viernes, 27 de septiembre de 2024
Presunto inocente, la serie.
Para los fans de Scott Turow, “Presunto inocente” es mucho más que una novela, una película o una serie: es un universo. Lo que sucede es que se ha diversificado en varios universos paralelos porque se solapan en el tiempo distintas historias.
Todo comenzó con la novela de 1987 Presunto Inocente. Cuenta en primera persona la historia del fiscal Rusty Sabich acusado del asesinato de su compañera Carolyn Polhemus. Lo de primera persona no es un dato irrelevante, luego lo comento.
Al libro siguió la película en la que Harrison Ford interpreta a un Rusty maravilloso en una cinta impecablemente fiel al libro. Ambas marcaron un hito en los 80 cosechando un buen número de adeptos al thriller judicial que continuará con las historias de John Grisham y series míticas como Ley y Orden.
El tercer hito es la novela Inocente, de 2010, en la que Turow imagina la vida del fiscal veinte años después. En este caso la historia gira en torno al fallecimiento de su mujer, Barbara Sabich, y otorga un relevante papel al hijo de ambos, Nat.
El desfase temporal se produce cuando, sabiendo lo que le sucede a esa familia en 2010, viene la serie nueva en 2024 y decide situar al joven Rusty en la actualidad. Es innegable que abre muchas posibididades.
¿Qué méritos tiene la serie?
En mi opinión, es un acierto atribuir más protagonismo a Bárbara, la esposa de Rusty, que en las obras anteriores quedaba un poco desdibujada. Me gusta también la actualización del talante antiracista del fiscal, que se aprecia en algunos comentarios algo dispersos de la novela y ahora, en un mundo tras “Black Lives Matter”, se muestra mucho más explícitamente. Asimismo, es agradable la actualización tecnológica: en la serie tienen móviles que permiten, por ejemplo, localizar las ubicaciones de los personajes, hay cámaras de tráfico y existen los análisis de adn. Es gracioso revisar cómo en la novela clasifican a los sospechosos por sus grupos sanguíneos. Y el mayor acierto, sin duda, es el personaje de Tony Molto, interpretado por Peter Sasgaard, que se merecería una serie para él solo.
Por el contrario, se puede reprochar a la serie la omisión del personaje de Sandy Stern, que obliga a un giro extraño en la figura del fiscal jefe Raymond Horgan. Stern es un personaje demasiado importante en el imaginario de Turow para cargárselo sin más. Tampoco considero acertada la supresión de la trama de corrupción que planea a lo largo del libro. La novela pone sobre la mesa cuestiones esenciales del sistema judicial americano y del funcionamiento de la fiscalía dándole una dimensión mucho más profunda que el mero “esclarecer un asesinato”. Y, por último, considero que no aporta nada el cambio de enfoque del personaje de Rusty, o mejor dicho, su desenfoque. En el libro es él quién nos cuenta la historia y, por supuesto, es inocente y lo sabemos desde el minuto uno, como no puede ser de otra manera en una historia contada en primera persona. En la serie han decidido desdibujarlo. No solo introduciendo muchos más puntos de vista, sino presentando a un Rusty más agresivo y huraño, incluso violento en ocasiones, que está mucho mas cerca de ser un sospechoso razonable. Supongo que habrán pensado que así se añade suspense, pero a mí me parece que han cambiado por completo la esencia de la historia: ya no es el inocente acusado en falso que tiene que descubrir la verdad para salvarse.
Solo me queda recomendar que veáis esta serie, por supuesto. Y pedir a los productores que sigan adaptando las novelas de Scott Turow. Quedan muchas joyas sin llevar a la pantalla.
viernes, 20 de septiembre de 2024
Casa en llamas
Tras este período vacacional, regreso a Zinéfilaz con una película catalana que vi en el cine en versión original y me dejó una buenísima impresión. Se trata de "Casa en llamas" .
"Casa en flames"( título original) está dirigida por Dani de la Orden e interpretada por Emma Vilarasau ,Enric Auquer, María Rodríguez Soto, Alberto San Juan, Macarena Gómez y Clara Segura entre otros.
Es una película del 2024 y ya desde aquí os vaticino que la próxima edición de los Goya se llevará más de un galardón. Al tiempo...
"Casa en llamas" gira en torno a un fin de semana en familia.Montse (Emma Vilarasau) que hace tiempo está divorciada ,ha reunido a sus dos hijos para pasar un finde en la casa de Cadaqués, en la Costa Brava.
A partir de aquí. el director orquesta un reparto de actrices y actores excepciones y el espectador no puede más que sucumbir a los giros de guión y las sorpresas que se suceden a veces en tono dramático a veces en tono cómico y casi siempre tragicómico.
Dani de la Orden nos deja una galería de personajes maravillosa , repletos de escandalosa imperfección como no podía ser de otro modo tratándose de la condición humana, tan compleja,tan caótica tan contradictoria.
Es así que la matriarca es capaz de cualquier cosa a fin de que ese fin de semana en familia se realice, caiga quien caiga, porque es sabido que en estos tiempos de prisa, pantallas y deshumanización, a veces lo más complicado es conseguir reunir a la familia en torno a una mesa, mirarse a los ojos y conversar.
Nos deja así Dani de la Orden una reflexión en torno a la paradoja de la incomunicación precisamente en una sociedad hiper tecnológica donde supuestamente estamos más conectados que nunca y sin embargo somos incapaces de establecer un verdadero contacto humano de igual a igual. Además, se abordan otras cuestiones no menos importantes como las mentiras, las dudas en la maternidad, la soledad, el amor , el desamor, el nido vacío, las complejas relaciones entre padres e hijos, la hipocresía y esa delgada línea que separa el bien y el mal en el comportamiento propio y ajeno.
En "Casa en Flames" nada es lo que parece y las máscaras están a la orden del día.Todos esconden sus verdaderas intenciones y los roles adquiridos dentro del clan familiar a pesar de que los hijos han crecido, permanecen de alguna manera intactos, como si el tiempo en ese sentido se hubiera detenido.
Quiero destacar un guión portentoso que sorprende y no deja tregua al espectador,tenía la sensación de que estaba en una magnífica obra de teatro donde lo importante era el diálogo y ese magnífico retrato de unos personajes perfectamente perfilados.
Y si de interpretación hablamos , no puedo dejar de destacar especialmente la brillante actuación de
Emma Vilarasau y por añadidura la de Enric Auquer y María Rodríguez Soto.
Como mínimo Emma merece un goya a mejor interpretación femenina, eso como mínimo pero yo también otorgaría un galardón a la película como mejor guión. Ya veremos qué pasa al final.
Como broche de oro, ese acertado tema de Joan Dausà "Crema ho tot", cierra una película redonda que no me quedo corta si califico como de las mejores películas españolas en lo que llevamos de año.
Encantada estaré de compartir impresiones con vosotr@s si le dais una oportunidad.Id al cine por favor.
Buen fin de semana,
Troyana
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