Esta es una historia sencilla en su desnudez que ha sido vestida de la manera más barroca. Una historia de una mujer que vuelve a su lugar natal a preguntar por todo aquello que no recuerda de un hecho oscuro que la expulsó de allá. Parece simple, sí, pero está contada de una manera que sólo podríamos calificar de bizarra.
Corren los años 50 en el interior de la Australia desértica. Al inhóspito poblacho llamado Dungatar llega Tilly Dunnage, una elegante y sofisticada mujer. Sube a la casa sobre la colina que domina el pueblo, la casa de Molly la loca.
La casa de Molly la loca sobre la colina y los vecinos, de cotilleo.Tilly es una modista que ha trabajado para los mejores creadores de la alta costura en el mismo París y tiene un gusto excelente a la hora de la confección, pero Tilly vuelve a la casa donde nació al lado de Molly, su madre. Tily no recuerda por qué tuvo que marchar del pueblo y quiere recordar, pero su madre, que no está muy centrada, tampoco lo recuerda. En el pueblo hablan y hablan, parece ser que el cotilleo y la maledicencia es su bien más preciado.
Tilly y su madre cosiendo.Y Tilly comienza a relacionarse con sus antiguos vecinos intentando completar un rompecabezas sobre su pasado. Sus vecinos son gente peculiar. Tenemos al presidente del concejo, señor Pettyman, un obseso puritano con mucho que esconder, a su esposa Marygold, un ser atormentado y maniático, a Gertrude, la chica apocada de la tienda, al sargento Ferrat y sus secretos, a la malvada y estricta maestra y a Teddy Mc Swinney, el australiano buenorro.
El chico de la peli, invirtiendo los roles del cine clásico.Es una película que mantiene ese toque de humor de otras cintas australianas como “las aventuras de Priscilla, reina del desierto” o “la boda de Muriel”. Su directora, porque la directora es una mujer, Jocelyn Moorhouse, se tiró dieciocho años sin rodar después de haber conseguido buenas críticas con sus primeras pelis. Volvió a la dirección fílmica con esta resultona cinta llena de colorido, buena fotografía y buena música.
El sargento Ferrat decide tomar el toro por los cuernos.El papel protagonista lo ejerce con elegancia Kate
Winslet, el papel de Molly lo encarna Judy Davis. El inquietante Hugo Weaving
resuelve el personaje del policía y
el bello rubio australiano,
Liam Hemsworth, el hermano de Thor, Chris Hemsworth.
La peli, se deja ver con curiosidad y consigue no perderse del todo hasta el apoteósico final de la historia con una Tilly más fuerte. Mezcla géneros con alegría y desparrame. Si os gustan las pelis raras, esta no os defraudará.
Por Juli Gan.
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