viernes, 19 de noviembre de 2021

MADRES PARALELAS

Le debía una reseña a "Madres Paralelas", la última película  de Pedro Almodóvar ( 2021).

Una película que como os podéis imaginar ha despertado tantas filias como fobias, como suele ocurrir ante cada estreno del director manchego, más si cabe en esta ocasión ,cuando su posicionamiento político en torno a cuestiones como la ley de memoria histórica queda más que patente.

"Madres paralelas" gira en torno a la vida de dos madres que dan a luz en el mismo hospital y prácticamente a la vez. Janis (espléndida Penélope Cruz) es una mujer de mediana edad, soltera, que está feliz con la idea de ser madre. Ana, es una joven asustada y frágil, también soltera y con poco apoyo familiar, que decide seguir adelante con su maternidad, a pesar de sus miedos y sus inseguridades.

Ambas poco a poco en el hospital irán creando un vínculo que contra todo pronóstico se irá haciendo cada vez más estrecho entre las dos, afectando de manera insospechada y significativa en la vida de ambas.

El melodrama está servido para un Almodóvar maduro que da calado emocional e íntimo al retrato de dos madres perdidas que  tal cual Blanche en "Un tranvía llamado deseo" creen sin titubeos en "la bondad de los desconocidos(aquí desconocidas)"

Un Almodóvar con escenarios multicolor e intensos, como nos tiene acostumbrad@s, transgresor de las normas sociales que acompañan a las relaciones heteropatriarcales, se sumerge en fórmulas nuevas, rompedoras, para ahondar en los sentimientos de dos mujeres valientes, que en el fondo se saben solas y descubren en la sororidad una fuente de fortaleza inesperada.

Saltando en el tiempo y jugando con las protagonistas y sus respectivos extravíos, vemos como Janis se implica en la construcción de su linaje, intentando recomponer las piezas rotas de sus ancestros, procurando cerrar las heridas abiertas que dejó la Guerra Civil en su familia. Es ahí donde se verá acompañada por el padre de su hija( Israel Elejalde), que mantendrá su presencia en en este propósito casi vital para ella.


Por su parte, Ana (Milena Smit) avanzará en su camino, salpicado de desafíos y pruebas, haciendo frente a la tragedia, a la arbitrariedad y el caprichoso devenir de los acontecimientos, capeando el temporal con el viento de cara y a su favor, con la torpeza y la candidez de su juventud, apostando por su amor tosco, burdo y sin pulir.

Almodóvar se rodea además  de Aitana Sánchez Gijón, Rossy de Palma y de la gran Julieta Serrano para dar cuerpo a un espectacular reparto de secundarias, que de alguna forma, también son protagonistas y dotan de credibilidad y fuerza a un melodrama donde el universo es femenino singular y plural.


Para quienes le acusan de demagogia, sólo remarcar que  en mi opinión, lo personal es político, y el cine de Almodóvar, lo fue siempre, mucho antes de abordar la ley de la memoria histórica, porque no hay nada neutro en conforme los personajes, viven, aman, se relacionan, piensan y sienten y porque en todo acto u omisión, hay una porción aunque sea mínima de ideología, una decisión y un posicionamiento personal y por extensión político, seamos conscientes o no.


El cine de Almodóvar es así:  intenso, extremo, repleto de aristas y de fisuras, quien quiera ver algo comedido y políticamente correcto, puede buscar en otra parte.

Buen fin de semana

Troyana



2 comentarios:

ricard dijo...

No me molesta que Almodóvar quiera posicionarse políticamente, pues es su derecho y el de todos. Pero si hablamos de cine y no de política, a mi me pareció que lo de la memoria histórica no encajaba del todo con la trama que relaciona a las "madres paralelas".

Desde siempre, el director ha mezclado historias diversas y tonos muy distintos en sus películas. Pero el cóctel resultante no tiene siempre el mismo sabor. Cuando lo consigue sin que ello afecte al ritmo o al sentido del conjunto, es meritorio; pero, de vez en cuando, se le va la mano y estropea una buena historia, como ocurre a mi modo de ver con esta película, en absoluto despreciable, con momentos muy intensos, pero con un clímax forzado y un tanto desencajado.

Saludos.

troyana dijo...

Ricard, entiendo lo que quieres decir,sobre todo, porque lo circunscribes al cine, al relato en este caso. Es posible algunas escenas resulten forzadas, pero más allá de eso, me parece un melodrama bien interpretado con una historia que interesa y que engancha. Almodovar tiene sus signos de identidad y aunque en algunos aspectos patine, nos sigue haciendo disfrutar con sus actrices, su intensidad, sus colores,sus pasiones al límite, saltando por encima de prejuicios y estereotipos de orden moral. Saludos