Todo el mundo sabe que esta peli tiene su origen en la novela del mismo título que publicó en 1898 el escritor londinense HG Wells. [Las iniciales son de Herbert George, por si tenéis curiosidad, como yo, por ese tipo de tontadas]. En realidad, en 1898 se publicó la novela completa, pero antes había salido por entregas en una revista británica.
No he leído la novela, ni esta ni (creo) ninguna otra de HG
Wells, a quien el cine debe mucho, pues, además de La guerra de los mundos,
escribió unas cuantas más que luego se convirtieron en película: La máquina del
tiempo, El hombre invisible y La isla del doctor Moreau.
En fin, que, como no he leído la novela, me ha sorprendido
descubrir que Spielberg le fue bastante fiel y que muchas cosas de la peli que
yo daba por salidas del cerebro creativo de don Steven en realidad salieron de
la productiva imaginación de HG Wells.
Voy a saltar grácilmente sobre el episodio de Orson Welles (¡anda!, se apellida casi igual que HG) relacionado con la novela, porque es archimegaconocido y porque Welles siempre me ha caído mal. Así que voy a ir derechita a la película de Spielberg. Si queréis leer algo sobre la excesivamente cacareada y sobrevalorada versión radiofónica de La guerra de los mundos que hizo Welles, la Wikipedia lo cuenta genial . Adiós.
Y, por nombrar otro asunto que me resulta desagradable, buscando vínculos y diferencias entre la obra de Wells y la de Spielberg, he encontrado una relación entre Wells y Tom Cruise, ¿a través de qué? Adivinad. Sí, correcto: a través de L. Ron Hubbard y la cienciología, que escribo con minúscula aposta, para quitarle importancia. Resulta que L. Ron Hubbard (la L es de Lafayette), el fundador de la cienciología, además de dedicarse a crear sectas chungas, también escribía ciencia-ficción y fantasía y, puede que inspirado por Wells, durante un tiempo buscó entre los volcanes de Canarias señales extraterrestres. No sé, puede que máquinas enterradas o similares.
Si
queréis saber algo más de las andanzas de Hubbard en las Islas Afortunadas,
tenéis un artículo interesante en Vanity Fair: Cómo el creador de la cienciologíacambió su vida en las islas Canarias. Y si queréis saber algo más de las
andanzas de Hubbard en general, porque el tipejo tuvo una vida verdaderamente
animada, id a su entrada en la Wikipedia, que está muy completita.
Bueno, volvamos a lo nuestro. Como decía arriba, la novela y la peli tienen mucho en común y algunas cosas diferentes. Por ejemplo, en la novela no existe el personaje de Tim Robbins, pero sí parece ser el resultado de la amalgama de otros tres que sí están en el libro. Os confieso que la parte que menos me convence de la película es precisamente la de la larga y accidentada estancia de Cruise y su hija en la casa de Robbins. Resulta precisamente eso, larga, demasiado larga, y acaba por lastrar bastante el ritmo del film, que hasta ese momento es muy fluido.
Pero lo que más diferencia la novela de la peli es el ánimo, la intención de cada creador. Wells con su novela pretendía cuestionar la moralidad del imperialismo británico; Spielberg con su peli no. Spielberg traslada la acción en el espacio y en el tiempo y la sitúa a comienzos del siglo XXI en un territorio geográfico comprendido entre Newark y Boston, para volver por enésima vez al asunto transversal de muchos de sus filmes: las familias un pelín desectructuradas, con divorcios penosos, con abandonos, con relaciones paternofiliales (no maternofiliales) plagadas de desconocimiento, de ausencia, de vacío, de torpeza.
En La guerra de los mundos tenemos, pues, un asunto de los de siempre de Spielberg y, para compensar, otro completamente nuevo: por primera (¿y única?) vez en su filmografía, los extraterrestres no son adorables peluchitos, como E.T., como en Encuentros en la tercera fase, que vienen a mejorar el universo y a sembrar la paz, sino monstruos asesinos. Esto enlaza con las interpretaciones de la peli, que voy a dejar para un segundo artículo, pero antes de despedirme os nombraré, sin extenderme mucho más, una última recreación de La guerra de los mundos, muy recientita, ya que se estrenó en Amazon el 30 de julio de 2025. Dirigida por Rich Lee, la protagonizan Ice Cube y Eva Longoria y ha recibido unas críticas destructivas.
Ahí lo dejo, pues. Os espero en el próximo artículo sobre La guerra de los mundos, para hablaros de las interpretaciones del film, que son jugositas. Hasta entonces, se despide vuestra amiga
Noemí Pastor
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