viernes, 28 de diciembre de 2012

Banda aparte

A finales de los años 50, surgen en Francia un grupo de nuevos cineastas, colaboradores en la revista Cahiers du Cinéma, que se separan de las formas más clásicas de hacer cine que hasta ese momento se estaban realizando y deciden realizar películas en las que no sólo se refleja una libertad de expresión sino también una libertad técnica inédita hasta entonces. Este grupo de cineastas y su cine recibieron el nombre de Nouvelle Vague (Nueva Ola).
 
 

Título original: Bande à part

Título en castellano: Banda aparte

Año: 1964

País: Francia

Director: Jean-Luc Godard

Guión: Jean-Luc Godard

Música: Michel Legrand

Fotografía: Raoul Coutard

Productora: Columbia Films

Duración: 95 minutos
 


Reparto:
Anna Karina, Claude Brasseur, Sami Frey, Louisa Colpeyn, Chantal Darget, Ernest Menzer
 
Sinopsis:
Odile, una chica joven y con poco mundo, vive con su tía en una casona de las afueras. Odile no tiene amistades, así que está encantada cuando entabla relación con Arthur y Franz, que en realidad son dos delincuentes que se aprovecharán de la confianza de Odile y la convencerán para robar en casa de su vieja tía.
  
 
 
Para mí, que admiro el Cine Clásico, la Nouvelle Vague es una corriente que me cuesta entender. En general, los argumentos son muy interesantes ya que se retrata la realidad sin dulcificarla –algo heredado del Neorrealismo italiano- pero con un lenguaje cinematográfico tan diferente y renovador que a veces se me hace un poco cuesta arriba.
 
Dentro lo las Nouvelle Vague nos encontramos grandes nombres y grandes títulos. François Truffaut (Los cuatrocientos golpes, 1959, Jules y Jim, 1961), Jean-Luc Godard (Al final de la escapada, 1960; Vivir su vida, 1962), Éric Rohmer (Mi noche con Maud, 1969), Louis Malle (El fuego fatuo, 1963), Alain Resnais (Hiroshima, mon amour, 1959), etc…
 
 
 
Se dice del director parisino Jean-Luc Godard que es la figura más radical de la Nouvelle Vague al ser, quizás, el que más ha roto con las convenciones cinematográficas. Se caracteriza por la constante búsqueda de nuevas expresiones artísticas mezclando diferentes géneros así como la política y la crítica social. Rodaba con cámara en mano saltando de un plano a otro rápidamente, cortando escenas o haciendo que sus personajes pasaran de una conversación importante a temas absurdos. Muchas veces hay un narrador, una voz en off, que nos cuenta la historia y muchas son las veces en las que algún personaje mira y se dirige a la cámara, al público. Una de sus películas más aclamadas es Banda aparte (1964).
 
 
 
Banda aparte es una mezcla entre el género negro, la comedia y el drama. El propio Godard, que también firma el guión –adaptado de la novela Fool’s Gold (1958) de la novelista estadounidense Dolores Hitchens – la describió como 'el encuentro entre Alicia (en el país de las maravillas) y Franz Kafka'. Se trata de una de las películas más destacadas de la Nouvelle Vague.
 
El punto fuerte de esta historia está en su trío protagonista: los actores Claude Brasseur y Sami Frey y la actriz Anna Karina, esposa y musa del director. Ellos son Arthur, un tipo descarado y mujeriego, y Franz, más introvertido y de buen corazón. Ambos son dos sinvergüenzas ladrones aficionados y vividores que logran convencer a una tierna, ñoña, inocente, infantil y preciosa Odile para que les ayude a robar en su propia casa. Las conversaciones más absurdas y las ocurrencias más tontas salen de la mente de Odile, algo que hace, si cabe, que todavía nos guste más.

 

La danesa Anna Karina, actriz y cantante, logró el éxito bajo la dirección de Jean-Luc Godard, con Una mujer es una mujer (1961). Gracias a su belleza comenzó trabajando como modelo hasta que Godard se fijó en ella y la convirtió no sólo en su esposa (1961-1967) sino en una de las musas de la Nouvelle Vague al protagonizar Vivir su vida (1962), Pierrot el loco (1965) ó Lemmy contra Alphaville (1965). En todas estas películas se refleja claramente la admiración y el amor de Godard hacia Anna Karina puesto que la actriz enamora tanto a la cámara y al espectador con su dulzura su sensualidad y su belleza.
 
