Vittorio de Sica, después de haber rodado en 1948 la dura historia del ladrón de bicicletas, donde contaba la realidad cruda de un pobre hombre que necesitaba un medio de locomoción para poder encontrar trabajo en una Italia arruinada de la posguerra, decidió, para su siguiente película, desarrollar una historia algo mágica y candorosa sobre la pobreza.Una alegoría de la pobreza que se enfrenta de una manera, quizá,bastante cándida , a los atropellos del capital.
Al calor del rayo de sol
Nos cuenta la historia de Totò (Francesco Golisano), el niño que nació debajo de una col. Lo de nacer debajo de una col es anterior a la historia de las cigüeñas portadoras de neonatos parisinos. Lo encuentra una anciana (Emma Gramatica) que lo cuida con amor, hasta que ella muere y al pobre Totò lo llevan al orfanato, de donde sale un poco después.
Totò,de niño, detrás de su mamma
Totò, que es más bueno que el pan, conoce a un montón de pobres que viven en un solar inmenso, que poco a poco se convierte en una barriada donde conviven desgraciados, pero simpáticos vecinos. El vejete que codicia una maleta; el señor bajito por el que Totò se agacha cada vez que lo encuentra; los tímidos enamorados que no se atreven a dar el paso por tener colores de piel diferentes; la familia con ínfulas de ricos que tienen una criadita llamada Eduvige (Brunella Bovo) que mira a Totò con ojos de corderito....
Han creado un barrio
Uno de ellos, Rappi (Paolo Stoppa) es algo antisocial, no se mezcla con los vecinos, intenta poner distancia entre él y el resto. Un buen día, en una fiesta de la favela,donde hasta se rifa un pollo asado, haciendo un hoyo para colocar una cucaña sale agua.Todos bailan, hasta que alguien se da cuenta de que es petróleo. El antisocial Rappi decide comunicárselo al dueño del terreno, el señor Mobbi (Guglielmo Barnabò).
Rappi,con el petróleo
Y aquí comienzan los problemas por la codicia de un lugar que para el dueño Mobbi es un pozo de petróleo y para los pobres (Gli Barboni) es su hogar, su lugar en el mundo, su refugio. Se suceden un montón de risibles escenas con una policía que pretende echar a unos pobres en la barricada. La magia viene ahora, cuando, con unos efectos especiales bastante logrados para la época, la madre de Totò baja desde el cielo con una paloma que concede deseos y se la entrega a su hijo para que haga el bien. La cantidad de juego que dan los deseos, como cuando los pobres piden cosas.
Todos quieren sombrero de copa
El final es apoteósico, delante de il duomo de Milán, todos los pobres, salidos de los carros de detención, montan en las escobas de los barrenderos para salir volando de aquél lugar. Y es que Spielberg no se ha inventado nada, y lo de Elliot y sus amigos volando en sus bicis en E.T. 30 años después de milagro en Milán, fue propia inspiración de la peli de De Sica.
¡Todos a las escobas!
Vittorio De Sica formó junto al escritor y guionista Cesare Zavattini un sólido tándem que fructificó en joyas del neorrealismo como Sciuscià, el ladrón de bicicletas y Umberto D. La cuarta película, de tono más amable, pero con un transfondo que muestra la injusticia es Milagro en Milán (Miracolo a Milano) que es esta película de la que hoy nos ocupamos, del año 1951. Está basada en una novela del propio Zavattini , Totò il buono publicada en 1943, en plena guerra mundial, en los últimos años de Mussolini.
Vittorio de Sica
De Sica, para esta película, trabajó con actores noveles e incluso amateurs, como es el caso de Golisano, que hace el papel principal. Un joven de 22 años, cartero de profesión, que murió, desgraciadamente, pocos años después en un accidente automovilístico para todas las webs y libros de referencia, menos para la wikipedia. Brunella Bovo, la chica simple, aún no había cumplido los 20 años cuando hizo este film, para hacer, inmediatamente después el jeque blanco, de Fellini, junto a Alberto Sordi.
Amor con policía de fondo
Quizá Paolo Stoppa, que hace del pobre y antisocial Rappi y Emma Gramatica, gran actriz de teatro, que hace el papel de anciana madre son los actores con más oficio de la cinta.
La música de organillo, con un himno de los pobres (Gli barboni) tan pegadizo que llevo tres días cantándolo, corre a cargo del músico Alessandro Cicognini, que compuso para las películas italianas de la época, especialmente para De Sica, aunque también musicó "Pan, amor y fantasía", de Luigi Comencini, donde De Sica hace el papel de otoñal comandante de puesto de carabineros en un pueblo muy pintoresco, donde la joven Lollobrigida vive semisalvaje.
Quien tenga interés por esta simpática peli, que pinche aquí.
Ci basta una capanna
per vivere e dormir
ci basta un po' di terra
per vivere e morir.
Dateci un po' di scarpe
le calze e anche il pan
a queste condizioni
crediamo nel doman.
Ficha técnica:
Título: Miracolo a Milano
Año: 1951
Duración: 90'. B/N.
País: Italia
Género: Comedia
Dirección: Vittorio de Sica
Guión: Cesare Zavattini-Vittorio de Sica, Suso Cecchi D'Amico, Mario Chiari, Adolfo Franci.
Música: Alessandro Cicognini
Reparto: Francesco Golisano (Totò)
Emma Gramatica (Mamma)
Brunella Bovo (Eduvige)
Paolo Stoppa (Rappi)
Guglielmo Barnabò (Mobbi)