viernes, 6 de noviembre de 2020

¿Qué os había hecho Rebeca?

Peliculón

Leí en redes que en Netflix se podía ver un remake de Rebeca, al cual, por cierto, todo el mundo ponía a caldo. En estos tiempos de cuasi confinamiento en los que tenemos menos vida social que un cangrejo ermitaño, caí en la tentación de verla. Ya, ya sé. Yo me lo busqué, si me pongo a ver cosas malas, ¿por qué me quejo si no me gustan? Tengo que reconocer que me dormí un rato, a lo mejor en el fragmento excelente de la película, pero en lo que estuve despierta me pareció un rollo. Desde que la vi he estado reflexionando sobre los remakes. ¿Qué hay detrás de la decisión de volver a hacer una película? He mirado en internet páginas que hablan de los mejores remakes de la historia y de películas que superaron a la original. Suelen coincidir bastante.
Peliculorria

En algunos casos se ve claro el motivo: la primera era mala, pero tenía algo que otro director creía que podía mejorar. Un ejemplo de esto sería Ocean’s eleven. La primera versión (que no he visto) estaba dirigida por Levis Milestone y protagonizada por Frank Sinatra, Sammy Davis y Dean Martin entre otros, pero según las críticas no pasaba de ser una comedia normalita. Lo de elegir a un grupo de actores famosos y rodar una peli de atracos en un ambiente de lujo parece una apuesta segura, o eso le pareció a Steven Soderbergh cuando decidió rodar su versión. Hizo una buena película con mucho éxito de taquilla, que trajo tropecientas secuelas ya no tan afortunadas. En mi investigación sobre el mundo remake, he visto que un género que cuenta con muchas dobles versiones es el terror: La cosa, La mosca, La invasión de los ladrones de cuerpos… La verdad es que no puedo opinar, el terror es un género que no me gusta nada (creo que viene del miedo que pasaba de pequeña cuando veía una película de esas, tardaba semanas en olvidarla). En cualquier caso, puedo imaginar que los años permitan mejorar efectos especiales que aporten elementos de interés en las nuevas versiones.
La mosca, mucho más asquerosa
que la anterior

Un caso similar son las grandes historias bíblicas, tipo Los diez mandamientos o Ben-Hur. En el caso de Los diez mandamientos, las dos versiones las dirigió Cecil B. Demille y supongo que en la segunda contó con mucho más presupuesto y pudo contratar miles de extras y hacer una cosa muy lucida. En el caso de Ben-Hur, la primera era de cine mudo y, claro, la conversación siempre mejora las historias. Por cierto, lo que me gustaban las pelis bíblicas/de romanos de pequeña y lo aburridas que me parecen ahora. También hay películas que son buenas en sus dos versiones. A mí esto ya me extraña. Si la primera es muy buena ¿a qué te metes a enredar? ¿Os imagináis decir “voy a reescribir Hamlet, le voy a dar un aire más actual”? Esas cosas a veces se hacen en teatro u ópera, sin tocar el texto, vistiendo a los protagonistas de gallina o colgándolos de un andamio.
Ben-Hur con sonido cuádriga
gana una barbaridad

A mi modo de ver, esos experimentos no suelen mejorar gran cosa el producto, pero para gustos los colores. De todas formas, me parece muy meritorio meterse en ese jardín y salir bien parado. A lo mejor hay que ser Billy Wilder para hacer Primera plana y no quedar por debajo de Luna nueva de Howard Hawks. También me parece un digno remake El cartero siempre llama dos veces de Bob Rafelson, con lo alto que estaba el listón de la de Tay Garnett. En cualquier caso, me sorprende querer repetir algo que ha salido bien, hay muchas posibilidades de fracaso. Quizás son directores que están fascinados con una obra que les gustaría haber dirigido y deciden probar suerte. Y vamos con Rebeca, del maestro Hitchcock (él mismo hizo un remake de su propia obra El hombre que sabía demasiado, pero eso es distinto). Ay, Ben Weathley, el día que decidiste dirigir una nueva versión de Rebeca más te valía haberte roto una pierna. Lo digo por ti, no te creas, que las críticas te van a doler más que una fractura. Rebeca fue la primera película que Hitchock rodó en Estados Unidos.
Primera plana.
Buena la primera y buena la segunda

