viernes, 29 de abril de 2022

Birth (Reencarnación)


Cinco aspectos quiero destacar de esta película, muy recomendable, de 2004: su argumento originalísimo y nada convencional; su reparto de supermegalujo; su ambientación en un Nueva York diferente y sombrío; su director Jonathan Glazer; y su guionista Jean Claude Carrière.

Pues vamos uno por uno.

 

El argumento

Es de los buenos, de esos que se resumen en pocas líneas y te dejan con ganitas de saber más. Ahí va: Anna, una joven, bella y adinerada viuda neoyorquina, pocos días antes de volver a casarse, conoce a un niño de unos 11 años que afirma con vehemencia ser la reencarnación de su difunto esposo.

Al principio, al mocoso lo toman por un chalado o, lo que es peor, por un inconsciente malvado, pero poco a poco el crío, que tiene mucho peligro y da bastante miedito, va convenciendo a la propia Anna y esto le supone enfrentarse a todo su entorno.

El acierto del guion es que consigue que a los espectadores, como a Anna, tampoco nos parezca disparatado lo que dice ese chaval que nunca sonríe (solo lo hace al final, muy al final) y disfrutamos viendo cómo los personajes van llenándose de dudas.

 

El reparto

Anna es Nicole Kidman. Impresionantemente bella, la vemos por primera vez en un cementerio y durante todo el filme mantenemos esa primera impresión: es una mujer triste, oscura, tampoco viste nada alegre; incluso cuando sonríe rezuma dolor. Y no es para menos, conocida su historia. Es una mujer rota, pero no frágil. Me temo que vais a tener que ver la peli para entenderme.

Kidman ocupa casi o sin casi la mitad del filme con su presencia imponente, aunque no se quedan atrás Cameron Bright (el chavalín inquietante), Lauren Bacall (la hierática madre de Anna; adivinamos en su pasado la esfinge impecable que es ahora su hija, pero con una pizca de humor negro y corrosivo) o Danny Huston (el atribulado prometido de Anna).

Completan el elenco de personajes atormentantes y atormentados Anne Heche y Peter Stormare, muy correctos, y planea sobre todos ellos la ausencia de Sean, el difunto marido de Anna.

 

La ambientación

Es lo que más me gusta de Birth: su atmósfera sombría, a la que ayuda la magnífica banda sonora de Alexandre Desplat .

Birth muestra un Nueva York refinado, de élite, pero insólito: invernal, inhóspito, de inmuebles demasiado grandes y demasiado vacíos, encapotado, lúgubre; por completo alejado de la destelleante imagen convencional de las grandes avenidas y sus deslumbrantes apartamentos de megalujo.

En Birth siempre hace frío y mal tiempo. Los interiores tampoco resultan acogedores. Jamás sale el sol, nadie ríe, nadie disfruta, nadie parece ser feliz. Y, a pesar de todo, los espectadores entramos a gusto en ese microcosmos, que no deja de ser elegante; lo observamos con deleite estético, admiramos su construcción detallada y no nos provoca rechazo ni desazón. Solo intriga y curiosidad.

 

El director

Birth es el segundo largometraje del inglés Jonathan Glazer, quien antes se había desfogado haciendo spots publicitarios (algunos rechazados por su crudeza) y videoclips musicales.

Quizás por eso le sale un film adulto, clásico, carente de rebuscamiento técnico, pero muy coherente y eficaz.

 

El guion

Yo le he dado todo el mérito a Jean-Claude Carrière, aunque parece ser que también trabajareon en el guion Milo Addica y el propio Glazer.

Sea como sea, yo me centro en Carrière porque respect! No sé por dónde empezar. Ante un carrerón como el de este señor me quito el sombrero y me callo.

Así y todo, algunas críticas en prensa, escritas por gente con más atrevimiento que yo, le reprochan al guion de Birth un final no del todo convincente. Bien. Puede que tengan razón, aunque he de reconocer que la trama se mete en semejante lío (un lío literariamente delicioso) que no se me ocurre ninguna alternativa mejor.

