sábado, 23 de marzo de 2024

Se les fue la mano, aunque sea de hierro

No quiero repetirme, pero lo debo hacer una vez más. En mis últimas contribuciones he venido hablando de las series para plataformas de televisión y su gran momento. Hay una especie de edad de oro de las series, pero eso también significa que, entre tanta producción, suela haber bastante ejemplar mediocre. Yo deseaba poder hablar aquí de una seria epatante, pero acabo de ¿consumir? algún que otro gato que me habían vendido como liebre.

Destaca el gris...En todo.


Cierta plataforma televisiva  ha estrenado, y publicitado, una serie de acción española, trufada de grandes nombres en su reparto. El tráiler es trepidante, pero la serie pierde gas desde el primer capítulo. La sinopsis es la siguiente: Joaquín Manchado, also known as "el manco" (Eduard Fernández) es un hombre hecho a sí mismo, como nos demuestran los recurrentes flashbacks, que es el que maneja a su antojo el puerto de Barcelona, tanto en negocios legales como ilegales. No pasa nada en su puerto que él no sepa. Su familia convive y trabaja con y para él, desde su hermano Román (Sergi López), sus hijos (Enric Auquer y Natalia de Molina) y su yerno (Jaime Lorente).

La serie lleva el nombre de su personaje, pero no el peso.


La trama es tan clásica que sabes lo que va a pasar y eso le quita interés. Cada personaje, masculino, por supuesto, ya que las tres o cuatro mujeres que tienen letra en la serie hay poca cosa que reseñar, y es que en este campo de nabos las mujeres no dejan de ser una mera comparsa y se limitan a ser: la hija del jefe (Natalia de Molina), la hija y hermana de un gángster mexicano (Giannina Fruttero),  la puta de lujo a la que babosea el hermano  gregario del jefazo (María Belmonte), una secundaria misteriosa que tiene alguna escena al final de la serie inacabada (Melina Matthews), o el papel que se queda a medias de personaje importante que hace su aparición con cuentagotas (Ana Torrent)

Sergi López hecho un cristo.


Así que entre explosiones, tiros, sangre, palizas, puñaladas literales y de las figuradas, también, flashbacks fallidos que intentan explicar el por qué de la violenta situación actual, ambas tan falsas como una sonrisa de vendedor profesional, la serie va perdiendo fuelle. 

Las subtramas no están demasiado logradas. Chino Darín en plan ONG.


Hablando de flashbacks, sitúan los inicios del imperio del joven advenedizo que será "mano de hierro" en un puerto de Barcelona irreal que convierte a los estibadores en mafiosos que viven en una especie de gueto chabolista (Que quieren hacer pasar por lo que fue can Túnis, actual zona donde se aposenta "Mercabarna"). Entiendo que quieran mostrar un pasado oscuro y peligroso de un puerto corrompido, pero es que no da el pego.

Sicarios mexicanos, bueno, Raúl Briones, sí, su hermana, Giannona Fruttero es de bastabte más al sur.


En resumidas cuentas. Hay un conflicto con un cargamento que entra a puerto en el que se ven envueltos el mafioso local que tiene untado al picoleto que comanda el cuartel (Se agradece ver a Salva Reina en un registro que no es el habitual), a los mafiosos italianos, a los sicarios mexicanos (Aunque la peligrosa mexicana sea chilena) y a los arribistas que quieren dar el golpe de su vida. Nada demasiado original, que, además cumple con la estafa, no ya de dejar algún cabo suelto para una segunda parte, sino de no resolver absolutamente nada dejando muy descaradamente todo inacabado, lo cual es indignante. 


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