viernes, 26 de octubre de 2018

Good girls

Con el boom de los canales temáticos tipo HBO o Netflix para series de ayer, hoy y siempre, o recién salidas del horno, este formato está viviendo una edad de oro. Aprovechando el tirón, hoy vengo a hablaros de una serie producida por la cadena yankee NBC que llega a nosotras vía Netflix titulada Good girls y es que estas chicas son bonísimas.

Ellas son buenas chicas.

Buenas chicas nos introduce en la vida de tres madres de familia de clase trabajadora, de esas que tienen que hacer malabarismos para llegar a fin de mes. Viven en Detroit, otrora rumbosa ciudad del motor, hoy día ruinosa población en crisis eterna. Beth (Christina Hendricks, vista en Mad men) es una hacendosa esposa y madre de cuatro criaturas que un mal día descubre que el capullo de su marido, Dean (Matthew Lillard, al que conocimos en Scream), después de tomar muy malas decisiones financieras, los ha arruinado. Su hermana pequeña, Annie (Mae Whitman), divorciada, ve peligrar la custodia de su hija disputada por su exmarido y no puede hacer frente a la demanda por no poder pagarse un abogado ya que su sueldo de cajera de supermercado puteada no le da para gran cosa. La tercera amiga, y no menos importante, es una luchadora madre y esposa llamada Ruby (Retta) que junto a su marido e hijos forman una familia estupendamente avenida. El problema se presenta porque la niña mayor tiene una seria enfermedad renal, y, ya se sabe que la sanidad en EEUU es privada y salvar la vida a tu hija puede llevarte a la indigencia.



 Una vez presentadas las protagonistas y sus circunstancias se van sumando personajes que las acompañan durante sus vicisitudes, como por ejemplo Stan, el amoroso marido de Ruby, guardia de seguridad que está a punto de entrar en la policía; Sadie, la hija de Annie, una preadolescente que sufre acoso escolar porque sus compañeros no aceptan que prefiera vestirse de una manera masculina; Sara, la hija de Ruby, muy enferma, que necesita un riñón para vivir; Boomer, el encargado del supermercado donde trabaja Annie, un capullo obsesionado con ella; Mary Pat, una desvalida joven viuda y madre que es un lobo con piel de cordero, y, por supuesto Río, un tío muy inquietante e inteligente que prefiere vivir al margen de la ley.

 Dar un palo al súper con guantes de fregar.

Tres madres con diversos problemas que, a la desesperada, perpetran dar un palo al supermercado para poder hacer frente a sus problemas más inmediatos. Pero este es el principio de una serie de complicaciones cada vez más peligrosas ya que se ven involucradas en las actividades de criminales profesionales. El resto, mejor lo veis.

Carrera delictiva en marcha

Medidas desesperadas que toman tres mujeres desesperadas. Gente normal, así se definen ellas, que acaba mezclándose con gente no muy recomendable. Esto empieza a ser un tema recurrente en series y películas, quizá impelido por la crisis económica que nos azota. La necesidad urgente de pasta hace que se pase por la cabeza cometer delitos.

Este es Boomer, el encargado del súper, obsesionado con Annie.

En el año 2000 la película británica "el jardín de la alegría" ya nos contaba como la ruina financiera de la reciente viuda encarnada por Brenda Blethyn, una adorable mujer bien considerada en su pueblito la llevaba a cosechar marihuana. Un año después, comenzando el siglo, Eva Lesmes dirigió en España una película titulada "el palo" donde cuatro dispares mujeres impelidas por la necesidad económica resuelven atracar una sucursal bancaria donde una de ellas (Adriana Ozores) trabaja como señora de la limpieza. Más recientemente, Netflix nos trajo la historia del resignado Walter White en "Breaking bad", un hombre maduro que necesita hacer frente a sus ingentes problemas  aplicando sus doctos conocimientos químicos para delinquir, cosa que nos hace ponernos incondicionalmente del lado del delincuente en todos los casos, y en el de nuestras buenas chicas, también.

Los malos actos conllevan a las malas compañías. Este es el inquietante Río.

Al poco del estreno de la primera temporada, la NBC renovó el contrato con su creadora Jenna Bans para una segunda que esperemos que siga resolviendo esas situaciones límite con esa gracia y giros insospechados.

Juli Gan.

viernes, 19 de octubre de 2018

El Capitán Veneno (1951) o Así se librará usted del peligro de enamorarse de mí

Hace unos días, por Twitter, me recomendaron una novela sobre amor no correspondido, en apariencia, y así fue como conocí la obra "El Capitán Veneno" de Pedro Antonio de Alarcón. Escrita en 1881, pero situada en 1848, la obra recoge una historia didáctica y sentimental en medio de las revoluciones europeas de la época, y en particular de aquella entre los seguidores de Isabel II y los republicanos en España. Pero no crean que vamos a hablar de guerras, si no que aquí, lo importante va a suceder entre paredes y mujeres, donde es confinado el protagonista, una "Fierecilla" con pantalones y bigotes, que no soporta el universo femenino, al que tiene prejuzgado, y del que huye como si no hubiera mañana.