Con todo, quitando ese final digamos raruno, el guion resulta brillante y encaja a la perfección con el resto de elementos de este film.

Y, sin más, esperando que Birth os guste tanto como a mí, os dejo con la ficha técnica (filmaffinity.com):

Noemí Pastor

 

Resurrección  

Título original  Birth

Año  2004

Duración 100 min.

País  Estados Unidos

Dirección  Jonathan Glazer

Guion  Jean-Claude Carrière, Milo Addica

Música  Alexandre Desplat

Fotografía  Harris Savides

Reparto  Nicole KidmanCameron BrightDanny HustonLauren BacallAnne HechePeter StormareArliss HowardTed LevineCara SeymourAlison Elliott

Productora  New Line Cinema, Fine Line Features

viernes, 22 de abril de 2022

Cuatro horas en el Capitolio

 


Este documental, dirigido por Jamie Roberts, muestra el asalto al Capitolio por los seguidores de Trump, el 6 de enero de 2021, con el fin de impedir la certificación oficial del resultado de las elecciones y la designación de Joe Biden como nuevo presidente.

La película recoge parte del discurso que Trump pronunció ese mediodía en un acto multitudinario en el Mall (a 2,5 km de distancia del Capitolio). Dirigiéndose a miles de personas llegadas de todas partes del país, insistió en acusar a los demócratas de robarle las elecciones. El presidente derrotado, legítimamente derrotado por las urnas, dijo: “...Nunca nos rendiremos. Nunca cederemos. Ni hablar: uno no cede si ha habido robo... Ahora le toca al Congreso lidiar con este indignante asalto a la democracia y después nos manifestaremos, y yo estaré con vosotros hasta el Capitolio...Nunca recuperaréis nuestro país siendo unos débiles. Debéis mostrar fortaleza... Lucharemos...Y si no os empeñáis a fondo vais a perder este país...”

Como dice uno de los manifestantes entrevistados: “Todos los ingredientes estaban ahí para lo que pasó”.

Ya antes de que comenzara el discurso, un numeroso grupo de seguidores concentrado en el cercano monumento a Washington emprendía la marcha hacia el Capitolio. Entre sus consignas,  “¿De quien son las calles? Nuestras”, “Somos la nueva policía” y “1776”, en alusión a la rebelión que provocó la independencia de Estados Unidos.

Sobre la una, los políticos celebraban la sesión de certificación bajo la dirección la presidenta de la cámara de representantes, Nancy Pelosi, ajenos a la batalla que comenzaba en el exterior: los manifestantes atacaban con cualquier objeto a la policía que, poco a poco, retrocedía, en evidente inferioridad. Hacia las dos, consiguieron entrar rompiendo los cristales de las ventanas. Sorprende la reacción de algunos de los asaltantes, en una situación de tal tensión, quedándose maravillados por lo bonito que es el edificio. Dos horas más tarde el número de manifestantes no paraba de crecer y otro grupo también logró acceder por otra entrada, tras una lucha cuerpo a cuerpo con los policías que la defendían.

El documental narra lo que sucedió durante esas horas dentro y fuera del edificio. Los intentos desesperados de la policía por contener a una masa que les superaba por cientos, enfurecida y decidida a entrar por la fuerza. En el interior, los esfuerzos por proteger a congresistas, senadores y personal del Capitolio. Algunos llegaron a esconderse debajo de las mesas, en silencio, temiendo por su vida. Era especialmente delicada la situación del vicepresidente Pence –que no secundó a Trump en sus denuncias de fraude electoral y estaba dispuesto a verificar la certificación– y de Nancy Pelosi, a quienes los manifestantes iban buscando coreando sus nombres. El agente Eugene Goodman, que hoy es considerado un héroe, hizo de señuelo echando a correr para que los asaltantes le siguieran y consiguió alejarlos de la entrada del senado, lleno en aquel momento de políticos entre los que se encontraba Pence precisamente.

Es sorprendente la cantidad y calidad de los vídeos, en su mayoría grabados por los propios asaltantes con sus móviles. Si no fuera por la gravedad de los hechos, resulta hasta grotesca la cantidad de teléfonos que aparecen en algunos planos, comparable con la escena en la que se fuman unos canutos para vivir ese momento tan especial y también lo graban, claro. Otras imágenes son grabaciones de periodistas que estaban en el edificio y tomas del exterior de cadenas de televisión. Las escenas en directo se van alternando con entrevistas a algunos de los protagonistas grabadas después para el documental: policías, políticos, asistentes e, incluso, asaltantes.

La existencia de tal cantidad de imágenes permite que se muestre lo que sucedió sin añadir muchas explicaciones dejando al espectador formarse su propia opinión.

Hay muchas preguntas que son inevitables: la responsabilidad de la preparación y provocación del ataque; del peligro que corrieron cientos de personas y que se saldó con la vida de cinco de ellas y más de cien heridos; de la escasez de policías para el evento, cuando se sabía que podía ser muy conflictivo, y la lentitud de los refuerzos; de la tardanza de Trump en dirigirse a los asaltantes y pedirles que desistieran; y, por supuesto, de las consecuencias políticas que podrían haberse derivado si los asaltantes hubieran logrado su objetivo de impedir la certificación.  Las pruebas que se han ido conociendo a raíz de la detención de más de setecientos implicados y los primeros juicios que se están celebrando apuntan a que no fue una revuelta espontánea, sino que el asalto estaba mucho más planificado de lo que se ha pretendido aparentar.

Habiéndose dictado ya las primeras condenas, serán los tribunales los que tendrán que seguir esclareciendo todas esas responsabilidades.

 

Almudena Fernández Ostolaza

domingo, 10 de abril de 2022

Honor y mentiras: Turn, Espías de Washington

En este mundo en el que vivimos y en el que se estrenan varias series a la semana, es realmente difícil qué escoger para ver, o si pierdes el "tren" y no la ves cuando la emiten o estrenan, parece que ya no vas a poder visionarlas. Las ventajas de los servicios de streaming es a veces permitir recuperar series que se nos pasan, y de las que, desafortunadamente, existen menos posibilidades de adquirir el DVD (especialmente en castellano), justamente por la emisión digital.

La serie de la que hablo hoy, que es la que he recuperado recientemente, es "Turn: Washington Spies", que empezó a emitirse en Estados Unidos en el canal AMC en el año 2014, acabando en 2017, tras cuatro temporadas. En otros países, se emitió también en AMC, com en España, o en plataformas digitales como Netflix o Filmin.

Washington en Philadelphia junto a Peggy, otra de las damas de este drama

"Turn" es una rara avis, especialmente si se considera el panorama actual de series de época, obsesionadas con  los anacronismos, la falta de detalle o una visión posmoderna (muchas veces inclusiva y poco real). En este caso, la serie hace lo contrario a lo dicho antes, contando unos hechos históricos de forma realista y con un estilo cinematográficamente clásico (con buenos escenarios, vestimentas, recreación, etcétera), aunque a la vez, insufla el relato de personajes reales "modificados" con otros que son directamente ficticios, para poder contar la historia en forma de drama humano.

¿Y de qué va esta serie? Pues nos habla de la Guerra de la Independencia Americana, cuando las colonias se rebelaron contra el Rey Jorge III (el famoso rey loco que daría lugar a la Regencia, cuando la corona pasó a las manos del Príncipe Regente), y por tanto declararon el conflicto contra Inglaterra. Pero no lo hace de forma general, si no fijándose en un detalle: la creación de la primera red de espías que hubo en esta zona del mundo. Basándose en el libro de Alexander Rose "Washington's Spies: The Story of America's First Spy Ring", nos irá hablando del Culper Ring, que se crea en Setauket, Nueva York, a través de algunos ciudadanos de la villa, y principalmente a través del protagonista: Abraham Woodhull. Ante las injusticias de la guerra y varios dramas y perdidas personales, Abraham y sus amigos (Benjamin Tallmadge, Anna Strong y Caleb Brewster), acabaran dedicándose a la causa rebelde de forma más o menos velada, según el rol de cada uno, y se irán mostrando momentos históricos reales del conflicto y de la red de espías.