 
 
La fotografía corre a cargo de Raoul Coutard, habitual en el cine de Godard y la banda sonora es de Michel Legrand (Los paraguas de Cherburgo, 1963; El caso de Thomas Crown, 1968; Verano del 42, 1971). Otros de sus trabajos fuera del cine son muy conocidos como la canción 'I love Paris' cantada por Ella Fitzgerald (escuchar aquí)
 
Existen en Banda aparte tres momentos memorables y que por lo tanto tiene su pequeño hueco en el Cine.
  • La carrera que realizan los tres personajes recorriendo el Museo del Louvre del un extremo a otro.
 
  
  • Momento en el que los tres personajes sentados en la mesa de un café deciden guardar un minuto de silencio, porque no se tienen nada que decir. En realidad, no es un minuto sino treinta y seis segundos en los que la película se queda totalmente sin sonido.

  • En el mismo café, deciden empezar a bailar el Madison entre las mesas. Odile, se coloca en medio de los chicos y curiosamente, en esta escena musical, la música deja de sonar y sólo se oye el sonido de los pies al bailar mientras una voz en off – el narrador que no es otro que el propio Godard- nos habla de los sentimientos y pensamientos de los chicos.
 


 
Algunas de estas escenas han sido posteriormente homenajeadas por otros directores como Quentin Tarantino en la famosa escena del baile en Pulp Fiction (1994) o la carrera por el Louvre en Soñadores (2003) de Bernardo Bertolucci.
 
Pues para aquellos que no conozcan este tipo de cine diferente llamado Nouvelle Vague, Banda aparte es una buena película para descubrirla.
 
Además, se puede tomar nota de estos pasos de baile para esta próxima Nochevieja.
 

 

 

sábado, 22 de diciembre de 2012

¿Qué fue de Baby Jane?

 
  
Cuando mi compañera Moniruki hablaba de Joan Crawford con la desconocida para mi Strait -Jacket de 1964... ya tenia en mente hablar de otro clásico de este monstruo cinematográfico y de otro que no se queda corto.... bueno personalmente creo que era mucho mejor, o peor como se quiera ver! Estoy hablando de ¿Qué fue de Baby Jane? Con la susodicha Crawford y Bette Davis.
¿Qué fue de Baby Jane? Realizada en 1962 está basada en una novela de Henry Farell que también firmó el guión cinematográfico.

A mi que especialmente me gusta la historia del cine y más concretamente los chascarrillos que se generaban dentro de ese mundillo , la relación entre Davis y Crawford me parece fascinante. Ya hablaremos de las anécdotas que hubo en el rodaje más adelante pero ahora voy a centrarme en la película y su pobre director...
Y digo pobre porque Robert Aldrich tuvo el santo valor de reunir a dos grandes actrices que se odiaban a muerte y que lo fueron demostrando durante todo el rodaje, haciendo que fuera un autentico campo de batalla pero a la vez y esto hay que reconocerlo, gracias a todo ello, dirigió una obra maestra!

Aldrich era del grupo de directores como Sam Peckimpah, Sergio Leone o Arthur Penn que se desmarcaron de un Hollywood dorado para hacer un cine más honesto y no tan artificial... era más bien un cine duro, y sin concesiones.. de hecho esta película es un durísimo golpe al cine más clásico, encuadrando a las protagonistas como leyendas de cine tanto dentro como fuera de la cinta.
Y de hecho utilizó a estos dos monstruos (no me cansaré de repetirlo), para crear un clima asfixiante explicando un cuento macabro sobre dos hermanas que están condenadas a vivir juntas, una antigua estrella de cine, ahora paralítica (Crawford) como consecuencia de un accidente producido por su propia hermana (Davis) que a su vez era una antigua estrella infantil que cayó en el olvido de cual ella todavía no se ha recuperado. El espectador en ningún momento entiende porqué estas dos hermanas que se odian mutuamente están condenadas a pasar sus vidas juntas....hasta que al final, en un solo plano se descubre el porqué.... de aquí la genialidad de la película!
Aldrich busca movimientos de cámara que te atrapan, busca objectos para que te fijes en ellos, encuadres raros y extraños, picados , contrapicados para crear una atmósfera tenebrosa y asfixiante, jugando con el humor más macabro que te va agobiando sin dejarte respirar en ningún momento. Aunque ,a veces por suerte, te deja momentos de relax con los personajes más secundarios... sino la película no se podría soportar!
Centrémonos en la cinta... la película de difícil clasificación podríamos colocarla en el género de terror psicológico aunque la propia historia hizo que apareciera un nuevo subgénero: el del guiñol: donde el paso de una época barroca como si fuera un teatro provoca que los personajes sean marionetas que se pegan y/o se martirizan (después se rodó Canción de cuna para un cadáver con la propia Davis). Como digo es una película de terror psicológico donde no hay necesidad de imágenes desagradables a la vista ni de necesidad de efectos especiales pero que poco a poco la aparente normalidad va creando un climax que te aterroriza. Mucho peor!!! Qué os daría más miedo un monstruo o un asesino que se va cargando a la gente o imaginarse vivir como un inválido y estar al cargo de una loca?? Yo... sin dudarlo, la segunda opción!

