viernes, 26 de enero de 2018

I've written a letter to daddy...


El drama y el sadomasoquismo intiman y conviven a la perfección en esta historia con tintes góticos de terror. What ever happened to Baby Jane?, estrenada en 1962 y dirigida por el controvertido Robert Aldrich, reunió a dos viejas glorias del Hollywood dorado: la invencible Bette Davis y a la diva sin complejos Joan Crawford, dos de las actrices más aclamadas en el cine de los años 30 al 50 e incluidas entre la lista de las diez mejores actrices de todos los tiempos.


Vivían en el eclipse de sus carreras, damas del cine destinadas al silencio del olvido, triste final para dos luchadoras natas contra un sistema que fulmina sin dolor a lo que deje o parezca dejar de ser un surtidor de millones de dólares. Si eres mujer, envejeces con más crueldad aún.
Pero cuando una vieja gloria ha vivido en el cielo, parece difícil anticiparse y activar el “abandona antes de que te abandonen”. Nueve días después del final del rodaje de ¿Qué fue de Baby Jane? Bette Davis publicó un anuncio homérico en la revista Variety, que por supuesto ha pasado a la historia de las grandes anécdotas del cine.

Así se las gastaba Bette. Curioso, ¿no?

Era la primera vez que estas dos actrices compartían escenario, y les perseguía la historia de una rivalidad que resultaba además perfecta para excitar la imaginación calenturienta de prensa y público. Morbo añadido que benefició a la película. Dieron (cuenta la leyenda), muchos quebraderos de cabeza, sobre todo por sueldo y beneficios comparativos, pero las escenas se tejían con sentimientos reales que ambas experimentaban una contra la otra.


Es de las pocas películas que se nos entrega con dos prólogos antes del arranque de la historia.

Situémonos: El primero nos hace vivir un viaje en el tiempo hasta 1917, un flashback que nos convierte en espectadores de un teatro infantil donde una niña con tirabuzones dorados canta y baila acompañada por su padre (de catadura moral más que dudosa y cegado por la avaricia) ante un público entregado que disfruta y se enternece con una de las canciones estrella de la pequeña Jane: I’ve written a letter to daddy.

Julie Alfred interpreta el papel de Baby Jane niña

Esta canción se va a convertir, junto con otros elementos, en un vínculo eterno ligado a un pasado de esplendor durante el desarrollo de la historia, retorciéndose en una melodía desagradable, que nos introducirá de lleno en la mente de una enajenada Baby Jane. Mientras ella triunfa, es observada entre bambalinas por su madre y su hermana mayor. La primera, con una mezcla de sentimientos en su rostro apagado: con trazas de orgullo y al mismo tiempo triste y resignado; la otra, con una mirada oscura y penetrante colmada de hartazgo, celos y sed de venganza acumulada.

Gina Gillespie se introduce magistralmente en el papel de Blanche Hudson de niña

Aparece otro recurso visual de peso: la imagen de una muñeca que es la reproducción de Baby Jane, que nos acompañará durante el resto de la película aportando siempre la unión a la estela de un pasado ajado que evolucionará hasta un presente macabro y envuelto en horror. Los muñecos han formado parte del universo infantil, contagian el espíritu mágico del niño, aunque a veces se conviertan más en una conexión perpetua que no permiten olvidar pasajes de nuestra historia aunque estén envueltos de una toxicidad asfixiante.


Este primer prólogo termina con la discusión entre padre e hija por un helado, la contestación tirana y maleducada de Jane y el desprecio más absoluto del progenitor por su otra hija.

Dave Willock interpreta a Ray Hudson, el padre

Entre sollozos y confesiones de madre e hija, Blanche decide no olvidar sus palabras. Las grabará en su mente hasta el final de sus días.

Anne Barton es la madre de las Hudson

El segundo prólogo nos lleva hasta 1935. El mundo ha girado 180 grados empujado ¿por el azar o el destino? Eterno dilema. Blanche es ahora la que triunfa, la estrella de moda, rica y poderosa, alabada por el público y por una industria que le consiente todo por ser un buen producto comercial. Mientras culmina su objetivo, todo el mundo es testigo del declive de su hermana, no solo en lo profesional sino en lo personal, abocada a un abismo que irá recorriendo durante la cinta. Acaba con la escena de un misterioso accidente, entre gritos y sollozos, en el que únicamente se encuentran las dos hermanas. Y la imagen de una muñeca con el rostro destrozado, preludio del destino final de las hermanas Hudson.