En principio había ido con la idea de rodar una película sobre el hundimiento del Titanic, pero el proyecto se abandonó y junto con el productor David O’Selznick emprendieron el proyecto de llevar al cine la novela de Daphne du Maurier. No debió de ser un proyecto fácil: el productor y el director tenían frecuentes discusiones y formas muy distintas de entender el proyecto; el guion sufrió muchos cambios; Lawrence Olivier quería trabajar con Vivian Leigh y no con Joan Fontaine… En la primera versión del guion, Hitchcock había añadido toques de humor, que consideraba que le faltaban a la novela, y no era del todo fiel a la historia. El productor no estuvo de acuerdo e hicieron una segunda versión con la ayuda de Robert E. Sherwood. Pese a todo esto, Rebeca obtuvo ese año el Óscar a la mejor película, y hay que considerar que estaban nominadas entre otras El gran dictador o Las uvas de la ira. En las conversaciones que el director mantuvo con Truffaut no muestra especial aprecio por esta película, la encuentra pasada de moda, sin sentido del humor “femenina” de una forma peyorativa y dice textualmente “no es una película de Hitchcock”.
No sacar guapo a este hombre...

Ni siquiera el Óscar pareció alegrarle, se queja de que él nunca obtuvo uno (como mejor director) y de que ese año se lo llevó John Ford. Pero el público y la crítica adoraron Rebeca y es una película que ha envejecido bien, quizás mejor que otras del director. Pese a ser larga y en blanco y negro creo que es capaz de enganchar al espectador de hoy. Y vamos con el remake. No conocía a Ben Weathley, aunque he oído algunos comentarios elogiosos a otras de sus películas, pero ha conseguido que, contando la misma historia, con buenos actores y a todo color, el resultado sea un pestiño. No entiendo cómo un hombre que resulta tan atractivo como Armie Hammer en Call me by your name parezca una ensaimada mallorquina en Rebeca; Kristin Scott Thomas me encanta, pero no encaja como Mrs. Danvers y Lily James está muy lejos de esa imagen de fragilidad y miedo que tan bien representaba Joan Fontaine. Lo dicho, la culpa es mía por ponerme a ver algo que ya sabía que era malo, pero también un poco de Ben Weathley por meterse a repetir una película irrepetible.

6 comentarios:

Juli Gan dijo...

Los remakes Dan mucho miedito. Difícilmente son mejores que su predecesora si era una obra maestra. Hay que tener mucho valor. En el caso de primera plana, me gusta más que luna de papel. El tercer remake de los 80 sí que no les llega a la altura.

lola dijo...

Para los remakes, ya lo has comentado, hay para todos los gustos igual que los colores. A mí me encanta Ben Hur, 1959, y me niego a ver esas cosas que se rodaron últimamente.
Y respecto a las producciones que se basan en libros, a veces si ya se ha leído el libro y una se ha hecho una "película" en la cabeza muchas veces resulta que lo que ves no te gusta nada porque no coincide con lo que imaginabas, claro que con el tiempo se puede cambiar de opinión, me sucedió con Dr. Zhivago, leí mucho antes el libro y años más tarde pude ver la película, al principio no me gustó demasiado, a mi parecer la habían "condensado" demasiado, pero en posteriores visionados me ha ido enganchando.
En cuanto a la última Rebeca, mis amigas que la han visto han dicho que es aburrida, yo leí el libro y he visto la primera versión, el libro me atrapó y la película también aunque menos.
Perdón si me he extendido mucho. Saludos.

Mona Jacinta dijo...

Pues sí, chicas, el mundo remake es complejo. Si yo fuera directora de cine no lo intentaría ni loca, y menos con joyas como Rebeca.

Carmen dijo...

¡Ay!, Los remakes, si es que hay cosas y cosas. ¿Qué aportan? En el caso de esta nueva Rebecca, un matiz feminista Mary Sue que no viene a cuento. Hay remakes que son excepciones a la regla, como Un Par de Seductores (Steve Martin y Michael Caine superando a David Niven y Marlon Brando, y mejor no hablar del nuevo remake de Anne Hathaway),y hay casos que se perdonan cuando son adaptaciones nuevas de novelas clásicas. Pero cuando más necesitas un remake, como en el caso de Marnie de Hitchcock, que es infiel al libro de Graham (una joya algo morbosa para la época), eso no te lo dan :(
Buscan el nombre y caren de imaginación.

Mona Jacinta dijo...

Lo que no sé es cómo me atrevo yo a escribir de remakes, con lo que sabéis vosotras...

dvd dijo...

No os metáis con Wheatley, vive dios!!!... Bueno, con la película vale; que confirma lo mal que le sienta lo clásico a este señor. Aunque la del año nuevo (no sé si la habéis visto) estaba bastante bien, y nos devolvía al Wheatley de KILL LIST o DOWN TERRACE.
Enhorabuena por la reseña, en todo caso...
Un saludo.