viernes, 29 de noviembre de 2024

Rapa (Serie, 2022-2024)

Me da un poquito de lástima hablar de series para televisión. Las series están viviendo una edad de oro gracias a los canales de pago y se consiguen buenas producciones. También malas, todo hay que decirlo, pero es que si se produce a gran escala, sale de todo: Bueno, malo y regular. El canal de la compañía telefónica privatizada de España sacó hace poco la tercera y última temporada de una serie bien llevada por sus dos actores principales. 

Primera temporada.


La serie en cuestión es Rapa y está ambientada al norte de la provincia coruñesa. Los actores principales se convierten en una especie de pareja detectivesca, aunque el personaje que encarna Javier Cámara, Tomás Hernández, se encuentra con una víctima de asesinato en medio de la montaña. Tomás es un profesor de instituto al que le han diagnosticado una enfermedad neurológica degenerativa. Como testigo del crimen es interrogado por la agente Estévez de la guardia civil (Mónica López). Entre ambos surgirá una gran amistad que se mantendrá a lo largo de las temporadas.


Tercera temporada.

No os pienso destripar las temporadas, sólo deciros que de las tres que se han realizado, la última me parece la mejor. El personaje de Tomás es un papel que Javier Cámara borda, como suele hacer. Un tipo extremadamente inteligente, mordaz y malhumorado que afronta lo que le queda de vida entreteniéndose en encontrar pistas que aclaren los crímenes en los que trabaja la agente Hernández que se debate entre ayudar a su amigo y procurar que no meta las narices en sus tareas policiales.

Bellos paisajes y drama.


Aparte de los personajes que pivotan en las tres temporadas, en cada una de ellas hay un crimen, unos sospechosos y/o víctimas que se ven envueltos en sendos dramas. El resultado final es entretenido, convincente y sobrio.

Para los que aún no la hayan descubierto y se pirren por las series policíacas y los impresionantes paisajes de Galicia.

viernes, 22 de noviembre de 2024

Missing (Desaparecido)


 Me reencontré con esta peli a principios de agosto de 2024, en La 2 de Televisión Española, cuando todavía no estaba apaciguado (¿lo está ya?) el asunto de las elecciones venezolanas del 28 de julio. No sé si, al programar entonces este film de 1982, Televisión Española nos estaba queriendo decir algo, pero lo que sí tuve seguro es que Missing, repito, de 1982, en 2024, más de cuarenta años después, no ha perdido vigencia.

Os cuento algo de su director, Costa Gavras, quien, a sus 91 años, soporta la etiqueta de autor de “cine político”, concepto que debemos urgentemente revisar y destruir, pero este es un asunto que no voy a tratar ahora. Me gusta más decir, como dice la Wikipedia en español, que cultiva el thriller político y la ficción social.

Costa Gavras, nacido en Grecia y emigrado a Francia, desarrolló en el país galo buena parte de su carrera y luego ha trabajado también abundantemente en los USA. La verdad es que este buen hombre se ha metido en todos los charcos. Os pongo algunos pocos ejemplos. En Z (1969) abordó el terrorismo de estado. En El sendero de la traición (1988), la extrema derecha rural racista en los Estados Unidos. Y en La caja de música (1989), los tentáculos del nazismo emigrado al otro lado del charco.

Costa Gavras, además de dirigir, también ha firmado el guion de muchas de sus películas y ha trabajado también con Joe Eszterhas, guionista que no es santo de mi altarcito, que me chirría mucho y que está sobrevalorado. Pero tampoco voy a abrir ahora ese melón, porque tengo que seguir hablándoos de Missing. Os hago una breve sinopsis de su argumento: Charlie Horman, un joven norteamericano que reside en Chile con su esposa, desaparece durante las primeras horas del golpe de estado de Pinochet, en 1973. Su padre, ejemplar ciudadano de los USA y orgulloso de su democracia, viaja a Chile para buscarlo.

Lo mejor de esta peli es Jack Lemon (da igual cuándo leas esta frase y da igual a qué película se refiera), aunque hay que reconocer también el mérito del guion, que construye un arco de personaje, el del padre del desaparecido, que transita fluidamente desde la confianza absoluta en las instituciones de su país al desencanto más doloroso cuando se le revela la verdad, revelación que resulta ser aun más lacerante al comprobar que no se enfrenta solo a unos pocos funcionarios y militares sin escrúpulos destinados en Chile, sino a absolutamente todo el sistema institucional y económico de los USA.