Porqué es tan terrorífica? Hay muchos elementos, la música de Frank de Vol es de la que ponen los pelos en plan “gallina de piel” y su tema principal I have written a letter to dady, leiv motiv durante todo el metraje que tiene su punto culminante cuando Davis la canta!...

pero elementos como la silla de ruedas, su puesta en escena teatral a través de una casa que las aísla del mundo exterior, y además esa escalera que también las separa de su mundo interior, esos montajes paralelos en los cuales tu como espectador ves lo que ocurre y te vas poniendo histérico, o la magnifica iluminación y la muñeca que también llegan a sacarte de quicio, con un magnífico final en que el agua, la escena de la playa, purifica a los personajes y los rescata de sus propias miserias.

El ritmo avanza poco a poco, sin que aparentemente te des cuenta pero te va asfixiando, te agobia de forma magistral con esa técnica narrativa perfecta que maneja Aldrich. El director critica a una sociedad que crea ídolos de barro y los lleva a la locura... al poder de la mentira... en definitiva al mundo ficticio de Hollywood.

Joan Crawford rechazó hacer de Baby Jane porque pensó que era un personaje decrépito y demasiado viejo, se arrepintió evidentemente, porque la que se llevó una de las cinco nominaciones al Oscar fue Bette Davis, por este papel. Si tuviera que destacar una, (difícil decisión!) de las escenas claves de Miss Crawford es la del plano cenital cuando ella da vueltas sobre si misma en la silla de ruedas descargando toda esa frustración y rabia que siente por su hermana, aunque que decir de la cara de odio de esa Blanche niña de pura envidia (a reivindicar a las dos actrices que hacen el papel de cuando son pequeñas!). Blanche tiene dependencia absoluta sobre su hermana... pero porqué aguantar ese calvario?? Al final lo descubrimos.

Bette Davis, está brutalmente maravillosa, terrorífica diría yo... te cagas de miedo (perdón por la expresión! pero es que es cierto) cuando dice “Voy a limpiar la jaula... o hay ratas en el sótano”. No se quiso sacar el maquillaje durante el rodaje para que pareciera más decrépito y viejo Impresionante su momento cuando imita la voz de Crawford por teléfono (obligatoria verla en VOS) y su vestuario de niña con esos rizos... da miedo!!! Esa interpretación de niña prodigio que no acepta el paso del tiempo es magistral! Adoro a Bette Davis, y me encanta toda su filmografia … me seria difícil escoger un personaje suyo pero creo que me quedo con esta Baby Jane y su estupenda Margot Channnig.


Los otros personajes también merecen una mención especial. Todos son personajes que giran alrededor de estas dos hermanas, son también decrépitos y atormentados, quizás la que saldría más bien parada es la asistenta negra que acaba... no lo contaremos!.Curioso fijarnos como se veía la sociedad de color, esta es la única que se salva. 

La vecina, pesada, chafardera... son momentos que hasta incluso justificas a Davis.
Evidentemente quien casi no hace sombra a las dos protagonistas es el magnífico Víctor Buono, Edwing, un personaje que se hace desagradable pero es que su vida es miserable, aunque se va de casa de su madre para salir de una vida castrante para caer en manos de una loca que no sabe que puede hacerle. Vaya que sale de guatemala para caer en guatepeor... También lo nominaron.

Hay un personaje que también se tiene que destacar y es esa muñeca... tremenda presencia durante toda la película, un elemento terrorífico.