Y ahora comienza nuestra verdadera historia...

*************

Me llamo Blanche Hudson. Vivo atada a una silla de ruedas y confinada en el primer piso de una casa que sólo alberga oscuridad y desesperanza. Comparto agonía y espacio con mi hermana Jane. Condenadas a permanecer juntas.
 
Joan Crawford como Blance Hudson

Hoy he vuelto a sonreír: han repuesto una de mis antiguas películas en la televisión. Es algo nuevo para mí. Entrar en las casas de mis antiguos fans es algo que me da el único aliento en una vida que solo proporciona una rutina injusta y desmedida. He visto una escena que se quedó corta... ¡Así lo dije! Pero sigue siendo una buena película...
Toco insistentemente el timbre. La he escuchado hablar con alguien, pero ya oigo sus pasos, rotundos, que suben por la escalera. Depender de ella y de sus sentimientos es algo que me produce angustia a diario. Aunque sé que ella también depende de mí. Nos conocemos bien. Somos hermanas. Vivimos en una espiral de vinculación mutua en la que ya sólo muestra ira hacia mí. Ella me hiere y yo lo consiento porque recuerdo las palabras de nuestra madre y no me permito olvidarlas.
No puedo borrar lo que mi hermana hizo por mí en los primeros años. Jamás. La he cuidado desde entonces, incluso en mi contrato. Por cada película que yo hacía, ella también tenía su oportunidad, aunque era una verdadera pena que el público ya no se interesase por ella. Pero yo no tenía la culpa. Bebía mucho.
Sólo me queda el consuelo de Elvira, nuestra asistenta. El único ser humano que se preocupa por mí y con la que quiero vivir cuando nos mudemos, a pesar de casi exigirme que busque un lugar para mi hermana donde pongan tratamiento a su trastorno. Elvira piensa que ha empeorado en este último mes.

Maidie Norman es Elvira, la asistenta

Aunque yo quiero estar segura de que hago lo más conveniente para ella... He de comunicarle que la casa debe venderse, no tenemos dinero y no encuentro el modo de conseguirlo. La noto cada vez más irascible y agresiva hacia mí. Oigo como canta esa antigua canción que no logra sacar de su enajenada cabeza y sus horrorosos gritos. Ha vuelto Baby Jane.
Estoy incomunicada. El teléfono no funciona. He pensado en pedir ayuda a nuestra vecina. Escribiré una nota explicándole mi desesperada situación para que avise al doctor y le rogaré que no se entere mi hermana. Lanzo al mundo lo que puede ser mi única salvación.


Todo ha salido mal y desde entonces empiezo a pagar las consecuencias. El miedo me atenaza. Moriré de hambre si sigue jugando conmigo de forma tan macabra. No me atrevo a probar bocado. Su crueldad no tiene límites.


Ya no depende de mí. Creo que por fin se va a atrever a vivir sola.

*************

Me llamo Jane Hudson. Baby Jane para mi público. Siempre atraje la atención de la gente. Tenía el público a mis pies; llenaban teatros sólo para verme y escucharme. Para mi padre era un objeto valioso, pero para mi hermana sólo era un ser aborrecible, siempre me ha envidiado. En un momento de nuestras vidas las cosas comenzaron a irle bien a ella (desconozco el motivo) y, por el contrario, los productores se olvidaron de mí. Una fatídica noche marcó nuestro destino. Sólo recuerdo mis llantos y mis gritos.

Bette Davis como Jane Hudson

Ahora que Blanche Hudson ha regresado a la pantalla, reponiendo sus películas, es de justicia que también Baby Jane vuelva a sus días de gloria. Sé que tengo una oportunidad para recuperar lo que fui, ahora que mi hermana va a dejar de ser un estorbo. Necesito un trago. Mi hermana piensa que la necesito, pero está muy equivocada. No sabe lo equivocada que está.
Canto mi canción favorita a solas, y recito lo que mi padre me enseñó:
Cuando soy una niña obediente
y no hago ninguna travesura,
mamá dice que soy un ángel
y papá que soy una hermosura.
Pero cuando me vuelvo mala
y soy respondona y descarada,
mamá dice que soy un diablillo
y papá que no le gusto nada.
Que ustedes me expliquen desearía
porque yo soy una niña todavía.


Mi hermana tiene un plan para mí: vender la casa y buscar un sitio tranquilo donde poder cuidarme. Pero se arrepentirá: no venderá esta casa ni saldrá de ella tampoco. He puesto un anuncio en el periódico para encontrar un pianista que me acompañe en todas mis actuaciones, y volveré a brillar como una estrella a su pesar. Elvira, la asistenta, se está convirtiendo en un obstáculo. Le he dado unos días libres, pero ha vuelto para desbaratar mis planes, así que he tenido que poner remedio y hacerla callar. Se ha presentado en casa un pianista.

Victor Buono es el pianista Edwin Flagg

Cualquiera diría que es un fracasado y no tiene donde caerse muerto, pero me podría servir para resucitar a Baby Jane.


Sin embargo, también ha resultado ser un entrometido, curioseando donde nadie le llamaba. Ha conocido a una moribunda Blanche Hudson amarrada en su cama y... Ya no tengo otra opción que huir con mi hermana. Siempre juntas, hasta el final.


Hemos llegado a la playa. No puedo más y tengo que soltar a mi hermana sobre la arena. Entonces ella, con un hilo de vida, me dice: «He amargado tu vida haciéndote creer que había sido culpa tuya. Yo la tuve. Tú no conducías esa noche. Estabas borracha y te dije que abrieras la verja. Yo aceleré pero te echaste a un lado. Fuiste tan cruel en la fiesta imitándome y haciendo reír a todo el mundo que sólo quería aplastarte. Entonces no eras fea, yo te hice fea. Hasta eso hice.»





Por Mª Ángeles Lorente
Gracias a Zinefilaz por permitirme colaborar en este maravilloso blog.
Me despido de ellas y de vosotros, aunque las seguiré como hasta ahora.
Hasta que el tiempo nos encuentre.

viernes, 19 de enero de 2018

BLACK MIRROR T4





Black Mirror 4ª Temporada

Me preguntaba si dentro de nuestro blog,alguna vez habríamos hablado de una serie que ha marcado un antes y un después en las series de TV.Revisadas nuestras publicaciones sobre series TV,compruebo que no,así que tal vez ha llegado el momento de debatir sobre Black Mirror.

Black Mirror es una serie británica (2011-2017). que consta de 4 temporadas.Los géneros sobre los que navega son: thriller,drama,ficción y terror.
Su creador Charlie Brooker,nos muestra en cada episodio(cada uno de ellos es independendiente y no sigue una correlación temporal) una sociedad en la que la tecnología ha tomado el mando y el ser humano se ha convertido es una víctima de su propia "evolución" aunque en ocasiones,bien podríamos llamar involución.

¿por qué nos gusta tanto Black Mirror?
 no hay sólo dos razones,pero se me ocurre que entre otros motivos,porque es:

- Inquietante.......en una era,la nuestra,donde la tecnología y las redes sociales cada vez ocupan un papel más relevante en nuestro día a día,resulta perturbador asomarse al futuro que muestra la serie,en el que las máquinas de alguna manera han tomado el control,las redes validan o invalidan a la persona,los robots a veces son sustitutos de los humanos y en el peor de los casos,enemigos,los juegos virtuales pasan fronteras y nosotros,somos a veces,peones de un tablero de ajedrez en el que por supuesto,no se nos ha arrebatado el papel protagonista.

- Crítica.....Black Mirror nos hace reflexionar y tomar conciencia en torno a cuestiones de carácter ético,nos plantea dilemas morales y nos deja una galería de imágenes e situaciones donde la libertad individual se pone en entredicho.....lejos de una utopía nos deja una dispotía donde la felicidad parece ser una ilusión más, aunque bien es cierto,que existen algunos capítulos en los cuales deja abierta una rendija a través de la cual vislumbrar un halo de luz.

¿con qué capítulos me quedo de esta 4ª Temporada?

Aquí no tengo ninguna duda cuando me decanto por el 2 y el 4.


Arkangel.....capítulo 2.....con guión de  Charlie Brooker y  dirección de Jodie Foster.



Si tuviera que darle una puntuación de o a 10, le daría un 9.

Nos deja a través de la historia de una madre y su hija de 4 años,una reflexión más que perturbadora acerca de la sobreprotección que muestran los padres hacia sus hijos y sus terribles posibles consecuencias.Marie haría cualquier cosa para proteger a su hija. Cuando se crea un dispositivo que hace justo eso, es difícil que se resista.

Fantástica puesta en escena de una ficción que nos parece lejana e improbable pero que sin embargo bien nos vendría reflexionar en tanto en cuanto todos conocemos "padres y madres helicópteros "que sobrevuelan la ratio de sus hijos y antes de que encuentren un obstáculo,ellos ya les están allanando el camino.Es tanta la necesidad de control y falsa seguridad en torno a la vida de sus hijos,que en ocasiones no reparamos en el daño que esta actitud les puede acarrear a ell@s y por supuesto a sí mism@s.¿qué pasaría si una aplicación nos permitiera gestionar los "peligros" que pudieran dañar a nuestros hijos???...


Black Mirror lo refleja de forma brillante como pocas veces lo hayamos visto con anterioridad en televisión.Nos ofrece una visión oscura y terrorífica de una madre obsesionada por estar al control y una hija que vive sin miedos,sin estar expuesta a una realidad que es como todos sabemos,llena de caro-oscuros,pero al fin y al cabo,la mejor maestra.
En el reparto encontramos a  Rosemarie Dewitt ('Mad Men') interpreta a Marie (la madre), Brenna Harding ('A Place to Call Home') a Sara (15 años de edad) y Owen Teague ('Bloodline') a Trick (19 años de edad).

En una palabra,este capítulo,que está rodado en Toronto, es IMPERDIBLE.

Episodio 4x04 - Hang the DJ




 Frank y Amy se han suscrito a un sistema de citas en el que podrán conocer desde el primer momento como será su relación.


Éste es el punto de partida de un episodio a mi modo de ver excepcional( Muchos dicen que este episodio es el San Junipero de la anterior temporada, de este año,),ya que nos deja la visión de un mundo donde las relaciones románticas están dirigidas por un sistema operativo.
Las personas solteras son citadas en función de su grado de compatibilidad y a partir de ahí tienen estipulada una fecha de caducidad.Esa  aplicación para encontrar pareja es tan poderosa como para calcular de antemano el tiempo que durará cada relación y establecer en ella unas normas que los implicados han de acatar obligatoriamente



Es asombroso cómo en este mundo distópico la voluntad personal ya no cuenta,el individuo vuelve a convertirse en un número, un elemento pasivo que se limita a seguir instrucciones de un "hermano mayor" que sabe de antemano mejor que él mismo,lo que le conviene o no hacer.
La pregunta que dejo en el aire es :¿ y si el sistema operativo se equivocara??

Este episodio es escalofriante,igual que "Arkangel",porque da la sensación que ya no hay cabida para la libertad individual.

En el reparto tenemos a Georgina Campbell ('Broadchurch'), Joe Cole ('Peaky Blinders'), George Blagden ('Vikingos') y el episodio está rodado en Reino Unido.


En resumen,Black Mirror es más recomendable y si os adentrais en la Temporada 4,recordad,los episodios 2 y 4 son la crême de la crême.

Feliz fin de semana

Troyana.



viernes, 12 de enero de 2018

Quería que fueras tú. Quería tantísimo que fueras tú - Reflexiones sobre la comedia romántica

Hace algunos años, una compañera de universidad, tras oírme hablar sobre la escritora inglesa Jane Austen, y ver que le había dejado la serie "Orgullo y Prejuicio" a un amigo común, decidió leerse la novela del mismo nombre. Cuando menos me lo esperaba, me lo comentó, añadiendo con una cara que rondaba entre el sarcasmo y el desprecio:

"No me gusta. Es en como todas las comedias románticas: chico conoce a chica. Se detestan. Luego se enamoran. Nada nuevo."

via GIPHY - Mi reacción, en serio...