Sissy Spacek, como esposa del desaparecido Charlie, hace bien su papel, pero el personaje quizás se nos antoja hoy demasiado ñoño, ingenuo o naif.

Los funcionarios americanos están genialmente retratados. Son mentirosos, sibilinos, retorcidos. No dan la cara jamás y te vencen por agotamiento, porque construyen un muro de indiferencia y te permiten golpearte la cabeza contra él todas las veces que sean necesarias, hasta que te quedes sin cerebro.

Missing está basada en hechos reales. Charles Horman era un periodista neoyorquino que vivía y trabajaba en Santiago de Chile cuando el 11 de septiembre de 1973 un golpe de estado militar depuso al presidente Salvador Allende. Horman fue detenido en las primeras horas y ejecutado, pero este hecho le fue ocultado a su familia, para quien Charlie estaba missing, desaparecido. Su esposa lo buscó sin éxito y su padre, Edmond Horman (el personaje que interpreta Jack Lemon no se llama como él) viajó a Chile para ayudar en la búsqueda.

Así que Charlie, su esposa y su padre existieron de verdad. Ray E. Davis, el Jefe del Grupo de Asistencia Militar de Estados Unidos en Chile, existió de verdad. Y Frank Teruggi, uno de los compañeros periodistas de Charlie, también existió de verdad y también fue ejecutado, tal como nos cuenta la peli.

Missing se basa en el libro “The Execution of Charles Horman: An American Sacrifice”, escrito por su hermano Thomas (en la peli Charlie era hijo único), que fue publicado en 1978. Tras el éxito del film, cuatro años después, el libro volvió a publicarse con el título Missing.

Sé que me ha quedado una entrada poco cinematográfica, que he hablado de otras cosas más que de puro cine, pero el cine también es esto o, al menos, también nos conduce a esto. Mi excusa es que Missing acaba con Jack Lemon anunciando a los funcionarios y militares estadounidenses que tendrán que enfrentarse a la justicia de su país, que habrá un pleito, y a mí me apetecía enterarme de qué pasó con el pleito, pero no os lo voy a contar. Solo os digo que hubo un pleito y, luego, otro pleito.

Y para compensar y acabar hablando de cine, me sumerjo en la escena en la que a Sissy Spacek, que busca a su marido por todo Santiago, la pilla la noche y el toque de queda en plena calle y debe refugiarse de los disparos en la entrada de una tienda, en un escaparate. Allí, aterrorizada, llega a quedarse dormida y en su duermevela, en un momento en el que abre mínimamente los ojos, ve trotar por las calles de Santiago un caballo blanco al que persiguen a tiros, desde un carro de combate, los militares.

Y así se despide vuestra amiga

 Noemí Pastor

viernes, 15 de noviembre de 2024

La amiga estupenda. Temporada 4

Hace ya dos años traje aquí el comentario de las tres primeras temporadas de esta serie, que ocupa una categoría de honor en mi ranking y, sin lugar a dudas, es una de las mejores adaptaciones de una gran obra literaria a las pantallas a la altura de “El nombre de la rosa” o “El señor de los anillos”. La cuarta temporada, con el subtítulo La niña perdida, se basa como las anteriores en la saga homónima de la escritora italiana Elena Ferrante. En esta ocasión, se recrea la primera parte de la cuarta novela. Llegamos al momento en que las niñas Elena Greco y Lila Cerulo ya son adultas. Se abordan de manera magistral los temas de la adultez: el inevitable balance y cuestionamiento de la trayectoria vital y las decisiones propias. Viéndolo desde fuera, el espectador observa que en esta etapa ellas no actúan de forma más atinada y ni siquiera son más dueñas de sus propios destinos, pero sí van tomando conciencia de quiénes son y, en una medida muy pequeña, quizá en algún aspecto sí empiezan a elegir de forma deliberada. La amistad vuelve a ser protagonista con su cargamento de amor y admiración; y también de rivalidad, celos y envidias. La relación de Elena con su madre, hasta entonces fundamentada en una incomprensión recíproca, se torna en importante gracias al reconocimiento materno, nunca explicitado pero evidente, de la inteligencia de su hija. Y las relaciones de pareja, por supuesto, fuente de ilusiones, conflictos y decepciones; feliz motor de energías renovadas o espejo que devuelve un amargo reflejo, y en todas sus versiones con la inevitable y permanente desigualdad que coloca a las mujeres siempre en segundo término. A través de la narración en primera persona del personaje de Elena, Lenu, que es la única que ha conseguido salir de su barrio gracias a sus estudios y una exitosa novela, seguimos viendo las dinámicas mafiosas que imperan en ese pequeño ecosistema. Hay otros personajes que también han prosperado en el plano económico, pero siguen vinculados al barrio. La mirada adulta de Lenu le permite repasar sucesos del pasado con nuevos ojos. El ejercicio de introspección es exquisito y delicado en todos los detalles. El repaso a la historia reciente de Italia, magnífico. Las actrices que encarnan a Lila y Elena son Irene Maiorino y Alba Rohrwacher y resultan tan espléndidas como las cuatro actrices que les daban vida en las etapas de infancia y juventud. Me ratifico en mi opinión sobre la calidad de todos y cada uno de sus elementos: interpretación, ambientación, vestuario, música, etc… bajo la dirección de Saverio Costanzo. Aunque, si tuviera que elegir uno solo de sus aciertos, sería la fidelidad a las novelas, que supongo vinculada a la intervención de Elena Ferrante como guionista. ¡Cómo envidio a la gente que todavía no la ha visto por tener la oportunidad de descubrir esta maravilla! Almudena Fernández Ostolaza.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Elogio a la peli de la siesta