ANECDOTAS:
  • Davis y Crawford se enfrentaron delante de la pantalla después de décadas fuera de ella, la leyenda urbana dice que su odio empezó cuando Crawford , de conocida bisexualidad, le tiró los tejos a Davis y esta dijo que no.
  • La tensión era tal, que en la escena en que Davis pega a Crawford fue cierta y la segunda le pusieron tres puntos de sutura en la frente, ésta se vengó poniéndose pesos en los bolsillos cuando Davis tenia que llevarla a rastras para destrozarle la espalda.
  • La peluca que lleva Davis durante toda la película la había llevado Crawford en una película de la Metro
  • En esa época, Crawford estaba casada con el presidente de la Pepsi Cola... Davis hizo poner dispensadores de Coca Cola por todo el rodaje.
  • La hija de la vecina Barbara Merril, en realidad era la autentica hija de Bette Davis, y del entonces su marido Gary Merril que había conocido en Eva al desnudo.
  • Los trozos de película que se ven durante la cinta son autenticas, protagonizadas por ellas.
  • Las respectivas hijas escribieron libros en contra de sus madres. De Crawford se hizo una versión cinematográfica: Queridisima mama, com Faye Dunaway haciendo de Crawford!

  • El presupuesto de la cinta fue de 980.000 dolares... recaudó en todo el mundo 9 millones. Fue un éxito de taquilla
Y para finalizar , y veáis lo mucho que se querían entre ellas, algunas de las frases que se dijeron mutuamente:
Joan a Bette: cuando Davis no ganó el Oscar, se levantó en medio de la sala, fue hacia ella y le soltó un JA! (por cierto lo ganó Anne Bancroft por su maravilloso papel en El milagro de Anna Sullivan)
Bette a Joan... mucho más viperina:
  • Ha dormido con todo el personal de la Metro excepto Lassie
  • No la mearía encima ni aunque estuviera envuelta en llamas
  • (Cuando Crawford murió le preguntaron como se sentía!) Nunca se debe hablar mal de los muertos así que: Que bien!

    Y dos fotos que no me creo!
Impresionante!!!!!
Hasta la próxima y buenas fiestas a todo@s
Bargalloneta

sábado, 15 de diciembre de 2012

Pauline K


Cuando en septiembre de 2010 abrimos Zinéfilaz, lo hicimos movidas, entre otras razones, por el hecho de que escasean las mujeres que escriben de cine: no tienes más que ojear cualquier publicación o web para darte cuenta de que hay pocos nombres femeninos en la firma de las reseñas.
Como sucede en otros ámbitos de la vida, eso no quiere decir que no haya habido nunca mujeres dedicadas a la crítica cinematográfica, no. Las ha habido y algunas muy ilustres y muy influyentes, como esta de la que quiero hablaros hoy: la gran Pauline Kael.
Pauline K trabajó para The New Yorker durante casi treinta años, escribió trece libros de cine, se hizo notar por su inconformismo, sus opiniones a menudo contrarias a las de sus coetáneos y sus críticas ingeniosas, incisivas y certeras, reinventó el género y creó toda una estética con su nueva forma de escribir.
¿Queréis saber algo más de ella? Adelante.  


Un poco de vida y milagros

Pauline K nació en 1919 en Petaluma, California, en una familia judía procedente de Polonia. Cuando tenía ocho años, los Kael se mudaron a San Francisco. Allí Pauline estudió filosofía, literatura, arte y leyes en Berkeley. 
Se casó cuatro veces, una de ellas con el poeta Robert Horan, se divorció otras tantas y tuvo una hija que nació con una enfermedad grave. Kael la crio ella sola y para mantenerla tuvo que trabajar de cocinera y de costurera. 

En 1953 estaba en un café hablando de cine con un amigo. Por casualidad, la charla llegó a oídos del editor de City Lights, que estaba en la mesa de al lado, y este encargó a Kael una reseña de Candilejas, de Chaplin. 
Kael no se cortó ni medio pelo, rebautizó Candilejas (Limelight) como Slimelight (slime ‘barro, fango’) y se ganó un contratito como crítica cinematográfica.
En 1965 publicó su libro I lost It at the Movies, que fue un inesperado best-seller, y comenzó a trabajar en McCall's, una revista femenina de enorme tirada que convirtió a Kael en un personaje relativamente popular.
Pero su afición a los jueguecitos de palabras y a retitular las películas con nombres malévolos esta vez le jugó una mala pasada. No se le ocurrió otra cosa que llamar a The sound of Music (Sonrisas y lágrimas) The sound of Money y ¿qué pasó? Pues que la echaron de McCall's
En 1966 y 1967 trabajó para The New Republic y tuvo problemas porque los editores le alteraban los textos sin su permiso. En octubre de 1967 escribió un largo ensayo sobre Bonnie and Clyde que la revista se negó a publicar. William Shaw, del The New Yorker, se hizo con el texto y lo publicó el día 21 del mismo mes. Semanas más tarde, Kael dejó The New Republic y fichó por The New Yorker.
En 1968 ya era, según la revista Time, una de las mejores críticas de cine del país. Publicó recopilatorios de sus reseñas y su cuarta colección, Deeper into Movies, hizo historia al convertirse en el primer volumen sobre cine que ganó el Premio Nacional del Libro. 