Era curioso que hablara de una novela de hace casi 200 años en aquel entonces, restándole la originalidad propuesta por Miss Austen. Quizá, la escritora inglesa no hubiera inventando nada nuevo (ejem, admiraba mucho a Shakespeare, ejem), pero había creado de una manera más o menos oficial, la primera versión, en forma escrita, de la comedia romántica actual, entre las muchas virtudes de su obra. Y este esquema se repetiría con mejor o peor fortuna en el medio cinematográfico.

No pretendo en este artículo hacer un compendio sobre la historia de la comedia aderezada con gotas de amor, pero haré un pequeño comentario sobre algunos de sus títulos, que estoy segura que comenzaron en los orígenes del cine. Sólo resta decir, que antes de adentrarnos en esto, quiero dejar un par de reflexiones sobre el género, que van en su título y hacen que se miren de reojo en nuestro cínico momento posmoderno:

- Comedia: muestra el mundo bajo un prisma de color, de forma que, subjetivamente, provoca la risa con diferentes medios. Y crear la carcajada del público suele ser más difícil que conseguir su llanto.

- Romántica: exaltación de los sentimientos, y en esto, cada uno tiene los suyos, por lo que se necesita la complicidad con el espectador.

Y para más inri, las comedias románticas suelen tener lo peor que algunos piensan: ¡TIENEN FINAL FELIZ!



via GIPHY - ¿Quién lo iba a decir?

Sí, salvo alguna contada excepción, estas películas, como las obras de la escritora inglesa, anteriormente citada, suelen acabar bien, con los enamorados juntos, algo que para algunas personas cínicas y serias, puede ser el final más triste de una película. Yo, por mi parte, cuando me acerco a una comedia romántica, ya sé lo que me voy a encontrar, y lo único que pido, es que historia y personajes sean tratados con sencillez, inteligencia, humor fino y que no se me tome el pelo.

A continuación, cito algunas comedias de este tipo:

- En el cine mudo, las comedias románticas derivaban directamente de obras de vodevil, pero resultaban difíciles de trasladar debido a la falta del medio hablado, o el posible exceso de cartulinas con texto. Cuando llegó el sonido, llegaron multitud de obras de este estilo, con divertidos y chispeantes diálogos, creando la famosa "screw-ball comedy". En estas películas, según se mire, o prima la comedia o bien el romance. Del primer tipo, tenemos "Bringing up baby", "Ninotchka", y del segunda, joyitas como "The Shop Around the Corner", "The Philadelphia Story" o "It happened one Night".


- Con el paso de los años, e influenciada por la sociedad del momento, Hollywood continuó haciendo delicias románticas, que en su mayoría acentuaban el papel de la mujer por y para el matrimonio, y su partenaire masculino, como un "macho" proveedor, que sucumbía y no tenía una inteligencia muy despierta (como ya sucedía, entonces y ahora, es un género de mayoría femenina, y se buscaba la complicadad con las mujeres, de este modo). De esa clase de films, tenemos a una insistente Eleanor Parker con Robert Taylor en el western "La Novia Salvaje" (Many Rivers to Cross) o Shirley McLaine en "Todas las Mujeres Quieren Casarse" (Ask Any Girl).


- Pero en los años 50, hubo autores que mostraban una historia de amor de una forma un poco más subversiva, como la de las buscafortunas de "How To Marry a Millionaire" o "Gentlemen Prefer Blondes", o cualquiera del genio de Billy Wilder, que nos trae delicias (alguna agridulce en el planteamiento clásico) como "Sabrina", "Ariane", "7th year Itch", "The Apartament", o "Irma, la Douce". Si las habéis visto, no siguen el patrón habitual, no muestran en algún caso a la protagonista como casta y pura, o incluso, no sabemos si hay boda al final.


