Son muchos los motivos por los que empezamos a transpirar, a
sudar. Es una respuesta física que no podemos controlar ya que es un método
automático de refrigeración. Sudamos cuando estamos enfermos y cuando sentimos
pánico, pero, coincidiréis conmigo en que le mejor momento para hacerlo es
durante estos meses en los que nos encontramos ahora y en los que podemos vivir
un largo y cálido verano.
Título en castellano: El largo y cálido verano
Título
original: The Long, Hot Summer
Año: 1958
País: Estados Unidos
Director: Martin Ritt
Guión:
Irving Ravetch & Harriet Frank Jr. (Relatos: William Faulkner)
Música:
Alex North
Fotografía:
Joseph LaShelle
Productora:
20th Century Fox
Duración:
118 minutos
Reparto
Paul
Newman, Joanne Woodward, Orson Welles, Lee Remick, Angela Lansbury, Richard
Anderson, Anthony Franciosa
Sinopsis
Tras ser expulsado de una población acusado de haber
provocado un incendio, Ben Quick llega a un pueblo y es contratado por Will
Varner, dueño y señor del lugar.
Melodrama sureño inspirado en tres obras – dos relatos y un
capítulo de una novela – del Premio Nobel de Literatura William Faulkner
llevado a la pantalla por el matrimonio de guionistas de Hud (1963): Irving
Ravetch y Harriet Frank Jr. que nos trasladan a un lugar idóneo, el profundo
sur, para los buscavidas, los terratenientes, los atormentados y las jovencitas
cuyo único fin en la vida es encontrar marido.
La dirección viene de la mano de Martin Ritt, que durante
mucho tiempo estuvo bajo la mirada del el Comité de Actividades Antiamericanas
aunque siempre negó que hubiera pertenecido al Partido Comunista, a pesar de
que simpatizaba con él. Entre su filmografía están: Hud (1963), El espía que
surgió del frío (1965), Norma Rae (1979), Loca (1987) ó Cartas a Iris (1989).
La carrera del actor Paul Newman empezada a despegar por
esta fechas en las que protagonizaría una trilogía sureña que lo confirmaría
como una de las grandes estrellas de Hollywood tanto por su físico, como por
sus interpretaciones. Estas tres películas a las que me refiero son: El largo y
cálido verano (1958), La gata sobre el
tejado de zinc (1958) y Dulce pájaro de juventud (1962). En El largo y cálido
verano (1958), Newman interpreta de Ben Quick, un hombre con muchas aspiraciones pero
con fama de arreglar sus problemas incendiando graneros. A pesar de ello, es
aceptado por el dueño del pueblo (Orson Welles) que lo impone al resto.
Numerosas son las grandes películas que Newman ha
interpretado y dirigido. Creo que su carrera es de sobra conocida por los
cinéfilos: Marcado por el odio (1956), La ciudad frente a mi (1959), El
buscavidas (1961), La leyenda del indomable (1967), Dos hombres y un destino
(1969), El coloso en llamas (1974), El golpe (1973) El color del dinero (1986),
Camino a Perdión (2002)…
Siempre he pensado que la carrera de Paul Newman no ha sido reconocida lo
suficiente en cuando a premios. Recibió el Oscar al Mejor Actor en 1986 por El
color del dinero y un Premio Oscar Honorífico por toda su Trayectoria
Profesional el año anterior además de un Premio Humanitario Jean Hesholt en
1994. También el Globo de Oro al Mejor Director por Rachel, Rachel (1969). Por
El largo y cálido verano recibió en Premio a la Mejor interpretación masculina
en el Festival de Cannes.
Fue en El largo y cálido verano donde la ya oscarizada actriz
Joanne Woodward (Las tres caras de Eva, 1957) coincidió por primera vez con el
que se convertiría en su marido, Paul Newman, en 1958 –matrimonio que duraría
hasta la muerte de él en 2008-. Un matrimonio estable que protagonizó varias
películas como Desde la terraza (1960), Con el agua al cuello (1976), etc… e
incluso el actor la dirigiría en algunas otras como El efecto de los rayos gamma
sobre las margaritas (1972) con la cual la actriz logró el premio a la mejor
actriz en el Festival de Cannes.
Joanne Woodward interpreta a Clara, la demasiado seria y
reprimida sexual hija del terrateniente que desde el primer momento sentirá
desprecio – o eso dice- por Quick (Newman). Es una pareja extraña: ella, fría
como el hielo y él, lleno de fuego, lo que favorece que durante toda la
película la tensión sexual entre ambos se pueda palpar.
Como secundario de lujo, aunque más que secundario yo diría
que forma parte del trío protagonista, está el inmenso –nunca mejor dicho-
Orson Wells (Ciudadano Kane, 1941) que es el terrateniente Will Varner, dueño
del pueblo. Hombre dominante y de gran temperamento que tiene una relación
paterno filial prácticamente inexistente con sus dos hijos. Su hija (Woodboard)
lo desprecia y su hijo le tiene miedo.
Anthony Franciosa (Un rostro en la multitud, 1957) interpreta
a ese hijo que no hace nada bien a los ojos de su padre (Wells) y que ve cómo
Quick (Newman) le está quitando su puesto en la familia. Su alocada y
provocativa esposa está interpretada por una bellísima Lee Remick (Anatomía de
un asesinato, 1959). También nos encontramos en un pequeño papel con Angela
Lansbury, (La bruja novata, 1971; y la serie Se ha escrito un crimen, 1984) que
es la dueña de un hotel en relaciones clandestinas como Vaner (Wells).
Realizada en cinemascope, el encargado de la fotografía fue Joseph
LaShelle (Laura, 1944) y la banda sonora fue compuesta por Alex North (Un
tranvía llamado deseo, 1951; Cleopatra, 1963) en donde destaca la balada 'The
long, hot summer' (escuchar) interpretada por el cantante de country y blues Jimmie
Rodgers.
Con todos estos ingredientes, El largo y cálido verano no
podía ser un fracaso. Y no lo fue. Rodada en Louisiana aunque situada en
Mississippi fue estrenada en marzo de 1958, su éxito no se hizo esperar y llevó
a lo más alto a sus dos actores principales.
El largo y cálido verano (1958), La gata sobre el tejado de
zinc (1958) y Dulce pájaro de juventud (1962) tienen muchos puntos en común
además de desarrollarse en el Sur de Estados Unidos. En las tres, el sexo es un
tema que está permanentemente en la mente de todos e incluso en las
conversaciones de los personajes –a pesar de la censura-.
Puesto que de entre estas tres películas la más conocida, la
mejor y la favorita entre el público es La gata sobre el tejado de zinc (1958)
os invito a descubrir Dulce pájaro de juventud (1962) y El largo y cálido
verano (1958) que también merecen el reconocimiento del buen Cine Clásico.
Por lo demás, sólo me queda desearos un largo y cálido
verano.
PD: