viernes, 21 de diciembre de 2018

Apuntes para una película de atracos


Cada año empiezo el Festival de Cine de San Sebastián con la pretensión de ver 120 películas, asistir a todas las ruedas de prensa, entrevistar a alguien y publicar puntualmente mis reseñas. Es curioso, cada año me llevo la misma sorpresa cuando no puedo cumplir mis propósitos. Comienzo a consolarme cuando las que no veo son muy famosas.: "esta ya la estrenaran" me digo, pero cuando son documentales, películas tibetanas o directores desconocidos me entra una gran inquietud pensando que me las he perdido para siempre. Me pasó con Ni juge, ni soumise que no se ha estrenado, por lo menos en Donostia y temía que me pasara lo mismo con Apuntes para una película de atracos.Tengo que reconocer que no sabía nada de Elías León de Siminiani, ha hecho varios cortos y un solo largo:  Mapa del que no había oído hablar en mi vida (y eso que acabo de descubrir que tuvo muy buenas críticas). Pese a este desconocimiento, su película me llamó la atención. Es un documental basado en la figura de el Flako, un atracador de bancos por el método del butrón al que se conocía como el Robin Hood de Vallecas y que fue detenido en 2013 y condenado a siete años de cárcel.
Director y protagonista

El director nos cuenta su fascinación por las películas de atracos y cómo, al conocer la noticia, decidió que tenía que contar la historia de este hombre. La película, como indica su título, no es la historia de los golpes o la vida de un ladrón, sino el proceso de conocimiento y amistad entre ambos hombres. León de Siminiami escribió a la prisión de Estremera donde estaba detenido Carlos Iglesias (en la película no dicen su nombre, pero las hemerotecas están llenas de noticias sobre él). Cuando le contestó y por fin se conocieron, pactaron no hablar para nada de los atracos antes del juicio por si podía interferir en su proceso.
El documental muestra un camino largo y laborioso. Cuando ves una película, la devoras en noventa minutos (o más si es de un director moderno/pesado) sin apreciar toda la carga que hay detrás. Desde las ideas, la búsqueda de financiación, la reflexión sobre el mejor modo de contar lo que quieres.
Director en heroica exploración
de alcantarillas
Aquí vemos todo eso, la inquietud antes de conocer al atracador ¿cómo será?; las excursiones del director y su mujer por los barrios y sucursales donde se cometieron los robos; visitas a las alcantarillas; la idea de el Flako de escribir una novela contando su vida; la oposición de su mujer a que salga en el documental por si puede perjudicar a su hijo. Llega el juicio y la condena; el director y su mujer se enteran de que van a ser padres; transcurre el embarazo y nace Laura; la niña ya camina, conoce al hijo del atracador y caminan de la mano entre juguetes. Después el Flako empieza a tener permisos y charlan en la calle, le muestra qué bocas de alcantarilla eran buenas para sus fines; habla de su padre que le enseñó el oficio…
La prisión de Estremera: in the middle of nowhere
La historia te produce sentimientos encontrados, a veces te interesa mucho lo que cuenta sobre cómo lo organizaban, otras te da pena, en algunos momentos te parece que es un hombre con un tremendo afán de protagonismo y sientes que también tú formas parte de la historia, te has involucrado.
Otro acierto de la película es el grafismo, dibujos que se intercalan, rostros camuflados detrás de trozos de fotografías de cine, escenas de películas de atracos. Todo recuerda la fascinación del director por el tema.
Tuvimos la suerte de que en la sesión a la que acudimos estaba el protagonista. Por lo visto llevaban unos días de promoción y en algunos pases estaba el director y en otros el Flako, con su máscara para que no se le reconozca. Me cayó mucho mejor en persona, me pareció menos ególatra, no parece que se la haya subido a la cabeza el haber hecho una película, aunque, por supuesto, está ilusionado con la idea de que su libro se publicará en enero. Se titulará Esa maldita pared, como una canción que ponía su padre (y después él) al terminar un atraco. No sé qué calidad literaria tendrá el libro, pero me han quedado ganas de leerlo, de saber más y, desde luego, de ver la siguiente película que haga León de Siminiani.
Laura Balagué (Mona Jacinta)

viernes, 7 de diciembre de 2018

Bohemian Rhapsody

La música de la banda de rock británica Queen es eterna. Sus canciones suenan con asiduidad aún después de veintiocho años que dejaran de tocar. Sus melodías son recurrentes en publicidad, casi todo el mundo sabe reconocer, seguir el ritmo percutido y corear "we will rock you", y, cuando hay un evento deportivo todo el mundo es capaz de entonar el estribillo de "we are the champions". Es un grupo tan legendario que hasta hay varias compañías musicales y artísticas que ofrecen espectáculos donde homenajean a los británicos a lo largo y ancho del mundo. Y, claro, la película estrenada este otoño "Bohemian Rhapsody" no podía faltar como guinda de este pastel.