Sí, ya sé que aquí hablamos muchas veces de cine de autor, de festival, de nouvelle vague, del neorrealismo, o del expresionismo, por ejemplo, pero a mí me gusta reivindicar los "pequeños gustos" que a veces se dan en la vida. Porque a veces sólo te apetece llegar a casa, sentarte en el sofá, tomarte una cuajada, y no te importa si es de supermercado, le echas el azuquita, le das vuelta y para adentro. Y hay géneros que a veces son muy denostados, pero que acabamos cayendo en ellos, e incluso, cuando Morfeo no nos arropa entre sus brazos, hasta se descubre que lo que hemos visto no ha sido ni tan horrible, ni tan repetitivo.

Sí, ya sé lo que me vais a decir, que la mayoría de las historias provienen casi de una inteligencia artificial, que siempre junta lo mismo, dependiendo del tipo de historia:

  • Asesinos y psicópatas: novia, niñera, novio, suegra, letal y mal de la cabeza que te perseguirá más que Marc Anthony en sus canciones, mientras, sólo intentas salvar tu vida.
  • Romance, y principalmente es la urbanita contra el del pueblo (o viceversa): joven de ciudad encuentra sus raíces y acaba poniendo una floristería junto con un antiguo amor o excompañero de institiuto.
  • Catástrofes: donde cualquier buen daño une a una pareja.
  • Las de temporada: de Navidad (las más populares), de San Valentín, de Halloween, de Acción de Gracias...
  • Los cozy misteries: porque todo el mundo puede ser Poirot con colores pastel o Miss Marple pero sin quedarse soltera.
  • Las europeas: un montón de gente rubia de Suecia o Alemania se hacen pasar por ingleses en Cornualles, o bien acaban en exóticos lugares para el verano como Salamanca (¡qué rodaron allí!)
Ni el Star System te ata tanto como las pelis de Hallmark

Podría seguir, pero ya sabéis muy bien de qué estoy hablando. Sí, llega el fin de semana, habéis terminad  de comer, y toca la siesta, o la sobremesa, donde empiezas a servir café de forma industrial a toda la familia, y alguien, sabiendo que no hace suficiente ruido con la cháchara que lleváis decide poner la televisión, y entre los ronquidos de alguno de los presentes, y el sonido repiqueteador de los que hablan, siempre hay alguien que intenta seguir estas historias, y al ver de que se trata de una misión más imposible que las de Tom Cruise, apaga el televisor, para consternación del resto: los que estaban echando la siesta se despiertan sobresaltados y los que charlaban con pasión se callan y le dicen: "¡Niña! ¿para qué la apagas? ¿no ves que la estábamos viendo?". Así que vuelves a ponerla, esperando que no hayan saltado los siete minutos de anuncios reglamentarios tras 20 de película, y todos vuelven a hablar y dormir.

El jamón verifica que estaban en Salamanca, ¡lugar maravilloso!

Estoy segura de que la escena descrita o suena, ¿verdad?

