Eva
no tenía vocación de madre, ese instinto no entraba en sus planes de mujer
cosmopolita, independiente y con una brillante carrera profesional. Cuando toma
la decisión de tener un hijo, ni se imagina todo lo que se le viene encima. Nada
que ver con los cambios que todas las mamás experimentadas conocen a la
perfección.
“Antes de tenerte, mamá era feliz. Ahora
mamá despierta todos los días y desearía estar en Francia”.
Kevin
es extraño y siniestro. No se comporta como los demás bebés. Guapo, lo observa
todo, desde unos ojos vacíos, una mirada carente de cualquier emoción. No dice mamá, no habla, no juega, no controla esfínteres; pero es un experto manipulador, capaz
de desquiciar y tiranizar a su madre. Para los médicos todo está dentro de la normalidad, “ya hablará, es muy valiente”
(porque no se queja al escayolarle un brazo). Para su padre es un buen chico.
Este hombre vive en otro planeta, en el de la total despreocupación. Todo va
bien….
Será
ella la que se enfrente en solitario, la que se dedique en exclusiva, se
transforme y cambie toda su vida, para criar, educar e intentar comprender y
querer a Kevin. Sentirá amor, odio, culpa, arrepentimiento, tristeza,
desolación, angustia, pérdida, impotencia, decepción, sometimiento, derrota,
duelo… ¿Es que nadie más se da cuenta?
Sí,
nosotros, el público; que ya desde el arranque de la cinta sabemos y percibimos
que algo terrible va a ocurrir. Mejor dicho, ya ha sucedido, porque esta
historia es como un canguro hiperactivo que salta de un tiempo a otro, a veces
sin ningún sentido. Al final las piezas encajan. Tremendo desenlace (no por lo previsible....)
Los
vecinos y la gente de la calle la acosan, la insultan, la abofetean. ¿Qué ha
hecho esta mujer? Semblante impasible, actitud de derrota, mente a miles de
kilómetros de distancia de un presente que no parece interesarle ni lo más
mínimo.
Tilda Swinton (Moonrise Kingdom, El
curioso caso de Benjamin Button, Orlando, la saga de Narmia, Flores rotas o Los
límites del control) borda este papel. Su entrega es total al personaje, en
completa simbiosis. Plenitud de fuerza, desgarro y vulnerabilidad. Lo abarca
todo en pantalla, esos rasgos faciales tan peculiares, duros y fríos. Extraordinaria.
La actriz lo tuvo muy claro desde el principio. Adquirió los derechos de la novela, aportó dinero y
supervisó el proyecto.
"Estoy
harta de ver en las películas de Hollywood preciosos partos y hermosos momentos
en las habitaciones de las maternidades. Parir es brutal y en esta película no
olvidamos el rojo vital de la maternidad".
El envoltorio estético está cuidado al máximo, con una
espléndida fotografía y el rojo como color predominante.
A destacar los actores que interpretan a Kevin en
sus diferentes edades, y que culminan en el adolescente, Ezra Miller (Las ventajas de ser un
marginado), un complemento perfecto, con su rostro andrógino, bello e
inquietante.
El padre, John C. Reily ( Un
dios salvaje), aunque aparece muy poco, es primordial en el desarrollo de los
acontecimientos. Su actitud egoísta y pasiva nos desquicia de forma progresiva.
Una banda sonora que va al compás de la incertidumbre
y desasosiego; y que, a ratos, nos ofrece un respiro (Last Christmas – Wham),
incluso un espejismo de ligereza (Everyday – Buddy Holly).
Esta historia terrible nos habla de la maternidad
extrema, de una mujer llena de miedos y dudas. De la maldad, ¿innata? Entre las
paredes de esa bonita casa vive la familia katchadourian que podría ser
modélica y feliz. Matrimonio con un nivel adquisitivo alto, dos hijos “sanos”….
Yo no conozco ninguna de
las películas previas de Lynne Ramsay,
cineasta escocesa, (Ratcatcher, 1999 y Movern Callar,
2002). Habrá que verlas. Ni tampoco he leído el libro, del que tengo excelentes
referencias. Quedará para el 2014.
Título original We Need to Talk About
Kevin. Directora Lynne Ramsay. Guión Lynne
Ramsay (Novela de Lionel Shriver). Música Jonny Greenwood. Fotografía Seamus
McGarvey. Reparto Tilda Swinton, Ezra Miller, John C. Reilly, Jasper Newell, Siobhan Fallon, Anna Kuchma, Ashley
Gerasimovich. Reino Unido 2011, 110 min. Premios del Cine Europeo:
mejor actriz (Tilda Swinton).
Feliz año a
tod@s.
Biquiños
LU