En el 78 le concedieron otro premio, el Women in Film, por la excelencia de su trabajo y por haber contribuido a destacar el papel de las mujeres en la industria del entretenimiento.
 
Kael murió en 2001, con 82 años, en su casa de Massachussetts. Aunque retirada, nunca dejó de conceder jugosas entrevistas. Tres años antes de morir, le preguntaron si creía haber influido en la industria del cine y contestó: "Si digo que sí, soy una ególatra; si digo que no, es que he desperciado mi vida". 


Por qué era Kael diferente
Ya sus primeras reseñas en City Lights destacaban por su informalidad y su falta absoluta de pretensiones. “Huyo de la pomposidad ─decía─. Quiero que mis frases respiren, que suenen como la voz humana.” Pauline era aguda, divertida, brillante y provocadora, muy clarita y pasional.

Así, por ejemplo, no hablaba nunca de films, porque creía que era una palabra elitista: ella veía pelis, o sea, movies, como se dice en el inglés americano de la calle.

Además, nunca las veía dos veces, aunque le gustaran muchísimo; nunca concedía una segunda oportunidad.

Detestaba el paternalismo de los críticos cultos y el academicismo de la flor y nata universitaria.
No creía en el ideal de la objetividad crítica ("escribo para transmitir, no para juzgar") y a menudo introducía en sus reseñas chascarrillos sobre su vida personal. Siempre redactaba en primera persona, con inmediatez y cercanía: ella era el "yo" y el lector, el "tú". 

Con todo, nadie osó nunca decir que era una inculta, porque no lo era. Se le notaba que había estudiado filosofía, tenía una memoria excepcional y atesoraba conocimientos enciclopédicos, no solo sobre cine, sino también sobre teatro y ópera.

Kael era una auténtica líder. Su sombra era tan alargada, que en los 70 los distribuidores programaban pases individuales para los críticos, porque los comentarios que Kael hacía durante los visionados condicionaban totalmente a sus colegas.

Tenía y sigue teniendo un grupo de seguidores, casi todos hombres, autodenominados los Paulettes, que emulaban su estilo y llegaron a dominar el panorama de la crítica cinematográfica durante los 90.

Todavía hoy en todos los USA hay cinéfilas y cinéfilos que citan de memoria sus frases más incisivas. Tarantino se ha declarado siempre su rendido admirador.


Qué le gustaba y qué no
Ya os he contado que Kael detestaba Sonrisas y lágrimas. Escribió que era "una mentira hiperazucarada" y yo me alegro de coincidir con ella, pues nunca he soportado tanto almíbar. 
Os contaré de paso que el director de la revista McCall's sostenía que no había despedido a Kael por lo que escribió de Sonrisas y lágrimas, sino meses después, porque no paraba de arremeter contra todo film comercial que llegaba en la época a las pantallas, como Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago o Qué noche la de aquel día.

También tuvo los santos ovarios de sacar faltas a Shoah (que el contenido sea tabú e intocable no nos prohíbe criticar la forma, ¿no?) y su inquina contra George Lucas hizo que este, para vengarse, llamara general Kael al malo de Willow

Parece evidente que a Kael le gustaba arremeter contra vacas sagradas, pues despellejó La Naranja Mecánica y de Harry el Sucio dijo que era "medievalismo fascista; una fantasía de derechas". ¡Toma ya! 

Sin embargo, alabó las primeras obras de Brian de Palma y se mostró entusiasta con Perros de paja, de San Peckinpah. También era admiradora de Paul Schraeder y le gustaban Travolta, Bruce Willis, Sigourney Weaver, Scorsese, Truffaut, Bertolucci y Altman.


Una anecdotilla política y reflexiva para acabar
Se atribuye a Kael haber pronunciado en 1972 aquella mítica y conocidísima frase que decía: "¿Cómo es posible que haya ganado Nixon? ¡No conozco a nadie que le haya votado!"