En cualquier caso, estas producciones televisivas, que nos han enseñado que hay que cambiar de ruta para ir a la Facultad, porque siempre puede haber locos, que la diabetes es parte de la fantasía por mucho azúcar que lleven los cupcakes, o en toda pareja navideña, él debe vestir verde y ella rojo, son parte de nuestra vida como espectadores. Podrán ser mejores o peores (en su mayoría), con un argumento más visto que el tebeo, pero se sigue produciendo, y ya no sólo por los grandes clásicos que son Hallmark, Lifetime o ZDF (sí, los alemanes se hacen pasar por cualquier otra nacionalidad europea para conquistar nuestra siesta, y han sido hasta reconocidos por el servicio de turismo de Cornualles), pues se han añadido Netflix o Prime, y no sólo tomando películas de esas productores, si no con films propios. E incluso han aparecido canales de YouTube, plenamente legales, que emiten sus películas por la plataforma, al igula que otro lugares de streaming más desconocidos, totalmente dedicados al tema como Passionflix, cuyo catálogo no sabes si es la sección de romántica más erótica (en algunos casos) de la librería, en verdad (y no digo nada contra eso). Y mejor no hablo de las sorpresas que te encuentras, cuando a veces ves que la "película de tres y media" es ya un fenómeno plenamente global, y puedes ver algunas que llegan desde Rusia o Filipinas.

¡Por partida doble! Así que la "protagonista" puede llevar el rojo y el verde ella solita

Son películas, como ocurre también en la industria editorial, suelen ser ninguneadas por ser especialemente orientadas al público femenino y al romance, cuando si estuviéramos hablando de otra audiencia u otro tema (las películas de crímenes y misteriores, por ejemplo), parece que ganarían en calidad para la mayoría. Sin querer entrar en si hay un prejuicio generalizado, debo admitir que su producción industrial, sus elencos repetidos una y otra vez, las hacen alejarse de cualquier intento de "arte" en las mismas, aunque a veces hay sorpresas. Peor llevo aquellas producciones de presupuesto más cinematográfico que resultan ser más "peli de tres y media" que las que están hechas en exclusiva para ello (aún no te perdono "Conociendo a Jane Austen").

Naomi Watts acababa de trabajar con Lynch, pero aún era "forastera"

De todas maneras, además de compartir momentos familiares, o conseguir conciliar el sueño, estos films, por lo que he visto en algunas conocidas y parientes, especialmente aquellos que tienen una historia con final feliz, sencilla y "limpita" (es decir, quitad a los psicópatas y las catástrofes, e incluso la romántica de mayor "alto voltaje"), son lugares "felices" que les permiten aislarse de la vida real, que a veces es demasiado traumatizante, triste o carente de "delicadeza", y que les permite una evasión durante hora y media. Y esto es algo, que si ayuda, y la historia está minímamente bien interpretada, dirigida y no es una enésima repetición de la fórmula, es de aplaudir para ayudar a estas personas, o incluso al resto, cuando llegamos cansados a casa.


En cualquier caso, a veces puedes llevarte sorpresas, especialmetne cuando detectas buenos actores que comenzaron en la pequeña pantalla, u otros que aunque no han podido desarrollar una carrera como estrellas, tienen solidez, y las películas, están bien hechas. Ejemplos de esto tenemos con Danielle Pannabaker (una amish en El Desprecio), Naomi Watts (en el western El Forastero), o Katherine Heigl (en otra del oeste como es El Amor Llega Suavemente). En otras ocasiones, te llevas simplemente la sorpresa, como en mi caso, con una adaptación afroamericana de Orgullo y Prejuicio (Orgullo y Prejuicio: Atlanta), o un dulce homenaje a los fans de Jane Austen en Paging Mr Darcy. Son casos más excepcionales, pero ejemplos de que a veces, la peli de tarde no está hecha sólo para dormir.



Todos tenemos nuestras películas de evasión, de doblar la ropa, de tejer, de "desconectar", y sólo quiero concluir con la idea de que aunque una película sea de tarde, y haya unas altas posibilidades de que su calidad disminuirá en función de la pesadez de tus párpados, a veces te puedes llevar sorpresas. Hoy me ha tocado ser frívola y hablar de ellas, porque también existen. Así que finalizo preguntándote cuál es tu película de este tipo favorita o si ya tienes las de Navidad preparadas para cuando Mariah Carey comience a cantar. Pero de verdad, aún no, que sólo es la primera semana de noviembre.