Vive sin miedo siempre, en castellano pone "lo único más extraordinario que su música..."


Sinopsis. 

A principios de los setenta Farrokh Bulsara es un joven que trabaja de mozo de carga en el aeropuerto londinense de Heathrow y desde hace un tiempo sigue a un grupo de rock llamado Smile que toca en pubs. El cantante de Smile sabe que con este grupo formado por un guitarrista que estudia astrofísica y un betería que va para dentista no llegará a vivir de la música, así que se despide de ellos. Así los encuentra Farrokh, sin vocalista, y él se ofrece como tal. Y no es que no esté mal, sino que el tal Farrokh resulta ser un animal del escenario. Seduce a todos con su voz y su energía. 

Freddie cuando se llamaba Farrokh (Y Rami Malek con prótesis dental)

We Will Rock You.

Ocho años tardaron para culminar esta cinta donde retratar no sólo a Freddie Mercury sino a los otros tres componentes del cuarteto. No hay que olvidar que Brian May, el guitarrista y Roger Taylor, el batería, son los productores, y, respetando la filosofía del grupo, a pesar de la arrolladora personalidad de Mercury, querían ser fieles a la importancia de todos sus miembros, aunque John Deacon, el bajista, tuvo muy claro que a la muerte de Mercury, Queen dejaba de existir como tal y no había sustituto posible. 

Londres, años 70 y glam rock

No fue nada fácil dar con un actor que encarnara de una manera fiel, sobre todo en el escenario, al potente Freddie Mercury. Se barajaron varios nombres, incluido ese cómico soez, aunque de buena voz, como demostró en Sweeney Todd, que resulta ser Sacha Baron Cohen. Este quería dar un enfoque de protagonismo absoluto de Freddie sobre el resto del grupo, lo cual no gustó nada a los productores que, casualmente son Brian May y Roger Taylor, así que lo apearon del proyecto. John Deacon sigue retirado de todo esto sin decir ni pío.

No dicen que Deacon, el bajista, es ingeniero de sonido y muchas genialidades se las deben a él.

Al final dieron con el angelino Rami Malek, el faraón de noche en el museo, para encarnar al famoso vocalista. Ben Hardy interpreta al batería Taylor, Gwylim Lee al guitarrista May y Joseph Mazzello, que ha crecido desde que fuera el niño del primer parque jurásico es el que encarna al bajista Deacon. Freddie Mercury tuvo una novia, a pesar de lo que todo el mundo tiende a creer debido a sus preferencias sexuales, que fue de gran importancia durante todas su vida y que aparece, aunque en un más que discreto segundo plano, en la cinta, esta mujer se llama Mary Austin, papel interpretado por Lucy Boynton. 

Mary Austin, la chica, papel secundario.

We Are The Champions 

La cinta da por veraces los hechos de la peli, pero, claro, para la línea narrativa, hay cosas que no son exactamente como se cuenta. Por ejemplo, convierten en supervillano al mánager de Mercury llamado Paul Prenter, cuyo rol corre a cargo de Allen Leech. A Prenter lo convierten sucesivamente en incitador sexual de Freddie, intrigante instigador de la carrera musical en solitario de Freddie, malvado que aísla a Freddie de su gente y gestor de las juergas narcosexuales de Freddie, y, para acabar, encima, es el traidor que vende a la prensa  la confirmación de las apetencias sexuales del cantante. Convierten a Prenter en un malvado de folletín de manual. Entre este y el obtuso productor de la discográfica interpretado por un irreconocible Mike Myers, tenemos al completo el eje del mal en esta peli.

Supervillano de manual: El mánager.

Si eres fan de Queen, los últimos veinte minutos de la peli son maravillosos. Se trata de la versión filmada al detalle del concierto Live Aid celebrado en el estadio de Wembley en julio de 1985. Bueno, de la parte asignada a Queen, porque este irrepetible concierto celebrado simultáneamente entre el Londres y Philadelphia en el que participaron los músicos más famosos del momento duró horas.

El Live Aid del 13 de julio del 85. Calcado.

The Show Must Go On

El vocalista de Smile, el primer grupo que formaron los productores de la peli y conformantes de Queen, Taylor y May, volvió a grabar con ellos sus viejos temas de hace casi una cincuentena de años para poder utilizarlas en esta peli. Rami Malek dice que guarda como un tesoro la prótesis dental que tuvo que llevar para hacer de Freddie Mercury. Bohemian Rhapsody, el tema al que hace mención la peli, fue motivo de controversia cuando fue estrenada, aunque hoy en día sea todo un clásico coreado en el momento "Mama, uuuuh". El bajista John Deacon sigue sin querer participar del negocio de los otros dos componentes de Queen, casuales productores de esta peli. Los fans de este grupo británico saldrán más que satisfechos después de este largometraje.


El productor se parece a Austin Powers.