El libro, muy breve y lleno de diálogos jugosos, es una de esas obras que piden ser adaptadas a "voces", pues es muy fácil de versionarse ya que la mayoría del texto son diálogos o buenísimas descripciones, con las que con buenos actores, se pueden hacer maravillas.

Y Pedro Antonio de Alarcón no era desconocido para los guionistas no sólo españoles, sino también había llegado a cruzar el Atlántico hasta Broadway (Revenge with Music), con la que sería su obra más adaptada para el cine: "El Sombrero de Tres Picos", y se pueden encontrar adaptaciones de sus novelas hasta los años 70, incluso en alemán.

Volviendo al Capitán Veneno, en este caso, sería adaptada, además de por TVE en los 60 junto con otras obras de Alarcón, en 1943, en argentina, con  Luis Sandrinie y Rosa Rosen de la mano de Henri Martinent, y en México también con Pedro Armendáriz en 1945 (El Capitán Malacara). Lamentablemente, no es posible encontrar copia alguna de estas adaptaciones pues una no está disponible, y en el caso de TVE, al ser de 1964, probablemente está perdida.


Visto lo visto, no parecía que fuéramos a disfrutar de esta novela, pero nos quedaba una adaptación en la posguerra española, con Sara Montiel y Fernando Fernán Gómez, de 1951, que incluso se volvería a reestrenar en 1959 debido al éxito de la manchega más internacional.

Este film está dirigido por Luis Marquina, que también hacía labores de guión, aunque no en este caso. Aquí nos encontramos también a un ilustre hombre de letras, Wenceslao Fernández Flores, que también nos da una serie de diálogos adicionales de lo más jugosos e incluso cameos como el de José Zorrilla, como se puede ver aquí:



Y es que, para hacer cinematográfica esta obra, se debe tirar de inventar escenas, y aquí se puede decir, que estos añadidos, pegan perfectamente con la obra alarconiana. Así, si la novela inicial limita espacialmente a la historia, y la reduce a una obra de teatro, breve pero intensa, estas adiciones, hacen que fluya con más brío cinematográfico en su comienzo. La película avanza como una comedia romántica muy a los "screwball comedy" estadounidense, humorística, con dos personajes abocados al romance que no se entienden, y paródica de los folletines del siglo XIX.

Fernando Fernán Gómez, en ese momento, bastante joven y acorde con su personaje de Jorge de Córdoba, recibe un papel a su medida: un militar que no puede con las injusticias, que busca la pelea, y que huye del sexo femenino como si del mal se tratara...y todo esto con el peor de los humores, ¿se lo imaginan? seguro que sí. Y ahí tenemos a Angustias, retratada por una jovencísima Sara Montiel, muy lejos de Yuma y de sus dramas del cuplé, que le da réplica muy acordemente a la imagen de la protagonista que se ve al leer la novela.


Si estos dos nombres no tientan lo suficiente, los secundarios también están a la altura: Julia Caba Alba, Pepe Isbert, Manolo Morán y Amparo Martí. Todos y cada uno de ellos, brillan en los momentos asignados, y son una delicia de contemplar.

La película tiene pocos o casi ningún cambio con respecto al texto del granadino Pedro Antonio de Alarcón, que resulta ser tan ingeniosos, que a partir de la llegada del Capitán a la vida de las mujeres, son prácticamente copiados y pegados al guión. Especialmente significativo, mantener casi intacta la última frase.

Así que si gustan de las películas en blanco y negro de los 50 en español, preparaos para una divertidísima comedia romántica, sobre enamorarse, y aceptar lo inevitable.

Os dejo aquí la presentación de TVE en Historia de Nuestro Cine:

viernes, 5 de octubre de 2018

The Square






El director sueco Ruben Östlund ("Fuerza Mayor")dirige "The Square"en 2017.



La película gira en torno a la vida de  Christian ( Claes Bang), mánager de un museo de arte contemporáneo en Estocolmo.


Christian , que es un hombre divorciado y con dos hijos,se encarga de una exhibición titulada "TheSquare" en la que hay una instalación que fomenta valores humanos y altruistas.

Él no lo imagina,pero cuando contrata a una agencia de relaciones públicas para difundir el evento, esta promoción en las redes sociales despierta  una gran conmoción social.

Dicho esto, me permitireís un momento de abstración.Estamos en un momento maravilloso a nivel de talento cinematográfico. Lo digo por las grandes satisfacciones que nos están dando cineastas en este caso europeos de la talla de Haneke, Lars Von Trier,y sí, incluyo a Östlund porque en mi opinión son auténticos cirujanos sociales de una Europa moderna que hace aguas por todos lados a nivel ético y moral.