Carmen R.

viernes, 25 de octubre de 2024

72 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián II (Perlas y otras cosas)

Ya hicimos un repaso a la Sección Oficial, vamos ahora con las otras películas. Empezamos con Perlas. Esta es la sección menos arriesgada porque, como su nombre indica, son “perlas de otros festivales”, así que estamos hablando de buenas películas, aunque ya sabéis que esto de los gustos es muy personal. Comencé el festival con Emilia Perez, de Jacques Audiard, y fue una inauguración espléndida. Es una historia que parte de un supuesto curioso: un famoso narco, Manitas del Monte, solicita la ayuda de una abogada como intermediaria para cambiar de sexo. Pero esto es solo el comienzo, pasan muchas más cosas y, además, es un musical. Zoe Saldaña está espectacular. Imperdible en mi opinión. En cambio, me decepcionó María Callas: Letters and memories, de Tom Volf y Yannis Dimolitsas. Me hacía mucha ilusión esta película. Me parece interesante la vida de Maria Callas, me gusta Monica Bellucci y tenía muy buena pinta. Pese a que estéticamente es preciosa, la música una maravilla y a que la Bellucci lo hace muy bien, la peli resulta aburridísima. No sé qué le pasa, pero no consigue transmitir la emoción que pretende. En fanfare, de Emmanuel Courcol, ha sido una de mis favoritas del festival. Tiene todo lo que me gusta a mí de una peli en el Zinemaldi: peli francesa, buenos actores, una historia chula que te conmueve, pero sin ser un drama terrible, y ese punto de humor francés. Cuenta la historia de un famoso director de orquesta que por azar se entera a los cuarenta años de que es adoptado. Cuando conoce a su hermano se encuentra a un hombre que es el polo opuesto, excepto en el amor por la música. En una tertulia con amigos después de la proyección, se comentó que recordaba un poco a Billy Elliot y creo que es bastante buena referencia. De Nuevos directores vimos Turn me on, de Michael Tyburski. Siempre es arriesgado jugársela a un desconocido, pero ¿y el gusto cuando ves cosas chulas? No estaba segura, pero al final fui y me gustó. Y parece que no solo a mí, ganó el premio Dama de la juventud que otorga el jurado joven. La peli muestra un mundo utópico donde los humanos toman una píldora para evitar las emociones humanas; las buenas y las malas, con todo lo que eso conlleva. Un día, Joy no se toma su píldora y empieza a descubrirlas y a cuestionarse todo el sistema. Estéticamente bonita, buena banda sonora y un punto de humor que la hacen muy agradable. Me quedé al coloquio con el equipo, que siempre hace ilusión cuando te gusta una película. En estos casos de directores noveles siempre pienso, “tiene que ser muy chulo presentar tu primer largometraje aquí". El director hizo una referencia a la belleza de San Sebastián por estar rodeada de agua, un elemento que está presente en la peli y se nota que le inspira. Como a mí me pasa igual, ya me cayó bien Michael Tyburski. Espero que haga más pelis y vuelva con ellas a Donostia. Uno de los premios Donostia de este año fue para Pedro Almodóvar y se proyectó La habitación de al lado. No tuve ocasión de verla, pero mi hija y compañera de blog sí. Estaba muy emocionada porque una amiga suya trabajó en el rodaje como ayudante de fotografía y, como durante ese tiempo vivió en su casa, le contaba toda clase de anécdotas y chascarrillos del rodaje. La película debe ser preciosa estéticamente y las dos actrices están maravillosas, pero a mi hija no le conmovió la historia. En cualquier caso, yo la tengo en pendientes. Por último, una película de Zabaltegi: Las novias del sur, de Elena López Riera. Tenía curiosidad por este mediometraje (40 minutos) en el que un grupo de mujeres mayores de 60 años hablan de amor y sexualidad. La directora es el hilo conductor que investiga una larga cadena de mujeres que han sido novias, esposas y madres y que ella ha decidido interrumpir. Mujeres de diferentes clases sociales, con visiones y edades muy distintas (una tiene 103 años) hablan con sinceridad de temas que en esas generaciones no se suelen comentar en voz alta. Me ha gustado mucho. Si tenéis oportunidad, merece la pena, aunque a veces este formato de película no es fácil que tenga distribución comercial. De hecho, yo la vi junto con una selección de cortos chinos que me pareció lo más soporífero de todo el festival. Pues esto es todo por este año, el próximo más y mejor. Mona Jacinta

