viernes, 5 de mayo de 2023

Perdida (Gone Girl)


Esta entrada de Zinéfilaz es para mí un tanto excepcional, porque trata de una película que no me gusta. Pues no. No me gusta Perdida, no. Para empezar, no me gusta su director, no me gusta David Fincher, no me gusta la sobrevaloradísima El club de la lucha, no aguanto Seven, no soporto ni unos pocos minutos de El curioso caso de Benjamin Button y me rechina muchísimo The Game. Por el contrario, salvo de la quema Zodiac y La red social y del resto de sus pelis apenas me acuerdo.

Os cuento primero, a modo de anécdota, que Perdida es la película de Fincher que más ha recaudado en taquilla y que la crítica tampoco la acogió mal y, antes de seguir, debo decir que lo que no me gusta de Perdida no es tanto lo fílmico, sino más bien lo narrativo; es decir, su guion, firmado por Gillian Flynn, autora también de la novela homónima, Perdida, que, para cuando se filmó la peli, ya era un éxito de ventas, al menos en los Estados Unidos.

 Otra novela de Flynn, Sharp Objects (Heridas abiertas) también pasó del papel al film, convertida en serie, pero en esta Flynn no trabajó de guionista.

¿Por qué no me gusta Perdida? Pues porque tiene un guion exagerado, con ciertos toquecitos gore, con una protagonista pérfida con motivaciones poco claras (¿tan grave es lo que le ha hecho su esposo como para montarle semejante numerito?), un marido que resulta más retorcido que ella y que la engaña como a una colegiala, unos padres medio psicópatas que crean una hija ideal e imaginaria y obligan a la real a estar a su inalcanzable altura… Ni la novela ni el guion soportan dignamente tanto retorcimiento.

Peeeeeero. La peli mejora notablemente todo eso. ¿Cómo lo hace? Pues con una ambientación fascinante, unos escenarios fotografiados de manera hipnótica, que te dejan los ojos pegados a la pantalla y una banda sonora del todo eficaz firmada por Trent Reznor  y Atticus Ross.

A fin de cuentas, lo que me gusta de Perdida es lo mismo que me gustó de la serie Sharp Objects que os he nombrado antes: la ambientación, la América profunda (en Perdida, Misuri, tanto en la realidad como en la ficción, ya que en parte se rodó allí), esos centros de las pequeñas ciudades tan desangelados, con periferias también desangeladas en una época de crisis brutal en la que cierran los antaño rutilantes megacentros comerciales; esas urbanizaciones con césped perfecto y casoplones ideales del estilo Love it or list it; esa brecha profundísima entre los norteamericanos de ciudad grande y los de poblaciones pequeñas, con sus tremendas consecuencias políticas.

Como veis, he dicho unas cuantas cosas que me atraen de Perdida y que, al igual que me sucede con The Game, hacen que me quede pegada a la pantalla cada vez que me las encuentro en la tele. De hecho, tengo pensado dedicarle a The Game una próxima entrada en Zinéfilaz.

Perdida tiene, además, un par de actores secundarios bastante notables: me refiero a la pareja de policías de pueblo interpretada por Kim Dickens y Patrick Fugit, jefa y subordinado respectivamente. Estos dos personajes cobran en la peli bastante más importancia de la que tienen en la novela y se me antojan deudores de la gran Marge Gunderson, de Fargo. Puede que sean una copia (o un homenaje), pero son una buena copia y para copiar bien también hace falta cierto talento.

Otro aspecto que resuelve mejor la película que la novela es la duplicidad de narradores. A ver cómo me explico sin destripar demasiado (aunque posiblemente todo el mundo conozca mejor que yo tanto la novela como el film) y sin entrar en detalles aburridos. En la novela se intercalan de una manera algo inusual en narrativa dos relatos contradictorios: uno, el que nos va desgranando Amy, la protagonista, en su diario; y otro, el desmentido de su esposo a casi todo lo que ella deja escrito. Al final, todos mienten, pero esa es otra historia.

Y esto en la peli se resuelve muy bien, al recurrir a un relato cinematográfico más convencional y a otro con la voz en off de Amy para darnos su versión.

 Bueno, he empezado diciendo que no me gustaba
Perdida
, pero al final va a resultar que sí me gustaba, ¿no?

Os saluda cariñosamente vuestra amiga

 

Noemí Pastor

2 comentarios:

ricard dijo...

Yo también pienso que es una buena película lastrada por un original literario más bien dudoso.

Saludos.

Noemí Pastor dijo...

Creo que ya lo he dicho en la entrada, pero sí, a fin de cuentas, me gusta más la versión cinematográfica que el trabajo literario original. Saludos.