- En 1959, se unió el trío, sí trío, que más definió la comedia romántica con sus tres películas: Doris Day, Rock Hudson, y sí, Tony Randall. Los tres films: "Pillow Talk", "Lover, come back" y "Send me no flowers". Las dos primeras son casi calcos, y muestra a una mujer independiente pero sin suerte en el amor, extremadamente trabajadora, caer en las redes de su zangano partenaire, que acabará también cayendo en los lazos amorosos de la protagonista...y nuestro tercer vértice, será siempre testigo de los hechos, provocando también las carcajadas. En la tercera película, se cambia algo la fórmula, pero la frescura sigue ahí. Simplemente os las recomiendo, aunque teniendo en cuenta que la corrección política actual puede chocar con las reglas de aquel momento, pero no con la inteligencia que se desprende en los diálogos.


- Supongo que el pop de los 60 y el sentimiento de los 70 nos trajo más obras cómico-amorosas, pero yo ya me muevo hasta los años 80 y principios de los 90, donde la fantasía inunda la pantalla y nos llegan maravillosas historias como "The Princess Bride" o "The Groundhog day". Pero volviendo a historias más "reales" hay que quedarse con "Moonstruck", donde la protagonista debe luchar contra su familia, su barrio, y por supuesto, contra ella misma, y como no "When Harry met Sally", de la especialista Nora Ephron.


 - "When Harry met Sally", no sólo funciona porque tuviera a la novia de América del momento (Meg Ryan), o al popular Billy Crystal, o a la famosa escena del sandwich orgásmico, es maravillosa porque retrata de una forma vívida, todo lo que pedimos en una comedia romántica, pero desde un punto de vista muy real, con el cual, aunque hayan pasado más de 30 años, te puedes seguir identificando. La confesión final es una hermosísima declaración, y una lección de que por mucho  que insistamos, debemos ser sinceros con nosotros mismos y nuestro corazón.

 
- Nora Ephron seguiría regalándonos joyas en los 90, como "Sleepless in Seatle" o el remake de "The Shop Around the Corner": "You've got mail" (el título de esta entrada recoge una cita de esta película). Pero los 90, es que fueron muy fecundos en este género, desde su versión de adaptaciones literarias ("Much Ado About Nothing" de Branagh, "Clueless", "10 Things I hate about You"), hasta la de las comedias amorosas que ya son clásicos ("While you were Sleeping", "Notting Hill, "4 Weddings and a Funeral"). Es curioso, pero Working Title, productora inglesa, se llevaría la palma en este género con modificaciones transgesoras de la fórmula, pues aparte de Notting Hill y 4 Weddings, también traería "Bridget Jones's Diary", "About a Boy", "High Fidelity", o el considerado culmen del amor, "Love Actually". En cualquier caso, el patrón que se repite es Hugh Grant, que sacaría dinero de sobra para la universidad de sus hijos, que en aquella época ni se planteaba en tener...



- A partir de esa época la inundación de obras de este tipo es enorme, y la corona de "Novia de América" pasa de Meg Ryan a Sandra Bullock, Jennifer López, Katherine Heigl, Kate Hudson o la siempre permanente Julia Roberts. La calidad de las obras "rosas", casi chick-lit en movimiento, va decayendo, y las películas se vuelven más repetidas, copias unas de otras con poco que aportar, salvo excepciones, que para mi gusto pueden ser "Two Weeks Notice", "Music and Lyrics", "27 dresses" o "Austenland" (que se burla, de forma muy inocente, de los fans de este género, y en especial de las de Jane Austen). Todas las que cito, provocan una sensación de felicidad al terminar su visionado, incluso si sus protagonistas no son perfectas, algo también que se perpetúa en este género y que provoca la complicidad con el público, siempre y cuando, no lleguen al extremo de cargante.





- Y en los últimos años, llenos de remakes y superhéroes,  las comedias románticas se han vuelto  o bien enrevesadas con finales dignos de drama, o de  humor más básico o de trazo gordo, algo zafias y soeces, hasta casi desaparecer en la cartelera actual. Eso no me hace olvidar excepciones como la agridulce "Eternal Sunshine of a Spotless Mind" o la muy despidada "Crueldad Intolerable", pero ahora que caigo, ¡ya tienen más de 10 años!, así que espero que me contradigáis en los comentarios, y me pongáis que hay comedias románticas inspiradas e inteligentes de última generación.
¡No hay que perder la esperanza!




Espero que esta entrada os haya gustado y recordad: es un nuevo año y exigimos un final feliz y una comedia romántica en nuestras vidas.

Carmen Romero