Mentiras
Se cierra Megaupload para redireccionar sumas indecentes de dinero. Porque aquí no se trata de proteger la propiedad intelectual. Estamos hablando de un complejo engranaje que ha hecho ricos a muchos, que no están dispuestos a renunciar. Si las cifras no alcanzaran esas cantidades astronómicas, sería mucho más sencillo promover y difundir las creaciones artísticas, educar en el respeto y valorar una película o una canción, no como un simple objeto de consumo, sino como CULTURA, como pieza única para el disfrute y enriquecimiento personal. Más allá del gran negocio, el cine es magia, es parte de nuestra vida, es una extensa colección de emociones y recuerdos.
Explicación
El caso megaupload o por qué creo que deberían suprimirse o flexibilizarse los derechos de autor (parte I, parte II y parte III).
Me quedo con esta frase: “la libertad es un derecho fundamental, la propiedad intelectual es un derecho ordinario.” (Javier de
Un delicioso relato
Después de discutir
Algunas veces, después de pelearnos, íbamos al cine. Era como ir a la iglesia. Entrábamos, encontrábamos un lugar, nos poníamos de cara a la luz y dejábamos que la vida cotidiana se esfumara mientras sucumbíamos a la vasta imaginación comunal. En los cines de sesión continua de la calle cuarenta y dos nos sentábamos en gayola entre fumadores y tipos que comían palomitas, tipos con dedos que hurgaban, tipos con bocas que no paraban de masticar. Otros chupaban chocolate, lamían helados, hacían ruido con las envolturas de los caramelos. Borrachos y chiflados hablaban con la pantalla. Los vagabundos escupían al suelo. Era el cine más honesto que existe, un lugar para la gente de Manhattan que no dormía, como el zoo pero, dentro del anonimato masivo, un sentimiento privado. Podíamos ir juntos al cine aunque veinte minutos antes hubiéramos estado jurándonos odio eterno mientras nos mirábamos fijamente a los ojos. En el silencio desolado que seguía a nuestras discusiones yo decía “¿Quieres ir al cine?”, Sylvia se arreglaba el vestido, se miraba la cara en el espejo del baño, agarraba su abrigo de piel y cuando cruzábamos la puerta para salir se ataba el cinturón. Me encantaba ver su rapidez, especialmente la de sus manos, cuando se entregaba a algo. Nos lanzábamos al metro sin ni siquiera saber a qué hora comenzaba la película. Siempre había dos películas. Al menos, veíamos una desde el principio. Sentados en gayola, rodeados por los fumadores y los que comían, yo me sumergía en la felicidad de las criaturas y después me daba cuenta de que mi brazo se cerraba sobre el hombro de Sylvia y que ella apoyaba su cabeza en mi brazo. Nuestros malos pensamientos eran aniquilados por los enormes rostros del amor que brillaban en la pantalla. Después, de vuelta al mundo de la calle, la electricidad nos golpeaba los ojos, las multitudes nos arrastraban, el tráfico quería matarnos, y los malvados pájaros del matrimonio sobrevolaban nuestras cabezas, amenazándonos con descender, pero nos íbamos a casa, pronto estaríamos en la cama, escondidos, comprometidos con la oscuridad del otro (Leonard Michaels).
VÍA: Cine para gourmets.
Emociones
Vamos atesorando en nuestra memoria momentos, imágenes e intensas sensaciones asociadas a películas. En mi opinión, esto es lo relevante y lo estamos olvidando. Hablan de cifras, muchas cifras. Nos asustan con la crisis. Nos vigilan y controlan. Las decisiones las toman una panda de ignorantes que, sin más, recortan, censuran y prohíben. ¿Nos resignaremos a pagar por los productos que nos quieran vender? ¿Dónde encontraremos esas historias mínimas que son ignoradas por su falta de rentabilidad?
Soy optimista (sí, a veces un tanto ingenua), pero éste no es el primer ataque, y de los anteriores, siempre han surgido nuevas alternativas. Muchas webs ya están “resubiendo”. En pocos días volveremos a la normalidad; ¿o estamos ante un terrorífico trailer de no ficción?
Con cariño
Para cerrar con buen sabor de boca, os dejo estas dos propuestas para el fin de semana. Que las disfrutéis.
LIBRO: El aviso de Paul Pen (futura película). Calidad literaria y un argumento que te atrapa. Página oficial del autor, sinopsis y primer capítulo