En "The square" el director pone la lupa en el ámbito del arte moderno y nos lleva de la mano de un submundo a menudo tan vacío como petulante. Es un microcosmos que sirve de muestra para asomarnos a un mundo lleno de contradicciones y de dilemas morales ante los que el individuo se muestra a menudo egoísta e hipócrita.


El museo en concreto, acoge la instalación de "el cuadrado" un espacio donde las personas no sólo pueden sentirse a salvo y seguras,sino que además,pueden recibir la ayuda de otras personas.

Es un maravilloso punto de partida y aunque Cristian ,que es el anfitrión de ceremonias en la inaguración ,defiende un discurso inagural utópico,éste es totalmente opuesto a las acciones  que él o su equipo ejercen fuera de todo escaparate.


Es evidente que su equipo carece de escrúpulos a la hora de difundir la exposición y que únicamente parece interesado en cumplir el objetivo de lograr esos "dos segundos de atención" que al parecer prestamos a los estímulos nuevos cuando estamos sobreexpuestos y saturados de contenidos por los mass media o las redes sociales.

El mismo Cristian se muestra indiferente a la mendicidad y la pobreza que constantemente se muestra en su ciudad pero luego se vale de una oratoria donde la solidaridad es la clave de todo el entramado artístico.Tampoco muestra comprensión ni compasión ante la protesta lícita o no de un niño que ha recibido una carta suya al parecer por error.

Se muestra un mundo carente de empatía,escucha,visión,todos ciegos ante el sufrimiento ajeno( como en la película "A ciegas" basada en la obra  "Ensayo sobre la ceguera "de José Saramago ) todos se muestran autómatas que sólo reaccionan cuando sienten que algunas de sus propiedades están en peligro o alguien interfiere en el logro de sus amorales y personales objetivos.


El director así no sólo hace una crítica al arte contemporáneo superficial y de contenido vacío bajo una retórica pomposa llena de palabras que en realidad no dicen nada, sino que además,se despacha a gusto contra una sociedad idiotizada por el abuso de los móviles,inmune al dolor ajeno, repleta de individualidades egoístas que sólo son capaces de establecer relaciones líquidas y funcionales.


Cristian no es excepción,en la relación que se muestra con una mujer ( Elisabeth Moss)él se muestra egoísta y totalmente indiferente a ahondar en un profundo vínculo emocional.Manipula a todo aquel que se cruza en su camino de forma tan elegante y sofisticada que dan ganas hasta de darle las gracias y es capaz de hacer cualquier cosa si alguien o algo se interpone en su camino.



No es un hombre abrupto ni tosco, es un hombre que ejerce el poder desde su pose de aparente indefensión,con ese halo de gentleman moderno y culto,que se sabe influyente y está acostumbrado a conseguir lo que quiere sin necesidad de perder las formas o alzar la voz.



Los jóvenes encargados de la campaña publicitaria  no son tampoco excepción.Tan preocupados de estar en el ojo de huracán no miden las consecuencias de sus actos,pasan por encima de cualquier límite que pueda establecer la ética o la moral y se lanzan salvajes como alimañas al mundo de las redes intentando poner al museo en el protagonista del vídeo viral del momento.


The squire es una sinfonía de secuencias inconexas y sin embargo con un hilo narrativo coherente que parece ser llevado por Christian.
Si Haneke nos enfrenta al lado  más pertubador de la condición humana ( el miedo,la enfermedad,la vejez,la soledad....etc....etc......) y Lars Von Trier nos sacude con el rostro más perverso y también débil del ser humano,aquí Östlund nos deja un cara a cara con el ciudadano burgués europeo,blanco,de clase alta,tan absorto en su realidad que se aisla de los dramas ajenos,que se desvincula emocionalmente de los otros,que vive en una farsa continua donde todo parece producto de un escaparate absurdo carente de todo sentido.


¿ es ésta queridos cinéfil@s la sociedad postmoderna que estamos construyendo desde los países supuestamente más avanzados? 


si es así ,tendríamos que hacérnoslo mirar a conciencia y tomar ejemplo de otras sociedades tal vez menos prósperas a nivel tecnológico o económico pero tal vez, mucho más evolucionadas a nivel emocional,ético y moral. 

Por lo demás,The squire,que para algunos ha supuesto un timo o una obra presuntuosa y vacía,a mí, personalmente me ha parecido estimulante y transgresora,osadamente incisiva ,por ser un dardo envenado a una sociedad en declive,la nuestra,poniendo el foco en el mundo del arte a modo de pupila de un ojo que por más que utilice lentes no deja de estar ciego a la hora de discernir lo verdaderamente significante en la vida del ser humano.
Porque tal cual decía el Principito " solo se ve bien con el corazón,lo esencial es invisible a los ojos"


Buen fin de semana,



Troyana