viernes, 24 de marzo de 2023

Causa propia

CAUSA PROPIA “La vida es lo que cada uno hace con lo que puede” Hoy traigo una serie policiaca portuguesa, dirigida por Joáo Nuno Pinto, que encaja en mi subgénero favorito: el judicial. Y si la protagoniza una mujer, mejor todavía. ¿Quién no recuerda la maravillosa Hierro, con Candela Peña? En este caso también trata de una jueza de una pequeña localidad donde se descubre en un parque el cadáver de un muchacho, André, alumno del instituto. El crimen provoca la consiguiente alarma social, repulsa y revuelo mediático, pero además el proceso se complica al ser el hijo de la jueza compañero del chico asesinado. La protagonista, la jueza Ana Martins, interpretada por Margarida Vila-Nova, es fascinante. La serie muestra su faceta como jurista, algo idealista pero práctica y con una conciencia implacable. Además del proceso principal, se intercalan fragmentos de otros juicios que dan una visión más completa de su quehacer cotidiano y permiten reconocerla como una de esas personas en las que el sentido del deber prima sobre cualquier otra consideración, que se esfuerza por llegar a la verdad y por cumplir su función con independencia y objetividad: “Me gusta pensar que soy alguien que siempre intentó hacer lo correcto o lo menos equivocado”. También la vemos en su faceta de madre, tan relevante o más que la anterior. Se trata de una madre divorciada, que además de llevar el peso de la crianza de sus hijos tiene que soportar lecciones y reproches de un ex que ni sabe ser padre ni pierde su valioso tiempo en intentarlo, pero esto no la distrae de su propio camino: ella hace todo lo que puede lo mejor que puede, sin distraerse en medir culpas o responsabilidades, ni en reivindicar si su situación es justa o injusta, aunque lo piense en algunos momentos, –sí, consigue transmitir lo que piensa–. Y, por último, y un poco residual porque le queda poco tiempo, también la vemos en su faceta como mujer a secas. El resto del reparto está a la altura: el exmarido insufrible, Vítor, es Ivo Canelas, un fiscal preocupado en exclusiva por su imagen de cara a una futura carrera política; los hijos David y Clara, interpretados por Alfonso Laginha y Silvia Chiloa, como buenos adolescentes tienen secretos y son exigentes con su madre, aunque también están unidos a ella y le demuestran cariño; el policía investigador Mario es Nuno Lopes, un policía sexi y sensible a la vez, (que, en mi opinión, pierde muchos puntos por desahogar sus penas en el Club Morita); y también resultan muy convincentes las abogadas Elisa y Joana, representadas por María Rueff y Ana Valentim, así como el resto de actores y actrices de dan vida al fiscal, los otros jueces y abogados, los chicos del instituto, etc,... Me han gustado especialmente las interpretaciones de la policía investigadora María, Catarina Wallenstein, capaz de intimidar solo con la mirada, y de la novia de David, Inés, la joven Margarida Caldeira, que borda el papel de tímida, dulce e inteligente. Como adorno, también es un acierto la elección de los títulos de los capítulos, que son aforismos jurídicos clásicos, que con su solemnidad son muy representativos del impacto que el contacto con la justicia provoca en las vidas de los ciudadanos: “Hágase la justicia aunque el mundo perezca”. Almudena Fernández Ostolaza.

1 comentario:

troyana dijo...

Mona Jacinta,
me ha intrigado, la buscaré.
Gracias por la recomendación:)