«Al llegar a Los Altos de
las Cascadas se produce un cierto mágico olvido de lo que hay afuera”.
Primero fue la novela de Claudia Piñeiro, luego
la adaptación a película por Marcelo Piñeyro —comentadas con acierto en este
blog por Noemí Pastor en su serie «De papel al celuloide»—, y, por último, en
2023 Netflix estrenó la serie: una producción de la televisión mexicana
dirigida por Humberto Hinojosa Ozcáriz y adaptada por Gibrán Portela (guionista,
entre otras, de «Celda 211»).
Podría etiquetarse de entrada como género policiaco,
ya que comienza con la extraña e impactante muerte de tres personas, pero no lo
calificaría de policial al uso: no hay investigación ni detective. Simplemente,
mediante un flashback de unos meses se van desgranando los motivos,
circunstancias, azares y actos deliberados que conducen a semejante desenlace y,
sobre todo, se dibuja el retrato de los habitantes de una urbanización de lujo,
voluntariamente apartados del resto de la sociedad. Las historias de este grupo
de familias privilegiadas son el pretexto para plantear cuestiones tan
interesantes como inquietantes. Lo cuenta la narradora, Mavi Guevara, una
agente inmobiliaria con una valiosa libreta repleta de información comprometida.
Veamos algunos de sus comentarios:
«Me pregunto si a mí también me hubiera
gustado ser viuda todos los días de la semana».
Mujeres sometidas a sus maridos: deseos,
caprichos estéticos con cirugía incluida, comentarios groseros con los amigos
vulnerando la intimidad y, también, golpes. Parafraseando el comienzo de Anna
karenina cada violencia de género, es violencia a su modo. Da igual si ellas llevan
el peso económico y organizativo de la familia, o si de ellas depende la
estabilidad emocional de sus parejas, siempre están un escalón por debajo.
«Escapamos de la ciudad para vivir
detrás de las montañas, lejos del peligro, buscando nuestro paraíso, y aquí lo
encontramos. Cuando lean esto seguramente el país seguirá dividido, gran barra
perimetral nos separa, nos protege del caos. De un lado nosotros aislados,
rodeados de privilegio; del otro los pobres, los marginados, los que no tienen,
ni tendrán la misma suerte que nosotros».
La obsesión por la seguridad en estos tiempos en
que los que la ultraderecha gana votos en todo el planeta criminalizando al
diferente para fomentar el miedo.
«Mañana saldrá el sol y ustedes
seguirán aquí haciendo lo que mejor saben hacer: pretender».
El dinero y el éxito ¿A qué puedes aspirar
cuando lo has conseguido todo? ¿Es más importante aparentar que tener?
«Estos hijos nuestros a los que les
debemos mil disculpas por ser todos tan idiotas».
Un par de adolescentes que caen bien al
instante, viven su primer amor con la ingenuidad del ensayo error. Mitad
inadaptados, mitad demasiado sensatos para adaptarse, acostumbran a esconderse
y espíar a sus vecinos. Lástima que en la serie no les hayan dado tanto espacio
como en la novela.
La caracterización de todos y cada uno de los
personajes, salida de la pluma magistral de Claudia Piñeiro, es una maravilla,
como también lo es la interpretación de Cassandra Ciangherotti (Mavi), Zuria
Vega, Irene Azuela, Sofía Sisniega, Mayra Hermosillo, Sahsa González, Omar
Chaparro, Alfonso Bassave, Juan Pablo Medina, Pablo Cruz, etc.
Algunas veces me sucede como con esta serie, que
al terminarla necesito volver a ver un poco del primer capítulo. Es solo para
llenar el huequito que dejan; para comprobar que siguen ahí.
Almudena Fernández Ostolaza
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