viernes, 18 de octubre de 2024

72 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián

Como todos los años por estas fechas, voy a hacer un resumen del Fesival Internacional de Cine de San Sebastián. Este año hemos tenido una cosecha buenísima de películas o yo he estado particularmente acertada en la selección. No, en serio, el público en general estaba contento. También es cierto que cada vez arriesgo menos en lo que elijo, por ejemplo, yo leo: “The End es un musical al estilo de la Edad de Oro de Broadway sobre una de las últimas familias de la Tierra. Tras la repentina llegada de una extraña, Chica, que pone en peligro la integridad del lujoso recinto familiar que Madre y Padre poseen en las profundidades subterráneas, Hijo comienza a cuestionar la aparente perfección de su vida allí.” Y huyo en dirección contraria. Una amiga que la eligió estuvo a punto de lanzarse desde el barandado porque, además, dura 148 minutos. También es cierto que esta cobardía me impidió ver la ganadora, Tardes de soledad, que a decir de los que la han visto está muy bien. Empecemos con la sección oficial: Cónclave, de Edward Berger Nos muestra los entresijos del Vaticano No sé si es realista, pero desde luego es muy verosímil. Ralph Fiennes está muy bien como cardenal Lawrence, un hombre honesto que pretende elegir al mejor candidato posible como papa. Bueno el reparto, la ambientación y la trama. Creo que la realidad debe ser todavía peor de lo que muestra la película. Le dernier souffle, de Costa-Gavras Salimos de esta peli pensando: meh... Sí, pero no. Este año el tema eutanasia es trending topic en el festival y nos parece un tema interesante. Esta peli podría haber estado bien, acercarnos al mundo de la muerte digna a través de mini historias de una unidad de cuidados paliativos. Además, a pesar de ser un tema peludo, si te lo cuentan desde un punto de vista burgués, con casas y clínicas preciosas, se hace mucho más agradable. Pero algunas cosas nos fallan. El prota, que es escritor, acompaña a su amigo médico según visita a sus pacientes y luego escribe y debate sobre ello. Este rollo de las tertulias filosóficas hace que las ideas pierdan fuerza porque te las cuentan en vez de mostrártelas. Bueno, y que son conceptos bastante simples, no hace falta subrayar tanto. Los actores están bien, pero hay personajes que se sienten un poco falsos, como la historia de la familia gitana que protagoniza Ángela Molina. Ella está guapa incluso de moribunda, pero el folclore gitano parece un poco sacado de Port Aventura. La tercera cosa que no me convenció es el arco del personaje principal, tenía una idea chula de trasladar el aprendizaje de la peli sobre su historia personal y me parece que la desaprovecha. El lugar de la otra, de Maite Alberdi Ya iba bien predispuesta porque Maite Alberdi me gusta mucho (El agente topo, La memoria infinita) y también en esta ocasión me ha encantado su película. Mercedes trabaja de secretaria de un juez. Está casada y tiene dos hijos adolescentes y vive en un entorno pobre y ruidoso. Por trabajo le toca seguir de cerca el caso de Carolina Geel, una escritora que mató a su amante en el salón de un lujoso hotel de Santiago. Al acercarse a esa mujer y su entorno, queda fascinada por ese mundo de libertad y lujo, tan alejado de su realidad. La protagonista es maravillosa y disfrutas cada minuto de la película, de la ambientación y de la historia. No os la perdáis. Hard truths, de Mike Leigh Esta me ha desconcertado. No sé qué pretendía contar el director. Pansy, la protagonista, es una mujer permanentemente enfadada. Solo sabe vivir en el conflicto perpetuo. Te das cuenta de que hay mucho sufrimiento y algún tipo de enfermedad mental, pero tampoco te explican qué pasa, ni por qué todo el mundo parece aguantar sin tratar de poner remedio. No resulta aburrida, pero no sé si he captado el mensaje. La actriz protagonista está maravillosa, pero no puedo decir que me haya gustado. Serpent’s path, de Kiyoshi Kurosawa Algo en mi interior me decía "Laura, no vayas a ver esta", pero soy