viernes, 3 de octubre de 2025
73 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián
Este año el Festival de Cine de San Sebastián nos ha proporcionado muy buenas pelis o yo he estado muy acertada en las elecciones, que también puede ser. Os voy a hacer un resumen de la sección oficial.
Por tradición, la primera peli del festival, siempre te gusta. No sé si las eligen con cuidado o es que está uno muy emocionado. Este año también se ha cumplido con 27 noches, de Daniel Hendler. Lo primero que he pensado ha sido: en mi próxima reencarnación quiero ser argentina. Vale, no es un destino fácil, tienen una historia política que te hace llorar, pero hablas con ese acento y adquieres una prestancia impresionante. Al leer la sinopsis pensé que iba a ser un drama: mujer anciana es ingresada en un psiquiátrico por sus hijas que pretenden que está demenciada. Pues no, está contada con mucho humor y unos intérpretes maravillosos (inmensa Marilú Marini). Te ríes y a la vez se tocan temas muy serios sobre los que hay mucho que reflexionar.
Nouvelle Vague, de Richard Linklater. Me ha gustado esta película, con una estética tan sesentera y nouvelle vague, como su propio nombre indica. Creo que la hubiera disfrutado más si tuviera más conocimiento de los directores de la época, pero con todo me han entrado unas ganas terribles de ver Au bout de souffle, que es el rodaje en que está basada la película. Los actores se parecían muchísimo a los personajes reales de la historia: Rohmer, Chabrol, Truffaut y Zoey Deutch está maravillosa e igual a Jean Seberg. Creo que Godard inventó el dogma antes que los nórdicos. Si yo hubiera sido el productor, le hubiera arrojado algo contundente a la cabeza. Para admirar viejos tiempos.
Deux pianos de Arnaud Desplechin . En los últimos tiempos he visto varias pelis y series ambientadas en Lyon y me han entrado muchas ganas de ir. Esta película también está ambientada en esa ciudad, pero ahí acaban sus méritos. Un famoso concertista de piano abandona Japón y vuelve a su ciudad natal, reclamado por su antigua profesora, una pianista muy prestigiosa. El hombre huyó por una historia de amor desgraciada. El reencuentro con su antiguo amor y otras circunstancias le obligarán a decidir cómo quiere que sea su vida a partir de ese momento. Charlotte Rampling está tan inquietante como siempre, pero la peli es un rollo repollo en mi opinión. Me resulta imposible que me gusten las películas donde todos los personajes me caen mal. Muy prescindible.
Los tigres de Alberto Rodróguez. Hace muchos, muchos años yo solía ir a Madrid en autobús. Era tan aburrido que solía estar deseando que pusieran peli, la que fuera. Allí descubrí un género horrendo: las pelis de submarinistas. Vi por lo menos tres, a cuál peor. Por eso iba casi con miedo a ver Los Tigres, pero, claro, Alberto Rodríguez es un valor seguro y Antonio de la Torre y Bárbara Lennie, también. Los protagonistas son dos hermanos que trabajan como buzos en Huelva. Por problemas económicos, se verán metidos en problemas graves. No voy a contar más, pero te haces idea de lo dura que ha de ser esa vida, funciona muy bien como thriller y produce casi claustrofobia. Muy bueno ha de ser este director para conseguir que me reconcilie con los buzos.
Sai: disaster. Segundo largometraje de los directores japoneses Yutaro Seki y Kentaro Hirase.
Confieso que tuve dudas al elegir esta película y ahora me enfrento a escribir sobre ella sin saber muy bien qué contar. Hay anuncios que, si no se entienden, es porque no están pensados para uno. Creo que algo parecido me pasó con esta película: no erapara mí. La narración nos traslada a distintos escenarios grises y fríos, donde conocemos a personajes con vidas anodinas. En todos esos espacios aparece un cadáver, a veces en imágenes inquietantemente bellas: un cuerpo con un abrigo rojo flotando en el mar, unas piernas sobresaliendo por debajo de un coche blanco, un cuerpo inerte en una escalera mecánica cuyos pies golpean los escalones como si intentaran huir.
La gran pregunta parece ser: ¿estamos ante muertes accidentales, suicidios o asesinatos? La policía tampoco ofrece respuestas claras.
