadas a "voces", pues es muy fácil de versionarse ya que la mayoría del texto son diálogos o buenísimas descripciones, con las que con buenos actores, se pueden hacer maravillas.

Y Pedro Antonio de Alarcón no era desconocido para los guionistas no sólo españoles, sino también había llegado a cruzar el Atlántico hasta Broadway (Revenge with Music), con la que sería su obra más adaptada para el cine: "El Sombrero de Tres Picos", y se pueden encontrar adaptaciones de sus novelas hasta los años 70, incluso en alemán.

Volviendo al Capitán Veneno, en este caso, sería adaptada, además de por TVE en los 60 junto con otras obras de Alarcón, en 1943, en argentina, con  Luis Sandrinie y Rosa Rosen de la mano de Henri Martinent, y en México también con Pedro Armendáriz en 1945 (El Capitán Malacara). Lamentablemente, no es posible encontrar copia alguna de estas adaptaciones pues una no está disponible, y en el caso de TVE, al ser de 1964, probablemente está perdida.


Visto lo visto, no parecía que fuéramos a disfrutar de esta novela, pero nos quedaba una adaptación en la posguerra española, con Sara Montiel y Fernando Fernán Gómez, de 1951, que incluso se volvería a reestrenar en 1959 debido al éxito de la manchega más internacional.

Este film está dirigido por Luis Marquina, que también hacía labores de guión, aunque no en este caso. Aquí nos encontramos también a un ilustre hombre de letras, Wenceslao Fernández Flores, que también nos da una serie de diálogos adicionales de lo más jugosos e incluso cameos como el de José Zorrilla, como se puede ver aquí:



Y es que, para hacer cinematográfica esta obra, se debe tirar de inventar escenas, y aquí se puede decir, que estos añadidos, pegan perfectamente con la obra alarconiana. Así, si la novela inicial limita espacialmente a la historia, y la reduce a una obra de teatro, breve pero intensa, estas adiciones, hacen que fluya con más brío cinematográfico en su comienzo. La película avanza como una comedia romántica muy a los "screwball comedy" estadounidense, humorística, con dos personajes abocados al romance que no se entienden, y paródica de los folletines del siglo XIX.

Fernando Fernán Gómez, en ese momento, bastante joven y acorde con su personaje de Jorge de Córdoba, recibe un papel a su medida: un militar que no puede con las injusticias, que busca la pelea, y que huye del sexo femenino como si del mal se tratara...y todo esto con el peor de los humores, ¿se lo imaginan? seguro que sí. Y ahí tenemos a Angustias, retratada por una jovencísima Sara Montiel, muy lejos de Yuma y de sus dramas del cuplé, que le da réplica muy acordemente a la imagen de la protagonista que se ve al leer la novela.


Si estos dos nombres no tientan lo suficiente, los secundarios también están a la altura: Julia Caba Alba, Pepe Isbert, Manolo Morán y Amparo Martí. Todos y cada uno de ellos, brillan en los momentos asignados, y son una delicia de contemplar.

La película tiene pocos o casi ningún cambio con respecto al texto del granadino Pedro Antonio de Alarcón, que resulta ser tan ingeniosos, que a partir de la llegada del Capitán a la vida de las mujeres, son prácticamente copiados y pegados al guión. Especialmente significativo, mantener casi intacta la última frase.

Así que si gustan de las películas en blanco y negro de los 50 en español, preparaos para una divertidísima comedia romántica, sobre enamorarse, y aceptar lo inevitable.

Os dejo aquí la presentación de TVE en Historia de Nuestro Cine:

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