viernes, 1 de octubre de 2021

69 Edición del Festival de Cine de San Sebastián

Este año el Festival de Cine de San Sebastián se ha acercado más a la normalidad. Mucha más gente que el año pasado, aunque seguíamos con aforo reducido, entradas numeradas y normas estrictas. Lo peor, que había que coger las entradas cada mañana a las siete. Hemos dormido poco este festival. Este año he tenido una becaria con acreditación en mi blog y hemos podido ver más pelis para comentaros. Yo empecé con Un segundo de Zhang Yimou (el director de maravillas como Sorgo rojo o La casa de las dagas voladoras). Disfrute mucho con esta película que es un homenaje al cine, con todo lo peculiar que puede ser mostrar cómo era el cine en los años 60 en China. Después fui a ver Jane by Charlotte, un documental que ha dirigido Charlotte Gainsboug sobre su madre, Jane Birkin. Yo de joven, además de querer ser Lauren Bacall, quería ser Jane Birkin. Viendo el documental creo que mejor no, no ha tenido una vida fácil. Es un estilo de documental bastante particular, basado más en la relación que en la biografía. Me gustó. Una de las películas que más me han gustado en esta edición ha sido Maixabel, de Iciar Bollain. La directora es experta en tratar temas difíciles con inteligencia y sensibilidad y también en esta ocasión lo consigue. Blanca Portillo y Luis Tosar están espléndidos y muestra uno de tantos aspectos de nuestra historia que quedan por abordar.
Para compensar, ahora una que me pareció un rollo, aunque se llevo el premio a la mejor dirección y a la mejor intérprete exaequo con Jessica Chastain. Hablo de As in heaven de Tea Lindeburg, un drama rural en la Suecia del siglo XIX que en mi opinión os podéis ahorrar tranquilamente. También os digo que a mí no me elegirán nunca como jurado y, si me eligieran, los otros miembros me expulsarían porque rara vez estoy de acuerdo con el palmarés. Le dieron el premio del jurado al mejor guion a Benediction de Terence Davies, un peñazo sobre la biografía de Siegfried Sassoon, un poeta inglés que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial. No dudo de que el personaje sea interesante, pero la película me pareció aburridísima. Por el contrario, mucha gente se aburrió con Vous ne desirez que moi de Claire Simon, que está basada en la relación que mantuvo Yann Andreas con Marguerite Duras. Es cierto que como película resulta lenta y poco cinematográfica, pero la historia me interesó. También os diré que Duras ha caído varios puntos en mi estima. Arthur Rambo, de Laurent Cantet, un director muy de mi gusto, nos muestra cómo las redes sociales pueden encumbrar o hundir a una persona. Una reflexión interesante y poco maniquea sobre un joven de origen argelino de un suburbio de París que triunfa de forma espectacular con una novela. De pronto aparecen unos tweets escandalosos que escribió con un pseudónimo… Red Rocket no me gusto tanto como la anterior que vi de su director, Sean Baker, The Florida Project. En esta ocasión nos muestra a un actor porno venido a menos que vuelve a su ciudad natal. Una historia de perdedores en el Texas profundo. A mi becaria le gustó Josefina, la opera prima de Javier Marco que cuenta la relación entre un funcionario de prisiones y la madre de un preso.
Y a las dos nos encantó Mass, un drama dirigido por Fran Kranz. Dos parejas, que tienen en común una terrible desgracia que afectó a sus hijos, se reúnen para intentar sanar sus heridas. La historia es terrible y los actores espectaculares. En cambio, me dormí en el documental sobre Buñuel de Javier Espada. Tengo que reconocer que fui a verla a las 4:30, que es una hora en la que el cine debiera estar prohibido, pero me pareció que no tenía alma, que era como ver el No-Do. En un muelle de Normadía, de Emmanuel Carrère (no sabía que este hombre dirige, además de escribir) nos cuenta la historia de una famosa escritora que se hace pasar por limpiadora para poder conocer de primera mano la vida de estas mujeres. Juliette Binoche está estupenda, como siempre, y la parte que muestra las condiciones de vida de las trabajadoras está muy bien, pero la historia decae un poco. Ahora van tres opiniones de mi ayudante. La hija, de Martín Cuenca le pareció una historia que atrapa pero que resulta muy inverosímil. Si consideramos que una anterior película de este director era Caníbal, no es de extrañar. Distancia de rescate, de Claudia Llosa aborda el tema de la maternidad (tema recurrente en este festival) de una forma tan extraña que mi amiga no la entendió. Os aseguro que mi amiga es muy lista, si no la entendió es que algo no está bien explicado. Por fin El buen patrón, de Fernando León de Aranoa (un valor seguro). Yo me la perdí por culpa del autobús que me hizo llegar dos minutos tarde, pero espero que la estrene pronto porque según me dijo es una comedia que mantiene la crítica social que es característica de su obra y le gustó mucho. Enquête sur un scandal d’ etat de Thierry de Peretti es súper sin más. Una historia de investigación periodística sobre corrupción policial que no aporta gran cosa. Se puede ver, pero no es un peliculón.
La abuela, de Paco Plaza nos espantó a las dos. Claro que no sabíamos que íbamos a ver una peli de terror. Yo leí que cuidar de su abuela se convierte en una pesadilla para una joven y me imaginé visitas a los servicios sociales, búsqueda de cuidadoras y cosas así, no me imaginaba la abuela diabólica. Las actrices están muy bien, pero solo recomendable para amantes del género. Los ojos de Tammy Faye de Michael Showalte me decepcionó un poco, pero quizás es solo consecuencia de mis expectativas. Trata la historia de un matrimonio de telepredicadores que estafaron a sus seguidores. Jessica Chastain tiene una interpretación impresionante y, además, canta muy bien, pero esperaba que la historia fuera más interesante. También vi una serie completa, porque soy una jabata. La Fortuna, de Amenabar. Es una serie de aventuras sobre un tesoro rescatado del fondo del mar. Un buen producto comercial que mantiene el interés y está bien interpretado. Además, uno de los protas es Stanley Tucci, que me encanta. Y para terminar, Todo ha ido bien, de mi admirado François Ozon. Una buena historia sobre la eutanasia que no resulta sensiblera ni ñoña, que es un peligro que corren las películas que abordan este tema.
Y esto es todo, amigas. En conjunto creo que la 69 edición ha sido buena. Igual en la 70 ya vamos sin mascarilla…

1 comentario:

TRoyaNa dijo...

Interesante crónica del festival. Tomo nota de las películas que más os interesaron.