Yo he puesto mucha atención esperando encontrar la respuesta. Debo decir que soy muy mala fisonomista y todos los japoneses me parecían iguales. Sin embargo, al único
que era el mismo y repetía escenarios, me ha costado descubrirlo. Con este dato, yo apuesto por el asesinato…
En fin, mi crítica como la película hacen honor al título: DISASTER
Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa. Peliculón. La directora ya nos merecía confianza, sobre todo después de Querer. El tema es innovador. ¿Cómo reaccionaríamos si nuestra hija adolescente quisiera meterse monja de clausura?? Yo, ya os lo digo, como el personaje de Patricia López Arnaiz. Está muy bien porque la película muestra todas las posiciones, guarda un cuidadoso equilibrio en todas las miradas. Las actrices están impresionantes. Blanca Soroa da perfectamente el personaje y cada día soy más fan de Nagore Aramburu. Muy conformes con la Concha de Oro.
Belén, de Dolores Fonzi. Está basada enhechos reales. No recordaba estos hechos y he tenido que recurrir a la hemeroteca: En 2014, una joven tucumana conocida como Belén ingresó en el Hospital Avellanedacon fuertes dolores abdominales. Lo que parecía un aborto espontáneo derivó en una denuncia del propio personal médico, su detención inmediata y casi tres años de prisión preventiva.
La película que recrea estos hechos muestra un retrato de esa Argentina pobre y gris: edificios deteriorados, coches policiales desvencijados y hospitales muy precarios
custodiados por policías (parecía que entrabas a una comisaría más que a un hospital). En ese paisaje, la cárcel con un patio y huerto incluidos, casi resulta ser más un
entorno más amable. Me han resultado muy sorprendentes las escenas que muestran a esos policías que permanecen inmóviles sin auxiliar a quien llega casi desvanecida, o irrumpiendo en un quirófano en plena intervención médica, saltándose toda la normativa y ética. El papel de la abogada Soledad Deza ( Dolores Fonzi) es clave en todo el proceso, un proceso plagado de “errores” judiciales que no tienen ni medio pase. Su compromiso y la valentía con la que afronta la defensa de Belen arriesgando incluso su vida,consiguen despertar una ola de solidaridad que inunda Argentina y permite abrir el debate sobre los derechos reproductivos de la mujer. La película devuelve a la memoria un caso escandaloso y sirve para recordarnos la importancia de la lucha feminista por los derechos de la mujer, por lo que resulta muy necesaria. Sin embargo, más allá de la indignación que generan los hechos, no ha conseguido conmoverme tanto como hubiera esperado.
Maspalomas, de José María Goenaga y Aitor Arregi. Repito, lo mejor de este festival son las pelis españolas. Dudo entre esta y Los domingos como mis favoritas. Cada año comentamos con los amigos que hay un tema que se repite en las pelis, el año pasado fue la muerte y los cuidados paliativos; este año, la autonomía e independencia de las personas. El protagonista de esta peli es un hombre gai que abandonó a su mujer y a su hija y lleva media vida en Maspalomas. Un ictus lo devuelve a Donostia donde entra en una residencia, lo que conlleva volver a meterse en el armario. Ser viejo no es divertido, pero, si encima, tienes que esconder quién eres, la cosa se complica. Maravillosa, muy bien interpretada y dirigida. No os la perdáis.
Flores para Antonio, de IsakiLacuesta y Elena Molina. A pesar de que Isaki Lacuesta está en mi lista de directores a evitar, me apetecía ver este documental que Alba Flores quería dedicar a su padre. Me sitúa en la época que ha contado tan bien Carla Simón en sus películas: los huérfanos de la heroína. Claro, aquí se añade el componente de no pertenecer a una familia común, los Flores son los Flores, pero hay cosas que nos igualan mucho y el sufrimiento de las familias en esas circunstancias es uno de ellos. Me cae fenomenal Alba Flores y me gusta la mezcla de testimonios, música y dibujos que forman el documental.
Karmele, de Asier Altuna. Me gusta Asier Altuna. Me gustaron Amama y Bertsolari, pero Karmele no me ha acabado de convencer. Está bien, pero no me interesa mucho la historia. Es uno de esos dramas de posguerra, exilio, emigración y resistencia, pero, no sé por qué, no me conmueve. El añadido de la música será un aliciente para muchos, aunque no es mi caso. Hay algún número que me gusta, pero se me ha hecho un poco pesado. Los intérpretes están muy bien y es posible que guste a mucha gente, pero a mí me ha decepcionado.
Couture, de Alice Wincour. Esta ha sido una decepción. Tenía muchos ingredientes para gustarme: el mundo de la moda en París; Angelina Jolie, que siempre aporta glamur; Louis Garrell, que me encanta. Era una buena idea que no ha salido bien. Es un conjunto de historias de mujeres relacionadas por la Semana de la Moda en París, cada una con un problema sobre los hombros: una directora de cine de pelis de miedo que se enfrenta a un problema de salud, una joven modelo recién llegada de África que se siente insegura, una maquilladora que quiere escribir y una joven modista que se enfrenta a su primer vestido en solitario. Queda todo deslavazado, se ve que no todo es glamuroso en ese mundillo (ya lo imaginábamos) y la peli pasa sin pena ni gloria. Muy floja.
