viernes, 30 de mayo de 2025
Mr. Brooks
Es una película de 2007 con un argumento bastante disparatado, pero entretenida como thriller. Tiene reminiscencias de «Seven», algo de la carnicería pop de Tarantino y un toque de cómic muy chulo en la fotografía de los bajos fondos de Portland.
Viendo a Kevin Costner hacer de malo, he asimilado el trasnochado aforismo «actuar con la diligencia propia de un buen padre de familia». Siempre había dudado cuánta diligencia supone eso y si sería algo exclusivo de los padres. Con esta película se entiende de una vez por todas: significa actuar como Kevin Costner en la mayoría de sus películas, vease «Los intocables», «El guardaespaldas», «No hay salida»…
En esta cinta ofrece más de lo mismo y también lo contrario: aquí está la nota original. Se mete en la piel de Earl Brooks, un ciudadano ejemplar con una familia perfecta, una fábrica perfecta —en la que se dedica a hacer vidriados—, una casa perfecta y una vida perfecta, pero con una oculta y terrible adicción al crimen.
Sobre el tema de esta adicción, los profesionales de salud mental consultados afirman que no existe y mucho menos las ramificaciones que sugiere el guionista. Lo de los vidriados es un detalle artesanal bonito.
Earl tiene una voz interior que se llama Marshall, representado por el actor William Hurt, como una especie de Pepito Grillo que en lugar de guiarle por el buen camino le impulsa a matar. Este desdoblamiento del protagonista, supongo que para mostrar de una manera más clara la mente del asesino, … ni sí ni no. Te distraes un buen rato al principio pensando: ¿Los demás podrán verlo y oírlo o está en la cabeza de Earl?
Otro personaje en el lado del mal es Mr. Smith, el más loco de todos y con la motivación más extraña, aunque está magníficamente interpretado por Dane Cook.
Demi Moore siempre es un punto positivo. Encarna a la policía Tracy Atwood, empeñada en atrapar al asesino en serie. Sus peculiaridades biográficas son un poco extremas. Es muy rica y a la vez muy macarra y ejerce de policía solo por vocación. Valiente y expeditiva, solo se mueve por corazonadas; menos mal que nada en la piscina para librarse del estrés como toda detective que se precie, si no, resultaría inverosímil.
Merece una mención la actriz que interpreta a la hija, Danielle Panabaker: convincente, guapísima e inquietante.
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