cabezona y no hago caso de mis voces internas y así me va la vida. ¡Vaya pestiño! Pseudomona (otro colaborador de mi blog) distingue entre pelis buenas, malas y feas. Esta pertenece, sin duda, a la tercera categoría. El tema de los asesinatos de niños ya no es bonito, pero, además, tal como está contado, deseas que acaben pronto con los niños, sus padres y, sobre todo, con el director. Vosotros veréis El hombre que amaba los platos voladores, de Diego Lerman. Un festival no está completo si no hay, por lo menos, una película argentina. Las monas adoramos todo lo relacionado con este país en el que brotan actores como si fueran champiñones. Si, además, la protagoniza Leonardo Sbaraglia, ya nos da un ataque de emoción. Nos ha gustado esta comedia basada en un caso real de un periodista que en los años 80 hizo una serie de reportajes sobre invasiones alienígenas en la provincia de Córdoba. Para pasar un buen rato. La virgen roja, de Paula Ortiz Fuimos a esta peli sin mucha confianza, tras avisos de nuestras gentes de que era aburrida. Efectivamente, esta peli es un poco rollo, os la podéis ahorrar. La historia en la que se basa es fascinante y Najwa lo hace muy bien, pero poco más. Si no conoces la historia de antemano, quizás resulte un poco mejor. Como no somos directoras ni guionistas, no sabemos muy bien explicar por qué esta peli se hace aburrida. De Nevenka también conocíamos los detalles y en cambio, ha resultado una peli magnífica. En esta es como que empiezas y terminas con la misma información, no hay emoción ni sorpresa. No hay cambio en los personajes y eso la hace plana. Una pena. Por cierto, Aixa Villagrán siempre me encanta en todo lo que hace, aquí también. Tengo ganas de escuchar qué le parece a Henar Alvarez cuando la vea. Los destellos, de Pilar Palomero Esta nos ha gustado sin entusiasmarnos. Una mujer divorciada y con una nueva pareja acepta cuidar a su exmarido porque se lo pide su hija. Está contada a un ritmo muy lento, a veces demasiado, pero quizás resulta apropiado para narrar ese tempo tan peculiar que tiene la enfermedad Quien haya velado a un enfermo sabe de lo que hablo. Aunque le dieron la Concha de plata a Patricia López Arnaiz, a nosotras nos gustó más la interpretación de Marina Guerola. Una actriz joven que dará mucho que hablar Cuando cae el otoño, de François Ozon Un festival sin François Ozon es menos festival. Las monas somos superfans y él nunca nos defrauda. En esta ocasión, si tuviera que resumir la película con una frase, sería: la vida es muy complicada. Al comienzo de la película, la vida de las dos amigas jubiladas que viven en un pueblecito francés no lo parece.: van a buscar setas, una espera la llegada de su hija y su nieto, se ayudan mutuamente... Pero hay muchas sombras del pasado que se proyectan sobre ellas y, a veces, la frontera entre el bien y el mal no está tan clara. Para disfrutar. Soy Nevenka, de Iciar Bollain ¡Cómo nos ha gustado Soy Nevenka! Iciar Bollain nunca defrauda... Su última visita al festival con Maixabel, nos encantó. Esta me recuerda más a Te doy mis ojos. Una historia difícil muy bien contada. Si no sois muy jóvenes, recordaréis el caso Nevenka. Además, hay un libro de Millás y una buena serie de televisión. Con todo esto (yo sentía que tenía información como para hacer una tesis), ¿qué necesidad de hacer una película sobre este tema? Pues la directora ha sabido darle otra mirada, un punto de vista real y sensible que te pone perfectamente en el lugar de la víctima y que permite ver la fragilidad y el valor de la Nevenka real. Imprescindible. (Los actores una maravilla) The last showgirl, de Gia Coppola Esta nos ha parecido correcta, no para echar cohetes, pero bien. Cuenta la historia de una bailarina de un show de Las Vegas. Es una mujer de más de cincuenta años que, cuando se entera de que el espectáculo donde trabaja termina, se siente perdida. Una mirada triste a un mundo donde el brillo y la pedrería esconden mucha miseria. Y hasta aquí os puedo contar de la Sección Oficial. Otro día voy con Perlas. Mona Jacinta