Nuremberg, de James Vanderbilt. Película que recrea el juicio de Nuremberg y todos los pasos previos que hubo que dar para su celebración.
Me ha gustado mucho. Es una película de una fuerza interpretativa impresionante y un guion muy cuidado que invita a la reflexión.
La peli nos muestra la dificultad inicial para acometer un juicio de estas características al no haber legislación internacional que posibilitara enjuiciar a criminales fuera de su país.
Frente a voces que se alzaban para que sencillamente se les ejecutara, se decide someterlos a un juicio que mostrara al mundo la autoría confesa de los terribles hechos. Pero ello suponía enfrentarse al riesgo de que los criminales ganaran en el terreno dialéctico a través de su astucia, arrogancia, egolatría y habilidad y pasaran a convertirse en mártires.
Russell Crowe en el papel del mariscal Hermann Göring, el destinado a ser sucesor de Hitler, está brillante. No lo está menos Rami Malek, al que vimos encarnar de forma brillantemente a Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody, en esta ocasión encarnando a Douglas Kelley psiquiatra americano encargado de adentrarse en la personalidad de los siniestros personajes que van a ser juzgados para enfrentarlos a sus debilidades.
Toda la peli nos brinda momentos brillantes de pulso argumental entre ambos personajes. Me asalta la duda de si poner ahora el foco en el holocausto no resulte en estos momentos un balón de oxígeno para Israel . Sin embargo la reflexión final del psiquiatra que a partir del conocimiento profundo de la personalidad de los dirigentes nazis, plantea que no eran diferentes al resto, y que es muy posible que los hechos se repitan auspiciados por cualquiera con ansias de dominación ( posicionamiento que le restó mucha popularidad en EEUU),retrata y pone el foco sobre TRUMP, NETAYANHU y todos los señoros de la guerra .
A diferencia de entonces en que los horrores del holocausto no fueron conocidos en el mundo hasta que los aliados llegaron a liberar dichos campos, hoy asistimos diariamente al horror televisado y sin embargo , el horror continúa.
Ballad of a Small Player, de Edward Berger. No me acordaba de que el director de esta película es el mismo de Cónclave. Mejor, si no, hubiera ido con las expectativas demasiado altas. Es la historia de un jugador que vive al límite en Macaco. Muy bonito todo el mundo de los casinos y las imágenes de Macao, Colin Farrell está muy bien, pero la peli no me ha terminado de convencer. Además, las pelis de jugadores me ponen muy nerviosa, estoy todo el rato pensando, "no, no lo hagas" y sufro mucho.
Jay Kelly, de Noah Baumbach. Esta es de esas pelis que una va a ver con ilusión al festival, pensando: de amor y lujo. Que salga George Clooney también es un puntazo, pero la historia no es para echar cohetes. Jay Kelly es un famoso actor de Hollywood que en su madurez se pregunta cosas sobre la relación con sus hijas, su padre, sus amigos y su pasado. ¿Hasta qué punto merece la pena dedicar todo tu esfuerzo a triunfar? No está mal contada, pero le sobra media hora bien buena. No me ha conmovido.
Anatomía de un instante, de Alberto Rodríguez. Estupenda esta serie dirigida por Alberto Rodríguez. Está basada en el libro de Javier Cercas y nos cuenta la historia del golpe centrada en las figuras de Suárez, Carrillo, Gutiérrez Mellado y los golpistas. Son cuatro capítulos que vienen muy bien para repasar ese fragmento de la historia. Había cosas que no sabía y otras que había olvidado. Desde luego, no fueron unos años fáciles. Con todas sus cosas, me parece que esos políticos se lo curraron. Los actores están espléndidos.
La conspiración del cuervo, de Kasia Adamik. Me faltaba hablaros de mi última película, la de clausura (fuera de concurso). Me ha parecido un thriller excelente que, además, repasa una parte de la historia de Polonia que tenía muy olvidada (bueno, de la historia de Polonia, en general, poco podría decir). Un psiquiatra profesora de Universidad viaja a Varsovia para dar una charla y se encuentra con que al día siguiente de su llegada se proclama la Ley marcial. Sin teléfono, con las fronteras cerradas y su pasaporte en manos de otra persona, la mujer vive un momento angustioso. Lesley Manville (la que hacía de princesa Margaret en The Crown) está maravillosa. Pasa miedo y frío viendo esas calles grises de Varsovia. Muy emocionante.
Y después de esta turra máxima, aquí termina mi reportaje de la Sección Oficial.
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