sábado, 22 de febrero de 2025

Yo, adicto

 Siempre predispuesta a recibir sugerencias sobre pelis y series, mi hermana esta vez es quien me recomienda esta mini-serie española que ha tenido bastante buena acogida tanto en el público como en la crítica. Estamos hablando de "Yo, adicto" (2024) de Javier Giner, Aitor Gabilondo y Elena Trapé.

Nos cuenta la historia de cómo Javier Giner (creador de la película) profesional de la industria audiovisual, decide ingresar en un centro terapéutico de desintoxicación .A partir de aquí, el espectador será testigo de un proceso de transformación personal no exento de altibajos en el que el protagonista interpretado de forma excepcional por Oriol Pla, recorrerá un camino repleto de luces y sombras y a través del cual tendrá que enfrentarse a sus demonios en una lucha sin tregua contra la adicción.


En este contexto de comunidad terapéutica nos encontramos otros personajes tan bien construidos y perfilados que hace que la historia de Javi aún nos interese más si cabe de principio a fin. Es el caso del personaje interpretado por la siempre solvente Nora Navas, como la educadora social del centro , Anais, que desde el momento de su ingreso, establece un vínculo muy significativo con Javi, pieza clave en el camino de su metamorfosis integral. Pero no es la única, porque el reparto es deslumbrante y nos encontramos además con Victoria Luengo en el papel de una persona drogodependiente, al borde del abismo, ingresada en el centro y con una hija fuera, una superviviente cuya vida se percibe pendiente de un hilo demasiado fino. Tenemos además en el reparto a Alex Brendemühl en el papel de psicólogo terapeuta y Omar Ayuso , como el alter ego del propio protagonista, interpretando a un actor adicto,narcisista y con un ego desorbitado que se convertirá en el espejo del propio Javier en el momento inicial de su desintoxicación , solo que Javier ya lleva unos pasos más andados ahora le toca ejercer el rol de acompañante.

No puedo dejar de mencionar dos personajes claves, representantes del apego más grande que pueda existir,los padres de Javi ,interpretados por Itziar Lazkano y Ramón Barea.

"Yo, adicto" se convierte en este aspecto en una mini-serie valiente y arriesgada, un alegato absoluto hacia la vulnerabilidad que nos define como seres humanos, con todas las aristas e imperfecciones que sus personajes dejan al descubierto.

Tal cual se reseña en Fotogramas, en esta serie se consigue que los personajes te importen, que los quieras, y que desees con todas tus fuerzas que les vaya bien.

Es una historia honesta y conmovedora en el cual se abordan temas tan trascendentes como la construcción de una nueva identidad, la autoaceptación, la validación de los propios sentimientos, la resiliencia,los límites, las decisiones que sin imaginarlo nos cambian la vida para bien o para mal, la responsabilidad, la capacidad de empezar de cero y la importancia de la honestidad con uno mismo en cualquier reinicio que implique una limpieza total con tu vida anterior.

No es sólo una serie de personas adictas, es una exploración de la condición humana y por tanto, cualquier persona se verá identificada en según qué aspectos, porque lejos de la etiqueta y el prejuicio, el aprendizaje es reconocerse en según qué luces y qué sombras, porque todos estamos hechos de talentos y debilidades y al final,todos somos diferentes e iguales a la vez.

Este "Yo, adicto" con una pensada y bien escogida banda sonora, bien podría ser un cuento para adultos cuyo epicentro es la  transformación del gusano a mariposa,el tortuoso y a menudo desesperado recorrido de la oscuridad hacia la luz que todo ser humano transita si decide levantarse y recomenzar alguna vez. Hay una escena concreta en la que Javi se desnuda emocionalmente con su terapeuta que es un monólogo descarnado de Oriol Pla en torno a la relación con sus padres que sólo por eso, merece la pena ver el episodio y la serie entera, un ejercicio de interpretación sincero y en mi opinión descomunal.

No la dejéis escapar. Son 6 episodios que huyen del maniqueísmo y la moraleja, es sólo una historia real que opta por la exposición absoluta sin pudor y con extrema vulnerabilidad lo cual  casi siempre es sinónimo de valor y verdad.

Buen fin de semana,

Troyana


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