Cuando generalmente hablamos de Nolan, pensamos casi de inmediato en el director Christopher Nolan, olvidnado en muchas ocasiones a su hermano Jonathan, que también contribuyó de forma sólida al éxito del cineasta. Así, la conocida Memento, que fue su película revelación a nivel mundial, fue obra de ambos, pues el guión se basaba en una historia corta de Jonathan.
Nos guste o no, Memento es una obra muy interesante para saber lo que el director traería después: personajes solitarios (sus parejas están fallecidas o desaparecidas), que no se fían de la realidad que les rodea, porque el mundo es un lugar ajeno y desconocido, tan poco fiable, como sus propias mentes. Algo que veremos repetirse una y otra vez, incluso en adaptaciones de personajes tan populares como el de Bruce Wayne, en la maravillosa trilogía del Caballero Oscuro de Gotham.
Suponemos que movido por las presiones de la introducción de Christopher en Hollywood, Jonathan no colaboró ni en Batman Begins ni en Imsomnio, pero sí en el resto de la trilogía de Batman y en el Truco Final, ese guiño a la magia y al engaño protagonizado por Bale, Johansson y Jackman. Volverían a colaborar en Interestellar, una entrada en la ciencia ficción espacial, que viviría de gozosos momentos en estos años con The Martian, Arrival o Gravity ,entre otras obras.
Para la fecha de esta última colaboración fraternal (de momento), Jonathan Nolan, llevaba ya varios años como productor, de una serie que el mismo había creado: Person of Interesest (Vigilados), emitida por una canal generalista como es la CBS, donde se pueden ver otros "procedimentales" como NCIS o el CSI. Person of Interest, avalada por la producción ejecutiva de J. J. Abrams (el "niño de oro" del momento) se unía a esta parrilla con una propuesta sencilla como la de las series anteriormente nombradas: se ayudaba a alguien en el episodio y se pasaba página hasta la semana siguiente. Pero Person of Interest, aunque superficialmente parecía hacer eso, era otra cosa muy distinta. Estaba perfectamente protagonizada por Jim Caviezel y Michael Emerson, dando vida a Reese y Finch, dos personajes complementarios: el primero era un operativo militar desencantado y caído en desgracia, y el segundo, un genio de la informática, que se había cansado de lo que había visto en este mundo, y que había creado una Inteligencia Artificial (La Máquina) para predecir crímenes a través de las imágenes y sonidos captados por las cámaras de seguridad. Finch, que odiaba que no se ayudara a la gente corriente, contrataba a Reese (con una vida traumatizada desde el 11S) y socorrían, cual Equipo A, a las personas de la calle. Así que teníamos una trama con una especie de Batman atormentado, con su Alfred Pennyworth en un papel más activo, a la que se unía la tenaz detective Carter (inolvidable Taraji P. Henson) y otros secundarios espectaculares. Pero todo era una tapadera.
Según fueron avanzando los capítulos y temporadas, la historia pasó de tratar de crímenes de la mafia, de familias o incluso políticos, a la aparición de una agencia misteriosa, complots mundiales y la evolución de la Máquina, así como de la aparición de otra Inteligencia Artificial. El relato de crímenes de la cadena CBS, se había convertido en una serie de ciencia ficción muy alejada de sus otras producciones, que hablaba de los poderes que no se ven, el sentido de la privacidad y la ilusión de la libertad en el siglo XXI, en un relato esperanzador pero a la vez crudo, sobre la lucha entre el bien y el mal, y el sabor agridulce de la derrota y el sacrificio por la humanidad. La ficción fue un caballo de Troya perfecto de Nolan, aunque CBS acabó guillotinándolo en su quinta última (y reducida) temporada.
Lo que vino a continuación fue Westworld para la televisión por cable HBO, y por tanto sin tantas cortapisas de censura de un canal generalista. Esta vez produjo junto a su esposa Lisa Joy, (guionista en Criando Malvas o Último Aviso). Basada en la obra de Michael Crichton, planteaba desde sus primeros episodios, una clara discusión moral entre el "alma" un grupo de robots que creen que son personas, y los humanos reales, que se comportan como entes vacíos de cualquier espíritu o pensamiento elevado. En este caso, y confesando que sólo he visto la primera temporada, me pareció un planteamiento inteligente, aunque por lo que he leído, parece que las siguietnes temporadas fueron perdiendo fuelle, debido al excesivo retorcimiento de tramas (algo muy propio de Nolan y que se acusaba desde la primera temporada), y el desgaste del producto, pese a un casting muy espectacular que comprendía a Evan Rachel Wood, Thandie Newton, Jeffrey Wright, James Marsden, Rodrigo Santoro, Ed Harris, Anthony Hopkins, Ben Barnes, Clifton Collins Jr. o Tessa Thompson.
Tras la producción de Reminiscencia, dirigida y escrita por Joy, con Hugh Jackman y Rebecca Fergunson, y que pasó con más pena que gloria, el matrimonio vuelve ahora, en este caso sólo a producir, la última apuesta de ciencia ficción de Prime Video: The Peripheral, una serie basada en la novela cyberpunk de William Gibson, creada por Scott B. Smith, y que nos trae un relato en dos mundos sobre una mujer (interpretada por Chloë Grace Moretz) intentando ayudar a los suyos, interfiriendo en un mundo real, pero que a ella se le presenta como virtual. La serie de momento, parece entretenida y pese a la complejidad, prima la acción sobre las discusiones más filosóficas (que también las hay), y nos preguntamos si en esta ocasión, la plataforma alcanzará el éxito que ha buscado tras los intentos de Night Sky u Outor Range, y el descalabro de Los Anillos del Poder.
¿Qué tiene por delante Nolan? Pues seguirá con la ciencia ficción y la adaptación del videojuego Fallout con el competente Walton Goggins, o la miniserie The Son con otro estupendo actor: Jake Gyllenhaal. Pero veremos si más que adaptar, vuelve a sorprendernos con una historia más personal como fue Person of Interest, o una nueva colaboración junto a su hermano, en la que notemos claramene su sello.
Carmen R.
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