Cinco aspectos quiero destacar de esta película, muy recomendable, de 2004: su argumento originalísimo y nada convencional; su reparto de supermegalujo; su ambientación en un Nueva York diferente y sombrío; su director Jonathan Glazer; y su guionista Jean Claude Carrière.
Pues vamos uno por uno.
El argumento
Es de los buenos, de esos que se
resumen en pocas líneas y te dejan con ganitas de saber más. Ahí va: Anna, una
joven, bella y adinerada viuda neoyorquina, pocos días antes de volver a
casarse, conoce a un niño de unos 11 años que afirma con vehemencia ser la
reencarnación de su difunto esposo.
Al principio, al mocoso lo toman por
un chalado o, lo que es peor, por un inconsciente malvado, pero poco a poco el
crío, que tiene mucho peligro y da bastante miedito, va convenciendo a la
propia Anna y esto le supone enfrentarse a todo su entorno.
El acierto del guion es que consigue
que a los espectadores, como a Anna, tampoco nos parezca disparatado lo que
dice ese chaval que nunca sonríe (solo lo hace al final, muy al final) y
disfrutamos viendo cómo los personajes van llenándose de dudas.
El reparto
Anna es Nicole Kidman.
Impresionantemente bella, la vemos por primera vez en un cementerio y durante
todo el filme mantenemos esa primera impresión: es una mujer triste, oscura,
tampoco viste nada alegre; incluso cuando sonríe rezuma dolor. Y no es para
menos, conocida su historia. Es una mujer rota, pero no frágil. Me temo que
vais a tener que ver la peli para entenderme.
Kidman ocupa casi o sin casi la mitad
del filme con su presencia imponente, aunque no se quedan atrás Cameron Bright
(el chavalín inquietante), Lauren Bacall (la hierática madre de Anna;
adivinamos en su pasado la esfinge impecable que es ahora su hija, pero con una
pizca de humor negro y corrosivo) o Danny Huston (el atribulado prometido de
Anna).
Completan el elenco de personajes
atormentantes y atormentados Anne Heche y Peter Stormare, muy correctos, y
planea sobre todos ellos la ausencia de Sean, el difunto marido de Anna.
La ambientación
Es lo que más me gusta de Birth: su atmósfera sombría, a la que
ayuda la magnífica banda sonora de Alexandre Desplat .
Birth muestra un Nueva York refinado,
de élite, pero insólito: invernal, inhóspito, de inmuebles demasiado grandes y
demasiado vacíos, encapotado, lúgubre; por completo alejado de la destelleante
imagen convencional de las grandes avenidas y sus deslumbrantes apartamentos de
megalujo.
En Birth siempre hace frío y mal tiempo. Los interiores tampoco resultan
acogedores. Jamás sale el sol, nadie ríe, nadie disfruta, nadie parece ser
feliz. Y, a pesar de todo, los espectadores entramos a gusto en ese microcosmos,
que no deja de ser elegante; lo observamos con deleite estético, admiramos su
construcción detallada y no nos provoca rechazo ni desazón. Solo intriga y
curiosidad.
El director
Birth es el segundo
largometraje del inglés Jonathan Glazer, quien antes se había desfogado
haciendo spots publicitarios (algunos rechazados por su crudeza) y videoclips
musicales.
Quizás por eso le sale un film
adulto, clásico, carente de rebuscamiento técnico, pero muy coherente y eficaz.
El guion
Yo le he dado todo el mérito a Jean-Claude
Carrière, aunque parece ser que también trabajareon en el guion Milo Addica y
el propio Glazer.
Sea como sea, yo me centro en
Carrière porque respect! No sé por dónde empezar. Ante un carrerón como el de
este señor me quito el sombrero y me callo.
Así y todo, algunas críticas en
prensa, escritas por gente con más atrevimiento que yo, le reprochan al guion
de Birth un final no del todo convincente. Bien. Puede que tengan razón, aunque
he de reconocer que la trama se mete en semejante lío (un lío literariamente
delicioso) que no se me ocurre ninguna alternativa mejor.
Con todo, quitando ese final digamos
raruno, el guion resulta brillante y encaja a la perfección con el resto de
elementos de este film.
Y, sin más, esperando que Birth os guste tanto como a mí, os dejo con la ficha técnica (filmaffinity.com):
Noemí Pastor
Resurrección
Título original Birth
Año
2004
Duración 100 min.
País
Estados Unidos
Dirección Jonathan Glazer
Guion
Jean-Claude Carrière, Milo Addica
Música Alexandre Desplat
Fotografía Harris Savides
Reparto Nicole Kidman, Cameron
Bright, Danny Huston, Lauren Bacall, Anne Heche, Peter
Stormare, Arliss Howard, Ted Levine, Cara Seymour, Alison
Elliott
Productora New Line
Cinema, Fine Line Features
2 comentarios:
Un gran logro del director de Under the Skin. ¿Quién más podía conseguir una buena película con semejante argumento?
Saludos.
Pues sí, Ricard, lo que digo: la trama es tan arriesgada y difícil que no se me ocurre cómo resolverla mejor.
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