viernes, 11 de octubre de 2024

Die Welle (La Ola, 2008)

 No sé quién fue el artista que la programó, pero el mismo día que la AfD (Alternative für Deutschland), un partido nazi, ganó en Turingia y casi en la baja Sajonia (Länder alemanes, que son algo más que nuestras comunidades autónomas), en uno de esos canales dedicados a poner cine, difundieron "la ola", (Die Welle), esa peli alemana de 2008 que dejó impactada a la gente en los cines, y yo me la volví a tragar entera.

Cooomoo Una ooooolaaaaaa...


No es que sea un peliculón, pero tiene cierto atractivo por la historia que cuenta, y aunque es, quizá demasiado moralizante, con su fanático desquiciado y todo, hace pensar, que es de lo que se trata. Cuando la vi estrenada en el cine yo ya era una adulta, pero estoy convencida que es el tipo de peli que te ponen en clase de ética o filosofía o lo que sea que dan los niños ahora en "bachi", y ojalá que en la ESO.  Mi profe de la optativa nos puso "yo, Cristina F" (Una peli brutal sobre la juventud y las drogas) y dos buenas pelis sobre el ambiente dictatorial del cono sur latinoamericano impuesto marcialmente por ese "amigo de los niños", pero, sobre todo, de los militares torturadores que fue Henry Kissinger. Nos proyectaron "Missing, desaparecido" y "la noche de los lápices". Eso te hace abrir los ojos al cine y al ambiente que te rodea.

Rainer, el profe "enrollao".

Volviendo a "La Ola". La peli nos enseña a Rainer, el profe del instituto de bachillerato enrollado. Treintañero, informal, que escucha punk y vive en una barcaza con su novia, también profesora. Es la semana de proyectos del gymnasium (Los alemanes le llaman "guimnasium", ge suave,  a la enseñanza secundaria). Él quiere dar clase de anarquismo, pero se lo ha pedido otro profe con pinta de oficinista (americana  y corbata) así que le toca dar autocracia. No le hace ni pizca de gracia, porque va en contra de sus ideas presumiblemente izquierdistas, pero ahí va.

Por otro lado están los alumnos. La peli se centra en unos pocos como Marco (El Wofgang de Sense 8 de las hermanas Wachowski), joven deportista criado en familia desestructurada. Juega al waterpolo en el equipo del insti y es el novio de Karo, una chica acostumbrada a liderar; Lisa, su amiga, siempre a la sombra; Sinan, el deportista sin mucho interés por los estudios que es de familia turca .También están otros chicos como el rico, el matón y, por supuesto, el chico marginado.

Sinan, el deportista, ayuda a su ahora amigo Tim, el marginado.

Es natural que la peli la rodaran los alemanes. Llevan 70 años con la culpabilidad de la segunda guerra mundial a cuestas...Hasta ahora, visto el auge ultraderechista. No conozco alemán de cierta edad que no se sienta culpable por pertenecer al país que aupó a los nazis. Sin embargo me hace cierta gracia la ignorancia y el descaro del mundo y del chaval de familia turca, Sinan, cuando están hablando de esta vergüenza alemana y el muy imbécil dice que a él no le toca porque es turco. Porque, claro, ni su puta madre sabe que Turquía (Si Alemania sigue siendo el III reich, Turquía me vale como Imperio Otomano) asesinó a cientos de miles de armenios hace un siglo en lo que se llamó el genocidio armenio, que es ignorado por la ONU, por el mundo en general y por Turquía que prohíbe decir o publicar nada en su país sobre eso y se cabrea mucho si alguien lo suelta por ahí. Hay que tener cara, pero volvamos al tema.

En unos pocos días, la clase que imparte el señor Wenger, porque ya ha dejado de ser el enrollado e informal Rainer, se transforma. Se respira un ambiente de unión y camaradería entre los compañeros, que deciden vestir igual, que nunca se había dado. La mayoría se entusiasma y se emborracha del ambiente fraternal que desprende el grupo que asiste a clase del señor Rainer. Los hay disidentes, claro, y eso empieza a afectar a las relaciones entre los alumnos y, definitivamente, todo el mundo. Una semana lectiva, que son cinco días, lo transforman todo, incluso a Rainer, que tarda en darse cuenta de las dimensiones que su clase de autocracia ha adoptado. Final impactante.

De rojo, un blanco perfecto.


La peli se limita a dar pinceladas de las casuísticas que se pueden dar en los miembros de una sociedad cerrada destinada a ser una élite social y/o política y no ahonda más. Eso se lo deja al espectador para que lo rumie una vez vista la cinta.

Tim es un chaval sin aptitudes sociales, pero la Ola lo transforma.


Por cierto, la peli está basada en un libro que recoge un experimento escolar realizado en el Palo Alto californiano de los años 60 que tuvo, por lo que se comenta, un desenlace que cercenaron de golpe ante las dimensiones que estaba tomando el dichoso "experimento".  Si no la habéis visto, tal y como está el mundo últimamente, es más que recomendable. En caso de que sí la hayáis visto, me remito a la misma recomendación, porque sigue dando para reflexionar.


Que el cine os haga libres;

Juli Gan