Caleb, Abraham, Anna y Benjamin, amigos y espías

Ante todo, "Turn" no es sólo una serie bélica (aunque la carga de batallas, discusiones estratégicas y peleas va a ser considerable), o incluso casi-histórica (abajo dejaré un enlace sobre esto), es un relato humano y dramático. Los personajes no sólo están para servir para la "causa", pues también tienen sus propios problemas, por ejemplo, Abraham, con un conflicto claro con su padre o un matrimonio que es más forzado que real, por citar algunas de las historias que veremos. Es en esta parte de la narración es donde la serie gana grandes momentos, pues se humanizan los conflictos, y se provocan simpatías o antipatías con los personajes.

Contra la rebeldía de las colonias

Y no sólo debemos citar a los rebeldes americanos y sus aliados (veremos como George Washington adquiere importancia o las visitas de Lafayette), pues no estarán solos en este pequeño pueblo, también está la otra parte del conflicto: los ingleses. Aquí veremos el otro lado de la guerra, con personajes de nuevo (algunos reales, como el Major André), bien definidos, con sus propios dramas y decisiones que darán lugar a un camino feliz o no, todo en función de sus propias personalidades e ideas del mundo. Es aquí donde, insisto, "Turn" es potente, en la gestión de los personajes, en su evolución, caracterización y sobretodo, para bien o para mal, en su humanización, todo muy influido por el periodo histórico de siglo de las Luces donde transcurre, lleno de un conflicto de lobos hobbesianos (resaltamos aquí el animadversión que se generará entre el humanista Hewlett y el guerrero Simcoe).

Hewlett, André y Simcoe, el potente brazo inglés de la zona

Tendremos venganzas, amores imposibles, odios nada velados, romances con esperanza, y un largo etcétera, a la vez que se mostrará el momento y hechos prácticos en la vida de los soldados y ciudadanos, que darán lugar a momentos de rebelión o traiciones. Un mundo en llamas, con poco lugar para la esperanza o el honor (aunque también los tiene). Pero de nada serviría una historia interesante, y unos personajes atractivos si los actores no estuvieran a la altura, y es aquí donde "Turn" sobresale. Si quitamos a Jamie Bell, que hace de Abraham, y al que todos conocemos su valía desde su debut en "Billy Elliot", los demás actores son caras conocidas o bien, secundarios interesantes, que hemos visto en series y películas, resaltando los más conocidos como Kevin R. McNally ("Piratas del Caribe", "Poldark" 1975), Burn Gorman ("Pacific Rim", "Torchwood", "Game of Thrones"), Angus Macfadyen ("Braveheart", "Saw") o JJ Feild ("Austenland", "Third Star", "Captain America: The First Avenger"), y teniendo que añadir al resto del elenco que está excelente (hay que resaltar a Samuel Roukin como Simcoe o a Heather Lind como Anna Strong), y hará que los amemos u odiemos por momentos.

Elenco de la primera temporada. Todos son excelentes.

Antes de acabar, e intentando hacer los menos spoilers posibles, estad atentos a la banda sonora, que además de temas clásicos del momento y una parte sinfónica realmente interesante, tiene canciones tradicionales o de inspiración costumbrista americana (que son la única nota posmoderna en este producto), pero que no molestan en absoluto. Lo único que irrita es lo difícil que son de encontrar estas música (la banda sonora disponible no contiene todo). Os dejo una melodía tradicional como ejemplo:

Para terminar, sólo diré que Turn es una reflexión sobre la humanidad ante un conflicto, pero también sobre el patriotismo, la defensa de las ideas, y la dureza de una guerra, que una vez os enganche, puede ser realmente fascinante, como toda historia que habla de grandes ideas y con excelentes personajes.


Carmen R.

Nota: Podcast sobre la veracidad de lo que cuenta Turn (para los que la hayáis visto)