No conseguí entradas para ver Otra ronda en el Festival de San Sebastián. Me dio bastante rabia porque La caza, del mismo director y protagonista, me había encantado y la propuesta de esta película me parecía interesante. Es sorprendente que me hayan gustado las obras que he visto de Vinterberg con lo que aborrezco yo el Dogma y a Lars Von Trier, de quien he jurado que no veré nunca más una película. Pero bueno, creo que el director ya abandonó el movimiento (de hecho, creo que, afortunadamente, el Dogma ha muerto) y pienso apuntar el nombre de Vinterberg en directores a seguir.
Vinterberg y Mads Mikkelsen |
Esta historia parte de una premisa curiosa: cuatro
profesores de instituto de mediana edad deciden mantener un nivel de alcohol en
sangre de 0,5 durante su trabajo para experimentar cómo afecta el alcohol a su
trabajo y relaciones sociales. La decisión está basada en la teoría del
psicólogo Finn Skårderud, que
sostiene que nacemos con un déficit de alcohol del 0,05 % y que, si tomáramos
alcohol para corregirlo, rendiríamos mucho más. Lo curioso es que la teoría
existe, aunque, por supuesto, nuca ha sido probada.
El inicio del
experimento resulta muy exitoso. Las clases que dan se vuelven más divertidas e
interesantes, están más contentos, recuperan la ilusión… Pero conforme van
aumentando el nivel de alcohol para experimentar más a fondo, comienzan a
aparecer problemas, como era de esperar.
¿Y si empezamos a beber? |
Según el
director, la idea de hacer esta película partió del conocimiento de que muchas
cosas importantes en la historia se han hecho bajo los efectos del alcohol:
Hemingway escribió muchas de sus obras bajo los efectos del alcohol y Churchill
tomó muchas de sus decisiones de la misma forma. Cabe incluso preguntarse,
¿hubiera tomado las mismas decisiones sobrio? ¿Hubieran sido mejores o peores
las decisiones de no mediar la bebida? Es la idea de que, a veces, lo que
escapa a la razón y a la norma puede tener toques geniales. De la misma forma,
vemos como beber puede arruinar relaciones,
llevarte a perder el trabajo o generar múltiples conflictos. Pero creo
que la película no trata solo sobre el alcohol, se vale de él para hablar de
otras cosas: la crisis de la mediana edad, la hipocresía, la rebelión…
Los protagonistas
están desencantados, han perdido el brío, el brillo y las ganas de la juventud
y se arrastran aburridos por sus matrimonios o trabajos. Necesitan una chispa
que les devuelva la emoción por la vida y la encuentran en el alcohol. Podría
haber sido un nuevo amor, un proyecto, un cambio de trabajo, pero aquí se nos
ofrece un elemento que , en principio, está disponible para todos y que los
protagonistas pueden manejar a su antojo ( después ya veremos que no).
Aquí la cosa ya se nos va de las manos |
Por otra parte,
en la mayoría de sociedades el alcohol tiene su lugar, es admitido en fiestas y
celebraciones, pero muy criticado en otros contextos. Atreverse a desafiar
estas normas va a tener consecuencias.
Creo que
Vinterberg propone una exaltación de la vida, de la rebelión, de la fiesta, por
el camino que sea. No creo que pretenda hacer una oda de enaltecimiento a la
bebida, sino a la posibilidad de recuperar la ilusión por las cosas. El
director no juzga a sus personajes, los muestra con sus aciertos y errores y
les ofrece la posibilidad de bailar y reír.
Los cuatro
actores protagonistas, Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen, Magnus Millang y Lars
Ranthe, están maravillosos. Además, Mads Mikkelsen me parece muy atractivo y ya
me enamoró en La caza, la escena final de Otra ronda es como para
tenerla en video y verla cada vez que estés desanimada.
¿Nos damos a la bebida? |
Una cosa que me
ha impactado mucho es que la hija de Vinterberg muriera en un accidente cuatro
días antes de empezar el rodaje. Se llamaba Ida y a ella está dedicada la
película. El director dice que su primera reacción fue suspender el rodaje. Es
una historia en la que ella había estado muy implicada: iban a parecer compañeros
suyos de instituto, había hecho sugerencias al guion, era parte del proyecto.
Por fin, decidió rodarla como un homenaje. Según ha comentado en algunas
entrevistas, le ayudó mucho el hecho de rodar entre amigos. Cuando se sentía
muy mal para trabajar, su coguionista asumía la dirección y el proyecto salió
adelante y ha cosechado varios premios. Los cuatro actores obtuvieron la Concha
de Plata al mejor actor en Donostia, la película está nominada a los Oscar a
dirección y película en habla no inglesa y ha recibido los Premios del Cine
Europeo a la Mejor Película, Dirección y Actor (Mads Mikkelsen). Espero que el
reconocimiento le aporte algún consuelo al director que ha sido capaz de
afrontar un rodaje en una situación tan terrible.
2 comentarios:
Me ha gustado esta película.
Saludos.
Una película con muy buena pinta. Celebración y La caza, del mismo director, me gustaron mucho, mientras que Submarino me decepcionó, supongo que por comparación con la de Petersen. En cuanto al alcohol, creo que hay demasiada permisividad social, especialmente en los países meridionales, y al fin y al cabo es una droga que tiene efectos pésimos en nuestra salud. Otra cosa es que seamos capaces de renunciar a esas cervecitas con los amigos.
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