La frase se ha atribuido también a Katharine Graham y a Susan Sontag y en ocasiones se ha trasladado en el tiempo hasta 1984, cuando reeligieron a Reagan. 

Al parecer, lo que sucedió en realidad fue que en 1972 en una conferencia Kael dijo esto: "Vivo en un mundo peculiar. Solo conozco a una persona que haya votado a Nixon. Los demás votantes no sé dónde se meterán, pero, a veces, cuando estoy en el cine, presiento que los tengo cerca."

O sea, que la frase original es todavía más maligna que su síntesis, la cual esgrimen a veces los conservadores norteamericanos como muestra de la endogamia de las élites intelectuales de izquierdas.

Sea como sea, puesto que servidora de ustedes a menudo también se pasma a la vista de ciertos resultados electorales, la frasecita de marras me ha servido para dar otra vez vueltas en la cabeza hasta qué punto vivimos sumergidas en nuestro pequeño, minúsculo mundo; hasta qué punto vemos lo que queremos ver, leemos lo que queremos leer y necesitamos que nos reafirmen en nuestras opiniones; hasta qué punto estamos tan a gustito en nuestro rincón y nos da miedo, un miedo terrible, asomar la cabeza a ver qué pasa afuera.

En fin, queridas y queridos. Con esta reflexión de todo a cien se despide con sus mejores deseos vuestra amiga

Noemí Pastor

viernes, 7 de diciembre de 2012

Donde Viven Los Monstruos (2009)




Será que llega la Navidad, pero a mí en estas fechas siempre me apetece ver películas de monstruos y criaturas extrañas.


La semana pasada tocó ver esta adaptación cinematográfica, realizada en el año 2009, del libro infantil del mismo título, Donde Viven Los Monstruos (Where The Wild Things Are) de Maurice Sendak de 1963.




Max, es un niño que vive con su madre y su hermana mayor; ambas muy ocupadas con sus respectivas relaciones sociales, por lo que Max es un niño falto de atención  que compensa su soledad con una desbordante imaginación.

Una noche, para llamar la atención de su madre, se disfraza de lobo y le estropea una cita. Tras la consiguiente regañina, Max se escapa de su casa y empieza a correr sin rumbo.



Se adentra en un bosque y encuentra un bote, en el que se sube y emprende un viaje con destino inesperado.


Desde lejos, vislumbra un fuego y una gigantesca y monstruosa figura que se empeña en destrozarlo todo a su alrededor. Lo que está destrozando no es más que su propio poblado; el poblado de los monstruos.




Max, en un ataque de empatía hacia Carol, el monstruo que lo está destruyendo todo, se lanza a ayudarle a destruir las casas del poblado. Todos los monstruos se quedan boquiabiertos y están a punto de comérselo, porque como dice uno de los monstruos, Judith: "Como siempre digo: si tienes un problema, cómetelo".

Max se libra de ser comido por los monstruos gracias a su prodigiosa imaginación. Les dice que fue un rey y los monstruos se quedan impresionados. Además, deciden que el caos en el poblado se debe a que no tienen un rey y nombran a Max su nuevo monarca.




De esta forma, Max se convierte en el rey de los monstruos: Carol, KW, Alexander, Douglas, Judith e Ira.

La felicidad vuelve al poblado bajo la tutela del nuevo "rey"; pero esta situación no durará mucho. Los monstruos descubrirán que Max nunca ha sido rey y que todo lo que les ha contado sólo ha sido producto de su imaginación. Todos tendrán que trabajar juntos para reestablecer la paz del poblado o desistir de vivir en comunidad.




La película es una mezcla de animación por ordenador y muñecos como los que se utilizaban en películas más antiguas como Dentro del Laberinto o La Historia Interminable. Y puedo garantizar que es una auténtica gozada visual. Utiliza unos colores muy suaves y unas imágenes muy "de cuento" aptas para todas las edades; a pesar de ser una adaptación cinematográfica de un cuento infantil, que estoy segura que todo adulto con un mínimo de sensibilidad disfrutará muchísimo.






A unas impresionantes imágenes se une una banda sonora original extraordinaria compuesta por Karen O and the kids que a mí, a ratos, me recordaba a Coldplay.


Recomendada queda esta propuesta de Spike Jonze para estos días tan fríos que nos acompañan. Si no os gusta a vosotr@s, seguro que a vuestros hij@s, sobrin@s, niet@s, prim@s pequeñ@s les encantará.





Un abrazo monstruoso, 

Bruja Truca.